La República del miedo

En último momento, violentando la tregua política impuesta por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), presentando a través de los medios de comunicación, noticias que tenían como objetivo infundir el miedo en la población al afirmarse que el TLC no iba a ser renegociado.

Esta práctica utilizada por el régimen de los Arias, a pocas horas del referendo, tenía como objetivo cambiar la posición de muchos votantes. Práctica comparable a la utilizada en EE.UU. para la reelección de George W. Bush, donde una semana antes, Osama Bin Laden, volvió a aparecer en las pantallas de televisión, con el propósito de infundir el miedo necesario para garantizarle a Bush su reelección.

El resultado del referendo, del pasado domingo 7 de octubre, mostró la debilidad de una oligarquía incapaz de evitar la movilización social contra acuerdos leoninos como lo es el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y EE.UU. Ante el movimiento social contra el TLC, incomparable con cualquier otro en la historia costarricense, la “Alianza por el Sí”, formada por el régimen de los Arias y el complejo industrial-comunicacional debió recurrir al terrorismo de Estado, al chantaje y la corrupción para pasar el TLC. Fue el miedo el que prevaleció en la campaña de la “Alianza”.

La reacción de la oligarquía ante el memorando, redactado por el ex vicepresidente de la república y ministro de planificación, Kevin Casas, y el diputado oficialista Fernando Sánchez, fue el de una posición de denuncia y deslegitimación, con el argumento de que el texto de dicho memorando, que incitaba a la utilización del terrorismo de Estado, el chantaje y la corrupción, no fue acogido para la campaña política a favor del TLC.

Sin embargo, sí se analiza toda la propaganda, las noticias y las opiniones emitidas por/desde el complejo industrial-comunicacional y el régimen de los Arias, se va a encontrar la implementación de dicho documento, punto por punto.

A escasos 2 días del referendo, la “Alianza” sacó a relucir toda su artillería propagandística, pese a que el proselitismo político fue prohibido por el TSE, cuya esencia era el infundir miedo a la población costarricense sí no se aprobaba el TLC.

La pérdida de empleos, la no renegociación del TLC emitida por una funcionaria de segunda categoría de la Administración Bush, las lesiones a la institucionalidad democrática del país, el surgimiento de un partido de “izquierda radical” en el país, fueron parte de los miedos infundidos por la “Alianza” ante el posible triunfo del movimiento contra el TLC.

Esta práctica de infundir miedo y de deslegitimación lo encontramos en el diario conservador La Nación, el mismo día del referendo. En la editorial de ese día se afirmó que “la situación será más grave para las instituciones si llegara a triunfar el NO. Tal cosa implicaría precisamente una ganancia de poder para los sectores antidemocráticos, reforzaría a sus dirigentes más duros, aumentaría la dispersión política del país, complicaría aún más la toma de decisiones en la Asamblea Legislativa y, por ello, reduciría peligrosamente los márgenes de gobernabilidad y estabilidad. Un triunfo del SÍ, en cambio, frenará, o al menos quitará ímpetu, a los sectores políticos más duros, reforzará a los moderados y aumentará sustancialmente la capacidad de negociación y decisión a nuestras instituciones democráticas” [1] .

Resulta indispensable traer a colación el texto del memorando [2] , en el apartado de “estimular el miedo: ii) miedo al ataque a las instituciones democráticas, se afirma que “ es crucial convertir al Sí en equivalente con la democracia y la institucionalidad (…) y al NO en equivalente de la violencia y la deslealtad con la democracia “ (p. 4); en el punto iv) miedo al efecto de un triunfo del NO sobre el Gobierno, se sostiene que “un triunfo del NO en el referéndum , dejará al Gobierno en una posición precaria, con su efectividad totalmente reducida, y al país en una situación de ingobernabilidad” (p. 4). De forma cínica los autores continúan, “esa conexión hay que inducirla. Este es un argumento que puede que solo funcione para ciertos sectores, pero puede ser muy efectivo sembrando la duda” (p. 4-5).

Continuando en la sección de opinión nos encontramos artículos en los cuales se expresa que “ variar ese rumbo que fijó don Braulio Carrillo, Ricardo Jiménez, Cleto González necesita contrapropuesta; y la gran pregunta es: ¿hay contrapropuesta? ¿Será que Albino Vargas no nos la ha dicho y sí la tiene? ¿O esperamos que Ottón (Solís) nos la revele pronto? ¿O es el camino de Fidel Castro y Hugo Chávez? (…) ¿O será que Albino, Merino, Carazo y todos los suyos abrirán un Intel propio, a base de sus recursos económicos y conocimientos?” [3].

En otro artículo, en la cual la autora cae en el mismo error que ella crítica, “salir con un domingo siete”, se afirma que “ nos creemos inmunes, aquí no ocurre nada, algunos dicen, incluso, que estamos bendecidos. No es un juego, la cuestión no es si se aprueba un TLC, es si Costa Rica vira a la izquierda y se une al movimiento bolivariano que ya tiene a Bolivia, Nicaragua, Cuba y Ecuador” [4] .

Retomemos el memorando, donde se planteaba que “ hay tres preguntas que debemos sembrar en la mente de la gente, que pueden hacer que les tiemble el dedo si están pensando votar por el NO [5] :* 1)* ¿Están dispuestos a poner en riesgo la estabilidad económica, que casi todo mundo reconoce como un logro del gobierno? 3) ¿Han pensado quién va a mandar en el país si gana el NO? (Respuestas inducida para la pregunta: van a mandar Albino, Merino, Carazo, etc.)” (p. 5). Además en el campo de estimular el miedo a la injerencia extranjera en el NO, el memorando sostiene que “hay que restregar por todas partes la conexión del NO con Fidel, Chávez y Ortega, en términos bastante estridentes. Es posible que este tipo de campaña pueda incomodar a alguna gente, pero es casi seguro de que puede tener un impacto considerable entre la gente más sencilla, que es donde tenemos los problemas más serios” (p. 4).

De lo anterior se constata la recurrencia de la_ “Alianza”_ al memorando, el cual rechazaron hipócritamente, pero que utilizaron y utilizarán en toda la campaña política y en este proceso de transformación que vive Costa Rica.

Otro elemento utilizado por la “Alianza” es la monstrificación de la oposición, y su posterior criminalización. En el memorando se plantea la necesidad de convertir al NO en equivalente de la violencia. Esta monstrificación/criminalización se encontrará en gran parte de la retórica de la “Alianza”.

Retomando el ejercicio realizado más arriba, con el mismo diario y del mismo día, encontraremos esa deslegitimación de la oposición. En el editorial se sostiene que en el movimiento contra el TLC “se han llegado a imponer los sectores más extremistas” [6] y con el gane del NO implicaría “una ganancia de poder para los sectores antidemocráticos” [7] . En otro artículo se compara a las personas opositoras al TLC con personajes históricos culpables de exterminios sistemáticos como es el caso de Torquemada. Se censura a la oposición al afirmarse que_ “ la búsqueda de riqueza no suele ser heroica y es comprensible que quienes aspiran a construir un mundo mejor desconfíen de los que ostentan o buscan poder económico. Pero, cuando ese idealismo predica una pureza que es posible solo en el aislamiento y mediante la restricción de la libertad, degenera en un fanatismo más peligroso que la mera codicia”_ [8] . Y como no todo sucede por casualidades de la vida, junto a este artículo, el Torquemada actual es bautizado, en un afán de monstrificarlo se afirma que “ ese sacerdote Ignacio Trejos mandaría a quemar de nuevo a Galileo”. [9]

No puede quedarse sin dar el golpe de gracia, Oscar Arias, adalid de criminalizar al otro, la oposición, sostiene que “hoy nos toca responder con serenidad a la violencia, con perdón al insulto, y con verdad a la mentira. Les pido que, ante los llamados a la desobediencia o al disturbio sociales de unos cuantos, respondamos con toda la fuerza de lo mejor que tenemos en Costa Rica: la tolerancia, el respeto mutuo y la paz” [10] .

Queda demostrado como se consolidó una “República del Miedo” tras el referendo. Una campaña excesivamente fundamentada en el miedo, en la criminalización del otro, el intelectual, el sindicalista, el estudiante, el campesino, el homosexual, la feminista, la ama de casa, en fin, la oposición multicolor que se enfrentó a toda la maquinaria represiva de un Estado que degenera en uno de carácter “ fascista simpático” [11] . Además una campaña excesivamente cara, y por que no, inhumana. Debe censurarse éticamente a la “Alianza” por esta campaña que costó aproximado de 800 millones de colones en un país donde existe una pobreza estructural de 25% o más, personas que prácticamente no tienen el dinero suficiente para alimentarse día a día.

Se nos presentó en el referendo y en la campaña política previa a este, las verdaderas consignas de la “Alianza”: ¡ La Ignorancia es la Fuerza! ¡La Libertad es la Esclavitud! Y no sería de extrañar que en determinado momento nos digan ¡La Guerra es la Paz!

Sin embargo, con este referendo se mostró la debilidad de la oligarquía nacional, que asalta al poder por medio de un golpe técnico de Estado, y ello le ha costado caro. Ese costo se reflejó a lo largo de toda la campaña política para el referendo: una formidable oposición.

La capacidad de movilización y de unión contra el TLC, debe ser el objetivo del movimiento. Unificar y movilizar más a la sociedad, impedir la implementación de políticas que beneficien a unos pocos, y mantenerse alerta ante la inminente transformación del régimen de los Arias en una dictadura de seguridad nacional, producto de su incapacidad para mantenerse en el poder e imponer sus políticas, debe ser lo que persiga este movimiento.

Por ello, el resultado del referendo, no debe ser visto como una derrota para este movimiento social, sino como una llamada a la unión y a la necesidad de mantenernos activos, que serán el verdadero triunfo. Si bien, se debe respetar la institucionalidad del país, sí es necesario reformular la misma, para evitar la intromisión excesiva de la oligarquía en el proceso electoral. Por ello es de vital importancia, hacer uso del derecho más democrático que tenemos: La libertad de Expresión.

Por que cuando la clase dominante busque la racionalización y la legitimación de políticas leoninas, es cuando debe existir un movimiento, unido y fuerte, que demuestre lo irracional e ilegitimo de dichas políticas.

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[1] Editorial. “Por un voto conciente”. La Nación. Opinión. Domingo 7 de octubre de 2007. p. 32A. subrayado nuestro.
[2] El subrayado en el texto del memorando, en adelante, será nuestro.
[3] Picado León, J. “Generación retrógrada y miope”. La Nación. Opinión. Domingo 7 de octubre de 2007. p. 33A. subrayado nuestro.
[4] González, L. “Domingo siete”. La Nación. Opinión. Domingo 7 de octubre de 2007. p. 33A. subrayado nuestro.
[5] Para efectos comparativos, sólo cito y utilizo la pregunta 1 y 3, planteadas en el memorando.
[6] Ibíd. Subrayado nuestro.
[7] Ibíd. Subrayado nuestro.
[8] Jenkins, A. “Dios y el dinero”. La Nación. Opinión. Domingo 7 de octubre de 2007. p. 33A. subrayado nuestro.
[9] González, L. Loc. Cit.
[10] Arias, O. “Diputados por un día”. La Nación. Opinión. Domingo 7 de octubre de 2007. p. 34A. subrayado nuestro.
[11] Fascista simpático en cuanto estado policial y no de carácter militar.

Pensando en mis nietos

En ellos pienso al tiempo que reflexiono sobre la responsabilidad que me corresponde asumir este domingo cuando acuda a las urnas para emitir mi voto sobre la aprobación o rechazo del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Ese voto influirá en sus vidas.

Estoy consciente de que el sufragio del 7 de octubre será para mí el más importante de todos los que haya ejercido. Durante casi cuatro décadas en que he tenido el privilegio de acudir a las urnas, lo he hecho para elegir a personas que aspiran a ejercer cargos públicos durante un periodo concreto de cuatro años.

En esta ocasión mi voto tiene connotaciones más trascendentes. No estaré eligiendo, con nombre y apellido, al presidente de la República, a un grupo de diputados o a los regidores de mi cantón. Tampoco estaré comprometiendo mi decisión por un periodo definido.

Por el contrario, en el referéndum de este domingo mi decisión conlleva la escogencia entre dos modelos de sociedad. Uno que se plasma, sin plazo de vencimiento, en un Tratado que rebasa lo comercial y lo económico y perjudica nuestro Estado social de derecho y el otro, el modelo del progreso con equidad y solidaridad, que aunque imperfecto, ha sido nuestra inspiración y nos ha deparado paz y niveles de vida y bienestar superiores al de todos los países vecinos.

Para mis nietos quiero una Costa Rica donde el derecho a la salud sea más importante que los derechos de propiedad intelectual; donde la telefonía e Internet sean servicios universales y no negocios explotados por empresas foráneas; donde se respete al inversionista extranjero pero no se le concedan privilegios superiores a los del costarricense que invierte sus ahorros; donde los recursos naturales, la biodiversidad y el subsuelo marino del país no queden expuestos al arbitrio de paneles internacionales; donde la política pública pueda hacerse de manera soberana sin el temor a ser demandados en tribunales con sede en otras naciones.

Esa es la Costa Rica que quiero para mis nietos. Pero esa es también la Costa Rica que el TLC nos impide tener. Porque el TLC convierte derechos en mercancías, encarece las medicinas, destruye más empleos de los que crea, desprotege a los agricultores al no incorporar la salvaguarda especial agrícola, obliga al Estado al arbitraje obligatorio y no mejora cuantitativamente el acceso que ya tenemos al mercado de Estados Unidos.

El domingo votaré “no”, porque quiero que mis nietos vivan en una Costa Rica ética, en la que las decisiones se tomen pensando en los que menos tienen y no en los que han acumulado riquezas y en la que la dignidad del ser humano prevalezca sobre el comercio internacional, como han señalado nuestros obispos eméritos.

En resumidas cuentas, votaré “no” pensando en Matías y en Mia Graciela, para que puedan tener la dicha de seguir viviendo en una tierra bendita.

10/05/2007

Evangélicos decimos NO al TLC

Por Obispo Melvin Jiménez Marín. (Ced. 1458981)

Apartes del documento públicado hoy, 28 de septimbre de 2007 en el diario la Extra, para difundir. Descargar archivo adjunto.

Los pastores, pastoras, líderes y feligreses de la Iglesia Luterana Costarricense, ILCO, hemos orado y reflexionado junto a especialistas costarricenses, acerca del Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Costa Rica, Centroamérica y Republica Dominicana.

Hemos dialogado con hermanos y hermanas de Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Chile y EEUU, quienes nos transmitieron datos y hechos concretos de como los tratados comerciales firmados han deteriorado la ya difícil situación económica y social en que viven las grandes mayorías. Hemos escuchado el clamor de numerosos grupos costarricenses de mujeres, campesinos, indígenas, cristianos, ecologistas, intelectuales, empresarios, educadores, jóvenes y trabajadores, que han dicho NO al TLC.

Desde nuestra fe cristiana, decimos que el amor de Dios es para todas las personas pero, de manera preferencial (una buena noticia para los desprotegidos de la sociedad), para los pobres, los discapacitados, las mujeres, los indígenas, los campesinos, los niños de la calle, los trabajadores. La preocupación principal de Jesús ha sido por los más humildes:_ “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”_(Lucas 4: 18,19).

Por ello, ejerciendo lealmente como iglesia nuestra misión profética y fieles a nuestro Señor Jesucristo y a nuestra fe cristiana y evangélica, unimos nuestra voz al Movimiento del NO AL TLC, ya que “No podemos apoyar una ley que sea injusta y cuyo corazón esta lleno de codicia”.

Hacemos un llamado a todas las personas evangélicas y cristianas de las distintas iglesias, así como al pueblo costarricense en general, A VOTAR NO AL TLC en el referéndum del 7 de octubre y a estar vigilantes ante cualquier intento de socavar el derecho al sufragio secreto y los resultados de las votaciones.

Que la oración, la fe y el amor, nos lleven a votar por el NO al TLC.

DI NO AL TLC, “SE VALIENTE” Josué 1.9
www.ilcocr.org
Tel: 2278080

El “no” sube y el “sí” baja

9/29/2007

Después una ventaja de más de 20 puntos a favor de la aprobación del acuerdo, ahora las encuestas muestran un “empate técnico” entre el “sí” y el “no”. Además, la tendencia que se observa es clara: el “no” sube y el “sí” baja.

La explicación de esta drástica variación en las opiniones y actitudes de los ciudadanos podría residir en varios factores. Comento algunos de ellos.

  • En primer lugar, la publicación del ya famoso e infausto memorándum del vicepresidente Casas y el diputado Sánchez dirigido al presidente Arias. El uso del miedo y el abuso del poder político para forzar a los alcaldes y manipular a los votantes no solo ha producido un repudio generalizado sino que ha cuestionado la legitimidad de los argumentos. ¿Por qué engañar e infundir miedo si el TLC es tan bueno?
  • La evidencia concreta de que el TLC facilita a los inversionistas extranjeros demandar a los gobiernos en paneles arbitrales internacionales por sumas millonarias, como está ocurriendo con una empresa ferroviaria norteamericana que con la asesoría de la negociadora de Estados Unidos, Regina Vargo, exige al Gobierno guatemalteco el pago de US$65 millones.
  • La confirmación de que la difícil situación de la industria textilera por la competencia con China no la resuelve el TLC y, lamentablemente, ya se están perdiendo empleos en Centroamérica (con tratado o sin tratado). El pasado lunes este diario informó que el presidente dominicano Leonel Fernández solicitó al Gobierno estadounidense medidas especiales para “salvar miles de trabajos en la industria textil”.
  • Los recientes debates han permitido visibilizar argumentos y razonamientos en contra del tratado que habían permanecido silenciados por una masiva y sesgada campaña de propaganda. También han permitido demostrar que gran cantidad de personas respetables y serias, de múltiples sectores, se oponen a este acuerdo, dejando sin contenido los intentos de deslegitimación basados en tergiversaciones y en calificativos como sedicioso y chavista.
  • La constatación cuantitativa de que la vigencia del TLC en los países centroamericanos no ha catapultado las exportaciones y creado miles de empleos, como pregona la publicidad del “sí”, sino más bien acelerado las importaciones que ponen en peligro a los productores nacionales.
  • La mayor divulgación de pronunciamientos de personas e instituciones que manifiestan preocupaciones importantes y puntualizan deficiencias graves del TLC, como la Comisión de Notables, la Universidad de Costa Rica, la Defensoría de los Habitantes, el Instituto Tecnológico, casi un centenar de sacerdotes católicos, la Universidad Nacional, magistrados de la Sala Constitucional y la Conferencia Episcopal, que enfatiza las carencias éticas.
  • Finalmente, la variación en la intención de voto a favor del “no” se debe también a que muchos costarricenses han entendido que el rechazo al TLC no significa que se cierra el mercado de Estados Unidos. Dos terceras partes de nuestras exportaciones a ese país no dependen de ningún régimen preferencial y los beneficios de la Cuenca del Caribe están ahora más seguros con una mayoría demócrata en el congreso norteamericano. Pero lo más importante: ya no hay duda de que los TLC se pueden renegociar y que otros países lo han hecho: Colombia, Perú, Panamá y Corea.

Nosotros también podemos hacerlo.

Fuente: La República

¿Costa Rica podría perder el acceso al Mercado de Estados Unidos?

Septiembre 26, 2007

Una de las formas de asustar a las personas en relación con el resultado del Referéndum del 7 de octubre es mediante la afirmación que Costa Rica está en grave peligro de perder sus exportaciones a los Estados Unidos si rechaza el TLC con ese país y que además nos convertiría en su enemigo.

Veamos que afirman los del Sí sobre la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, ICC: “… o, esa ley puede ser suspendida en cualquier momento por el Congreso de ese país, o un país puede ser eliminado de la lista de países beneficiarios con solo que el Presidente de Estados Unidos lo decida. Esa decisión puede ocurrir por denuncias sobre el incumplimiento de ciertos requisitos impuestos por Washington… Además, tener nuestra relación comercial con Estados Unidos bajo la seguridad jurídica de un tratado internacional nos da mayor independencia frente a ellos en otros campos, como por ejemplo, en materia de política exterior… (TLC Sí Nuestra Gran Oportunidad, julio 2007).

En primer lugar, es claro que esta afirmación responde a la filosofía maquiavélica que emana del “memorando” elaborado por el vicepresidente Kevin Casas y el diputado Fernando Sánchez, al Presidente de la República y al Ministro de la Presidencia, donde se expresa _“que se debe estructurar y lanzar campaña masiva…” sin “_…tener pudor alguno en saturar los medios de comunicación con publicidad”, donde uno de los ejes de la campaña sería estimular el miedo a perder empleos.

En segundo lugar, hay que diferenciar claramente cuáles son los regímenes de exportaciones que Estados Unidos de Norteamérica tiene para países como Costa Rica y cuál es su importancia relativa. Los regímenes comerciales que ofrece Estados Unidos permiten que Costa Rica le exporte a ese país más del 90% de sus productos sin impuestos y que menos de una tercera parte del total de las importaciones de productos provenientes de nuestro país sea mediante la ICC. En el 2006 representó un 27% (http:// dataweb.usitc.gov/). Entonces es mentira afirmar que todas las exportaciones a Estados Unidos serían afectadas y que por lo tanto miles de empleos se perderían. A lo sumo estarían en eventual pérdida de exportaciones lo relativo a la ICC, pero veamos ahora que tan fácil es que se nos elimine de ese régimen comercial.

Para que Estados Unidos decida eliminar la ICC a Costa Rica tendría que aprobarse una ley en el Congreso de nuestro socio comercial o que el Presidente de Estados Unidos así lo decida, porque nuestro país se vuelva comunista o se atente contra la propiedad de ciudadanos norteamericanos, entre otros, situación que no es ni será el caso. Pero aún más: en una reunión en la Universidad de Costa Rica con el señor Michael Michaud, representante por el partido Demócrata de Estados Unidos, en conjunto con otros ciudadanos costarricenses, nos afirmó tajantemente que Estados Unidos no proporcionará represalias a Costa Rica si vota NO al TLC.

También expresó que la ICC es permanente y no será revocada (aspecto que también puede cotejarse en Bonopas, Trade Rules in the Making: Challenges in Regional and Multilateral Negotiations) y que más bien una decisión del pueblo costarricense de rechazar el Referéndum sería bien visto por una mayoría del Congreso estadounidense que considera que debe renegociarse tanto NAFTA como el DR-CAFTA (tratados comerciales de Norteamérica y de Centroamérica con República Dominicana con los Estados Unidos, respectivamente, por sus siglas en inglés). De hecho mencionó que los tratados de Estados Unidos de Colombia y Perú los forzaron a ser renegociados.

En el caso del NAFTA, se quiere renegociar, según expresó, porque el tratado México Estados Unidos y Canadá trajo como consecuencia una migración hacia los Estados Unidos sin precedentes, producto en buena parte de los subsidios de los Estados Unidos a sus productos agrícolas que hizo quebrar a muchas empresas mexicanas. Recordemos que los subsidios a los productos agrícolas de Estados Unidos no fueron objeto de negociación.

Algunos afirman que si no nos gusta el TLC nos podemos salir fácilmente; no obstante, en ese caso al haberse ratificado el TLC automáticamente salimos de la ICC, según afirma un reporte de Estados Unidos ante la OMC. En otras palabras, es fácil entrar pero totalmente inconveniente salir luego de pertenecer al DR-CAFTA porque nos quedamos sin las preferencias que se tienen con la ICC.

En conclusión, la no aprobación del TLC de Costa Rica podría convertirse en una decisión que no solo nos protegerá de un tratado comercial perjudicial para el desarrollo humano sostenible del país, sino sería un aguijón para que se renegocie un nuevo tratado con mejores condiciones para nuestros pueblos centroamericanos.

Fuente: Tribuna Democrática

El memorando del miedo: La renuncia del Vicepresidente

Costa Rica y el TLC
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Beatriz Díez-Agencias
25-09-2007

Casas, uno de los delfines del presidente Oscar Arias, presentó su renuncia irrevocable a la Vicepresidencia y al ministerio de Planificación, la mañana del sábado_ “para no entorpecer la ratificación del TLC y evitar desgaste político al gobierno”_.

La renuncia se produjo a solo dos semanas del referéndum que decidirá la suerte del TLC con Estados Unidos, apoyado por el gobierno y los poderosos sectores exportadores, y rechazado por una gran coalición de grupos políticos y sociales.

En el memorando, Casas, que lo redactó junto con el primo de Arias y diputado oficialista, Fernando Sánchez, recomendaba argumentar a la población que si el TLC no se aprueba se perderían decenas de miles de empleos.

También le pidió a Arias amenazar a los alcaldes con cortarles la ayuda gubernamental en los próximos tres años si no ganan en su cantón el referéndum y “sembrar la cizaña” entre los dirigentes del ‘No’ al TLC.

Aunque el gobierno trataba este fin de semana de dar por cerrado el caso del memorando con la renuncia de casas, la oposición pedía también la cabeza del diputado Fernando Sánchez, otro de los delfines del presidente Arias.

El coordinador del Movimiento Patriótico contra el TLC, Eugenio Trejos, dijo este domingo a la prensa que el presidente Arias ocultó durante varias semanas el memorando y además puso en marcha sus recomendaciones, por lo que tiene responsabilidad política en el hecho.

El memorando trascendió hace dos semanas cuando fue publicado por el semanario de la Universidad de Costa Rica, provocando uno de los peores escándalos políticos de los últimos años en esta nación de 4,5 millones de habitantes.

El jefe del principal partido de oposición, Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, pidió este domingo la renuncia del diputado Sánchez.

El trascendido del memorando cayó como anillo al dedo a los propulsores del ‘No’ al TLC, que han redoblado sus actividades y anunciaron una masiva manifestación para el próximo 30 de septiembre en el Paseo Colón, al oeste de la capital.

“Vamos a realizar una de las concentraciones más grandes que recuerde la historia del país. Será una fiesta anticipada para celebrar el triunfo del No en el referéndum”, dijo Eugenio Trejos este fin de semana a un grupo de corresponsales de prensa.

Costa Rica es la única nación centroamericana que no ha ratificado el TLC firmado con Estados Unidos, que fue negociado en el 2004.

El gobierno presenta el TLC como una gran oportunidad para generar decenas de miles de empleos y lanzar el país al desarrollo, mientras que la oposición estima que significaría la entrega de la soberanía a manos de las transnacionales.

*Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli, presidente del Instituto Panamericano de Geografía e Historia en Costa Rica.

El plan delictivo en acción

La denuncia presentada el día de hoy ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sobre la intención abierta de comprar los votos de las personas empleadas por las empresas transnacionales para que se pronuncien a favor del TLC en el referéndum, “configura un delito que deber ser perseguido penalmente, tal y como hemos venido insistiendo”, declaró el diputado José Merino del Río.

Para el legislador del Frente Amplio, el TSE debe actuar de inmediato remitiendo la denuncia del Diputado Alberto Salom ante el Ministerio Público, con el fin de que se abra una investigación, que derive en las acusaciones penales respectivas.

En opinión del Diputado Merino detrás del correo electrónico remitido por un funcionario de la Alianza del Sí de Heredia, están las personas que formalmente dan la cara en la campaña como Alfredo Volio o René Castro y los que realmente la dirigen, como los hermanos Arias Sánchez.

“La responsabilidad política y penal debe recaer sobre la cúpula que viene implementando la “estrategia del miedo”, la cual ahora se lleva a límites de chantaje antidemocráticos, desconocidos en la historia política reciente de Costa Rica”, aseguró Merino del Río.

Según la denuncia presentada ante el TSE, la Alianza del Sí propone a los empresarios ofrecer a sus empleados el pago de ¼ a ½ tiempo de la jornada laboral diaria, con el fin de asegurar “llevarlos a votar”. Como alternativa, más grave aún, el empleado deberá solicitar en los centros de votación “un comprobante de asistencia”, para cobrar el dinero en su empresa al día siguiente.

Ambas propuestas son contrarias al artículo 152 del Código Electoral, que establece pena de dos a seis años de prisión a “*r)* quien con dádivas, promesas de dádivas, violencia, amenazas compeliere a otro a adherirse a una candidatura, a votar en determinado sentido o abstenerse de votar”.

“El presidente Arias y el embajador Langdale visitan las fábricas, pero como no convencen, tienen que diseñar mecanismos ilegales, que lesionan la dignidad de la población votante que trabaja en esos lugares, intentando comprar sus conciencias y sus votos”, dijo el representante del Frente Amplio.

Terminó diciendo el Diputado Merino que: “Estamos frente a un plan delictivo realmente detestable, ya reseñado en el memorándum Casas – Sánchez, y que se sigue implementando con el mayor descaro, violentando las tradiciones democráticas del país”.

Gringo pide que votemos NO al TLC

San José, 31 de agosto de 2007

Queridos ticos:

Mi nombre es Joseph Murray y soy gringo. No soy rico, ni soy pobre, soy de clase media, trabajo como profesor de inglés, y quisiera expresar mi opinión sobre los efectos del neoliberalismo y cómo nos afecta a la clase media en Estados Unidos.

Después de unos años, bajo este sistema de libre comercio, la principal consecuencia ha sido la consolidación del poder en pocas manos. Las sociedades mercantiles manipulan la economía de nuestra sociedad para su propio beneficio.

Cuando era joven, la mayoría de las fincas estaban dedicadas a la granja familiar. Esta granja era parte de la tradición norteamericana. Pero después de unos años, bajo el sistema de libre comercio, este negocio familiar apenas existe. Bajo este sistema, unas pocas compañías grandes han generado mucha ganancia y sin importarle el ambiente usan químicos tales como pesticidas, herbicidas y fertilizantes fuertes y desarrollan modificaciones genéticas. Con el dinero acumulado tienen la posibilidad de ofrecer precios más bajos que los que ofrecen las granjas familiares. Como consecuencia, estas granjas familiares han venido quebrando y desapareciendo.

Posteriormente, estas empresas incrementan el precio de los productos básicos astronómicamente y recuperan las pérdidas ocasionadas durante la eliminación de las granjas que arruinaron.

Otra cosa muy profunda en la tradición norteamericana que hemos perdido es el hospital comunitario. En los Estados Unidos nunca hemos conocido un sistema de salud pública, pero hasta hace poco, teníamos en cada ciudad un hospital que ayudaba a la gente que no podía pagar por el servicio. Donde yo vivo es una región de cinco ciudades y hasta hace poco cada ciudad tenía su propio hospital comunal, pero ahora la Compañía Sentera, una corporación hospitalaria, se asentó y ha comprado cada uno de los hospitales para eliminar la competencia y crear un oligopolio.

Ahora mismo, yo necesito una cirugía menor. Tengo una hernia inguinal. He encontrado un cirujano bueno que me cobra $2000. Los puedo pagar, pero la compañía dueña del hospital pide $10.000 por facilitar el espacio de una cirugía que solo toma diez minutos. En total debo pagar $12.000 y el médico solo va a recibir una pequeña parte. Este es el modelo del libre comercio que quiere imponer Estados Unidos.

En los Estados Unidos no hemos tenido la oportunidad de votar para decidir si se aprueban o no los tratados de libre comercio que nuestro gobierno ha negociado en secreto. En la elección presidencial del próximo año no hay un candidato que tenga una posición en contra del libro comercio. Por lo tanto, no podremos votar contra este modelo.

Pero aquí en Costa Rica ustedes tienen el derecho en su tradición de escoger sí o no. Es como la lucha entre David y Goliat. Ustedes tienen la piedra en la honda de David. Tienen el voto. A diferencia de nosotros los gringos, ustedes tienen la oportunidad de decidir. Con esta piedra pequeña tienen el poder de parar este monstruo, este Goliat: el TLC.

Yo recomiendo sinceramente que ustedes ticos digan NO. Digan no para mantener sus instituciones públicas y su sector privado compitiendo en condiciones justas. Digan NO para mantener sus pequeños negocios familiares sin arriesgar la quiebra. Digan NO para mantener su sistema de salud que Es uno de los mejores del mundo. Cuiden ustedes su manera de vivir, este Modelo que ha hecho un país distinto de muchos otros países que excluyen a su propia gente. Por favor voten NO al Tratado de Libre Comercio.

Quizás el mantenimiento de la democracia en Costa Rica, contribuya para hacer que la democracia en Estados Unidos vuelva de nuevo.

Sinceramente,

Joseph Murray
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*Lea también: * Gringos contra el TLC en Costa Rica

Para el turismo es mortal aprobar el TLC

Por: Marco Tulio Picado y Rodrigo Herrera

Consideramos impostergable una respuesta a las afirmaciones hechas por el actual Ministro de Turismo, Lic. Carlos Ricardo Benavides, en entrevista publicada por el Diario Extra el día viernes 17 de agosto de 2007, en la que el señor Benavides hace valoraciones y especulaciones completamente fuera de la lógica histórica del desarrollo turístico de nuestro país y que más bien obedecen a la campaña de terror planificada por Kevin Casas y Fernando Sánchez.

Según el señor Benavides, si el pueblo ejerce el derecho democrático de no aprobar el TLC en el referéndum es razón suficiente para provocar el enfado de los norteamericanos contra nuestro país y, por ende, la consecuente actitud vengativa del pueblo norteamericano de no venir a Costa Rica. Los estadounidenses verían, según sus palabras, una “extravagancia y un rechazo a su forma de ser” en un “un lugar excéntrico en el mundo que le da la espalda a su principal aliado comercial”. Es decir, si por decisión soberana nos salimos de la línea política neoliberal de Norteamérica, estamos condenados a perder el turismo de Estados Unidos, es decir, nos harían una especie de bloqueo turístico.

¿Habrá dimensionado el señor Ministro el alcance de semejante falacia? ¿Qué cree que somos los costarricenses, o qué creé que son los norteamericanos?

Todos sabemos que Costa Rica muchas veces se ha salido del saco político de los Estados Unidos de América, cayéndoles muy mal a importantes políticos conservadores de esa nación, pero no por eso han dejado de venir a nuestro bello país los norteamericanos. Recordemos nuestra celebración, todos los años, de la epopeya más gloriosa para nuestro país, que significó la primera gran derrota militar de los norteamericanos en América Latina, como fue la guerra contra los Filibusteros. ¿Se han ido las empresas, los turistas o el embajador gringo por que celebramos su derrota?

Igualmente podemos mencionar la abolición del ejército, esa institución represiva auspiciada por los Estados Unidos y los gobiernos oligarcas de América Latina para sojuzgar a sus pueblos y que José Figueres visionariamente erradicó de nuestra querida patria hace más de medio siglo. Esto también debe haber molestado a la derecha norteamericana y debemos haber parecido en aquel entonces “un lugar excéntrico en el mundo”, como dice don Ricardo, pero ¿acaso eso provocó la huida desaforada de los señores del norte?

Otra muestra de soberanía fue el distanciamiento de nuestros gobiernos respecto de las oligarquías militares de Centroamérica y de la guerra auspiciada por Estados Unidos contra Nicaragua; eso también molestó mucho a la derecha estadounidense y fue usado para desprestigiarnos ante el pueblo gringo, haciéndolo parecer como una “extravagancia y un rechazo a su forma de ser” americana. Pero esto, más bien, incrementó el turismo.

Lo cierto es que por ninguna de estas razones, que reflejan decisiones de un pueblo soberano y pacífico, jamás se vio afectado ni se afectará lo que las estadísticas señalan como el factor más importante que motiva la llegada del turismo estadounidense a Costa Rica, a saber : el trato de su educado pueblo hacia el extranjero y las condiciones sociales y ambientales que aquí existen hasta hoy a pesar de los embates de la corrupción.

Don Ricardo, sacando de la nada argumentos de miedo, nos dice que la operación de líneas aéreas depende en alto porcentaje del turismo de negocios; es decir, depende de los ejecutivos que viajan en avión. Por lo tanto, si los negocios del TLC no son aprobados, esos viajeros de negocios no se montarán en los aviones hacia Costa Rica, y, por ende, las compañías quebrarán y se retirarán de Costa Rica.

Lo tendencioso de esa afirmación es que don Ricardo no señala que los datos que utiliza son estadísticas del turismo de negocios en un nivel de mercado mundial, pero que el significado del turismo de negocios para Costa Rica nunca ha superado el 5%, y nunca ha provocado la salida de ninguna aerolínea por esa razón. La salida de esas empresas se ha dado por incapacidad de negociación, por negligencias administrativas o por incapacidades para el desarrollo aeroportuario.

Por lo tanto, es falso e improbable que por la no aprobación del TLC, las líneas aéreas huyan de nuestro bello paraíso. Es un cuento chino.

En otra falacia de terror confeccionada por el señor Benavides, afirma que los inversionistas extranjeros consideran la aprobación del TLC como un paso esencial para concretar un modelo de economía que les garantice seguridad en su negocio; por esta razón, están “cautelosos a lo que pueda pasar en el referéndum”. De lo anterior deduce que si no se aprueba el TLC, todos los inversionistas turísticos se irían del país. Aquí don Carlos Ricardo realmente “la vuela”, como decimos los ticos.

Nada más falso, pues este país se cotiza turísticamente a nivel internacional como ninguno otro y se han disparado los precios de la tierra de forma aceleradísima por el apetito con que los extranjeros, especialmente gringos, compran terrenos para venirse a vivir y la avidez con que los zopilotes de la tierra se los venden.

Precisamente, somos el país con mayor inversión turística, o relacionada con el turismo, en los últimos 20 años en casi toda Latinoamérica. A diferencia del resto de países privatizados de nuestra América Latina, Costa Rica todavía conserva condiciones de producción alimentaria, atención de salud, telefonía de todo tipo, alcance de la red eléctrica y de cobertura de la red de agua potable, que resultan esenciales y determinantes para el éxito de cualquier inversión. La no privatización de esos servicios ha permitido realizar inversiones turísticas en todos los rincones de nuestro país, y, los más importante de todo, que muchos miles de pequeñas empresas costarricenses puedan desarrollarse y sobrevivir ofreciendo turismo comunitario y turismo rural en las más diversas localidades de nuestra querida patria.

Si hay alguna amenaza real contra nuestro turismo, es precisamente el régimen de privatizaciones que involucra el Tratado de Libre Comercio. La actual capacidad de las Instituciones para desarrollar obras o brindar servicios de gran beneficio para comunidades rurales o marginales, en lugares que no brindan una rentabilidad inmediata, desaparecería si se aprueba el TLC, y ocuparía su lugar el interés puramente mercantilista de la empresa privada. Por lo tanto, la posibilidad real con que hoy cuentan los micro, pequeños y medianos empresarios de desarrollar su iniciativa empresarial, a pesar del abandono y boicot por parte de los jerarcas de turno en los gobiernos, se vería negativamente afectada, como ocurre actualmente en México y en el resto de Centroamérica, que “gozan” del TLC con los Estados Unidos.

Para coronar su esquema de invenciones, don Carlos Ricardo argumenta que el TLC no afectará nuestra materia laboral y que más bien la reforzará. Esta falacia, cacareada reiteradamente por políticos y empresarios Pro TLC, se ha venido derrumbando por sí sola con la experiencia reciente de Centroamérica. En la actualidad Costa Rica goza de elementales derechos laborales, que son el referente legal de una gran masa de trabajadores de hoteles, restaurantes y otros servicios turísticos y que, a pesar de las prácticas laborales desleales de algunos patronos, han permitido que el sector laboral turístico sea de los más grandes de nuestro país. Es claro y definitivo, por la experiencia de otros países en materia laboral turística, como es el caso de México, y por lo que dispone el texto del tratado, que el TLC provocará la reducción al mínimo de las condiciones laborales que tanto ha costado a nuestro pueblo conquistar.

Pero la amenaza por pérdida de derechos y puestos de trabajo no se limita a las empresas grandes o medianas. Un ejemplo de lo que puede pasar con la pequeña empresa (que constituye el 80% de todas las empresas turísticas de nuestro país) son las actuales consecuencias de la apertura generada por el tratado de Libre comercio con México, que abrió portillos para la llegada descontrolada a nuestro país de cadenas transnacionales de hoteles que compiten de manera desleal con la pequeña empresa nacional, así como de cadenas de transporte turístico que han provocado la quiebra de numerosas microempresas familiares que procuraban parte de su sustento vendiendo a los visitantes sus servicios de transporte y guía turística en microbús.

¿Si esto le ocurrió al turismo con la aplicación del TLC con México, qué no pasará con el TLC con USA, que promueve grados de apertura inmensamente mayores?

Es claro, pues, que para el turismo es mortal aprobar el TLC.

TLC azota con más fuerza a El Salvador

_* Proceso , México _
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La implementación del Cafta a partir del pasado 1 de marzo en El Salvador, y del 1 de abril en Honduras y Nicaragua, ha provocado protestas sociales. Existen ya sectores afectados y otros que auguran el cierre de sus empresas y fuentes de trabajo. En el agro el pronóstico es de fatalidad para productos tradicionales y generadores de fuertes de empleo.

La firma de este pacto comercial obedece a la tendencia de conformar “bloques de integración regional”, y podría interpretarse como parte de la política estadounidense de mantener su hegemonía sobre los países centroamericanos como en la isla caribeña.

Hace unos años, el mismo exsecretario de Estado norteamericano, Colin Powell, reconoció que el tratado comercial “trasciende del plano estrictamente comercial y económico a uno de seguridad nacional” para Estados Unidos. Un acuerdo que, para el economista salvadoreño Raúl Moreno, es “una versión del Caballo de Troya al estilo del siglo XXI, ya que en sus cláusulas, el Cafta apunta a una reconquista del istmo centroamericano”.

El Cafta fue negociado durante 2004 en un tiempo record de 12 meses (la negociación del Nafta duró casi 10 años entre Estados Unidos, México y Canadá). Las presiones de Washington hicieron que El Salvador, Nicaragua y Honduras ratificaran el acuerdo y que modificaran legislaciones internas, sin que se implementaran debates, como ocurre actualmente en Costa Rica, nación que todavía no ha ratificado el Cafta.

Los primeros golpeados

Los vendedores informales de CD, DVD, ropa y calzado “piratas” han sido los primeros en sentir los efectos del Cafta. Inmediatamente después de que el parlamento salvadoreño reformara a petición de Washington– varias leyes de propiedad intelectual en las que se criminaliza la venta de “productos piratas”, la Policía Nacional Civil (PNC) realizó operativos de decomiso y persecución de este sector de informales.

Recientemente, mientras la policía realizaba decomisos en el centro capitalino, los vendedores informales protestaron violentamente, con un saldo de 20 detenidos y procesados por “terrorismo y desórdenes públicos”, ya que incendiaron un camión comercial, dos almacenes y cabinas telefónicas.

Los vendedores de productos “piratas”, que se estiman en unos 60 mil, han reiterado que no dejarán de vender sus productos porque esa es la única forma que tienen de sobrevivir.

“Este es un tema social y de falta de empleo”, alegó Pedro Julio Hernández, dirigente de un movimiento de vendedores informales, quien lamentó que el gobierno salvadoreño desarrolle medidas legales y represivas. Se calculan que el empleo informal en El Salvador algo parecido en el resto de Centroamérica– alcanza el 49 por ciento de la Población Económicamente Activa.

Pero el Cafta también ha hundido a otras empresas del sector formal. El empresario Erick Zedán es uno de los primeros distribuidores de películas que fue sacado del mercado al entrar en vigor el pacto comercial. Importador y distribuidor de películas en VHS y, luego, DVD de los estudios Paramount Pictures y Columbia, Zedán libró desde hace 12 años una batalla legal para hacer valer la ley ante la producción paralela y “pirata” de películas. Hasta antes del 1 de marzo, las autoridades salvadoreñas no habían hecho mucho o quizás muy poco caso al respecto, asegura el empresario.

Días después, las cosas cambiaron súbitamente. Zedán se queja que sectores de mucho poder están por monopolizar este mercado, y es por eso que ahora la policía arremete contra los vendedores de productos “piratas”.

“A nosotros nos sacaron del mercado. La ley protege pero no lo hace democráticamente. Las leyes las hicieron para proteger a los grupos de poder”, afirmó Zedán a Apro. Señaló a la compañía Videomarck y a la Telecorporación Salvadoreña (TCS) monopolio que controla la televisión local con los tres canales más poderosos del país– de estar detrás de este negocio.

El economista y diputado del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Arias, denunció que el Cafta afectará también a unas 60 empresas de cable local, lo que amenaza con desaparecer unos 2 mil empleos.

“El día que entró en vigor el Cafta, la superintendencia de Energía y Telecomunicaciones (Siget) y Amnet (empresa transnacional estadounidense dedicada al negocio de servicio de cable), comenzaron a cortarles las señales, pese a que tenían contratos y autorizaciones vigentes”
, añadió Arias.

Lo peor está por venir

Mientras tanto, representantes del sector agropecuario salvadoreño auguran que “la peor parte del Cafta aún está por llegar”, al referirse irónicamente al slogan de la campaña presidencial del actual mandatario, Antonio Saca en el 2004, que decía: “Lo mejor está por venir”.

“Nosotros estamos claros que el impacto del Cafta va a ser bastante negativo; no tenemos capacidad competitiva en ningún rubro. Nos van aplastar”
, sentenció Mateo Rendón, dirigente de la Federación Salvadoreña de Cooperativas de la Reforma Agraria (Fesacora), que agrupa a sectores agrícolas y pecuarios.

Aseguró que, entre el sector agropecuario estadounidense y el salvadoreño, existe una inmensa asimetría que los deja en una gran desventaja, particularmente en su desarrollo tecnológico, financiamientos y subsidios que reciben los agricultores en Estados Unidos.

Rendón dice que, mientras los estadounidenses cultivan 53 millones de manzanas de maíz, los locales apenas 300 mil. Pero además, explica, mientras en Estados Unidos se cosecha un promedio de 121 quintales de maíz por manzana, en El Salvador solamente 40.

En contraste, la presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), María Elena de Alfaro, asegura que el tratado ha traído algunos beneficios. “Lo positivo es que las pequeñas y medianas empresas son las que más se han beneficiado. Lograron subir en 19 por ciento el volumen de nuestras exportaciones con respecto del año pasado. Esas son buenas noticias; han aprovechado esta oportunidad”, aseguró.

Pero una reciente investigación realizada por el economista Alfonso Goitia sobre el impacto del Cafta en El Salvador, señala que su implementación traerá consecuencias negativas. “Los productores de arroz, por ejemplo, tendrán un desplome inmediato, debido a que el acuerdo permite a los productores estadounidenses vender ya sin pago de arancel unas 68 mil toneladas”, afirma el investigador, quien estima que en 10 años ya no habrá producción local de este grano.

Además, Goitia además que el pacto comercial impactará negativamente en muchas empresas dedicadas a la producción de lácteos, carne porcina, hortalizas, frutas y a la pequeña y mediada empresa. También pronostica un deterioro del medio ambiente y una escalada en la emigración.

Actualmente, al menos 700 salvadoreños parten diariamente a buscar el “sueño americano”, la misma alternativa que podrían tomar los cerca de 400 mil pequeños agricultores y jornaleros que se dedican a la producción de granos básicos y que el investigador pronostica que serán arrasados por el Cafta.