Derecho de respuesta y ética profesional

Señor
Marco Leandro
Diario Extra
Presente

Estimado señor:

Con el respeto que usted se merece, me veo en la imperiosa necesidad de presentarle mi más enérgica protesta por el tratamiento que usted le da a las informaciones que contra el suscrito se generan en fuentes sindicales que adversan nuestro trabajo al frente de esta organización; molestia que no tiene nada que ver con que se publique lo que nuestros detractores arguyen para, de manera infructuosa afortunadamente, intentar desprestigiar el nombre de la organización que honrosamente represento y a mí en lo personal; sino que usted no me dé la oportunidad de referirme, de reaccionar, inmediatamente; como se hace cuando se elabora una noticia y se ponen las dos visiones del asunto que se está tratando. Creo que nada cuesta una llamada telefónica para consignar mi descargo.

Sinceramente, entiendo que algunos sindicalistas anden buscando minar la credibilidad que ostentamos y/o generar un asomo tendencioso y malicioso de nuestra conducta ética y moral como dirigente de la ANEP; pero no puede concebir que usted, Sr. Leandro, que nos conoce muy bien porque incontables veces conversamos de muchas cosas, pudiese andar en un juego injusto y peligroso contra una entidad laboral base esencial para la democracia.

En la primera ocasión, hará ya varias semanas, usted publicó una nota, pérfidamente tendenciosa, sobre un supuesto financiamiento de un partido político “gay” de los Estados Unidos de América, a la ANEP; situación totalmente ridícula y absurda pues dicha colectividad partidista (que reivindica muchos derechos, entre ellos el de luchar contra la discriminación por orientación sexual), atendió un llamado general publicado en la página electrónica de la ANEP, para recibir solidaridad en la lucha contra el TLC, mandándosenos un cheque por la ridícula suma de 50 dólares.

Usted publicó la información sin tomarse la cortesía de averiguar nuestra versión y no fue sino a través de su colega, Shirley Sandí, que luego pudimos descargar el infundio que usted elaboró, pero ya estaba tirada la atmósfera morbosa, tendenciosa y dañina en contra de ANEP y en contra de este servidor.

Ahora y, “curiosamente” a propósito del mismo asunto judicial entre ANEP y UPINS (que estaba en la base de su nota anterior en contra nuestra), usted vuelve a publicar, tendenciosamente, otra información a propósito del mismo caso pero sin darme la posibilidad de descargo, en la misma nota, con la misma oportunidad en que el señor Salas dijo las inexactitudes, por no decir calumnias, que se manifiestan en su nota.

Respetuosamente creo haberme hecho acreedor al derecho de respuesta que consagra el ordenamiento jurídico costarricense, pues su nota, don Marco, como no me dio oportunidad de dar mi versión, me ha causado un gran daño, situación que es imposible dejar pasar de manera desapercibida. Tómese en cuenta que su nota, Sr. Leandro, se publica en el mismo día señalado para la Asamblea General Nacional Ordinaria de la ANEP y no sé con qué propósito; pero si era el de perjudicarme, se generó todo el efecto contrario como ahora lo verá.

Así las cosas, es importante que los lectores y las lectoras de Diario Extra, conozcan mi descargo al respecto; lectores dentro de los cuales hay un elevadísimo número de personas de la clase trabajadora (contando también la casi totalidad de la afiliación de ANEP que quiere mucho a Diario Extra), quienes aprecian el trabajo que venimos realizando desde la ANEP en todos estos años:

1- Jamás la ANEP ha desembolsado la exorbitante cantidad de 7.5 millones de colones para dárselos al abogado José Antonio Román Matamoros, como pago profesional por representar a la ANEP en el caso contra UPINS. Este profesional lleva muchos casos por cuestiones penales de la ANEP y el de UPINS es tan sólo uno más. Esa cantidad él la ha recibido en varios años al servicio de la ANEP para tales efectos y no por un único caso como maliciosamente consigna la nota periodística de usted, Sr. Leandro.

2- En mi calidad de Secretario General de la ANEP ostento la representación judicial y extrajudicial de la organización, de la cual soy su Apoderado Generalísimo. Esta circunstancia me faculta para plantear demandas penales cuando la agrupación y /o sus dirigentes, tanto nacionales como sectoriales, son objeto de injurias, calumnias, difamación y similares. Sólo debo informar a la Junta Directiva Nacional de ANEP que así se actuó para defender el buen nombre del sindicato y la honra de sus dirigentes. No obstante, todo lo actuado en el caso UPINS, pasó por la dirección nacional de la ANEP, conforme a los procedimientos que la misma tiene para conocer los más diversos asuntos. Nos imaginamos que así actuó el Sr. Salas con respecto a su sindicato y el dinero que empleó para pagarle al abogado en el caso del proceso contra ANEP, salió de las arcas de UPINS; ¿O acaso salió de su bolsillo personal, estando en juego la organización misma?…

3- Como si no bastase tener el respaldo político de la Junta Directiva Nacional de la ANEP en este y en otros casos judiciales de ámbito penal; en dos asambleas generales nacionales ordinarias de la ANEP, la del 2003 y la del 2005 (que acaba de realizarse), el asunto contra UPINS ha recibido el respaldo político más que necesario; relegitimándose lo actuado en tal circunstancia. Las bases de la ANEP respaldan, sin condiciones, que la imagen de la organización se proteja a toda costa y que se proceda, de manera contundente, a salvaguardar el honor y la honra de quienes la dirigen.

4- Tan clara es nuestra conducta en tal sentido que si en determinado caso en que la ANEP fue lesionada en su imagen, el respectivo juicio se gana y se otorgase algún resarcimiento económico por ello, cualquiera que sea su monto, ha de ingresar al patrimonio de la agrupación, nunca a mi bolsillo. Esta es una política ética de la que no nos apartaremos jamás y puede la afiliación de ANEP tener la plena certeza de que su patrimonio está bien resguardado y que jamás se pretende lucrar con el mismo para beneficio personal.

5- El Sr. Salas Sarkís fue fuertemente censurado por su actuación en contra de la ANEP y de su Secretario General, durante el transcurso de nuestra asamblea general del pasado viernes 22 de julio; al punto de que tuvo que salir abruptamente del recinto donde tal asamblea se efectuaba (Salón El Tobogán), en medio de un fuerte abucheo de más de mil asambleístas presentes. La Asamblea General de la ANEP, ahí mismo, acordó suspenderle la condición de afiliación, abrirle un proceso para su expulsión definitiva de la asociación y, colateralmente, respaldar en todos sus extremos lo que la organización ha venido haciendo en el caso del asunto judicial contra UPINS.

6- Es criterio de la ANEP que el Sr. Salas Sarkís ha venido actuando cual sicario político, tratando de enlodar una carrera sindical limpia como la que ostento; aliándose con figuras perniciosas del campo político nacional (de lo cual ya tenemos información fehaciente); y lo que es más grave, guardando un silencio más que cómplice con el proceso de transformación institucional del INS, bajo el concepto de apertura-privatización presuponiendo un TLC aprobado. Quizás estaría así haciendo honra de la alianza sindical que él ha efectuado con el sindicalismo corrupto y podrido del INCOP, el cual entregó los muelles del Pacífico a cambio de unos denarios.

Respetuosamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

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c.:Sr. William Gómez Vargas, Director, Diario Extra
c.:Sr. Mario Ugalde, Subdirector, Diario Extra.
c.:Sr. Luis Salas Sarkís, Secretario General de UPINS.
c.:Junta Directiva Nacional de la ANEP.
c.:Personal de la ANEP.
c.:Seccionales de la ANEP.
c.:Movimiento Sindical y Social costarricense.
c.:Archivo.

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