Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
Nos llegó la siguiente información que, por supuesto, jamás podrá ser conocida por el gran público costarricense, considerando la ideología de las matrices mediáticas dominantes en nuestro país.
Les contamos que la leímos y releímos dado que nos pusimos a pensar en nuestra realidad socioeconómica de la Costa Rica actual.
¡Por favor, lea usted con detenimiento!: “Europa Press. El Consejo de Ministros de Italia ha anunciado la introducción de un 40% de impuesto para ingresos extraordinarios de la banca del país, cuya recaudación se destinará a ayudar a los hipotecados y a rebajar la carga fiscal de los ciudadanos.”
Que yo sepa, en Italia no hay en desarrollo ningún proceso revolucionario de izquierda, si consideramos que, según lo tradicional en el mundo de la política, tal tipo de medidas son impensables desde una perspectiva de gobiernos pro-capital y pro-mercado, como suele catalogarse a lo que, comúnmente, se denomina derecha política. Por lo menos, de derecha ha sido catalogado el actual gobierno italiano encabezado por la señora Giorgia Meloni.
Sigamos leyendo esta otra medida tributaria de corte revolucionario: “El Consejo de Ministros aprobó una regla de equidad social que es un gravamen sobre las ganancias bancarias extra en 2023“.
Eso lo anunció el vicepresidente del Gobierno de Italia y ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini. También dijo él que todos los ingresos procedentes del nuevo impuesto se destinarán a ayudas para las primeras hipotecas de vivienda y a recortes de impuestos.
Estima el gobierno italiano que es de derecha pero que está tomando medidas de izquierda (podríamos decir, de izquierda socialdemócrata consecuente), que se deben utilizar parte de las millonarias ganancias de los bancos para ayudar a las familias y a las empresas que, por ejemplo, se ven afectadas por la subida de los tipos de interés.
La magnitud de los problemas sociales de Italia, “potencia económica” integrante del selecto Grupo de los 7 (G7), fuente principal de la propagación política global de las ideas del neoliberalismo, deben haber motivado al gobierno de la señora Giorgia Meloni a adoptar las medidas de justicia tributaria aquí comentadas.
No se cuestiona la propiedad privada, no hay expropiaciones a la usanza de una revolución proletaria; sino, simplemente, una especie de racionalidad política elemental para que la sociedad de mercado no colapse, no se siga desnaturalizando-desprestigiando más; sino, todo lo contrario: potenciar, con verdadero impacto, los mecanismos de una mejor distribución de la riqueza y de auxilio a los damnificados sociales y económicos del exceso de esa sociedad de mercado y su expolio descontrolado.
Como que la fórmula de sentido común y de racionalidad política del gobierno italiano podría decir algo así: hay que distribuir más y mejor para salvar a la democracia misma y sistema de mercado.
La plutocracia costarricense, en cuyo seno la hegemonía bancario-financiero tiene gigante peso, debería aprender, al menos, un poquito, de esa lógica política de sentido común del gobierno italiano de derecha que sigue siendo pro-capital, pro-mercado y que de socialismo de izquierda no tiene ni un pelo.
Los banqueros ticos siempre se las ingeniado para que ningún partido político “se les salga del canasto”, con ideas “comunistas” como las del gobierno italiano de la señora Meloni.