El Banco Mundial cambia un índice laboral clave para el otorgamiento de créditos

Zoellick prometió más apoyo a privados en los países en desarrollo

Las máximas autoridades del Banco Mundial decidieron dejar de utilizar el “indicador de contratación de trabajadores” (EWI, por sus siglas en inglés), a la hora de la evaluación del otorgamiento de líneas de crédito a países que acudan al organismo para solicitar financiamiento.
En lugar de ello, el banco propone que se dé mayor importancia a “cuestiones tan diversas como la estabilidad política, las redes de seguridad social para proteger a sectores vulnerables de la sociedad de intolerables niveles de riesgo y la protección de los derechos de los trabajadores y los hogares así como de las empresas”.

Asimismo, anunció que creará un grupo de trabajo que incluirá a representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), gremios, entidades empresarias, académicos y expertos legales, para impulsar un “indicador de protección al trabajador”, y recomendar líneas de acción que tengan que ver con la protección del empleo, y la creación de regulaciones que ayuden a fortalecer la creación de empleo con protección adecuada en el sector formal, que ayuden a paliar futuras crisis.

De acuerdo con las líneas esbozadas por el BM, el futuro índice de protección deberá tener en cuenta aspectos tales como si un país adhiere a niveles estándar de protección laboral, y si aplica leyes, regulaciones y otros instrumentos para asegurar que los trabajadores están protegidos adecuadamente, incluso en los casos en los que quedan desempleados.

El EWI es publicado periódicamente en Doing Bussiness, principal órgano de difusión del Banco Mundial, y solía dar mayor “puntaje” para recibir financiamiento a aquellos países donde las normas laborales fueran más “flexibles”.

En una nota aclaratoria sobre distintas revisiones que está encarando el BM, las autoridades de la entidad informaron que se distribuirá un documento aclarando que el indicador EWI “no representa la política del Banco Mundial y no debe utilizarse como base para el asesoramiento en materia de políticas ni en ningún otro documento sobre los programas nacionales que contenga o evalúe la estrategia de desarrollo o el programa de asistencia para un país receptor”.

Conjuntamente con esta medida, el banco decidió suprimir el EWI de su “evaluación institucional y política del país” (CPIA), herramienta que utiliza para establecer el nivel general de admisibilidad de los países a los préstamos y subvenciones asignadas por la Asociación Internacional de Fomento, la entidad del banco que se ocupa de la concesión de créditos.

RECLAMOS. La decisión del Banco Mundial va en línea con el pedido realizado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, para que las entidades multilaterales de crédito modificaran sus enfoques habituales a la hora de brindar asistencia financiera, sobre todo lo referido a las condicionalidades que caracterizaron los préstamos de esos organismos.

La medida recibió un firme apoyo de la Confederación Sindical Internacional (CSI), que nuclea a centrales sindicales de todo el mundo, entre ellas la Confederación General del Trabajo (CGT), y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

“En el contexto de la actual crisis económica mundial, donde 50 millones de trabajadores y trabajadoras podrían quedarse este año sin empleo y las presiones para disminuir los salarios y los niveles de vida de los trabajadores se intensifican día a día, resulta significativo que una importante institución de desarrollo como el Banco Mundial se aparte de un enfoque desregulador unilateral sobre cuestiones laborales y proponga adoptar un enfoque más equilibrado en el que se preste mayor importancia a una regulación adecuada, una mejor protección social y al respeto de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras”, enfatizó el secretario general de la CSI Guy Ryder.

CRÉDITOS. En tanto, el Banco Mundial anunció que ayudará las empresas privadas de países en vías de desarrollo a reestructurar sus deudas tras la crisis financiera que puso freno al crecimiento económico.
Así lo afirmó el titular de ese organismo multilateral de crédito, Robert Zoellick, según informó la agencia internacional AFP.
La Corporación Financiera Internacional (CFI), segmento del BM que se dedica puntualmente al sector privado, estudia la cuestión además de ayudar a países a hacer frente a la financiación de comercio y a la capitalización de los bancos afectada por la falta de créditos, puntualizó Zoellick durante una entrevista realizada con la cadena de televisión financiera estadounidense CNBC.

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