El secreto bancario, el banquero Baruch y la deuda política

Razón más que suficiente para calibrar la importancia de que en Costa Rica el levantamiento del secreto bancario en este tipo de transacciones financieras y para efectos tributarios sea una realidad.

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

El ciudadano don Juan Diego Castro Fernández ha formulado un vehemente emplazamiento público, mediante un video que circula ya en redes sociales, al también ciudadano don Leonel Baruch Goldberg, reconocido acaudalado político-empresario-banquero, acerca de su papel en el negocio de financiamiento de varios partidos políticos participantes en la campaña electoral del 2018.

En lo específico, nos dice don Juan Diego que don Leonel se ganó una cantidad de dinero cercana a los 2 mil millones de colones producto de la plata que le prestó a los partidos Liberación, Unidad, PAC y Frente Amplio; pues a los cuatro les dio a crédito una suma superior a los 10 mil millones de colones.

Decidimos terciar en el asunto desde dos perspectivas, con base en la orientación político-ideológica del periódico digital propiedad del banquero Baruch, en cuanto a exigir del funcionariado público total transparencia con los fondos públicos mediante las correspondientes notas de prensa que elaboran los y las profesionales asalariados del medio digital de su propiedad.

En primer lugar, es más que conveniente y necesario que don Leonel haga pública su declaración de impuestos para que la ciudadanía sepa que sí tributó renta con base en esos casi 2 mil millones de colones que se ganó por intereses de préstamos con base a dineros públicos de deuda política (fondos públicos), que reciben los indicados partidos. Es decir, es plata del pueblo costarricense la que hizo más grandes las arcas de don Leonel; y, por tanto, la ciudadanía tiene derecho a saber sí tributó al respecto y cuánto tributó.

En segundo lugar, ni menos relevante que lo planteado en el punto anterior; es la imperiosa necesidad de que don Leonel explique la procedencia de la plata que prestó al PLUSC-PAC y al FA (10 mil millones y resto de colones), desde dos ángulos.

  1. Si es netamente propia, proveniente de su fortuna personal acumulada en buena lid, cuán congruente son sus declaraciones tributarias con relación a su real patrimonio capital; un reto que debería asumir la tributación hacendaria para auscultar, considerando que la posesión privada de semejante cantidad de dinero resulta imposible de pasar desapercibida pues se hizo público el asunto al pasar a ser esa plata destinada para deuda política en condición de préstamo para campaña electoral que los partidos involucrados aspiran a recibir de las arcas públicas.
  2. Si la plata prestada a esos partidos es proveniente de inversionistas que son clientes de su banco, don Leonel; entonces es imperativo ético-moral insoslayable que usted le hable al país acerca de la identidad-procedencia de esos inversionistas y sus dineros; toda vez que sabe muy bien usted que, en la actualidad, los flujos ilícitos de capital en el sistema bancario-financiero del país están a la orden del día; especialmente esos dineros lavados que, en palabras del propio Ministro de Hacienda, don Rodrigo Chaves Robles, representan 22 puntos PIB anualmente.

Comprenderá usted, don Leonel, que nos motiva una sana y cívica preocupación con esta interpelación a su persona; dada la alta relevancia de su papel en los ámbitos de la real hegemonía que direcciona las principales decisiones políticas del país en estos momentos.

Sabe usted muy bien que la cosa pública, hoy, es sumamente “controversial” como se constata fácilmente con las publicaciones periodísticas del medio de comunicación digital de su propiedad. Y ese altísimo nivel “controversial”, es más profundo y preocupante cuando la cosa privada se interrelaciona con la pública como en este caso; mismo que abrirá cualquier cantidad de interrogantes si usted decide quedarse callado.

Razón más que suficiente para calibrar la importancia de que en Costa Rica el levantamiento del secreto bancario en este tipo de transacciones financieras y para efectos tributarios sea una realidad.

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