I ENCUENTRO CENTROAMERICANO DE DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS

CONSTATAMOS QUE:

– Las violaciones a los derechos humanos en la región centroamericana se agravan con la implementación de políticas neoliberales agudizadas por la imposición de tratados de libre comercio, y por políticas hemisféricas de seguridad, impulsadas por los Estados Unidos, e implementadas por los gobiernos de la región, que colocan a los defensores y defensoras de derechos humanos en la misma categoría de terroristas y narcotraficantes.

– En la región, los gobiernos se han apartado progresivamente del paradigma democrático de la seguridad y el desarrollo, teniendo como resultados evidentes el aumento de la pobreza, una ola creciente de asesinatos de jóvenes y mujeres, la adopción de legislaciones de mano dura y de restricción a los derechos, la criminalización y penalización de la manifestación y movilización social y, el aumento sistemático de los ataques a defensores y defensoras de derechos humanos.

– La impunidad se manifiesta y profundiza en la región centroamericana. La mayoría de violaciones de derechos humanos del pasado y del presente, así como los asesinatos y los actos de corrupción, no tienen investigaciones serias que conduzcan al conocimiento pleno de la verdad, a la identificación de los responsables y a su enjuiciamiento y sanción. La impunidad impide la construcción de la paz y de un estado democrático de derecho.

– Un agravamiento de la situación de los defensores y defensoras de derechos humanos en toda la región.

AFIRMAMOS QUE:

– Los defensores y defensoras de derechos humanos somos todas las personas, grupos, comunidades y movimientos que trabajamos y luchamos por la vigencia plena de los derechos humanos, y que hacemos una contribución significativa al desarrollo de la cultura democrática y a las propuestas de reforma del Estado, rendición de cuentas y ampliación de la participación a nivel local y nacional.

RECONOCEMOS LAS SIGUIENTES TENDENCIAS REGIONALES
a) Tendencias negativas:

* El aumento de la difamación como forma de intimidación y deslegitimación del trabajo de los defensores y defensoras.

* La criminalización de los defensores y defensoras teniendo como resultado su inmovilización y en consecuencia, actos de represión, prisión y hostilidad.

* La criminalización del derecho de manifestación que ha sido vedado durante estos últimos años.

* El señalamiento de los defensores y defensoras como antisistema por parte de los gobiernos por no coincidir con sus políticas y no participar o retirarse de los diálogos, que legitiman el sistema y no resuelven las causas de las violaciones a los derechos humanos.

* El aumento de las amenazas, intimidaciones y asesinatos en contra de los defensores y defensoras de derechos humanos en el último año. Destacamos que los pueblos indígenas y afrodescendientes son los que se encuentran en mayor vulnerabilidad.

* La utilización de archivos policiales, de inteligencia militar o judicial para la persecución e intimidación de los defensores.

* La participación de agentes de Estado en la ejecución y organización de operativos en contra de los defensores y defensoras.

* La difamación de los defensores y defensoras por parte de las grandes empresas que controlan la mayor parte de los medios de comunicación social. Es difícil que estas empresas reproduzcan con objetividad y amplitud notas periodísticas que reflejen nuestro quehacer.

* La reducción del financiamiento a programas y actividades de los defensores y defensoras de derechos humanos; así como el de los organismos estatales e internacionales de protección de los derechos humanos.

b) Tendencias positivas

“ El desarrollo de estrategias en redes para responder e implementar mecanismos de protección.

* El fortalecimiento de alianzas y articulación de acciones en busca de la solidaridad nacional e internacional.

* El reconocimiento y la inclusión de la diversidad sexual como parte del movimiento de los derechos humanos.

* Un mayor profesionalismo en el ejercicio de los mecanismos formales, nacionales e internacionales, para la protección de los defensores y defensoras, y una mejor sistematización de las violaciones en su contra.

* Atención integral a los defensores y defensoras, en particular a su salud mental.

PROPONEMOS:

A los Estados:

a) Visibilizar y reconocer el trabajo de los defensores y defensoras de derechos humanos en cada país y en el ámbito regional.

b) Promover que los candidatos y candidatas a las Procuradurías o Defensorías de Derechos Humanos sean personas con reconocida trayectoria en el ámbito de los derechos humanos.

c) Aumentar y asegurar el presupuesto de las instancias estatales de protección de derechos humanos.

d) Asegurar la existencia de un cuerpo legal adecuado para la dignificación y protección de los defensores y defensoras de derechos humanos.

e) Aumentar las líneas de financiamiento a los mecanismos internacionales de protección, en particular a los que tutelan los derechos de los defensores y defensoras.

A los Órganos Internacionales de Protección de los Derechos Humanos:

a) Que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cree una relatoría sobre defensores de derechos humanos.

b) Mientras se crea la Relatoría, la Unidad de Defensores de la CIDH debe realizar informes temáticos sobre la situación de defensores y defensoras en la región con énfasis en la situación de defensores y defensoras de medio ambiente, de los derechos de los pueblos indígenas, de la diversidad sexual y de los y las sindicalistas.

c) Realizar Informes sobre la práctica de la difamación contra los defensores y defensoras de los Derechos Humanos.

d) Exhortar a los estados a investigar eficazmente las violaciones a los derechos de los defensores y defensoras, en la aplicación de las medidas cautelares otorgadas a éstos.

A los Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos:

a) Profundizar y generalizar el conocimiento sobre los distintos mecanismos internacionales y la forma de acceder a ellos.

b) Socializar entre las organizaciones y países con experiencias en la utilización de los mecanismos internacionales, las prácticas exitosas y las lecciones aprendidas en su implementación. Dicha socialización busca encontrar formas de aplicación creativas de los mecanismos en la práctica cotidiana de nuestro trabajo.

c) Promover la elaboración de un caso emblemático centroamericano de defensores y defensoras de derechos humanos como una estrategia para impulsar cambios en las políticas públicas en el ámbito nacional e internacional.

d) Establecer alianzas con las organizaciones y redes de derechos humanos que puedan influir en la aplicación de las directrices de la Unión Europea.

ACORDAMOS

a. Crear una red que desarrolle y fortalezca lazos de solidaridad y acciones para la protección y el reconocimiento de la labor de defensores y defensoras de derechos humanos del área centroamericana que incida en la sociedad, el Estado e instancias internacionales.

b. Implementar un mecanismo nacional de sistematización de la situación de las y los defensores de derechos humanos y de articulación de mecanismos creativos de protección.

c. Establecer vínculos de comunicación ágiles entre el mecanismo nacional y los mecanismos internacionales.

d. Fortalecer la coordinación de organizaciones de derechos humanos para la presentación de denuncias integrales y amplias tanto a nivel nacional como regional e internacional.

e. Desarrollar talleres de salud mental para defensores y defensoras de derechos humanos que se realicen de forma permanente y preventiva. Así como buscar los medios electrónicos para desarrollar acciones en esta línea.

f. Impulsar los mecanismos de acompañamiento internacional solidarios en los distintos países centroamericanos.

Finalmente, solidarizarnos con las familias de los defensores y defensoras que han sido asesinadas, y con los defensores y defensoras que sufren privación de libertad, demandas judiciales, atentados, amenazas, allanamientos, persecución y cualquier otra forma de hostilidad como medio de intimidación para impedirles su trabajo, muchos /as de los y las presentes en este encuentro somos víctimas de algunas de estas acciones de intimidación.

La Antigua Guatemala, 2 de Septiembre de 2005

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