JAPDEVA lo hacía mejor y más barato

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Es nuestro respetuoso criterio de que todas las fuerzas vivas de Limón, de la provincia de Limón; así como todas las conciencias patrióticas y organizaciones cívicas de toda naturaleza, debemos demandar, por múltiples formas y de manera activa, la rescisión-anulación del abusivo contrato que le entregó los muelles del Atlántico a la firma transnacional holandesa APM Terminals, en condiciones totalmente perjudiciales para la economía nacional, para la estabilidad social y para las golpeadas finanzas públicas.

Resulta impactante que desde el propio sector empresarial de los macro-negocios, ese mismo que en su momento aplaudió al “exterminio” institucional de Japdeva para que se instaurase el monopolio privado en la actividad portuaria de los muelles del Atlántico; ahora salga un potente clamor de que APM está, a su vez, prácticamente propiciando el “exterminio” de la estratégica actividad exportadora del país; al menos, la que sale del país por la provincia de Limón que, como es bien sabido, es el lugar del movimiento del 80% del comercio internacional de Costa Rica.

En una especie de acción desesperada y sin el apoyo de la máxima central sindical-empresarial del país, la UCCAEP, 17 cámaras del sector productivo nacional emplazan al mandatario costarricense, Carlos Alvarado Quesada, solicitando que se renegocie el contrato (más que leonino, como demostrado está ya), con APM-Terminals.

Alegan los empresarios reclamantes que las altísimas tarifas que les están cobrando por usar las terminales portuarias, les resta competitividad.

En tal sentido resulta necesario mencionarlo una y muchas veces más, aunque caigamos mal: ¡Lo dijimos! Con mucha argumentación en su momento, desde el movimiento sindical ligado a la actividad portuaria de Limón, se indicó que las tarifas de operación, en caso de concesión a una transnacional la operación de los muelles del Atlántico, subirían hasta en un 300%. “Para justicias el tiempo”: prácticamente así es hoy en día.

Lo que corresponde ahora es encontrar la solución a tan grave problema denunciado por esas 17 cámaras empresariales, mismas que están resentidas por el abandono que les hace en esta lucha, su casa-madre en cuanto agrupaciones del sector productivo. ¡La UCCAEP les dio la espalda!

Según nuestra visión del problema no hay más camino que el de la rescisión-anulación del contrato con APM-Terminals y, a la vez, rehabilitar a Japdeva para que reasuma la operación de los muelles de Limón.

El reclamo de las 17 cámaras empresariales es un reconocimiento tácito a que Japdeva lo hacía mejor y lo hacía más barato. Sabemos que jamás lo dirán de manera explícita, pero es lo que interpretamos cuando le piden al Gobierno “renegociar” el contrato con APM-Terminals, situación que esta transnacional jamás aceptaría.

Esos 17 sindicatos patronales (cámaras en el lenguaje empresarial), proveen los argumentos para fundamentar un proceso de rescisión pues, según las deficiencias que muestra APM-Terminals, el problema es más profundo y grave; como grave es, de por sí ya, las altísimas tarifas de operación.

Las deficiencias de APM son éstas, según reporte de prensa que da cuenta del reclamo empresarial:

  1. Demoras por congestión en la entrada al puerto genera impactan la cadena de frío y calidad para la carga refrigerada perecedera.
  2. Atrasos en el reporte de fallas de las unidades reefer, que se deriva en pérdidas de fruta.
  3. Fallas en los procesos crean demoras en la rotación de los buques e incumplimiento de las ventanas de atraque acordadas.
  4. Restricción recurrente de recepción anticipada de carga refrigerada no existe en otros puertos y ocasiona costos adicionales.
  5. Contenedores extraviados o dejados de embarcar por problemas en el sistema o fallas en la información.
  6. Software de manejo de la terminal falla con frecuencia.
  7. Incremento en daños físicos a los contenedores (cargados y vacíos).
  8. Proceso para efectuar reclamos por daños a los contenedores es complejo y lento, diseñado para desalentar los reclamos.
  9. Demora de dos horas desde piloto a bordo (POB) al buque all fast.
  10. Tiempo desde buque all fast hasta inicio de la operación “free pratique” tarda hora y media más de lo común.
  11. Lo último además ocurre con el espacio entre la operación de carga y la orden de zarpe.
  12. Grúas pórticas mantienen baja productividad.
  13. Atrasos impactan logística de transporte.

Adicionalmente, el factor social es de igual naturaleza peligrosa: la enorme cantidad, miles se dice, de empleos en riesgo y hasta se ha mencionado la cifra de 5 mil en el sector piñero, solamente. Es impensable que la irresponsabilidad de un gobierno pueda llegar a tales niveles de deterioro como para poner oídos sordos al potente reclamo empresarial; así como al que, con seguridad, habrá que complementar con un fuerte reclamo obrero. Japdeva lo hacía mejor y más barato.

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