“La docena del diablo”: 13 medidas contra la gente

Por: Albino Vargas Barrantes
Secretario General de la ANEP

El capital, especialmente, el neoliberal (el más agresivo y violento), está en ofensiva política contra la clase trabajadora y contra el movimiento popular, especialmente el sindical.

A ese capital ya le podemos poner nombres y apellidos, identificando las correspondientes parcelas corporativas, fijándonos bien en la nómina de lo que se denomina “grandes contribuyentes” que declaran cero ganancias y/o pérdidas pero que son muchos más. Este tipo de capital y esos consorcios empresariales son los que se sienten muy a gusto con el gobierno actual; y, además, muestran ya el control de una mayoría legislativa que representa sus valores mas no los de la gente común ni tampoco del bien común.

Estamos en presencia de lo que ya podríamos catalogar como el gobierno más anti-obrero de los últimos tiempos, luego de la conformación del triunvirato PLN-PUSC-PAC (PLUSC-PAC), surgido éste a partir de la estafa política ocurrida con ocasión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en abril pasado.

Ahora queda más contundentemente precisado el contenido de clase que representa el tripartidismo PLUSC-PAC con la dupleta Piza-Alvarado en el gerenciamiento político, para darle un frenético impulso a la neoliberalización completa de la sociedad; tarea inconclusa gracias a la feroz resistencia popular de los últimos tiempos, especialmente la de los sindicatos.

Luego de que lograran, de manera fraudulenta y haciendo trampa, la imposición legislativa del detestado combo fiscal, hoy ley de la República No. 9.635, se disponen a impulsar la más feroz agresión en contra del pueblo trabajador, en contra del interés de la gente, en contra del bien común; agresión que puntualizamos en las siguientes 13 medidas que categorizamos como “la docena del diablo”, indicadas seguidamente:

1. Disolver-liquidar sindicatos: se criminaliza la protesta social.
2. Eliminar-nulificar el derecho de huelga quitándole su esencia de carácter constitucional: instauración de dictadura patronal, ahora todo será “servicio esencial”.
3. Pensiones IVM-CCSS: nuevo aumento en la cotización obrera partir de junio entrante; primera reducción del porcentaje de pensión a recibir, baja del 60 a 55 por ciento; y dejan en 40 del salario mínimo las más bajas (una de las medidas más dramáticamente injustas contra los más pobres que jamás gobierno alguno impulsó).
4. Eliminar pensiones del Magisterio y pasarlas al IVM-CCSS.
5. Eliminación del Salario Escolar.
6. Nuevo paquetazo de impuestos en el corto plazo: el 20.580 (hoy ley -truculenta- No. 9.635), “no sirvió”, a pesar de tanto daño social que causa; las calificadoras de riesgo (Moody’s) quieren más sangre popular.
7. Nuevo endeudamiento público de 6 mil millones de dólares que nos pondrán a pagar con más impuestos pues la carga de intereses se descontrolará espeluznantemente. Captura de los fondos de pensiones complementarias para compra de bonos devaluados del Gobierno.
8. Venta de activos-privatizaciones de lo que queda de las más rentables empresas públicas.
9. La CCSS quedará destinada a intermediación pagadora de servicios de salud a privados.
10. Congelamiento salarial generalizado-primera fase de rebajas salariales en el sector público que ya se instauran con el combo fiscal truculentamente impuesto. El salario mínimo seguirá a la baja en cuanto a poder de compra.
11. Tolerancia permisiva y total con la corrupción tributaria y el fraude fiscal, que ya no se puede ocultar dada su magnitud (informes de la Contraloría). No habrá vía rápida alguna para proyectos que corrijan este crimen social que es el robo de impuestos en todas sus manifestaciones.
12. Extinción final del agro nacional en cuanto a la producción agropecuaria para el mercado interno.
13. Auge concentrador de poder y riqueza del sector bancario-financiero: el expolio de las tarjetas de crédito seguirá su loca carrera de acumulación; impuestos a las cooperativas y tratamiento de banca bajo normas Sugef al solidarismo-cooperativismo.

Sin sindicatos… sin huelgas… sin protestas. Es así como quieren al pueblo. Cada una de las 13 medidas de “la docena del diablo” generará fuerte resistencia popular y ciudadana. Ellos lo saben y están en loca carrera para evitarlo.

La utilización abusiva y extremista de la vía rápida parlamentaria para atacar al movimiento social y popular, demuestra la naturaleza perversa de un sistema económico que no representa, en cuanto legitimidad real, el sentir popular pues éste está mostrando un desprecio y un repudio a toda esa clase política coludida contra la gente, a fin de complacer a minorías económicas del alto corporativismo-empresarial cuyas responsabilidades tributarias sumamente cuestionadas para con la sociedad comienzan a ser conocidas por la gente.

Ellos tienen total precisión de qué es lo que quieren ahora que controlan toda la institucionalidad republicana de toma de decisiones. Esto se debe admitir. Lo que no controlan es el poderío de la gente y de sus organizaciones populares de todo tipo, si éstas deciden conformarse en una especie de frente único, aunque diverso, para enfrentarles. Sólo la gente, porque el poder le pertenece al pueblo, puede pararlos.

Alguien dijo por ahí que el gran miedo de esta gente de arriba es que la gente de abajo les perdamos el miedo.

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