CRECE IVA FRENTE A CAÍDA EN RENTA, puesto así, en mayúsculas, lo leemos como titular de nota de prensa aparecida en la página 5 (sección Nacionales) de este prestigioso Diario Extra, en su edición del pasado lunes 22 de julio de 2024.
Para nosotros, con una larga trayectoria de denuncia de la doble perversidad del sistema tributario costarricense (que es injusto, por una parte; y, por la otra, que es corrupto), la indicada nota de prensa es como un manantial vivificador de nuestra cruzada que hemos denominado la TRANSFORMACIÓN TRIBUTARIA ESTRUCTURAL (puesto, también, en mayúsculas), que es la más grande tarea cívico-política de nuestro tiempo, como estamos titulando esta serie de comentarios.
Que el mayor impacto en el crecimiento de la recaudación tributaria del país que se está reportando en estos momentos, sea por el lado del Impuesto al Valor Agregado (IVA), no es más que refrendar lo que, con perspectiva sindical, venimos planteando y denunciando: el fortalecimiento del carácter regresivo del sistema tributario nacional: pagan más, proporcionalmente hablando, quienes ganan menos.
Estamos hablando de, básicamente, la clase trabajadora en sus diferentes denominaciones: la que tiene empleo y salario fijo, pero lo tiene congelado (sector público), o está bajo la dictadura del salario mínimo (sector privado); el segmento obrero condenado al desempleo o al subempleo; y, el que está ya de lleno en la informalidad (casi la mitad de la actual población económicamente activa -PEA-).
El IVA, que es el más injusto de los impuestos y que se cobra sin ningún miramiento en la capacidad de ingreso de las personas, nos dice la primera perversidad del sistema tributario tico: es injusto.
Por otra parte, que la nota de Diario Extra que citamos al inicio de este comentario nos hable de que se está reportando una caída en renta; y que el antetítulo de la mismo indique expertos llaman a Tributación a reforzar sistemas de control, no es más queuna confirmación de la otra característica perversa del sistema tributario tico: es corrupto.
Las personas o grupos corporativo-empresariales de altos ingresos tienden a evadir su responsabilidad para con el pago de renta, precisamente porque los sistemas de control son de “mentirillas”.
Bien es sabido que el impuesto sobre la renta es víctima de declaraciones falsas, arregladas, tergiversadas, manipuladas para, precisamente, no pagar nada, pagarlo a medias (escamotearlo); o bien, para sacar del país las ganancias o parte de ellas hacia paraísos fiscales en el que se esconden las ganancias, bien o mal habidas.
Particularmente, en este ámbito de un sistema tributario perversamente corrupto, tenemos los abusivos y dispendiosos sistemas de exenciones y de exoneraciones que, algunos expertos estiman entre 6 y 8 puntos anuales del PIB; destacándose la situación en los regímenes de zonas francas que han ido pervirtiéndose, afectando al empresario honesto que está en el régimen definitivo y que debe pagar los tributos por sus actividades sin la gracia del fisco que significa la cobertura de zona franca.
Tan gigantesca desigualdad entre el empresario cubierto por régimen definitivo vs. el que está en zona franca, se muestra de manera cruda con estas cifras proporcionadas por el Banco Central de Costa Rica (BCCR): en el primer caso el crecimiento económico fue de un 3.8, mientras que, en el segundo, fue de 8.8%. El grupo de empresas colocado en régimen definitivo tiene que pagar todos los impuestos de ley por sus actividades de negocios; las de zonas francas, ¡ninguno! Tal desigualdad puede ser catalogada como corrupta.
En consecuencia, la transformación tributaria estructural por la cual venimos luchando y que, por tanto, es la más grande tarea cívico-política de nuestro tiempo, tiene dos objetivos estratégicos. Por una parte, que el sistema tributario costarricense deje de ser injusto; y, por la otra, que deje de ser corrupto. ¡Qué clase de responsabilidad tenemos los y las de abajo y las organizaciones que nos cobijan!