La otrora potencia hegemónica del planeta

De los 50 estados de la llamada “_unión americana_”, 46 van para la quiebra en el 2011 si no reciben rescate desde el gobierno federal. California, la economía estatal gringa más grande de ese país, llegó al colmo de liberar presos antes de que terminaran su condena, por no poder mantenerlos dentro de las prisiones, dada su situación fiscal de práctica quiebra.

Se acortan cursos lectivos, se despiden profesores, muchas ciudades quedan por las noches iluminadas a medias para abaratar la factura del alumbrado público municipal.

El desempleo afecta, según datos oficiales, a casi el 10 % de la población trabajadora asalariada estadounidense, aunque se dice que ya está por el 17 %, considerando otros millones de personas que se resignaron a su suerte y ya no buscan trabajo, por tanto, desaparecieron de las estadísticas oficiales.

El avance de la desigualdad en lo que para muchos ya es “_la otrora potencia hegemónica del planeta_”, es espantosamente brutal, descarnadamente inhumano, violentamente anticristiano.

Pese a ese dramático panorama de injusticia social que nadie creyó jamás que pudiera manifestarse en los mismísimos Estados Unidos de América (el modelo de “_democracia_” que se nos impuso para imitar); dos poderosísimos sectores de desorbitada influencia en el gobierno USA están sin control alguno, desaforados, expoliando y explotando al máximo al hoy empobrecido pueblo trabajador gringo, dejándolo completamente exangüe, sin ninguna fuerza, prácticamente aniquilado.

Por un lado hablamos de su sector bancario radicalizado al máximo, en procura de la reproducción abusiva del capital financiero en niveles jamás vistos. Este sector fue el generador fundamental de la gigantesca situación de crisis que vive Estados Unidos, al dar pie a una cadena de quiebras bancarias, todas impunes, por supuesto.

Sin pudor alguno acudió al otrora odiado Estado y recibió cantidades inimaginables, orgiásticamente astronómicas, de fondos públicos que tendrán que aportar quienes nada tuvieron que ver con esa crisis: la clase trabajadora. Se estableció así el más grande monumento político a la perversa tesis neoliberal de “_privatización de las ganancias y socialización de las pérdidas_”.

Los banqueros, “_banksters_” (alusión a la palabra “_gánster_”), que llevaron a la quiebra casi total a Wall Street, siguen en libertad, recibiendo jugosísimas prebendas pese a su irresponsabilidad descomunal por su codicia insaciable. Esto ha indignado tanto a la ciudadanía honesta estadounidense que hasta el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, acaba de sentenciar que si no van a la cárcel esos banqueros delincuentes, la economía no se recuperará, porque habrán de cometer, otra vez, los mismos delitos en su carrera desenfrenada por los tórridos senderos de la avaricia; arrastrando, como ya lo hicieron, a millones, pero millones, de inocentes como esos 43 millones que comen una vez al día “_gracias_” a un cupón de beneficencia.

El otro sector de perniciosa influencia en el seno del decadente poder oligárquico gringo, es el militar. Éste recibirá en el 2011, un presupuesto de 708 mil millones de dólares, recibiendo 159 mil millones más que en el 2010, cuando gastaron 549 mil millones en las guerras intervencionistas de Afganistán, Irak y Pakistán; así como para mantener sus bases militares, unas 800, a lo largo de todo el planeta.

Y es que el sector militar gringo es la única _“fuente de poder_” que les queda para seguir intimidando pueblos y gobiernos que no se les someten. Esto está generando gran preocupación en sectores planetarios del más diverso orden y procedencias, por cuanto la desesperación de la élite de poder gringa ante el deterioro de su incidencia global y la disminución de su nivel de influencia, vuelve a sus militares y políticos más cavernícolas y reaccionarios, altísimamente peligrosos, capaces de cualquier locura bélica; destacándose no pocas provocaciones militares que vienen mostrando, como las que estamos viendo por la América Latina, con distintos disfraces.

Muchos analistas coinciden en que la bancarrota estadounidense es profunda y hay muchos datos que así lo estarían testimoniando. Es abundante la información que al respecto se puede obtener por medio de la internet, pues a nivel tradicional casi nada de esto sale a la luz pública, dado que los conglomerados mediáticos monopólicos u oligopólicos globales, forman parte de esa élite estadounidense gobernante en decadencia.

Fíjense ustedes que cada 24 horas, la economía gringa necesita una inyección de dinero fresco del orden de los 3 mil millones de dólares que, por lo general, los obtiene colocando bonos del tesoro en países como China y los árabes, dando como resultado que hoy en día Estados Unidos es la economía más endeudada del planeta.

Mucho se está analizando, estudiando, escribiendo sobre el proceso de decadencia de la “_otrora potencia hegemónica del planeta_”. Quizás estemos en las puertas de un fenómeno histórico de trascendental importancia para el futuro de la Humanidad. Ojalá que si se da, sea con base a una lógica en pro de la vida; no, como parece, desdichadamente, con una lógica a favor de la muerte… de la muerte de millones. Las conciencias sanas del planeta representan la esperanza.

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