Desde el pasado 31 de enero las fuerzas vivas de las comunidades indígenas Ngäbe Buglé, de Panamá, se encuentran en las calles, exigiendo respeto a su libre determinación respecto al control de las tierras que les pertenecen; las que en el hermano país son denominadas Comarcas.
Éstas se encuentran amenazadas por un proyecto de ley que se tramita en estos momentos en debate en el congreso panameño; proyecto que establece un régimen especial para la protección de recursos naturales en la Comarca.
La iniciativa de ley había sido discutida con representantes de la comunidad, pero al ser presentada en el Parlamento se eliminó un artículo que prohibía la explotación minera y la posibilidad de construir una hidroeléctrica, ante lo cual los y las indígenas exigen que se garantice en la ley garantías para la prohibición de estas actividades.
El Gobierno de Ricardo Martinelli prometió diálogo con la dirigencia del movimiento indígena; pero, faltando a su palabra, no se hicieron presentes a la mesa negociadora el pasado domingo 5 de febrero. Por el contrario, utilizó la fuerza bruta para eliminar las protestas que tenían paralizada la Carretera Interamericana. Como resultado de dicha represión perdió la vida el compañero Gerónimo Rodríguez Tugri, ultimado a balazos por la policía militar. Además, ya se suman dos víctimas más que están por identificar.
La lucha de la comunidad Ngäbe Buglé no es nueva. Ya el año pasado habían ocupado las calles en legítima defensa de sus intereses y en contra de las reformas a la ley minera. El Gobierno de Martinelli había pactado con ellos la total protección de la Comarca y hoy traiciona su palabra. La sed por el oro y otros minerales en tierras canaleras no tiene límite, tanto así que el propio Gobierno anunció la posibilidad de explotar el 44 % de su territorio bajo este modelo depredador.
Hoy, lunes 6 de febrero, las protestas se han diseminado por todo el país. Ciudad de Panamá, Colón, Bocas del Toro, Viguí y decenas de localidades más se encuentran colmadas de manifestantes y lastimosamente también de policías reprimiendo.
Decenas de organizaciones sociales apoyan la lucha indígena en Panamá. Merece un saludo especial para nuestro sindicato amigo y hermano SUNTRACS, que se ha dedicado en cuerpo y alma a respaldar la lucha actual en la calle, en lo organizativo y en el trabajo de divulgación, para que el esfuerzo combativo de los Ngäbe Buglé no se pierda en el olvido informativo de los latifundios mediáticos.
En nuestro país y para el próximo miércoles 8 de febrero se está realizado un llamado a las 9 de la mañana frente a la embajada de la República de Panamá, 300 metros al norte del antiguo Higuerón en San Pedro de Montes de Oca, para que el pueblo de Costa Rica exprese total repudio a la política represiva y asesina del Gobierno de Ricardo Martinelli.
Exhortamos a la ciudadanía con posibilidades de hacerse presente, para que ahí manifieste la solidaridad costarricense con el valiente pueblo indígena panameño y las organizaciones sindicales y sociales que en el hermano país les apoyan.