Los policías rasos solicitaron al nuevo gobierno cambiar todos los mandos medios y priorizar los recursos para mejorar las 680 delegaciones, que en su mayoría están en pésimo estado.
Así lo confirmó un numeroso grupo de oficiales, dirigentes de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), que visitó DIARIO EXTRA para demostrar su descontento con las autoridades que mañana dejan el poder.
La seccional de ANEP hizo un balance de estos cuatro años de gestión y asegura que en el Ministerio de Seguridad Pública la administración Chinchilla no hizo la tarea porque quedan muchísimos asuntos por solucionar, siendo el más grave el de las delegaciones.
“Estas no son delegaciones para ser habitadas por seres humanos, son cuchitriles o tugurientas, donde los policías tienen que convivir con las ratas, y si se descuidan, les quitan su comida”, comentó Mainor Anchía, líder de la seccional de ANEP en la Fuerza Pública.
Por eso los policías, muchos de los cuales votaron por Luis Guillermo Solís, esperan un cambio de verdad para que les mejoren la infraestructura y las condiciones laborales, a fin de hacer un buen trabajo protegiendo a la ciudadanía.
Piden que se dignifique al trabajador de ese sector, no solo con salarios acordes a su labor e igualitarios a los de otros cuerpos de seguridad como el Organismo de Investigación Judicial, la Policía Fiscal y la de Control de Drogas.
Con el cambio de los mandos medios pretenden un trato humano, respetuoso y digno a los rasos y a los policías que cada día exponen su vida patrullando las calles de nuestro país y luchando contra el hampa.
“Ya no queremos que haya jefes que tienen licencia y si se les da la patrulla encendida no saben dónde queda el freno de mano y menos las marchas. ¡Qué clase de jefes son esos! Por eso para un cambio verdadero como lo prometieron en campaña deben cambiar a mucha gente”, denunció Anchía.
Aseguran que llegó el momento de acabar con el hostigamiento laboral y el atropello a ese grupo de trabajadores, que por ley no pueden protestar, hacer huelgas o defender sus derechos como lo hacen los demás empleados públicos.
También piden a los nuevos jerarcas del Ministerio de Seguridad mantener un diálogo permanente con los funcionarios para juntos buscar soluciones a la problemática de los policías, según Anchía.
“Esperamos que Celso Gamboa siga siendo aquel funcionario abierto al diálogo como siempre ha sido”, agregó el sindicalista.
Los miembros de la seccional de ANEP en la Fuerza Pública pretenden que la política de nombramientos y traslados de personal no se base en amiguismos sino en las necesidades para evitar la separación de las familias, pues hay compañeros que viven en un lugar y los envían al lado opuesto del país.
Explicó que estarán atentos por si hay que dar la pelea para que esos cambios se lleven a cabo. “Somos un sindicato fuerte, capaz de dar la pelea en el campo que sea necesario”, concluyó Anchía.