Renta Global Dual: ¡Siguen volándole garrote a las capas medias!

Albino Vargas Barrantes

Secretario General

Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

El desprestigiadísimo y aporofóbico-neoliberal gobierno de Carlos Alvarado Quesada insiste en cargar con más impuestos a la clase trabajadora del país, especialmente a la que todavía sigue ubicada en los sectores medios: ahora trata de imponer la ley de la renta global dual que es parte de lo que él pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¡Siguen volándole garrote a las capas medias!

Antes de entrar directamente al tema, la verdad hay que decirla tantas veces como sea posible: Alvarado no ha estado solo en su cruzada anti-obrera y pro-plutocrática.

Solamente recordemos lo que sucedió con el combo fiscal, en el 2018, cuando “se estrenó” la coalición parlamentaria político-ideológica que ha venido apoyándole hasta el día de hoy: básicamente, su propio partido PAC, junto a los dos del bipartidismo “clásico” (Liberación-Unidad), así como las dos vertientes del “evangelismo politiquero”: Cruickshank (Restauración) y el fabricismo (Nueva República).

La “renta global dual” no es más que otra iniciativa de impuestos contra las capas medias del país y contra la clase trabajadora (asalariada e independiente). Busca poner a pagar tributos a estos dos segmentos de la ciudadanía productiva del país, a partir de un ingreso de 683 mil colones mensuales.

Si bien es cierto sabemos que miles de personas trabajadoras asalariadas, especialmente en el sector privado, el salario mínimo que ganan no llega a los 683 mil colones mensuales como para que les cargue con impuesto sobre la renta; muchas de ellas la pulsean por fuera, buscando un ingreso adicional para llevar la pesada carga del sostenimiento familiar en un país como Costa Rica de altísimo costo de la vida.

Lo que estos neoliberales aporofóbicos pretenden es que, por ejemplo, el monto del salario mínimo mensual más los ingresos extras pulseados por fuera se sumen, se haga una sola cantidad, a la cual se le pondrá ese nuevo impuesto: por eso se llama renta global dual. Es éste en un solo ejemplo.

Igual sacrificio le espera a quienes se están desempeñando, asalariadamente hablando, en el sector público. En este ámbito de la actividad productiva del país, grandes cantidades de personas trabajadoras, con sus salarios congelados desde que entró Alvarado Quesada al gobierno, también tienen ingresos extras. La renta global dual les espera “gustosamente”.

Aprobar el proyecto de renta global dual es darle más fuerza al perverso sistema tributario del país que es injusto y que es corrupto. Como lo hemos venido apuntando, tiene dos características fundamentales: profundamente regresivo (pagan más los que proporcionalmente tienen menos), por una parte. Por otra, los que sí deben pagar proporcionalmente con base a lo que tienen, eluden, esconden, evaden los impuestos que les competen.

Ahora bien, como ya estamos al rojo vivo en la campaña electoral, pareciera que la renta global dual, como la quiere Alvarado Quesada y su aporofóbico Ministro de Hacienda, tendrá que esperar para su aprobación legislativa a que pasen las elecciones del 6 de febrero. ¡Cálculo electoral a la orden del día!

Por cierto, estamos ya a 31 días de tal fecha, recordándole a usted que la corriente sindical en la cual militamos está en la recta final de su campaña PASAR FACTURA; precisamente señalando con el dedo acusador a los partidos políticos integrantes de la coalición parlamentaria que ha venido apoyando a Alvarado Quesadda hasta la fecha, los cuales no merecen su voto.

El proyecto de renta global dual no debe ser aprobado. Por el contrario, debe mandársele un fuerte mensaje al Fondo Monetario Internacional (FMI): Alvarado pretende hipotecar todavía más al país sin tener base social alguna, pues toda la perdió al adoptar el ideario ideológico y macroeconómico-fiscal de la plutocracia reinante en el país. Esto, por un lado.

Por otra parte, siguen siendo totalmente válidas alternativas de atender el grave problema fiscal del país sin acudir al FMI. Ha sido demostradísimo por excelentes y expertos profesionales costarricenses con posiciones partidistas diferentes.

El indicado proyecto está en la Comisión de Asuntos Hacendarios. De sus once integrantes actuales, solamente la honorable diputada Shirley Díaz Mejía, no responde a los intereses hegemónico-ideológicos de la plutocracia aporofóbica que gerencia Alvarado Quesada. De los otros 10, Liberación tiene 3 votos bien identificados con esa plutocracia: Ana Lucía Delgado Orozco, Yorleni León Marchena y Gustavo Viales Villegas. Las diputadas PAC, Nielsen Pérez Pérez y Laura Guido Pérez funcionan como furgón de cola del PLN.

De los 5 restantes, póngales el ojo a estos 3. Dos restauracionistas: Eduardo Cruickshank Smith y Carlos Avendaño Clavo; así como al fabricista Harllan Hoepelman Páez. Ahorita están diciendo que “objetan” el proyecto de renta global dual, pero, de aquí al 6 de febrero, falta por pasar mucha agua debajo del puente. Igual lo dicen Otto Roberto Vargas Víquez (Republicano) y María Inés Solís Quirós (PUSC).

¡Qué va! La decisión político-ideológica, como suele suceder en este tipo de proyectos macroeconómico-fiscales de corte neoliberal-aporofóbico, ya fue tomada desde afueras de la Asamblea Legislativa. Por eso recuerde pasar factura este 6 de febrero.

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