TERRORISMO EMPRESARIAL EN CAMPAÑA PRO TLC

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Un formulario “estándar” ha sido diseñado y puesto a circular para ese reclutamiento. En algunos casos, incluso, se pide hasta el dato de parientes de la persona trabajadora, en lo que constituye una verdadera acción totalitaria que pretende castrar cualquier ejercicio autónomo de pensamiento; creando un ambiente de verdadero terrorismo empresarial donde toda disidencia, por más tenue que sea, pone en riesgo el empleo de quien ose pensar en contra el TLC.

Esto estaba anunciado. Con una soberbia impresionante, al mejor estilo hitleriano, el máximo líder de la actual cúpula empresarial oligárquica, ya había anunciado que los votos de toda la clase trabajadora del Sector Privado serían favorables al TLC. Sintiéndose dueños de vidas y haciendas, al mejor estilo feudal, los jerarcas de los más poderosos gremios de negocios del país, de un tirón castran todo debate democrático; instaurando en los recintos fabriles, comerciales, agrícolas, de servicios y otros, verdaderas dictaduras donde la palabra democracia está prohibida, pues solamente se imparten charlas de adoctrinamiento, al mejor estilo totalitario.

Bien haría el cuestionado Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en meter mano en esto. La gente trabajadora del Sector Privado vive en una especie de encierro carcelario y por paradójico que suene, hay más libertad para las personas privadas de libertad internadas en el Sistema Penitenciario Nacional; que la libertad de debate, de opinión libre y de expresión autónoma, a la que tiene acceso una persona trabajadora que labora, por ejemplo, en una fábrica de plástico cuestionada, que los que trabajan para un famoso librero de corte fascista, que quienes trabajan en la industria agrícola piñera de corte transnacional.

La democracia y la libertad que pregonan estos líderes empresariales, no alcanza a sus respectivos trabajadores. Son verdaderos fariseos. Ellos sí pueden tener sus sindicatos, que son las cámaras, pero niegan el ejercicio de este derecho constitucional de Libertad Sindical, a quienes son sus asalariados. Le ocultan a su personal que pueden acogerse al mismo artículo constitucional de organización sindical, el 60, que les permite a ellos tener sus propios gremios empresariales: de industrias, de comercio, de agricultura, de transportes, etc. Efectivamente, ese Artículo 60, de la Constitución Política de Costa Rica, indica lo siguiente: “Tanto los patronos como los trabajadores podrán sindicalizarse libremente, con el fin exclusivo de obtener y conservar beneficios económicos, sociales o profesionales”.

Como los dictadores, como los autócratas, como los totalitarios, estos líderes empresariales de abundante riqueza, le tienen miedo a las ideas, le tienen miedo al pensamiento libre, le tienen terror a que su personal piense en libertad. Si están tan seguros de que “TLC” es tan bueno, porqué no lo defienden delante de_ “su”_ gente, en debates realmente democráticos, con igualdad de posiciones, para que la clase trabajadora de sus negocios sopese ambas posiciones, cuestione uno u otro planteamiento, presente dudas en ambos sentidos. Pero no lo harán: la única democracia que estos tiranuelos de abultado capital toleran es aquella que puedan controlar. No saben de verdadera democracia porque nunca la han practicado.

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