TLC e inversión extranjera

Sin embargo vale la pena analizar Costa Rica sin TLC, sin abrir nuestras instituciones, ni privatizar algunas de sus funciones. Según La República 18-7-05, la inversión extranjera directa anual, aumento un 50%, pasando de 409 millones de dólares en el 2000 a 617 en el 2004; mientras, el Salvador, país que ha hecho lo que pretenden que nosotros hagamos (privatización total, apertura, dolarización, firma de tratado con USA, etc.) la inversión extranjera directa bajo de 173 millones en el 2000 a 170 en el 2004; para México, que desde hace 10 años tiene su Tratado con USA, la inversión extranjera directa paso en el año 2000 de 16000 millones a 9000 en el 2003; en tanto China, hoy baluarte de crecimiento e inversión extranjera, paso en el año 2000 de 40000 a 52000 millones en el 2003, creciendo aproximadamente un 27 %.

De los datos anteriores se deduce que comparado con estos países hemos tenido el mayor crecimiento de la inversión extrajera directa y además por mucho la mayor per cápita. También es importante analizar que cuando Intel decidió establecerse en Costa Rica los países alternativa eran Irlanda y México, uno con Tratado con USA y otro parte de la Comunidad Europea, sin embargo escogen a Costa Rica.

Por otra parte un estudio realizado por la Latin American Research Review, citado por Kevin Gallaguer, economista e investigador de la Universidad de Tufts, afirma que encontraron que no existe una correlación directa entre los tratados comerciales o de inversión y el incremento de las inversiones extranjeras ¿será que el asunto no es tan simple?, ¿Qué son muchos factores y complejos los que determinan el interés de los inversionistas? ¿Será que para ellos es mas importante que Costa Rica invierte el 16.8% de su PIB en gasto social en contraste con un 4.3% de el Salvador? ¿Será nuestra paz social? ¿Será nuestra ubicación geográfica? ¿Serán nuestro clima y Recursos renovables? ¿Será nuestro potencial de energía limpia? ¿Será por costo y calidad de mano de obra? ¿Será por los incentivos fiscales? ¿Se mantendrá después de enero del 2008, cuando la OMC ya no los permite más?

También debemos valorar que tipo de inversión nos conviene, en el pasado a habido en América Latina una inversión extranjera muy alta, pero a sido consecuencia de los procesos de privatización, en algunos de los cuales los resultados han sido muy cuestionados. Hay inversiones que representan la compra de empresas nacionales consolidadas que ante el temor de la globalización prefieren vender o convertirse en cola del León, pero con ello normalmente el país no gana, porque no se crea nada nuevo. Hay otras inversiones que tienen muy bajo impacto social en las comunidades donde se establecen, un ejemplo podría ser la inversión Hotelera en Guanacaste, donde pese a su amplitud esta provincia sigue siendo una de las más pobres del país.

Podemos también mencionar inversiones extranjeras como las que se anuncian estos días en la prensa, en donde una empresa invertirá mil millones de dólares en el Salvador para establecer una planta eléctrica a base de gas licuado, lo cual no parece ser la mejor alternativa para resolver un problema energético y de medio ambiente. Parece evidente que hay muchos factores que influyen para que la inversión extranjera se de, que van mucho mas allá de un TLC, apertura o de privatizaciones, como se nos ha mencionado. Como vemos no toda la inversión extranjera tiene el mismo impacto positivo por si misma, debemos priorizar, clasificar y seleccionar la que nos conviene de acuerdo a una visión de país meta y como complemento a una inversión nacional en donde el fomento de esta tenga un rol prioritario, y aquí debemos pensar no solo en el ahorro privado individual sino en los sistemas de ahorro colectivo que tiene el país, como por ejemplo pensiones.

Ronald Solís Bolaños
Vicepresidente Cámara de Empresarios pro Costa Rica.

San José, 2 de setiembre, 2005

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