Un reclamo sindical largamente postergado

Este martes 1º de noviembre, en el día número 23 de la Huelga General de los trabajadores y de las trabajadoras del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (A y A), con gran pompa y haciéndose autobombo, el Gobierno de la República anunció un incremento salarial de 9.81 %, a favor de las categorías más bajas de la escala salarial del Servicio Civil, valedero desde el día 1 de noviembre.

El Gobierno tomó tal decisión, según dijo, para reducir así la brecha entre los salarios base de esas categorías y los salarios mínimos de ley que se pagan en el Sector Privado, para actividades u ocupaciones análogas a las del Sector Público, cuyos salarios base han estado al margen de la legalidad.

La gran injusticia que se está cometiendo, es la intentona gobiernista de invisibilizar la histórica Huelga General de A y A, cuyo personal, por medio de su lucha (que ya hoy, 2 de noviembre, ajusta 24 días), hizo posible que el Gobierno tomara tal decisión; decisión que, indudablemente, hace justicia para poco más de 31 mil empleados del Sector Público; pero que no hace real justicia para quienes se han sudado en las calles y en medio de gran ansiedad, todos estos días, por la causa del salario mínimo de ley: los trabajadores y las trabajadoras de A y A.

Valga apuntar que la petición por equiparación salarial al mínimo de ley, había venido siendo planteada, de manera reiterada, por el Movimiento Sindical Costarricense, desde hace largo tiempo; particularmente, en el seno de la hoy extinta “Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público”, cuya sepultura fue cavada por el actual Gobierno, precisamente.

Es de tal suerte que, la ANEP le niega, de manera rotunda, méritos al actual Gobierno de la República; el cual, invisibilizando la noble y heroica lucha de A y A, pretende ahora plantear ante la opinión pública una imagen bonachona, “benefactora” de los más humildes asalariados de la Administración Pública, bajo el régimen de homologación del Servicio Civil.

No es justo y no es ético que las máximas autoridades políticas del Poder Ejecutivo, montándose sobre el lomo de la moralmente correcta Huelga General de A y A, vengan a ahora a pretender recibir laureles. Estos laureles son ya de exclusiva propiedad de los dignos huelguistas de A y A.

Lo que ya es la histórica Huelga General de A y A, una huelga pura, transparente y limpia como el agua, merece un resultado altamente dignificante para quienes lo han arriesgado todo, durante casi un mes ya, en beneficio de un gran sector laboral del Estado, más allá de las fronteras institucionales de Acueductos y Alcantarillados.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General
S.G. 05-07-0207-05

San José, 2 de noviembre de 2005.

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