Albino Vargas: “Reto a Presidente a quitar veto de Reforma Laboral”

Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), negó ayer que los sindicatos le estén queriendo gobernar, tampoco marcando la cancha al presidente de la República, Luis Guillermo Solís. Pero eso sí, retó al mandatario a quitarle el veto a la Reforma Procesal Laboral, que se aprobó en la pasada legislatura. Estos fueron algunos de los temas de interés nacional que abarcó ayer la entrevista que mantuvo el sindicalista con Paola Hernández, subdirectora de DIARIO EXTRA. Les ofrecemos un extracto de la conversación.

¿Tienen los sindicatos la fuerza para marcarle la cancha al gobierno?

– No. Nosotros hemos tenido la convicción de que en costa Rica no hay movimiento sindical estructurado, lo que hay es un archipiélago de sindicatos. Organizaciones grandes, pequeñas, medianas, que a veces se unifican en coaliciones circunstanciales. Luego se pelean. Construyen puentes para luego volverlos a destruir. Esta ha sido la dinámica. Hay varias corrientes sindicales y no estoy convencido que esta huelga magisterial haya sido una especie de conjura para desafiar al nuevo gobierno, mostrar músculo y mandarle un mensaje de poderío. Me parece que hay un asunto que fue el no pago de los salarios a muchos educadores y una especie de solidaridad de los compañeros afectados.

¿Hay diferencias en apreciaciones de cómo hacer sindicalismo?

– Lo que sí es correcto es que hay una corriente sindical, en la que está ANEP, lista para el diálogo social y entonces el reto que nosotros le lanzamos al presidente Luis Guillermo Solís, como decimos en el lenguaje de la calle, es: “Ponga el güebo”. Un gran sector de organizaciones sociales le entregó el 5 de mayo un importante planteamiento y entendemos que por razones de la huelga magisterial no lo ha podido ver. Pero hay temas país que urge analizar, como el salvamento de la Caja Costarricense de Seguro Social, tema tributario, la desigualdad social y la política salarial, la Reforma Procesal Laboral, ponerse al día con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el trabajo decente y la economía social y el fomento productivo. Estamos preocupados por cosas graves.

¿Cuántas tendencias sindicales hay en Costa Rica?

– Hay una corriente sindical que en nuestro criterio se aferra a posiciones de corte extremista. No van con la ideología de los costarricenses. Están atrincherados en las universidades públicas pregonando fórmulas panfletarias ideológicas que no van a tener mayor peso en el desarrollo de los sindicatos. Hay otra corriente como muy aferrada a lo corporativo gremial. Su mundo es el feudo sindical y después de eso no hay nada. Defienden el terreno y el territorio de donde están. Otra corriente que ha roto con tabúes, que está dispuesta al diálogo social, que nos dimos cuenta que el mundo es más que los sindicatos, que necesitamos hacer alianzas con organizaciones de diversa naturaleza con base en una visión compartida de país. Es sindicalismo ciudadano.

¿Por qué el sindicalismo es tan desigual en los sectores público y privado?

– Los sindicatos estamos pagando la factura histórica de haber quedado en el bando perdedor de la Guerra Civil del 48. Usted sabe que en el conflicto armado costarricense los sindicatos participaron activamente y quedaron en el bando perdedor. Luego fueron estigmatizados, perseguidos, encarcelados y hasta algunos fusilados. Entonces hay una herencia sociocultural que hace que los sindicatos estemos asociados con lo negativo, y antes de que se cayera el Muro de Berlín los sindicalistas eramos terroristas, guerrilleros, ponebombas. Se cayó el Muro y pasamos a ser vagabundos, holgazanes, llenos de privilegios y prebendas. Hasta se nos tilda de obstaculizadores del desarrollo. Hay una cultura antisindical muy arraigada que no ha sido debidamente combativa. Por eso se desarrollaron principalmente en las instituciones públicas y en las empresa privadas no entraron por eso, el solidarismo y la acción antisindical de los patrones.

¿Que haya varios diputados sindicalistas cambiaría eso?

– Nosotros estamos muy felices porque esta Asamblea Legislativa es en la que más amigos van a tener los sindicalistas. Yo diría que desde las asambleas legislativas de los 40 del siglo pasado no pasaba nada similar. Hay 8 o 9 de estos diputados con quienes podremos contar. Hay diputados sindicalistas y amigos de los sindicatos. Entonces nosotros creemos que en este parlamento se podrían hacer avanzar diferentes legislaciones de corte obrero, de corte social, para fortalecer el papel de los sindicatos en la democracia costarricense. Como por ejemplo: leyes que están relacionadas al fortalecimiento de la Caja de Seguro Social, leyes para modificar el sistema tributario, una normativa legal para elevar vía parlamento el mínimo de los salarios y demás.

¿Qué pasa con la Reforma Procesal Laboral?

– Nosotros creemos que solo tiene una salida y es que el presidente Solís le quite el veto que le impuso Laura Chinchilla. Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa dice que puede hacerlo. Nosotros le decimos a Solís que no le tenga miedo a los bananeros, ni al empresariado piñero, que son los que la están bloqueando. Ellos piensan que con esta reforma les va dar más derechos a los trabajadores de sus plantaciones para organizarse en sindicatos y defenderse mejor. De hecho, ya existen sindicatos en las bananeras y piñeras; con la Reforma la violación a las libertades sindicales se vuelve más grave. Le da más potencia al Ministerio de Trabajo para que en sede administrativa resuelva despidos antisindicales. Va a hacer mas rápido y fácil demostrar la violación a los derechos laborales. Hay un miedo irracional a una expansión de los sindicatos en ese sector. Ese es el trasfondo para no aprobarlo.

¿Con esa reforma se estaría legalizando la huelga en los servicios esenciales?

– No, eso no es cierto. Más bien es todo lo contrario, con la Reforma se estaría regulando la huelga en los servicios públicos. Más que todo, lo que define la OIT, que son los trabajadores de los servicios que son los relacionados con la vida y la seguridad de la personas. ¿A quién se le ocurriría que habría una huelga en el 9-1-1? Hay una serie de servicios que la lógica te indica que no se podría levantar en huelga. Como por ejemplo, el Cuerpo de Bomberos, emergencia de los hospitales, la Policía, la Cruz Roja. Lo que la reforma hace es que a esos sectores les da la negociación colectiva y el arbitraje. Mire usted, les dice \’nunca podrán hacer huelga, pero tienen derecho a estos mecanismos cuando hay un conflicto obrero-patronal\’. En otros servicios podría haber huelga pero que el sindicato garantice el servicio mínimo que ya se viene haciendo. En los hospitales, cuando hay huelga se ha garantizado el servicio de emergencias, la farmacia, y demás servicios esenciales. Cuando ha habido huelga el ICE y AyA nunca nos han dejado sin el servicio. Por eso es irracional decir que la Reforma Procesal Laboral legaliza las huelgas en los servicios esenciales si ya se da.

¿Cuál es la alternativa?

– La única que veo yo es que se arme de valor y le quite el veto. Lo estamos retando a que lo haga. Quíteselo, señor Presidente. Usted puede hacerlo. Tiene los instrumentos legales. Si eso le molesta a algún sector que vaya a la Asamblea Legislativa y cabilde la reforma que quiere hacerle. Esta Ley recibió dos votaciones legislativas de lujo. Lo trabajamos por 15 años para lograr su aprobación y hasta la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada le dio su bendición. Presidente, no tenga miedo, quítele el veto. Este proyecto tuvo el más grande consenso nunca visto.

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