Compartimos el acta de acuerdos
Seccional de la Municipalidad de Turrialba logra acuerdo en el MTSS previo a negociación de convención cole… by EugenioGuerrero on Scribd
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La ANEP, por medio de su Unidad de Desarrollo Organizacional, con el apoyo de la abogada laboral, Adriana Vargas Sánchez, lograron la reinstalación de un trabajador de la Municipalidad de Guatuso, de apellidos Ocón Martínez. Este último fu despedido desde el 18 de diciembre.
Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
El tripartidismo gobiernista, Liberación, Unidad y PAC, ha sufrido una gran derrota en las pasadas elecciones municipales del domingo 2 de febrero. Los discursos y las interpretaciones triunfalistas que sus respectivas dirigencias se esfuerzan en remarcar no son más que un vano intento por desconocer que para gran parte de la población electora ha dejado de significar lo que en determinado momento representó su principal soporte: ilusión y esperanza. Sin duda alguna, el combo fiscal-ley 9635 pesó en muchas conciencias y mentes ciudadanas.
Liberación viene cayendo desde hace una década. Eso es inobjetable. Desde que los hermanos Arias Sánchez lo neoliberalizaron desterrando de él su esencia socialdemócrata, vienen siendo derrotados en elecciones presidenciales, mermando sus fracciones parlamentarias y perdiendo alcaldías. En esta ocasión, al pasar de 50 alcaldías y quedarse con 42, es un 16% lo que cedieron en materia de gobiernos locales. Y, casi un 30% menos de lo que controlaban hace una década.
Es muy notorio que varias alcaldías que siguen controlando responden a esfuerzos más aislados, muy individuales, producto de motivaciones clientelares locales y no de militancia política. El PLN ya no es más el partido de inspiración ideológica de sus orígenes. Además, quienes le pregonan hoy como el partido “más grande”, es porque solamente contabilizó en esta elección el 10% del padrón electoral de la actualidad. El gane que pregonan es con más sabor a hiel que a miel. Sin duda alguna, mucha ciudadanía electora le pasó la factura votando contra el PLN y ni se diga la que se abstuvo de ir a las urnas el pasado domingo.
Para el PAC, ya de por sí con presencia municipal raquítica, quedarse con 4 alcaldías de las 6 que ya tenía es un bajonazo de 33%. Muy mal augurio para una colectividad que pretendió ser el relevo socialdemócrata y levantar la bandera de los sueños y de las aspiraciones de la otrora pujante clase media, abandonada por el PLN al neoliberalizarse. El PAC, consumido por los vicios y las prácticas indecorosas que le criticaba al bipartidismo tradicional, el PLUSC, hoy paga duramente ser el furgón de cola de éstos, el pone-votos parlamentarios, para el desmontaje final del Estado Social de Derecho. Aquí también podemos afirmar que le pasaron una fuerte factura una buena cantidad de su electorado original, y también el abstencionista.
En relación con el tercer pilar que está sosteniendo al gobierno actual (cuya hegemonía política la tiene el periodismo violento, el del odio, en binomio político con el sindicato patronal-empresarial más connotado del país), el Partido Unidad Social Cristiana, los cánticos de victoria por dos alcaldías adicionales son de poca sustentación política; es decir, no hace más que fortalecer la visión que tenemos de que la clase política tradicional, la de ese tripartidismo, se mueve en arenas movedizas y su hundimiento podría ser cuestión de tiempo para que tan solo quedara algún vestigio simbólico.
Con respecto a otros partidos que entraron a la contienda municipal, sus respectivos resultados palidecen al contrastarlos con los logros muy visibles de las fuerzas electorales vecinales, los partidos cantonales que, cada cual a su manera y con sus voluntades más consecuentes, han generado fuerte remezón para el orden establecido e impuesto por el bipartidismo tradicional PLUSC y ahora tripartidismo, PLUSC-PAC. La verdadera estrella de las elecciones municipales pasadas son los partidos cantonales y un eventual accionar coaligado, con perspectiva nacional electoral para el 2022, podría ser un terremoto político insospechado.
Con ojo sindical y perspectiva social, nos atrevemos a decir lo siguiente: Pareciera ser que a tres colectividades partidarias con mínima representación parlamentaria en la actualidad pero que han mostrado gran consecuencia con la herencia que nos dejaron los padres y las madres fundadoras y gestoras del Estado Social de Derecho (hoy en ruta a su sustitución por el Estado Neoliberal), les debería haber tocado mejor suerte en estas elecciones municipales. O, por lo menos, a lo mejor les faltó una mayor iniciativa de acercamiento con la multiplicidad de sectores sociales muchos de los cuales andan en busca de “algo”.
Los partidos Integración Nacional (PIN, excluyendo a sus desertores excretados, por supuesto), Republicano Social Cristiano (calderonismo que reclama para sí ser el auténtico), y Frente Amplio (una izquierda progresista de corte socialdemócrata) han mandado fuertes señales de que, de un modo u otro, están confrontados con la hegemonía neoliberal del capital que controla el PLUSC-PAC; sin embargo, esas conductas político-parlamentarias tan cercanas a la gente, a la ciudadanía, no se concatenan, por ejemplo, con ese gran conglomerado cívico que ya no vota en este tipo de elecciones.
Particularmente, al Frente Amplio no pocas gentes de amplia conciencia social y consecuente militancia para con las aspiraciones de una democracia real no le perdonan la dilapidación del capital político que representó el período constitucional 2014-2018, cuando lograron 9 curules legislativas. Para estas elecciones la única alcaldía que tenían la perdieron y redujeron en un 50% la cantidad de regidurías que tenían en 2016.
En cuanto a los partidos Restauración y Nueva República (avendañistas y fabricistas), gran “sensación” juntos en el 2018, pero ahora separados parecen haber sido “borrados” del escenario electoral, pagando el precio de su división, por una parte; por otra, ¿será flor de un día…? A lo mejor, ya hay gran cantidad de electores que ya no se están comprando el discurso original que les dio un gran boom.
Las anteriores consideraciones son parte del conjunto de lecturas y de interpretaciones político-ciudadanas que se están formulando, desde distintas visiones, al conocerse parte (falta todo lo concerniente a las regidurías), de los resultados de estas elecciones municipales. Los duros tiempos que ha empezado a vivir el pueblo trabajador, los tenemos ya encima; y, por tanto, la lucha social está más vigente que nunca.
Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP
Tuvimos conocimiento de un pronunciamiento público recientemente emitido por el sindicato empresarial más grande del país, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado, siglas UCCAEP; comunicado titulado “Hay que bajar el elevado déficit fiscal a como sea”, a propósito del anuncio del actual Ministro de Hacienda, don Rodrigo Chaves Robles, reconociendo éste que el déficit fiscal, al final el año recién pasado 2019, llegó a un 6.9 puntos de Producto Interno Bruto (PIB), prácticamente un 7%.
De manera indudable que, si nos enfocamos en solamente el titular del pronunciamiento de la UCCAEP, “…bajar el déficit fiscal a como sea”, nos alimenta el pensamiento para puntualizar cuán peligrosa resultaría seguir la ruta política y socioeconómica del “…a cómo sea”; misma que, aplicada a otras realidades muy similares a la nuestra, ha provocado mucho sufrimiento y dolor a los pueblos (especialmente, los latinoamericanos), a los cuales se les ha aplicado el “…a cómo sea”.
En verdad, muchísimas consideraciones se pueden formular a partir del deseo de la UCCAEP de bajar el déficit fiscal “…a cómo sea”.
Sin embargo, en esta ocasión queremos llamar su atención en el siguiente punto del comunicado del indicado sindicato patronal:
“El costo de la deuda -que urge reestructurar-, será mayor y la tasa de riesgo país que se autoimpondrán los inversionistas extranjeros, restará competitividad en el esfuerzo por atraer inversiones productivas a Costa Rica”.
¡Eso es lo que hemos venido planteando, de manera insistente y durante largo tiempo: la reestructuración de la deuda, de la deuda pública! Ha sido una de las principales formulaciones estratégicas de la ANEP en estos tiempos de la desigualdad social y de la exclusión económica; tesis también compartida por sectores cívico-patrióticos de nuestra sociedad.
Tal vez, a lo mejor, la dirigencia de la UCCAEP tomó conciencia de que destinar de las escuálidas finanzas públicas, 5.1 puntos del PIB, en el 2020, solamente para pagar intereses de la deuda, representa un verdadero golpe a la estabilidad democrático-social de nuestra muy golpeada institucionalidad republicana.
En ANEP pensamos que eso es así, de contundente. Tal vez, UCCAEP lo conceptúe de otra forma; sin embargo, que este grupo patronal de gran calibre económico, por su posición política de ser controlador de las principales decisiones de la actual hegemonía legislativo-ejecutiva gobernante, hable de reestructuración de la deuda, de la deuda pública y, que, además, diga que eso es urgente, ¡señoras y señores!, esto no puede dejarse pasar desapercibidamente.
Eso pensamos en ANEP: es urgente reestructurar la deuda. Es más, hasta pensamos que esa deuda es ya impagable. Pero, en lo inmediato, resaltemos la coincidencia: la UCCAEP y la ANEP coincidimos en ello: que es urgente reestructurar la deuda.
Es que ese pago de intereses, por el orden de los 5.1 puntos PIB para este año 2020 es, realmente, escandalosamente obsceno. Repare en esto, ¡por favor!
Cada segundo, le toca al pueblo costarricense desembolsar 57 mil 388 colones (57.388.oo). Cada minuto, 3 millones 443 mil 287 colones (3.443.287.oo). Cada hora, implica esta cantidad por ese pago exagerado de intereses: 206 millones 597 mil 222 colones (206.597.222.oo). Al día, es decir, cada 24 horas, lean bien, ¡por favor!: 4 mil 958 millones 333 mil 333 colones (4.958.333.333.oo). Al mes, hay que sacarle del bolsillo a la gente trabajadora que sí paga sus impuestos, nada más y nada menos que, 148 mil 750 millones de colones (148.750.000.000.oo).
Y, por ende, para el año 2020, solamente en pago de intereses por esa deuda que, repetimos es impagable según ANEP, 1 billón 785 mil millones de colones (1.785.000.000.000.oo).
De tanta cifra citada, tratemos de fijar en nuestra mente ésta: prácticamente son 5 mil millones de colones diarios que se deben erogar de las golpeadas finanzas públicas para, repetimos, solamente pagar intereses de la deuda, de la deuda pública; esa deuda que, desde hace bastante tiempo, en la ANEP; y ahora, en la UCCAEP, creemos que debe ser, urgentemente reestructurada.
Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
Nos llamó poderosamente la atención el reportaje que en La República apareció publicado este miércoles 15 de enero, titulado “Constructores piden intervención para revertir golpe del IVA en la actividad”, partiendo de la circunstancia de lo que ha sido nuestra posición sindical en cuanto a que el Impuesto al Valor Agregado (IVA), vino a perjudicar a quienes menos responsabilidad tienen en el problema fiscal nacional, por una parte; y, por otra, que está representando un serio inconveniente para abordar, con urgencia, la reactivación económica por la cual “Raymundo y todo el mundo” está clamando.
A lo largo de todo el año pasado 2019, los efectos negativos de la imposición, aprobación con forceps y con trampas legislativas, de la hoy Ley de la República No. 9635, mal denominada Fortalecimiento de las finanzas públicas, hicieron mucho daño a la economía de miles de familias costarricenses; y, el deterioro de las finanzas de las mismas, ha sido la tónica generalizada.
El gobierno presidido por Carlos Alvarado Quesada y sus soportes políticos más inmediatos, provenientes de los partidos Liberación y Unidad, erraron en cuanto a promover una legislación, como la 9635, que hoy podemos catalogar de fracasada si nos atenemos a lo siguiente, empezando por el reclamo de la Cámara Costarricense de la Construcción. Veamos algunos datos:
11 mil despidos solamente en el sector de la construcción, encareciéndose ésta en un 10 % en cuanto al costo de las obras y observándose una caída de un 12,7 % en los proyectos.
El endeudamiento público con relación al Producto Interno Bruto (PIB), está rondando el 60 %.
El déficit fiscal está en, aproximadamente, un 6 %.
El desempleo abierto, el de carácter oficial, se acerca al 12 %. Juntando el encubierto, estaremos en el doble de esa cifra, a juicio de algunos especialistas independientes.
El poder de compra del salario sigue a la baja y los reajustes por costo de vida no lo recuperan en la proporción necesaria para impulsar una reactivación del consumo.
En nuestro criterio, el problema fiscal del país no fue resuelto con la Ley 9635. Por el contrario, esta legislación golpeó a la mayoría de la población trabajadora costarricense y a diversos sectores empresariales de gran peso económico como lo es la propia Cámara Costarricense de la Construcción, si nos atenemos a su queja y a su apelación al apoyo estatal: que les aprueben un proyecto de ley para una aplicación gradual del IVA en su sector.
En nuestro criterio el grave problema fiscal del país tiene dos explicaciones que, de un modo u otro, están interconectadas y que deberían abordarse en paralelo mediando un profundo Diálogo Político-Social como nunca antes se había dado en el país.
Por un lado, la deuda pública contraída con acreedores internos y externos y su escandaloso y obsceno pago de intereses; por otro, la realidad, que ya es oficial, de los altísimos niveles de defraudación fiscal en todas sus manifestaciones (con ropaje legal o sin él), del orden del 6 a 8 puntos porcentuales PIB, según el estudio que lo sustenta pero que en todo caso son cifras igualmente escandalosas y obscenas.
Complementariamente a ello, “una verdadera reforma del empleo público” es sumamente necesaria. Lo puse entrecomillado porque así lo señala la Cámara Costarricense de la Construcción en el reportaje que venimos comentando. Por el concepto, tenemos una coincidencia.
Esto de “una verdadera reforma del empleo público” ha estado afrontando un verdadero tropiezo, un día sí y otro también: haberse ideologizado al máximo con el ya insostenible argumento de que el empleo público es el responsable del déficit fiscal. Superado este falaz argumento y poniendo en mesa las dos vertientes del verdadero problema fiscal nacional, puede haber espacio, mediando voluntad política de las partes, para un encuentro de posiciones, en franco debate y por el bien del país.
A partir de este artículo y así sucesivamente en días viernes, el período La República nos publicará un comentario nuestro sobre aconteceres nacionales vistos desde el prisma de la lucha social y sindical. Agradezco a sus personeros don Fred Blaser, CoPresidente, así como a don Esteban Arrieta, Editor, el inmenso honor que nos han dado.
El Sindicato del Tribunal Supremo de Elecciones (SETSE), denunció ante Diario Extra una resolución contraria a lo que indican la Constitución Política y el Código Electoral por parte de los magistrados del TSE, esto habría permitido que el PAC reintegrar dineros de naturaleza electoral con recursos de la reserva que el TSE les otorga a los partidos para su organización y capacitación. Esto provoco la apertura de un procedimiento administrativo contra el Secretario General del sindicato.
Albino Vargas Barrantes, Secretario General
Les confieso que me costó creer que estaba leyendo algo así. Pero es real. “Antes de que sea demasiado tarde” (en inglés, “before it’s too late”), es una frase, muy significativa, incluida en una especie de manifiesto dado a conocer con motivo de la reciente reunión anual del Foro Económico Mundial (por cierto, con ocasión de su edición No. 50), que todos los años tiene lugar en la ciudad suiza de Davos.
Como se sabe, a esta reunión concurren lo más selecto de las personalidades con más poder económico, político, intelectual y mediático del planeta, eso sí bajo los postulados ideológicos de la globalización neoliberal; para discutir (según lo pregonan), los problemas mundiales más apremiantes, entre ellos la salud, el medioambiente y la ecología… y últimamente la desigualdad.
Esta edición No. 50, “la sacó del estadio”, como popularmente decimos en Costa Rica cuando se trata de resaltar algo muy sobresaliente, actuado por alguien o por un grupo de personas. Figúrese usted que un grupo de los magnates más adinerados de la actualidad, agrupados bajo el nombre de Millionaires Against Picthforks (algo así como Millonarios contra rastrillos; siendo el rastrillo un tipo de arma blanca punzo-cortante muy usada en épocas pasadas por campesinos rebelados contra sus opresores); lanzó un manifiesto especialmente dirigido a sus colegas megamillonarios para instarles, oigan bien, a que paguen impuestos más altos y más justos, “antes de que sea demasiado tarde”.
¡Impensado! Un grupo de súper-ricos, dentro del conglomerado de los más archi-ricos del planeta, ¡ay Dios!, se han “conmovido” y han llegado a la conclusión de que es mejor prevenir que lamentar; y que, por ende, a fin de evitar un “desastre para todos” (así lo afirman en su manifiesto), se deben transformar, profundamente, los sistemas tributarios, nacional y globalmente.
Una de los más espectaculares datos jamás dados a conocer en nuestra querida Costa Rica, al menos de manera pública es que, según este grupo de archi-ricos “conmovidos” por la brutalidad de la desigualdad de hoy en el mundo, en los diversos paraísos fiscales alrededor del mundo hay, al menos, ¡escuchen bien!, 8 billones de dólares escondidos, tributariamente fraudulentos. ¡Pero es mucho más!
Monstruosa cantidad que se escribe así: 8.000.000.000.000; y más monstruosa sería si tratáramos de pasarla a colones. Entonces (si no nos equivocamos), 4.584.000.000.000.000 (a un tipo de cambio de 573 colones por dólar), 4 mil 584 billones de colones.
En el inédito manifiesto de los Millionaires Against Pitchforks, según la traducción en español que conocemos, quienes lo firman indican ser “miembros de la clase de seres humanos más privilegiada que jamás haya caminado sobre la Tierra”. Hace tiempo (nosotros incluidos), mucha gente alrededor del globo está diciendo que esta es la época, la que estamos viviendo, de la más espantosa desigualdad y de la más indescriptible y archi-indignante concentración de riqueza de toda la historia de la Humanidad.
Y admiten, el grupo de los más ricos de los súper-ricos, que la “desigualdad extrema y desestabilizadora” está creciendo en todo el mundo, ya que cada vez hay más multimillonarios y sus fortunas son mayores, mientras que los ingresos de las personas pobres apenas han cambiado. Así se lo compartimos a usted, con base en el sitio web de noticias RT (https://actualidad.rt.com/actualidad/340854-millonarios-pagar-impuestos-evitar-desastre-todos).
Ponga cuidado al párrafo siguiente de la nota de prensa de RT que publicó el ya “archi-famoso” (aunque aquí las matrices mediáticas ticas dominantes nos lo oculten), manifiesto de los Millionaires Against Pitchforks : “En la misma línea, el comunicado sostiene que en muchas naciones las tensiones causadas por la desigualdad han alcanzado niveles de crisis, y destaca que la baja confianza social y un sentimiento general de injusticia están socavando la cohesión social básica y aumentando las tensiones entre países”.
Noten, por tanto, cómo esta conclusión “mea culpa” de los mega-millonarios del planeta, se puede aplicar a la realidad costarricense actual. Efectivamente, nuestra sociedad está muy atormentada por dos aspectos fundamentales: la espantosa desigualdad que sigue creciendo, que se ha vuelto sistemática y que está acabando con la otrora pujante y baluarte democrático, clase media, por un lado. Por otro, la gravedad de la injusticia que implica la preservación de un sistema tributario que hace pagar más a los que proporcionalmente hablando tienen menos; y los que tienen más, no pagan lo que deben o no pagan del todo, roban impuestos a lo loco y sus riquezas las han venido escondiendo en paraísos fiscales.
Como sabemos y lo sentimos en carne propia, ambos aspectos fueron agravados con la imposición de la ley del combo fiscal, 9635, por parte del tripartidismo gobiernista neoliberal (PLN, PUSC, PAC).
Una vez más debemos decirlo, con perdón de la inmodestia: ha sido correcta la línea sindical transparente que hemos venido siguiendo en cuanto a levantar las banderas de la lucha contra la desigualdad y en pro de una transformación tributaria estructural.
Bien nos ha explicado el ciudadano economista de renombre, don Luis Paulino Vargas Solís, que Costa Rica no tiene noción, más o menos exacta, de la realidad financiera de los súper-ricos criollos, los cuales tienen estilos de vida tan impenetrables que no pueden ser incluidos en las estadísticas de la desigualdad; una de las razones por las cuales ésta podría no estar siendo medida en su real dimensión, aunque lo que ya sabemos al respecto es suficiente para decir que la abrumadora mayoría de la población tica no la está pasando bien y/o la está pasando muy mal.
Más allá de las características personales e histriónicas que el Sr. Chaves Robles suele mostrar cada miércoles, para solaz esparcimiento de su fanaticada; estamos obligados a esforzarnos por auscultar las reales intenciones, ideológico-estratégicas, que mueven su irrupción abrupta en la desprestigiada política costarricense.
“Dios no quiera que llegue el momento en que tengamos que actuar”. Imposible para cualquier persona costarricense de firme convicción democrática, sin importar su ideología político-partidaria, dejar desaparecida esta clarísima amenaza del Rodrigo Chaves Robles de atentar y de desestabilizar el orden constitucional de la República, próximo a cumplir 75 años de su promulgación, el 7 de noviembre de 1949.
El próximo 7 de Noviembre se cumplirán los 75 años de la promulgación de la Constitución Política de Costa Rica, vigente desde 1949, que integró, entre otros importantes avances, el Voto Femenino, el acceso al agua potable y a un medio ambiente sano y equilibrado, Derecho a la Salud, la Paz Social, la Educación, las Garantías Sociales, la Jornada Laboral de 8 horas,
Es claro que el Presidente Chaves poco conoce sobre el significado de la fauna en nuestro país, ya que hasta ha llegado a utilizar este término en varias oportunidades para referirse de manera inapropiada a la prensa nacional; y, cuando se necesita referirse a la fauna, lo primero que podemos denotar es que su intención es reducir el problema a un asunto de economía ambiental, bajo la óptica del todo mercado-nada Estado.

