Despidos en la Cruz Roja generaría afectación en la atención de pacientes y emergencias médicas

Se registran aproximadamente 100 despidos en los últimos 6 meses.

Denuncias por parte de la seccional ANEP-Cruz Roja provocan persecución sindical

La Seccional ANEP-Cruz Roja denunció en conferencia de prensa una serie de decisiones y anomalías que se vienen presentando en el seno de la Cruz Roja Costarricense, que pondrían en peligro la operatividad de la institución y afectaría seriamente la atención de pacientes y emergencias médicas.

Así lo detalló Ricardo Castro Calderón, presidente de la Seccional ANEP-Cruz Roja, quién manifestó que en los últimos seis meses se habrían presentado aproximadamente 100 despidos en diversos departamentos de la institución, entre estos la parte operativa de la benemérita, aduciendo la institución falta de recursos financieros.

Para la seccional ANEP-Cruz Roja está justificación es cuestionable, ya que en la institución aducen que el salario de las personas cesadas es alto. Sin embargo, en la parte administrativa se mantienen funcionarios con salarios mayores y que no cumplen con los requisitos mínimos del puesto en ejercicio.   

“Se ha despedido a socorristas calificados que laboraban en puestos transcendentales en la atención de emergencias médicas y rescate, para contratar en su lugar a personal que no cumple con los requisitos necesarios, incluso estas últimas personas, cuentan con denuncias de hostigamiento laboral”, denunció el presidente de la Seccional ANEP-Cruz Roja.

“Recordemos que para la institución el 60 o 70% de las funciones son en el área operativa, con este proceso de despidos el servicio se precariza. Si la institución continúa en este proceso de despidos se va agravar lo que se presenta desde hace un año y medio, que es el cierre de los diferentes Comités Auxiliares a nivel nacional. Por ende, el tiempo de respuesta de emergencias médicas también se van afectar drásticamente”, expresó Castro

A estas situaciones, según detalló la seccional, se suma que las ambulancias deben esperar entre tres y cuatro horas para que en centros médicos les devuelvan la camilla, debido al faltante de estas en hospitales.

Castro manifestó que, actualmente existe una incertidumbre laboral en la institución, ya que el personal espera cada pago de quincena para saber si van a continuar trabajado o serán despidos.

A esto se suma, el acoso laboral y sindical que la administración de la Cruz Roja Costarricense ha venido realizando en contra de la Seccional ANEP-Cruz Roja, debido a las denuncias realizadas por la seccional en medios de comunicación y otras instancias.

Entre las denuncias realizadas destacan el faltante de personal en ambulancias, lo que ha provocado en algunos casos, el fallecimiento de pacientes durante su traslado al centro médico, ya que la ambulancia solo cuenta con chofer.  Otras denuncias se han realizado, ante la Asamblea Legislativa, como por ejemplo, el incumplimiento a la reforma de ley Nº 8690 para la contratación de socorristas con fondos públicos.

Sindicatos y Alcaldía de Tibás alcanzan acuerdo para respetar la vigencia de la Convención Colectiva

Durante la negociación desarrollada en la sede del Concejo Municipal de Tibás, se le detalló, por parte de la ANEP, a la Alcaldía Municipal y asesores, el porque la convección seguía vigente, y la misma; no violenta lo establecido tanto en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, ni la Ley Marco de Empleo Público.

ANEP solicita información a la CCSS para fiscalizar acuerdos de la Junta Directiva

Luego de que la Junta Directiva de la CCSS aprobara una serie de acuerdos en los meses de marzo, abril y mayo, la ANEP está solicitando a diversos departamentos de la institución, los documentos que respalden esas decisiones, en aras de la transparencia y la sostenibilidad financiera de la institución.

Cierres por faltante de personal y equipo en Banco de Sangre podría generar seria afectación en cirugías

Esto también genera preocupación entre los funcionarios, ya que se podría generar una seria afectación en cirugías y desabastecimiento en centros hospitalarios, poniendo en riesgo vidas humanas

Guardaparques denuncian que SINAC pretende evadir pago de horas extra con tiempo libre

La comisión Anep-Guardaparques denunció ante la Junta de Relaciones Laborales del Minae, que el SINAC pretende evadir el pago de horas extra de los guardaparques, intercambiándolo por tiempo libre. Según se estableció en el punto 3 de la directriz SINAC-DE-045

¡¡¡Retrocedemos!!!

En estos días, informaciones de prensa nos dieron a conocer varias situaciones que tienen que ver con la cuestión política del momento y con asuntos relacionados con la economía y con la sociedad.

Leer tales informaciones sobre estas determinadas situaciones lo llevan a uno a definir una única conclusión, acerca de lo que está ocurriendo en el país en estos momentos, mediando el empleo de un único vocablo en medio de signos de admiración y lo escribimos con mayúsculas: ¡RETROCEDEMOS!

Para efectos del presente comentario destacamos las siguientes situaciones que nos tiene conmocionados.

Las pruebas nacionales estandarizadas aplicadas a estudiantes de los últimos años lectivos en primaria y en secundaria, no dan fundamento para que en el Ministerio de Educación Pública (MEP), puedan determinar, a ciencia cierta, el real estado actual de la educación costarricense.

Impresiona constatar que la exclusión económica y la desigualdad social que están entronizadas en nuestro tejido social, “van de la mano” con la cruda realidad de que no sepamos en qué estado se encuentra el sistema educativo público a cargo de la formación de nuestra niñez y de nuestra juventud. Esto es trágico y nos lleva a certificar que ¡RETROCEDEMOS!

¡Vergüenza ante el mundo! El Censo Nacional 2022 fue un fracaso. ¿Qué dirán los organismos financieros internacionales ante un país que no tiene la menor idea de la cantidad de gente que está dentro de su territorio? Y esto solamente para citar uno de los puntos fundamentales para encuestar por dicho censo.

Y, en lo que podríamos calificar como uno de los más cínico-monumentales reconocimientos, jamás antes escuchados, de la mediocridad y de la irresponsabilidad en el ámbito de política pública, en este caso de este desastre que es el Censo Nacional 2022, en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), atinan a explicarlo de esta forma: “No es el resultado que queríamos, pero es el resultado que tenemos”. ¿Es o no es válida y acertada nuestra calificación de que, como sociedad, ¡RETROCEDEMOS!

“Costa Rica perdió 80 mil empleos en primer año de Rodrigo Chaves, es la mayor cifra de las últimas cuatro administraciones”, es el titular de prensa de Semanario Universidad, en publicación del 19 de julio de 2023.

Viene a nuestra mente un anuncio presidencial, de esos que se hacen con bombos y platillos, cargados de demagogia populachera, efectuado en diciembre de 2022, que le anunció al país que durante los cuatro años de administración Chaves Robles, se crearían 48 mil nuevos empleos.

Noten ustedes qué paradoja más cruel: 48 mil empleos en cuatro años, a razón de 32 diarios; y, por el contrario, solamente en el primer año de su gestión, se dio una pérdida de 219 empleos al día.

Este asunto tan sensible del empleo es, si se quiere, la principal y más sangrante herida de nuestra sociedad, democráticamente vulnerada, por un modelo económico que, con énfasis, excluye a las personas (o, como dice el Papa Francisco, descarta), arrojándolas a la crueldad de una miserable existencia. ¿¡RETROCEDEMOS!? ¡Por supuesto que sí!

Después de toda una vida de esfuerzo y de trabajo, cuando supuestamente llega el momento del merecido descanso con dignidad, se nos dice que el 27% de las personas adultas de nuestro país vive en condiciones de pobreza.

189 mil personas trabajadoras mayores de 65 años, no cubren lo básico, no comen ni se alimentan bien, no pueden vivir en paz. Estas personas sufren desnutrición, se deteriora su autoestima y se acelera su proceso de envejecimiento. ¿Cómo comprender esta circunstancia de otra manera que no sea una señal clarífica de que ¡RETROCEDEMOS!

Hay un crimen social en desarrollo de múltiples facetas y de dolorosas consecuencias. Detener el incremento, la extensión y la profundización de ese crimen social, es algo políticamente posible. Sobran las fórmulas, los diagnósticos, las propuestas y la variedad de acciones posibles. El cómo hacerlo parece ser la gran piedra en el camino.

Capital financiero: nadie quiere hablar de ello

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Ya olvidamos la cantidad de veces en las cuales, por diversos medios y en muchas circunstancias y durante demasiado tiempo, hemos hablado del pago de intereses de la deuda pública; un pago que lo consideramos verdadero crimen social, amén de obsceno, escandaloso y perverso.

Efectivamente, este tema es recurrente en nuestra acción práctica cotidiana de lo que denominamos como Sindicalismo Ciudadano.

Creemos que al asunto habría que darle un abordaje político de más amplio espectro. Es decir, que el pago de intereses de la deuda pública es parte de un entramado de relaciones de orden político-económico y al más alto nivel, del cual la y el ciudadano de a pie no tiene la más mínima noción.

Al convencernos de que el tema del pago diario de intereses de la deuda pública es apenas una parte de ese entramado, no encuentro mejor manera de definir a éste como el conjunto de relaciones en el seno del capital financiero nacional que, todos los días y desde diversos ámbitos y medios, ejerce un sobredimensionado poder en nuestra sociedad.

Según nuestro modesto entender, para entrarle al asunto, lo mínimo que se debe hacer es citar las nomenclaturas al interior de ese capital financiero (al menos, las principales), según la institucionalidad diseñada para su propio funcionamiento, su reproducción y su control político de la sociedad.

En este mismo espacio adelantamos algo al respecto en nuestro artículo de la semana, titulado El poder real necesita un poder civil que lo contrapese;de tal suerte que el concepto capital financiero, por una parte; y, por la otra, el concepto oligopolio, están íntimamente relacionados.

Es decir, que el capital financiero nacional opera en condiciones oligopólicas lo que le permite concentrar poder político sobredimensionado; que el mismo es intimidante, ejerce miedo, a los gobernantes y a los partidos políticos de turno en el Ejecutivo, incluido el actual. Ni qué decir de las diputaciones sucesivas en la Asamblea Legislativa.

Tal poder, por ejemplo, impide, bloquea, veta, transformaciones tributarias estructurales para que tengamos un sistema impositivo justo; o, para que se pueda recuperar, para el bien común, algunos puntos de los 8 PIB que, al año, se evaden debido a la gran corrupción del sistema tributario-administrativo nacional.

Diseccionar a lo interior del oligopólico capital financiero costarricense, nos obliga a poner en objetivo, para un análisis multi-factorial a entidades como éstas:

  • Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
  • Cámara de Bancos de Instituciones Financieras de Costa Rica.
  • Cámara de Intermediarios Bursátiles y Afines.
  • Cámara de Emisores de Títulos Valores.
  • Cámara de Fondos de Inversión.
  • Asociación Costarricenses de Operadoras de Pensiones.

Por ejemplo, nos preguntamos: ¿es el poder político sobredimensionado del oligopólico capital financiero costarricense el que impide que se busque una reestructuración del pago diario de intereses de la deuda pública? ¡Por supuesto que sí!

¿Cómo se llaman cada una de las personas que forman los grupos dirigentes en cada una de las arriba mencionadas entidades? ¿Se repiten nombres? ¡Seguramente que sí!

¿Esas personas se han matriculado en campañas electorales, presidenciales y/o diputadiles, apostando a varias banderas partidarias para mantener el control político de la sociedad? ¡No lo dude!

En este momento en que escribo esto, viene a mi mente el nombre del señor Nogui Acosta Jaén, actual Ministro de Hacienda en el gobierno de Rodrigo Chaves Robles, pero que tuvo un cargo parecido, Viceministro de Hacienda, en el anterior de Carlos Alvarado Quesada.

¿Y qué tenemos con eso? Continuidad estratégica, de un gobierno a otro, en el manejo del pago de la deuda pública y su obsceno pago de intereses que tanto desvelo causa en el seno del oligopólico capital financiero costarricense.

Anhelo la conformación de un grupo de costarricenses que, con vocación patriótica real y sin finalidad electoral partidista, se dedicara con lupa cívica a auscultar las intimidades del oligopólico capital financiero costarricense y detectar los hilos que, de manera cotidiana, le permiten el control político real de nuestra sociedad actual, a fin de iniciar un histórico proceso cívico de transparentar la Democracia.

PAC: ¡ya pa’ qué!

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

Nos enteramos, de casualidad que el, para muchísima gente de este país, extinto Partido Acción Ciudadana (PAC), celebró el pasado domingo día 23 de julio, la asamblea plenaria de lo que dieron en denominar “III Congreso Ciudadano”.

Al parecer, una mayoría de las presencias delegadas congresales, se preocuparon por dejar “constancia crítica” de las perversas leyes anti-obreras tramitadas en el gobierno PAC-Carlos Alvarado Quesada: la reforma fiscal y la de empleo público. “Olvidaron” la tercera: la anti-huelgas.

 Al parecer a los y a las congresistas PAC les dio un “mea culpa” pequeñito y calificaron que esas dos legislaciones (combo fiscal y empleo público), violentaron sus “principios partidarios” y que generaron “dolor” a sus integrantes y a sus aliados. Autocrítica debilucha y bien manchada de cinismo político.

 Mejor, pongamos los puntos sobre las íes y recordemos la realidad perversa del gobierno PAC-Alvarado Quesada, con Otón Solís Fallas como su “ideólogo” principal.

Ese nefasto período constitucional 2018-2022 fue, en realidad, un co-gobierno. Fue el Partido Liberación Nacional (PLN), el principal sostén político de Alvarado Quesada. La fracción legislativa PAC de entonces fue, tan solo, furgón de cola de Carlos Ricardo Benavides Jiménez, diputado liberacionista, líder de la más perversa cruzada ideológica anti-obrera de los últimos tiempos, que fue esa tríada de leyes neoliberales: 9635 (combo fiscal), 9808 (anti-huelgas) y 10.159 (empleo público). 

Y que no se “esconda” el Partido Unidad que, como escudero de los gobiernos de turno, fue pieza legislativa importante en ese período, con el innombrable Víctor Morales Mora.

La “violación” a los principios partidarios del PAC al ser co-gobierno (furgón de cola) con el Partido Liberación Nacional, el electorado se los cobró de manera impresionante, con ocasión de las elecciones de 2022: una votación de un ridículo 0.66% en la votación presidencial y no sacaron un solo diputado. Y, por cierto, también fueron castigados el PLN y el PUSC.

Otón Solís Fallas no desaprovechó la oportunidad para expresar, nuevamente, el odio que siempre ha manifestado en contra de las personas trabajadoras asalariadas del empleo público: lo que él siempre llamó “exceso en los privilegios que ostentan los empleados públicos”.

Su generalización, cargada de odio, sirvió para fundamentar y darle base a la más perversa campaña mediática jamás antes desplegada, ejecutada por el periodismo de odio, de agresión psicológica y de terrorismo ideológico, en contra de miles de familias del empleo estatal, de ingresos medios y bajos, hoy “castigadas” brutalmente con el congelamiento salarial total impuestos por esas leyes de las cuales el PAC afirma que “violaron” sus principios. Sinceramente, cinismo político al cubo.

La alianza anti-obrera del período constitucional 2018-2022 es uno de los episodios más nefastos, al menos para las mayorías populares y para los sectores medios, de la historia república costarricense de las últimas décadas.

Carlos Alvarado Quesada, Otón Solís Fallas, Carlos Ricardo Benavides Jiménez, Yorleny León Marchena, Víctor Morales Mora, Silvia Hernández Sánchez, son las personas políticas de mayor visibilidad política en ese período 2018-2022, el del golpe parlamentario a la Constitución. Tienen pendiente un gran juicio histórico.

Se nos queda en el tintero, hablar del papel de las figuras líderes del periodismo de odio en ese período; curiosa y básicamente, denominadas por el actual gobernante, como prensa canalla. ¿Coincidencias en la divergencia?…

La Corte IDH y el sindicalismo (parte 2)

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario Genral ANEP

Ojo a esta palabra la cual vamos a escribir dividida en sílabas y la ponemos en mayúsculas: VIN-CU-LA-TO-RIEDAD. ¡Leyó usted bien!: Vinculatoriedad.

Al buscar el significado de la palabra-concepto vinculatoriedad, lo encontramos en el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico y dice textualmente: “Principio rector de la jurisdicción constitucional que dispone que las decisiones del Tribunal Constitucional y las interpretaciones que adoptan o hagan los tribunales internacionales en materia de derechos humanos constituyen precedentes vinculantes para los poderes públicos y todos los órganos del Estado”.

Este diccionario es un esfuerzo conjunto de la Real Academia Española, la Cumbre Judicial Iberoamericana y de la Asociación de Academias de la Lengua Española, por tanto, tiene una autoridad y una legitimidad incuestionable.

Nuestro país, nuestro Estado, nuestras instituciones están obligadas a observar la más estricta vinculatoriedad con relación a la Opinión Consultiva OC-27/21 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte IDH, cuya sede está en nuestro propio país, acerca del Derecho a la libertad sindical, negociación colectiva y huelga, y su relación con otros derechos, con perspectiva de género.

Tan es así que el fundamento jurídico de la vinculatoriedad de todas las resoluciones de la Corte IDH en nuestro ordenamiento jurídico, se contempla en el artículo 27 de la Ley 6889, de 1981 (la ley que aprobó el acuerdo de la Sede de la Corte IDH en Costa Rica).

El citado artículo indica: “Las resoluciones de la Corte y, en su caso, de su Presidente, una vez comunicadas a las autoridades administrativas o judiciales correspondientes de la República, tendrán la misma fuerza ejecutivas y ejecutorias que las dictadas por los tribunales costarricenses.”

En la corriente sindical en la cual militamos, que es la de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), se ha dado un giro estratégico en nuestro accionar cotidiano de defensa obrero-social, hacia el establecimiento de una relación, intrínsecamente estratégica, entre el fomento y el desarrollo de la organización sindical con la doctrina de los Derechos Humanos (DD.HH.).

Se está considerando ya no solamente la indicada Opinión Consultiva 27/21 de la Corte IDH, sino la amplia gama de tratados en la materia firmados por Costa Rica a lo largo de las últimas décadas; tratados que el país ha convertido en leyes de la República mediante la intervención de la Asamblea Legislativa y que han sido protocolizados, uno a uno, para que el país se someta a sus contenidos y dictados.

Por ejemplo, invocando las obligaciones-país con respecto a los Derechos Humanos y ese principio doctrinal de la vinculatoriedad, logramos que la Sala Constitucional acogiera para su estudio nuestras acciones de inconstitucionalidad contra leyes tan perversas como la No. 9808, conocido como ley anti-huelgas, así como la 10.159, la perversa Ley Marco de Empleo Público, de candente actualidad en estos momentos.

Por tanto, debe quedar claro que la doctrina de los Derechos Humanos y, en lo específico, la Opinión Consultiva OC-27/21 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte IDH, acerca del Derecho a la libertad sindical, negociación colectiva y huelga, y su relación con otros derechos, con perspectiva de género, cobran vigencia estratégica de primerísimo orden en la acción sindical para estos tiempos de desigualdad, de exclusión económica, de empobrecimiento salarial, de persecución sindical y hasta de desempleo.

Personal del INA que se mantenga en régimen del Servicio Civil no perderá sus derechos adquiridos

La seccional de ANEP se reunió con la administración a quienes se les planteó la incertidumbre y tensión que hay entre la clase trabajadora porque existen jefaturas coaccionando al personal para que emigren al régimen de Mideplan.