Hay amenazas serias al sistema democrático

Albino Vargas Barrantes

Secretario General

Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

Lamentablemente, la campaña electoral para la segunda ronda de las elecciones presidenciales que se efectuarán el domingo 3 de abril, está ya muy enlodada.

Las cuestiones de fondo, las de verdadera profundidad, la realidad de los riesgos que amenazan al mismo sistema democrático, no se están abordando.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando tenemos compatriotas que se acuestan sin comer; que no tienen para desayunar; o que, en el “mejor” de los casos, solamente pueden hacer una comida al día.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando la sociedad, su sistema político y su clase gobernante, no le pueden garantizar a los y a las compatriotas el sagrado Derecho Humano al Trabajo; tal y como lo expresa el primer apartado del artículo 23, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que plantea lo siguiente:  “Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando a la gente trabajadora del campo en actividades agropecuarias, se le continúa estrujando y arrinconando; perdiendo sus casas y sus terrenos porque se les dejó en total abandono, y pese a que hay posibilidades reales de condonar sus deudas bancarias, no hay voluntad política en el seno de la clase gobernante para posibilitarlo.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando para competir por el logro de puestos públicos de relevancia, como las diputaciones y o la Presidencia de la República; es la inequidad y el poder del dinero lo que impera en la determinación de cuáles opciones puede elegir la ciudadanía y cuáles no.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando tenemos tantos jóvenes desesperanzados, desilusionados, desempleados; cuando constatan que el país que les vio nacer no les da oportunidades al salir de la secundaria; y, lo que es más grave todavía, su clase gobernante solamente les ve con ocasión del proceso electoral; y, cuando, contemplan que éste es un cruce de mensajes denigrantes y sucios entre quienes quieren llegar a la Presidencia de la República, como se está observando en estos momentos.

Hay amenazas serias a la democracia cuando el sistema educativo público tiene un estado calamitoso a tal punto que los valores cívicos que pretende transmitir a las personas educandas, chocan con la realidad socioeconómica de los hogares de muchas de ellas, lo cual les lleva a concluir que democracia que se les enseña en las aulas, es la misma que les está excluyendo.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando la deuda pública del país ha generado un empoderamiento exagerado de quienes manejan la cuestión financiero-fiscal de la República, al punto de que están ejerciendo una incidencia política de tal calibre que les permite influenciar, a su antojo, decisiones legislativo-parlamentarias y gubernativo-ejecutivas.

Hay amenazas serias al sistema democrático cuando el mismo está siendo penetrado en sus diversos niveles de institucionalidad republicana, por las nefastas influencias del dinero sucio del narcotráfico y del crimen organizado; notándose una complicidad tácita de la clase política tradicional que le facilita su avance y/o que se prosterna ante el mismo para conseguir puestos relevantes de elección popular.

Estas sí son reales y alarmantes amenazas al sistema democrático. Pero, nuestra tradicional clase gobernante y sus partidos políticos, aunque lo saben muy bien el potencial riesgo de tales amenazas, prefieren mirar para otro lado… Hasta que la realidad les estalla en la cara. Varias naciones latinoamericanas lo han evidenciado en los últimos tiempos. Sin embargo, “nadie escarmienta en cabeza ajena”…

Memoria Histórica ANEP: Mario Alberto Blanco Vado

Hace 22 años, el 21 de febrero del 2000, falleció Mario Alberto Blanco Vado, asesor legal y político de la ANEP, en un accidente automovilístico.

El día de la noticia, se había convocado a una sesión extraordinaria para temas regulares de trabajo organizativo, la misma tuvo un giro inesperado. La noticia impactó a los presentes.

“se tuvo una reunión con el personal…para algunos va a ser muy difícil superar esto, porque estuvimos ligados a él durante 20 años…nos deja un vacío en todos los campos, muchos creen que esto nos traerá problemas en el campo legal; es muy trise lo que pasó, pero tenemos que seguir, aunque la pérdida sea insustituible”. Albino Vargas B.

Otros miembros del foro, expresan su pesar.

“…el mejor homenaje para Mario Blanco, es seguir luchando por los principios que él luchó siempre, hay que recordar que Mario se hizo un gran abogado en la ANEP”. Carlos Cruz.

“Hay cosas que hay que tomar en cuenta, la ANEP es un naipe; dentro del mismo hay ases, Mario Blanco era uno de esos ases…los que somos conocedores del juego, si no tienes ases hay que acomodar el naipe a nuestra conveniencia para ganar. Hay que acomodarnos para que el prestigio y el buen nombre sigan adelante, es el mejor homenaje que se le puede hacer a Mario Blanco”. Alfredo Erack Huertas.

“Lo mejor es seguir el ejemplo; se necesita más compromiso de todos”. Gerardo Cascante Amador.

“…era un interlocutor ante los empresarios y el gobierno…era un futurólogo del movimiento sindical, siempre iba delante de todos”. Guido Fallas Monge.

“…sinceramente Mario se convirtió en el mentor de uno, en un guía, una persona de extraordinaria confianza”. Albino Vargas B.

En Asamblea General Ordinaria de la ANEP se acordó por unanimidad aprobar la moción: “para que el nuevo local central de la Organización, lleve el nombre de Casa Sindical Lic. Mario A. Blanco Vado…así mismo se acuerda confeccionar una placa alusiva, la cual se deberá develar en un acto público con la dirigencia intermedia de la Organización; con personas amigas, familiares y amigos del Lic. Blanco Vado”.

En el articulado de la propuesta se reconoce: “la trayectoria honesta y leal a los intereses de la clase trabajadora costarricense, particularmente a la representada en la ANEP, de quien formó en vida un extraordinario abogado laboralista de reconocido prestigio, nacional e internacional”.

Mario aparte de ser de los imprescindibles, dejó una abundante producción documental, escritos y publicaciones como:

  • La lucha por la Libertad Sindical en Costa Rica
  • La transformación de la cesantía en el marco del ajuste estructural
  • El modelo económico y las relaciones laborales colectivas. Apuntes sobre la organización sindical y el ajuste estructural.
  • El tratado de Libre Comercio entre Costa Rica y México. Aportes sobre su impacto en el ámbito laboral.
  • Las relaciones laborales en el marco de la globalización económica: los principios del Derecho Laboral, su regulación y sus tendencias.
  • La libertad sindical en Centroamérica. Su regulación y vigencia efectiva.
  • El sindicalismo como titular del derecho de huelga.
  • Las regulaciones en materia de salud laboral en Costa Rica.
  • La negociación colectiva de facto en la Administración Pública Costarricense.
  • Comentario a la sentencia N° 1696-92 de la sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
  • El sindicalismo en el sector privado costarricense. (En conjunto con María E. Trejos P.)
  • En sus tareas como profesional tuvo también que enfrentar la defensa de la ANEP, ante demandas de la “United”, por el delito de difamación, hubo además Recurso de Cesación. Hubo absolutoria.
  • Los dirigentes de la Organización Johnny García y Arturo Chaves, acusados por el artículo 334 del Código Penal, ante presunto desacato y desobediencia a la autoridad. Fueron declarados inocentes.
  • Otro juicio antisindical; por violación a los artículos 333 y 334 del Código Penal, a raíz de la huelga en Adaptación Social.
  • Proceso y Laudo arbitral en el Ministerio de Agricultura y Ganadería.

  La extensa carrera del abogado Blanco, como litigante, defensor de las causas sociales es prolija y rebasa este espacio.

  Con la llegada de Albino Vargas Barrantes a la Secretaría General, en el año 1991, Mario Alberto se convirtió en su consejero, y en un auxiliar jurídico extraordinario, hasta la fecha de su partida, hace 22 años.

Adalberto Fonseca, febrero 2022

Juzgado anula despido de trabajador y afiliado a la ANEP que denunció caso de corrupción en Municipalidad de Corredores

El Juzgado Civil y de Trabajo del II Circuito Judicial de la Zona Sur anuló el despido del maestro de obras Miguel Ángel Cubero Fallas, trabajador de la Municipalidad de Corredores afiliado a la ANEP, a quién habían despedido a principios de año por denunciar un caso de corrupción en el municipio.

El bacanal de los salariazos bancarios que ningún político quiere cambiar

– El caso del BCR: Máximo jerarca, que ya gana 9.3 millones, quedaría ganando menos que su subalterno.

– Mensaje directo para los candidatos presidenciales de segunda ronda

Nuevamente, el tema de los salarios exagerados, escandalosos y ofensivos en la esfera estatal, sale a la luz pública. Según publicación de prensa de este día, en el “reino” de las escandalosas remuneraciones salariales de los banqueros, cobra notoriedad, nuevamente, el caso del Banco de Costa Rica (BCR).

Por esos “raros” movimientos en esas altas cúpulas que nadie se explica, el máximo jerarca institucional, el Gerente General, quien gana 9 millones 300 mil colones mensuales de salario, sería rebasado por su inmediato subalterno, el Subgerente, quien llegaría a ganar más que él.

La denuncia de fuente laboral al respecto y que fundamenta la información de prensa, se queda cortísima: no es defender el salario del “pobrecito” Gerente General que quedaría ganando menos que su subalterno inmediato: el Subgerente.

Por el contrario, es impulsar la derogatoria de este sistema de salarios abusivos en los bancos públicos, pues tanta complicidad sindical durante tanto tiempo al respecto, ha generado que se dañen miles de honras de servidores públicos por toda la institucionalidad estatal.

¡Exacto! Contradictoriamente, la abrumadora mayoría de la clase trabajadora estatal, vilipendiada al máximo en los últimos años por una perversa campaña de agresión psicológica y de terrorismo ideológico en contra del empleo público, no gana tan escandalosos sueldos. Es una minoría, por demás, insaciable. Gran injusticia se ha cometido y que está pendiente de saldar.

Bien harían los señores candidatos a la Presidencia de la República que disputarán la silla presidencial, en segunda ronda electoral, el domingo 3 de abril venidero, en ponerle buen cuidado a la propuesta de la ANEP, incluida en el documento-carta que esta organización les hizo llegar:

Urge la emisión de la una ley de la República para regular los salarios en el nivel de la alta cúpula político-gerencial y tecnocrática del Estado, de manera tal que quien aspire a tan elevados cargos públicos, por imposición política, por atributos profesionales y/o por imposiciones gremiales abusivas, sepa a qué atenerse si va a dirigir un ministerio, una institución autónoma/semiautónoma, una empresa pública, un banco estatal, una superintendencia, una alcaldía, un hospital, una universidad estatal, etc.

Este tipo de “salariazos” que se obtienen llegando a posiciones de poder por servidumbre con la clase política tradicional y sus suportes plutocráticos, no desaparecerán con el nefasto proyecto Ley Marco de Empleo Público, Expediente Legislativo 21.336, mismo que debe desaparecer del actual escenario legislativo, tal y como también lo planteó la ANEP en su carta a los indicados candidatos presidenciales, señores José María Figueres Olsen y Rodrigo Chaves Robles.

Por el contrario, quienes sirven en la función pública con salarios de niveles bajos, medios y profesionalmente justos, son las víctimas político-sociales de una agresión político-mediática sin parangón desde que existe lo que se conoce como la Segunda República.

San José, miércoles 16 de febrero de 2022.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Wálter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto

Elecciones y diputaciones

Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

Si uno se pone a pensar en cuáles han sido los valores fundamentales para la integración social que se defendieron durante la década de los años cuarenta del siglo pasado; así como los que inspiraron la conformación de la República luego del conflicto armado de 1948, debemos concluir que el próximo Parlamento que inicia sus funciones el 1 de mayo venidero muestra diputaciones que, en contundente mayoría, no parece que serán guardianes de esos valores, en uno y otro caso.

El “todo mercado-nada Estado” entra por “la puerta grande” a la Asamblea Legislativa electa el pasado domingo 6 de febrero, pues pareciera que la excepción serán las medidas tendientes a la reducción drástica de la desigualdad; misma que a esta altura de la historia nacional parece que llegó para quedarse por mucho tiempo, es decir, se nos hizo sistémica.

Quisiéramos estar equivocados, y superar el tono pesimista de estas líneas. En tal sentido, tenemos que renovar la fe en el enorme potencial que significa la organización civil de base para reclamar de las nuevas autoridades nacionales, tanto ejecutivas como legislativas, correcciones estratégicas en el rumbo del país. Correcciones que marcan la imperiosa necesidad de la aplicación de un conjunto de políticas y medidas hacia la recomposición de la integración social y económica de nuestra sociedad, tan venida a menos en las últimas administraciones gubernativas.

Estimamos que una buena parte de las nuevas diputaciones comulga, ya sea por convicción, ya sea por intereses personales, ya sea porque deban de honrar a sus financiadores de campaña, con ese caminar atroz que lleva el neoliberalismo global; ese, el que ha propiciado la más espantosa concentración de la riqueza en toda la historia de la Humanidad.

Y es que en Costa Rica este fenómeno de la concentración de la riqueza, abusiva y ofensiva, no es la excepción. Cuando se nos informa que los bancos, las cooperativas y mutuales financieras lograron el año pasado las mayores utilidades de los últimos cinco debido a que les pagaron a sus ahorrantes intereses muy bajos por el dinero que les confiaron cuidar, nos es dable imaginar la naturaleza de tal fenómeno en nuestro país.

Obvio resulta, según nuestro entender que, sin una presión civil organizada, extendida a lo largo y ancho del país, sólidamente fundamentada en la gran cantidad de estudios realizados a lo largo de los últimos años, la sistémica desigualdad no va a retroceder. 

Las comunidades que están en las zonas donde se vive con dramatismo la exclusión económica; las comunidades que presentan patologías sociales desintegradoras de la vida en familia, agobiadas por el desempleo y el crimen organizado; así como las comunidades que en áreas metropolitanas están al borde de una u otra situación, o ya están experimentando problemas al respecto; son todas ellas terreno potencial para arar la ansiada reivindicación cívica que obligue a la clase detentadora del real poder hegemónico a impulsar, por la vía de sus operadores políticos (en el Ejecutivo y el Legislativo), los cambios urgentes para una sólida estabilidad democrática de la República. Esta es la tarea de los movimientos sociales dispuestos a renovarse a sí mismos y a impulsar nuevas estrategias para el empoderamiento civil.