El “centro” ya no existe más

Cayó en nuestras manos el artículo titulado Sudamérica en disputa: la nueva guerra de las materias primas, escrito por Segalés Juan José Bautista (https://herramienta.com.ar/sudamerica-en-disputa-la-nueva-guerra-de-las-materias-primas). Aunque corto, es un interesante análisis a partir de declaraciones de la señora Laura Richardson, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos en las cuales se nota una reformulación de la clásica Doctrina Monroe, ante lo que el gobierno de la potencia del norte de nuestro continente estima como su más relevante desafío de estos tiempos: la contención de la expansión china y de la emergencia de un poder militar de otro carácter que, dice el artículo, hace imposible impedir el tránsito global hacia un nuevo orden multipolar.

Lo que nos interesa destacar para efectos de este comentario es este concepto del autor: “Porque el neoliberalismo, más allá de ser solamente un modelo económico es, en realidad, una racionalidad radicalizada del liberalismo que destruye las bases mismas de la democracia, desde que lo político se somete a lo económico.”.

Y este otro: “…El Estado desplaza su esencia política y se convierte en una empresa fantasma, que solo administra la garantía del máximo valor del capital que financia y sostiene su conservación. Los objetivos del Estado dejan de ser políticos y se hacen gerenciales. Cuando todo ámbito de la vida humana es reducido a su carácter mercantil, la lógica empresarial invade todo y las necesidades sociales, los bienes comunes, las reivindicaciones populares, etc., etc., son comprendidos como proyectos gerenciales, es decir, son cotizados desde criterios de rentabilidad, donde los pobres son sacrificados en un mundo hecho sólo para ricos”.

Terminamos las citas con esta: “Por ello la racionalidad neoliberal pervierte las bases mismas de la democracia, una vez que introduce sus lógicas en la médula de lo político. Si las desigualdades se hacen extremas es imposible, no sólo mantener la soberanía estatal, sino sostener toda la comunidad política. Si el demo es desplazado, el kratos es el puro capital y lo que se genera es una sutil pero radical transformación de la política y la democracia desde dentro”.

En nuestro criterio, la caracterización del escenario político que se está desarrollando en nuestra querida América Latina, con fuerte impulso en unos casos desde las esferas gubernativo-ejecutivas y, en otros, con resistencias de diverso calibre e intensidad en otras esfuerzas de igual carácter; ya lo estamos viviendo en Costa Rica.

Si nos llevan, si nos están conduciendo por esa perversa senda, ¿quién podría pensar que hay que dar una respuesta desde el centro? ¡No, señores y señoras! ¡El “centro” ya no existe más! (¿Alguna vez existió…?

Consideremos estos eventos sociohistóricos de nuestra vida republicana (por supuesto, que nos quedan por fuera otros más de relevancia idéntica). Desde el establecimiento del Instituto Nacional de Seguros (INS), la promulgación del Código de Trabajo, pasando por la fundación de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), las medidas de política pública inspiradas en el bien común dictadas en la Junta Fundadora de la Segunda República, la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, e incluyendo el nacimiento de la actual Constitución Política del país, el 7 de noviembre de 1949; hoy día, todo está cuestionado según esa lógica dominante según la cual “…todo ámbito de la vida humana es reducido a su carácter mercantil, la lógica empresarial invade todo y las necesidades sociales, los bienes comunes, las reivindicaciones populares, etc., etc., son comprendidos como proyectos gerenciales, es decir, son cotizados desde criterios de rentabilidad”. Ni más ni menos como nosotros mismos lo venimos planteando: “todo mercado-Nada Estado”.

Asumir una posición crítica y de defensa activa de esas conquistas-valores que tienen que ver con la promoción del bien común, con la inclusión social y con la reactivación económica para el desarrollo de la Democracia misma, se debe hacer, con sabiduría y con militancia, con una táctica y con una estrategia de amplia base; desde el otro lado de la acera, que es el nuestro.

¡El centro ya no existe más! Fue abolido por la imposición de este paradigma del mal: “…todo ámbito de la vida humana es reducido a su carácter mercantil…”.

La magia de la construcción civil necesaria que ocupa el actual momento sociohistórica de nuestra Patria, para enfrentar el desafío del “todo mercado-nada Estado”, radica en comprender que, en este lado de la acera, las diversas sensibilidades a conjuntarse tienen más puntos en común de lo que imaginamos. Fueron ellos mismos que nos llevaron a este punto: ¡el “centro” ya no existe más!

Cuatro millones de colones por minuto

En realidad, son 4 millones 51 mil 51 colones por minuto (₡4.041.051). Son, por hora, 243 millones 63 mil 75 colones (₡243.063.075).

Cada 24 horas, ¡por día!, el Ministerio de Hacienda debe destinar 5 mil 833 millones 513 mil 812 colones (₡5.833.513.812), para pagar intereses, ¡sólo intereses!, de la deuda pública del país.

Del 1 de enero al 30 de junio del presente años 2023 han transcurrido 181 días, y del bolsillo del pueblo trabajador costarricense, tanto público como privado, han salido en este primer semestre, un billón 55 mil 866 millones de colones (₡1.055.866.000.000).

Los datos anteriores, provenientes del Ministerio de Hacienda indican que, al 30 de junio de 2023, la deuda pública del país ascendía a 28 billones 600 mil millones de colones (₡28.600.000.000.000). Ellos dicen que representa un 61.1 puntos del Producto Interno Bruto (PIB). ¡Vaya usted a saber si nos mienten!

Pero, ¿a quién le importa? Segurísimos estamos de que, a lo que denominamos clase política tradicional (vieja y desgastada), así como a la recién llegada (mentirosa y manipuladora), esta realidad no les importa para nada.

¿Y cómo le va a importar, por ejemplo, a partidos como Liberación y Unidad, si en sus correspondientes gobiernos “aportaron” para que esa monstruosa deuda pública esté acabando con el país? Si se coludieron con el fraude fiscal y la evasión tributaria a gran escala; estimulándolo, tolerándolo, fortaleciéndolo.

En nuestros dos artículos inmediatamente anteriores al presente, hablamos del tema del congelamiento salarial socialmente criminal que ha venido afectando, que está afectando y que seguirá afectando a miles de personas trabajadoras asalariadas del sector Público.

Explicamos que, al terminar el 2023, serán ya cuatro años consecutivos de ese calvario socioeconómico, individual y familiar; y que, al consolidarse la perversa Ley Marco de Empleo Público (LMEP), No.10.159, el número de años de congelamiento podrá ir más allá de una década, al menos.

La gente trabajadora asalariada que labora para el Estado está siendo víctima de la más grande injusticia jamás cometida contra grupo social alguno, desde la entrada en vigencia de la actual Constitución Política de Costa Rica, el 7 de noviembre de 1949.

De esto hemos hablado y escrito mucho en los últimos tiempos y hemos afirmado que debemos seguirlo haciendo hasta que, ¡ojalá!, se genere una conciencia militante que ponga a este país de cabeza.

Tenemos que comprender que esta razón del monstruoso y obsceno pago diario de intereses de la deuda pública, explica muy bien las razones para el congelamiento salarial socialmente criminal que venimos denunciando un día sí y otro también.

Explica también, por ejemplo, el deterioro del sistema de educación pública; explica el paulatino deterioro de los servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y, por ende, el impulso privatizador que se viene dando desde sus adentros.

También, explica la reducción de las becas de Avancemos y de los programas de asistencia social del IMAS y del PANI; que no haya plata para carreteras, que no haya fortalecimiento de la Inspección Laboral, etc., etc.,

Liberación, Unidad, el extinto PAC, el gobierno Chaves Robles-Cisneros Gallo (y los partidos turecas en que se están “metamorfoseando”), los grupos políticos de Fabricio Alvarado Muñoz y de Eliécer Feinzaig Mintz; todos, todos sin excepción, están de acuerdo con ese orden fiscal que está provocando una desestabilización social que amenaza a la misma Democracia. ¡Hay que pararlos antes de que terminen acabándonos!

Unidades jurídicas de ANEP y Municipalidad de Buenos Aires analizarán aspectos colectivos

Tras la presentación de la ANEP ante el Concejo Municipal se tomó el acuerdo de que en una sesión de trabajo se puedan analizar diversos aspectos colectivos de la clase trabajadora.

𝑨𝒍𝒃𝒊𝒏𝒐 𝑽𝒂𝒓𝒈𝒂𝒔 𝒚 𝑾𝒂𝒍𝒕𝒆𝒓 𝑸𝒖𝒆𝒔𝒂𝒅𝒂: «𝑶𝑰𝑻 𝒅𝒆𝒔𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂𝒍 𝑷𝒓𝒆𝒔𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒍𝒂 𝑪𝑪𝑺𝑺 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒒𝒖𝒆𝒃𝒓𝒂𝒅𝒂».

𝐀𝐥𝐛𝐢𝐧𝐨 𝐕𝐚𝐫𝐠𝐚𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 , 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐍𝐄𝐏 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐬𝐚𝐝𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚́𝐧𝐝𝐞𝐳, 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐥 𝐚𝐝𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐍𝐄𝐏: 𝐋𝐚 𝐂𝐂𝐒𝐒 𝐧𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚́ 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐛𝐫𝐚 𝐂𝐡𝐚𝐯𝐞𝐬: 𝐌𝐢𝐧𝐭𝐢𝐨́ 𝐲 𝐌𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐄𝐬𝐪𝐮𝐢𝐯𝐞𝐥: 𝐑𝐞𝐬𝐩𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐢𝐝𝐞𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐚𝐬 𝐲 𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐨𝐫𝐝𝐞𝐧.

Albino Vargas y Walter Quesada: Deberían cobrar los impuestos a los evasores y distribuir la riqueza

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞𝐯𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐇𝐨𝐫𝐢𝐳𝐨𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐀𝐥𝐛𝐢𝐧𝐨 𝐕𝐚𝐫𝐠𝐚𝐬 𝐁𝐚𝐫𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 , 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐍𝐄𝐏 𝐲 𝐖𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫 𝐐𝐮𝐞𝐬𝐚𝐝𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧𝐚́𝐧𝐝𝐞𝐳, 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐫𝐚𝐥 𝐚𝐝𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐍𝐄𝐏: 𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐚𝐥𝐚𝐫𝐢𝐚𝐥 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐫𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐥 ¡𝐜𝐮𝐚𝐫𝐭𝐨 𝐚𝐧̃𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐞𝐥𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐚𝐥𝐚𝐫𝐢𝐚𝐥 𝐚𝐛𝐬𝐨𝐥𝐮𝐭𝐨! 𝟏𝟎 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐨𝐬𝐭𝐨, 𝟐𝟎𝟐3

ANEP busca soluciones para operatividad de camiones recolectores de la municipalidad de San José

Las soluciones provisionales junto con los problemas internos administrativos han llevado a que más de 20 camiones recolectores de basura estén fuera de servicio, es por esto que desde nuestra organización se ha presionado para que se tomen cartas en el asunto y la ciudadanía pueda recibir un excelente servicio.

La seccional en la Policía de Migración planteó soluciones a la nueva directora institucional

A pesar de que durante mucho tiempo la seccional ha venido señalando las problemáticas a lo interno de la policía de Migración y que las mismas no han sido corregidas. En una reunión con las nuevas jerarquías se plantearon varias soluciones, en donde se espera que haya voluntad para trabajar en equipo.

ANEP fortalece trabajo para el sector privado con apoyo de UNI, red global de sindicatos

Desde hace tiempo, la seccional de ANEP en la empresa de seguridad privada G4S ha trabajado con esta red global de sindicatos llamada UNI de América que ha permitido reconocer condiciones laborales y generar negociación con la clase trabajadora.