Es necesario 43 votos y Asamblea Constituyente para aprobar el TLC

Deseo retomar una tesis inicialmente expuesta por al abogado y asesor parlamentario, Milton Ruiz Guzmán sobre el carácter de la votación del TLC en la Asamblea Legislativa: que a partir de lo que establece el párrafo segundo del Artículo 7 de la Constitución Política, y siendo tal la envergadura de los cambios económicos, sociales y políticos que se propician, el TLC debería ser aprobado por al menos 43 miembros de la Asamblea Legislativa [1].

Me limito a exponer los hilos conductores de la exposición, quedando su desarrollo sistemático para un trabajo colectivo que urge realizar.

En efecto, según el párrafo segundo del Artículo 7 de la Constitución Política,

_“Los tratados públicos y los convenios internacionales referentes a la integridad territorial o la organización política del país, requerirán aprobación de la Asamblea Legislativa, por votación no menor de las tres cuartas partes de la totalidad de sus miembros, y la de los dos tercios de los miembros de una Asamblea Constituyente, convocada al efecto”_. (Subrayado nuestro)

Así, para justificar la tesis de que la aprobación del TLC, sin violentar el orden constitucional, requiere de al menos 43 votos en la Asamblea Legislativa (más dos tercios de una Asamblea Constituyente), tenemos que demostrar:

a- Que con el TLC se ve afectada la “integridad territorial” de Costa Rica.

b- Que con el TLC se afecta de manera significativa la “organización política del país”.

Sobre la afectación de la integridad territorial

Con respecto al primero de los puntos, la argumentación puede desarrollarse de la siguiente manera:

a- Demostrar que en el TLC existe una asimetría jurídica en la definición de territorio (lo que parece evidente), según como ésta se aplica para Costa Rica o para los Estados Unidos y,

b- Que esta asimetría pone en riesgo nuestra soberanía sobre el Mar Patrimonial costarricense, particularmente en lo que respecta al fondo y al subsuelo marinos y sus recursos naturales, además de burlar la Convención sobre Derecho del Mar, de la cual Costa Rica es parte.

En efecto, según el TLC (Anexo 2.1 Definiciones Específicas por País); el territorio de Costa Rica incluye,

“el espacio terrestre, marítimo y aéreo bajo su soberanía, así como su zona económica exclusiva y su plataforma continental” (en los cuales, por tanto el Tratado es aplicable).

Mientras que para los Estados Unidos comprende solamente:

_“el territorio aduanero de Estados Unidos, …, las zonas de comercio extranjeras …y … cualquier zona que se encuentre más allá de los mares territoriales de Estados Unidos dentro de la cual, de conformidad con el derecho internacional y con su Derecho Interno, Estados Unidos podrá ejercer derechos en lo que se refiere al _fondo y al subsuelo marinos y sus recursos naturales_”_ (subrayado nuestro).

Lo anterior contiene dos puntos problemáticos. Primero, es evidente que Estados Unidos deja por fuera de su definición de territorio el espacio aéreo y el mar territorial (en los cuales, para ese país, no se aplica el tratado). Si por razones de seguridad nacional (presumimos), Estados Unidos no permite que su espacio aéreo y marítimo (mar territorial) sean parte del tratado, Costa Rica debería considerar una exclusión semejante (principio de reciprocidad)[2].

En segundo lugar, Estados Unidos, en la definición apuntada, se arroga derechos “más allá de los mares territoriales”, “de conformidad con el derecho internacional y con su Derecho Interno”, en los cuales podrá “ejercer derechos en lo que se refiere al fondo y al subsuelo marinos y sus recursos naturales”.

Según lo anterior, queda lesionada la “soberanía completa y exclusiva” que el Artículo 6 de la Constitución contempla para la plataforma continental y el zócalo insular, “de acuerdo con los principios del Derecho Internacional”; “a fin de proteger, conservar y explotar con exclusividad todos los recursos y riquezas naturales existentes en las aguas, el suelo y el subsuelo de esas zonas”.

En el fondo de esta problemática posiblemente se ubica la negativa estadounidense de reconocer la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (y de la cual Costa Rica es parte); Convención que entre otros puntos establece que los recursos de los fondos marinos son “patrimonio común de la humanidad”, comprendiendo los minerales sólidos, líquidos y gaseosos, lo cual incluye los nódulos polimetálicos.

De manera que con el TLC no solamente se lesiona nuestra soberanía territorial, sino que además se desconoce un concepto básico de la Convención sobre el Derecho del Mar.

Sobre la afectación de la “organización política del país”

Este punto se puede desarrollar en tres vías de argumentación, las cuales, al menos parcialmente, he trabajado en mis dos libros publicados sobre el TLC[3] .

1- De aprobarse el TLC, ocurriría una drástica reducción del contenido real o sustancial del Estado Social de Derecho y de “los principios cristianos de justicia social”, tal como estos quedan definidos en la Constitución Política de 1949, especialmente en sus artículos 50 y 74. Esto a través de la pérdida (renuncia) de importantes potestades de los tres poderes del Estado y por la privatización solapada de cruciales instituciones públicas como el ICE y el INS.

Ambos artículos constitucionales son “normas programáticas” que procuran (artículo 50) “el mayor bienestar de todos los habitantes del país” mediante la organización y el estímulo a la producción nacional y “el más adecuado reparto de la riqueza”; y (el artículo 74), “una política permanente de solidaridad nacional” mediante “una legislación social y de trabajo”. Como tales normas programáticas, estos artículos sólo pueden sustantivarse mediante la ley; pero al tener el tratado “autoridad superior a las leyes” (CP, Artículo 7), el mismo tendería a imponer en la legislación la doctrina neoliberal que lo define y caracteriza.

2- Un claro socavamiento del pluralismo político republicano garantizado en la Constitución Política, especialmente en su artículo 98. Lo anterior, en la medida en que con el TLC se impondría (en la práctica) el neoliberalismo como la ideología oficial del Estado. El TLC sería una formidable pieza de doctrina neoliberal con “autoridad superior a las leyes”, lo que impediría que otras opciones de política pública (económicas y sociales), puedan ser desplegadas y ejecutadas.

3- Una sustancial alteración del modelo político de división e independencia de Poderes establecido en la Constitución de 1949; al restársele autonomía de administración y de gobierno (garantizada en la Constitución), a la Caja Costarricense de Seguro Social y a las
Municipalidades (también derivada de la Constitución); además de las disminuidas potestades para el Poder Legislativo (en materia de aprobación de leyes) y para el Poder Judicial (traslado de competencias básicas a órganos supranacionales).

En el caso de la CCSS y de los seguros sociales, tengamos en cuenta que el fin de los mismos, según lo establece el Artículo 73 de la
Constitución Política, es “proteger a éstos [los trabajadores manuales e intelectuales] contra los riesgos de enfermedad, invalidez, maternidad, vejez, muerte y demás contingencias que la ley determine”.

Este fin y precepto constitucional también se vería socavado por los cambios que el TLC introduce en materia de patentes, en el Capítulo
Quince (Propiedad Intelectual).

Pero independientemente de la discusión sobre el impacto que el TLC tendría en las finanzas y los fines de la CCSS, esta institución debe quedar excluida del TLC, ya que su incorporación en la lista de instituciones autónomas que deben cumplir las disposiciones sobre contratación pública establecidas en el Capítulo Nueve, violenta la autonomía de administración y de gobierno que le confiere la misma Constitución.

Con respecto a las Municipalidades ocurre algo similar: la autonomía de la que gozan es derivada de la Constitución (Artículos 170 y 173), por lo tanto, la misma no puede ser alterada mediante una ley o tratado.

Si las tendencias apuntadas en los tres puntos anteriores se llegaran a cristalizar (con la aprobación del TLC como su punto de partida), ocurriría una drástica afectación del “modelo de organización política” del país, lo cual exigiría previamente, como bien previó el constituyente de 1949, de una Asamblea Constituyente para tal efecto.

Esperemos, por la paz social y la sana convivencia democrática en nuestro país, que los legisladores y magistrados de la Sala Constitucional no osen desconocer el marco constitucional vigente en Costa Rica, aprobando o permitiendo un mal llamado tratado comercial que cambiaría drásticamente nuestra concepción de Estado y nuestro estilo de desarrollo.

Henry Mora Jiménez
Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica.

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[1] Sin embargo, no está de sobra recordar los argumentos que se han venido manejando para sostener la tesis de la aprobación del TLC por mayoría calificada (38 votos), a saber: a) el alcance de las potestades otorgadas a la Comisión de Libre Comercio (CLC) en el Capítulo 19 del TLC, tratándose de un órgano supranacional que se inscribe dentro del “derecho comunitario” al que hace referencia el Artículo 121, inciso 4 de la Constitución Política; b) el rompimiento de los monopolios estatales en seguros y telecomunicaciones (Anexos respectivos en capítulos 12 y 13); c) el establecimiento de disposiciones especiales de indemnización para expropiaciones a inversionistas extranjeros (artículo 10.7); d) la introducción de la figura de “expropiación indirecta”, no contemplada en nuestra Constitución Política (artículos 10.7, 10.28 y Anexo 10 C del TLC); y e) la incorporación de un régimen de resolución de controversias Inversionista/Estado y su figura de arbitraje forzado a favor de los inversionistas (Sección B del Capítulo 10).. Ir arriba

[2] “El reconocimiento de derechos soberanos y jurisdicción conforme al Derecho Internacional únicamente es posible si opera en iguales términos para las Partes, valga decir, si esas normas del derecho internacional son igualmente aplicables a las mismas”(Milton Ruiz, 43 votos para el TLC). Ir arriba

[3] “101 razones para oponernos al TLC entre Centroamérica y los Estados Unidos” (EUNA, 2004), y “Doce Ensayos por la Dignidad Nacional, la Soberanía y el Derecho al Desarrollo” (DEI, 2006). También existe abundante bibliografía adicional al respecto. Ir arriba

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San José, 5 de junio de 2006.

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¡URGENTE!

Doctora
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Rectora
Fax No. 234 04 52

Doctora
Carmen Lidia Guerrero Lobo
Decana
Facultad de Medicina
Fax No 234 17 80

Señores y señoras
Consejo Universitario

Universidad de Costa Rica
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Brenes
Presente

Estimadas señoras y estimados señores:

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), cuya representación honrosamente ostentamos en la actualidad, deja constancia por este medio de nuestra solidaridad, respaldo e identificación con la noble lucha de los y de las estudiantes y personal de la Escuela de Tecnologías en Salud; quienes en la actualidad mantienen una presencia activa en las oficinas de la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR), demandando pronta solución a la demanda formulada que, según nuestra perspectiva, pretende revertir lo que habría venido siendo un ejercicio de autoridad bastante verticalista e impositivo en dicha unidad académica integrante de la universidad más prestigiosa del país, algo imposible tolerar en el alma mater nacional por excelencia.

Nos pronunciamos por el diálogo, por la negociación realmente efectiva, por la suscripción de un acuerdo satisfactorio, sin represalias de ningún tipo y por el debido proceso verificador del mismo; considerando que la acción en desarrollo, con un amplio respaldo en el ámbito estudiantil, académico y administrativo, muestra a las claras que la estabilidad institucional a restablecer implicaría apartar el factor distorsionante para que la calma retorne a la actividad académica y, por ende, a la UCR.

Muy atenta y respetuosamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

cc.: Estudiantado y personal de la Escuela de Tecnologías en Salud, Universidad de Costa Rica.
cc.: Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR). Fax No. 224 81 14
cc.: Junta Directiva Nacional de ANEP.
cc.: Medios de comunicación colectiva.
cc.: Archivo.

¡HUELGA EL 7 DE JUNIO!

¿Qué pasa en Costa Rica?

¿Hasta dónde nos van a llevar?

La arremetida del grupo neoliberal que impulsa el TLC no parece tener límite, ahora a la multimillonaria campaña de propaganda para tratar de convencer a la población de las supuestas bondades del TLC con los Estados Unidos, se suma una fuerte arremetida contra los derechos laborales fundamentales consagrados en las Garantías Sociales.

Con este ruin propósito la Sala Constitucional se convierte en la punta de lanza dispuesta a contradecir la Constitución Política, al dar cabida a recursos de amparo interpuestos sobre todo por el Movimiento Libertario, hoy aliado incondicional del gobierno arista, en contra de derechos adquiridos y consagrados en las leyes.

No nos dejemos engañar costarricenses, detrás de la eliminación de los supuestos “privilegios” de los sindicatos se esconde una solo idea: poner en práctica la agenda paralela en materia laboral que impone el TLC.

El TLC obliga a equiparar por lo bajo las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías trabajadoras costarricenses, o sea a_ “centroamericanizarnos”_, con el propósito de abaratar la mano de obra y volvernos de esa manera “competitivos”.

De acuerdo con esta lógica, ser competitivos consiste en eliminar derechos para abaratar el costo de la mano de obra y motivar de esta manera la inversión extranjera.

Por otro lado, si hubiera verdadero interés en eliminar privilegios ¿Por qué no se investiga y resuelve el problema de los multimillonarios privilegios que han significado los incentivos turísticos que entre el año 1985 al 2000 llegaron al escandaloso monto de ¢ 133 mil millones y donde figura el Grupo La Nación, el Grupo Más X Menos y el Hotel Camino Real entre los beneficiarios?

¿No son acaso privilegios “odiosos”, “irracionales” y “desproporcionados”, las exoneraciones fiscales que disfrutaron grandes empresas a costa de todos y todas las costarricenses?

En esa coyuntura el Presidente de la República no solo no escucha el clamor popular, sino que sale de viaje a dar un discurso ante la Conferencia de la OIT, el mismo día en que en las calles demostraremos nuestro repudio a esa arremetida, y en donde el país ha sido incluido en la deshonrosa lista de 25 naciones que violan los derechos laborales.
Se avecinan días cruciales para nuestro sistema democrático, detrás de la embestida contra los derechos y garantías laborales se está fraguando una conspiración contra el Modelo de Estado Social de Derecho.

Detrás del TLC está el modelo neoliberal que acabaría con instituciones estratégicas para el pueblo, como la CCSS, el ICE y el INS.

Detrás del TLC está la amenaza al sistema de educación público y hasta peligra de ser privatizada el agua, al tiempo que la producción agrícola nacional podría colapsar, perdiendo el país su soberanía alimentaria y llevando miles de familias campesinas a la ruina.

Frente a esto, las organizaciones sindicales y sociales opuestas al TLC abogamos por el fortalecimiento del sistema democrático.

  • Luchamos por la libertad de organización sindical en la empresa privada y exigimos el derecho de los y las trabajadoras de ese sector, hoy fuertemente reprimido, a organizarse libremente en sindicatos y a concertar colectivamente sus condiciones de trabajo, según lo establecen las leyes de la República, el Código de Trabajo y los convenios internacionales suscritos por el país ante la Organización Internacional del Trabajo.
  • Por ese mismo principio democrático y libre nos oponemos férreamente a un TLC que condena las libertades y derechos laborales de la clase trabajadora costarricense.
  • Igualmente demandamos del Gobierno de la República tomar las medidas urgentes para compensar la pérdida de la capacidad adquisitiva del salario, ante el escandaloso crecimiento en el costo de la vida y en particular de los combustibles.

El Movimiento Sindical Costarricense decreta huelga de un día el próximo miércoles 7 de junio y una manifestación en contra del TLC, por los derechos laborales y por la defensa del Estado Social de Derecho.

San José 1 de junio de 2006

Universidad Nacional rechaza de forma oficial el TLC

25 de mayo del 2006
SCU-838-2006

Dip. Janina Del Vecchio Ugalde

PresidentaComisión de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior
Asamblea Legislativa

Estimada señora:

Para su información y para los efectos consiguientes, me permito transcribir el acuerdo tomado por el Consejo Universitario de la Universidad Nacional, según el ARTÍCULO CUARTO, INCISO I, de la sesión ordinaria celebrada el 25 de mayo del 2006, acta No. 2759, que dice:

CONSIDERANDO.

Que es inobjetable que Costa Rica, por lo reducido de su tamaño y su ubicación geográfica, requiere del comercio y los servicios internacionales; históricamente, el país ha demostrado que es capaz de comerciar exitosamente con el resto del mundo.

En el contexto histórico actual, la globalización es un proceso inevitable y los tratados de libre comercio son uno de sus instrumentos principales, pero los mecanismos de intercambio comercial a que estos den lugar deben caracterizarse por ser equitativos e incluyentes de los intereses de todas las partes.

Por tanto, no pueden decretarse sobre la base de la asimetría entre las naciones, o sin una consideración y adecuación a las necesidades nacionales.

2. Que todo tratado de libre comercio en el que se comprometa Costa Rica debe enmarcarse entro de una agenda permanente del país (que es distinta de una agenda complementaria de implementación del tratado, ligada sobre todo a la competitividad empresarial), dirigida a procurar soluciones sostenibles a los principales problemas nacionales.

3. Nuestra honda preocupación por que la actual versión del texto TRATADO DE LIBRE COMERCIO ESTADOS UNIDOS-CENTROAMERICA-REPUBLICA DOMINICANA no ofrece garantías suficientes de los beneficios que el país obtendrá.

En esa medida, no constituye un instrumento de potenciación y desarrollo para la sociedad costarricense. El sentimiento de incertidumbre que produce no contribuye a crear, de manera conjunta, un camino con futuro en el que todos los costarricenses nos sintamos comprometidos e invitados a participar.

4. Que todo tratado de libre comercio debe suscribirse por las partes, como lo demanda el derecho internacional, en condiciones de reciprocidad. En los Estados Unidos el CAFTA se aprobó por intermedio de una “Implementación Act” (Ley de Implementación), con una jerarquía de fuente del derecho menor a la Constitución, las leyes federales e incluso estatales. En el caso costarricense, se está planteando un Tratado, de rango superior a nuestras leyes (artículo 7 de la Constitución Política y 6 de la Ley General de la Administración Pública). Esa distinta naturaleza del Tratado explica por qué los costarricenses, y no los norteamericanos, debemos efectuar modificaciones a nuestra legislación interna.

Consecuentemente, quedan dudas razonables sobre la posible limitación al desarrollo legal y jurisprudencial progresivo en el país, de derechos y normas constitucionales, en especial en materia laboral y ambiental. La duda surge porque, si bien en la jerarquía de normas costarricenses la Constitución es superior a un Tratado, la Constitución se materializa a través de leyes y jurisprudencia (ambas normas inferiores a un Tratado), de modo que si este enerva el desarrollo legislativo y jurisprudencial, las normas constitucionales no podrían tampoco ser desarrolladas, lo que puede interpretarse como una amenaza a la soberanía jurídica del país.

5. Que la Universidad Nacional, consciente de su deber de participar en la generación de un mayor conocimiento sobre el TRATADO DE LIBRECOMERCIO ESTADOS UNIDOS-CENTROAMERICA-REPUBLICA DOMINICANA y de sus implicaciones, tanto en la comunidad universitaria como entre la población costarricense en general, ha organizado en los últimos meses una serie de actividades de análisis del texto que hoy está en discusión en la Asamblea Legislativa, tales como conferencias, foros, mesas redondas, así como diversas publicaciones, resultado del trabajo de sus académicos, funcionarios administrativos y de la Federación de Estudiantes.

6. El análisis de diversos aspectos del TLC y de sus implicaciones para el país en los campos jurídico, económico, ambiental, educativo y de reforma del Estado, realizado por un grupo interdisciplinario de distinguidos académicos de la Universidad Nacional, integrados por el Consejo Universitario para tal fin, así como el posterior análisis de las recomendaciones emitidas en la Comisión de Análisis de Temas Institucionales y en el seno de este Consejo.

ACUERDA

A. MANIFESTAR A LA ASAMBLEA LEGISLATIVA NUESTRAOPOSICIÓN A LA APROBACIÓN DEL TEXTO ACTUAL DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ESTADOS UNIDOS-CENTROAMÉRICA-REPÚBLICA DOMINICANA.

B. SEÑALAR A LA SOCIEDAD COSTARRICENSE LA NECESIDAD DE QUE, INDEPENDIENTEMENTE DEL TLC, LO IMPOSTERGABLE, COMO PLATAFORMA DE DESPEGUE PARA UN CRECIMIENTO ECONÓMICO CON DESARROLLO SOCIAL, ES QUE EL PAÍS SE ABOQUE A RESOLVER SUS PROBLEMAS ESTRUCTURALES. EN ESE SENTIDO, REAFIRMAR A LA SOCIEDAD COSTARRICENSE EL COMPROMISO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CONTRIBUIR A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA AGENDA PERMANENTE DEL PAÍS, QUE GARANTICE EL FORTALECIMIENTO DEL ESTADO SOCIAL DE DERECHO Y LAS GARANTÍAS ECONÓMICAS, LABORALES, SOCIALES, AMBIENTALES, EDUCATIVAS Y DE SALUD DE LA POBLACIÓN.

C. DAR A CONOCER A LA ASAMBLEA LEGISLATIVA, A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA Y A LA OPINIÓN PÚBLICA COSTARRICENSE EL SIGUIENTEPRONUNCIAMIENTO, MEDIANTE EL CUAL EL CONSEJO UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL FUNDAMENTA SU OPOSICIÓN AL PROYECTO DE TRATADO DE LIBRE COMERCIO ESTADOS UNIDOS-CENTROAMÉRICA-REPÚBLICA DOMINICANA (TLC), ACTUALMENTE EN TRÁMITE EN LA ASAMBLEA LEGISLATIVA.

D. ACUERDO FIRME.

Atentamente,
CONSEJO UNIVERSITARIO

Sandra León Coto

Presidenta a.i.

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Si desea leer el informe completo en formato PDF visite:
Declaración Oficial Universidad Nacional

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El REFERÉNDUM DE LA CALLE es DEMOCRACIA de la buena

Ahora resulta que somos sediciosos, que somos subversivos, que llamamos a la sublevación nacional y que somos desestabilizadores. Es evidente que le tienen miedo a la gente, a la ciudadanía activa, a un pueblo decidido a luchar, porque el Referéndum de la Calle es democracia de la buena, universalmente reconocida para usarla cuando los gobernantes se alejan del sentir de sus pueblos.

Su miopía política y su avaricia económica, esas que les lleva a buscar la forma más acelerada de incrementar sus ya abultadas riquezas, les lleva a ver fantasmas por todo lado, a sentir que están rodeados de complotadores, a creer que tienen un mandato absoluto para dirigirnos, a nosotros, los de abajo, como si fuéramos rebaño; sin que nadie proteste, sin que nadie cuestione. Obedecer, sólo obedecer…

Aunque el viejo tango dice “que veinte años no es nada…”, en el caso de la política pública costarricense sí son muchos. Todo ha cambiado, pero parece que algunos no tienen ni la menor idea de la naturaleza de esas transformaciones ocurridas en el tejido social costarricense, de 1986 a hoy. En realidad deberían ponerse a estudiar. Aquí les vamos a ayudar un poquito. i>Dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo siguiente:

“… la Comisión considera que la evolución del movimiento sindical y la aceptación cada vez más amplia de su calidad de interlocutor social de pleno derecho exigen que las organizaciones de trabajadores puedan pronunciarse sobre los problemas de carácter político en el sentido amplio del término, y en particular expresar públicamente su opinión sobre la política económica y social del gobierno…. “. (OIT. Estudio General sobre Libertad Sindical y Negociación Colectiva. Ginebra, 1994).

Esto es lo que hemos estado haciendo todos estos años. Esto es lo que estamos diciendo a propósito del TLC; un TLC que una inmensa mayoría del país rechaza, empezando por sectores tan calificados y de tanto prestigio como la Defensoría de los Habitantes de la República, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad de Costa Rica (UCR) y más recientemente la Universidad Nacional (UNA).

Hemos indicado y lo reafirmamos que la lucha contra ese TLC que nos dejará sin Patria, que nos dejará sin lo poco de lo bueno que todavía queda de esa Patria que nos vio nacer, tendrá dos escenarios: el parlamentario (la Asamblea Legislativa) y el extraparlamentario (la calle).

No nos cansaremos de decir que la movilización ciudadana, en resistencia pacífica, sin violencia, habrá de convencer a una serie de señores diputados y de señoras diputadas que sabemos indecisos en este asunto del TLC, para que se pasen del lado del pueblo, del lado de la gente, del lado de los excluidos, del lado de la golpeada clase media, del lado de los agricultores.

Porque el TLC solamente le sirve al lado de esa oligarquía financiera desbocada, voraz, atea e insensible; que está desesperada por una tajada de los gigantes y lucrativos mercados de las telecomunicaciones, de los seguros comerciales, de las medicinas, del agua y de la energía. Si por defender todo esto que nos fue legado, se nos cataloga de subversivos, sediciosos, desestabilizadores, pues ¡enhorabuena! Afortunadamente somos tantos y tantos que ni se imaginan.

No han demostrado sus acusaciones

LA ANEP emite un comunicado de efectos difamatorios en donde sin demostrarlo, me atribuye resultados y acciones falsas con el ánimo de desacreditarme y logrando perjudicar mis justas y legítimas aspiraciones de trabajo.

Cuando hay duda entre el bien y el mal es importante tomar partido, porque si permanecemos pasivos ante el mal, habremos perdido el valor y la esperanza. Creo que don Albino Vargas fue “embarcado” y que debemos manifestarnos, porque callarnos es darnos por vencidos, en perjuicio de la institución, de los pobres y de nosotros mismos.

El 24 de mayo 2006 con el #S.G.05-07-0585-06, adjunto, se conoció comunicado que adversa mi participación para el puesto de Coordinador de Apoyo y Gestión Administrativa y señala como un acto politiquero mi permanencia en el IMAS, porque asegura que la mayoría de los funcionarios me culpan de letargo e inoperancia.

Para todas y todos con mucho gusto expongo mi versión, dispuesto a explicar y defender cada una de las decisiones tomadas con acción u omisión, en foro público o privado, personalmente o por escrito, en el teléfono #860-8979 y por favor envíe sus comentarios de aprobación o rechazo a la dirección sergiocastrof @ gmail.com

Atribuyendo mi deseo de permanecer en el IMAS a la politiquería buscan manipular, cuando lo cierto es que traté de seguir en la institución porque aquí se llenó de mística mi esfuerzo laboral y he participado para la plaza de Coordinador del Área Administrativa, cumpliendo los procedimientos, igual que todos los funcionarios.

Adicionalmente, al menos cinco personas que me conocen bien, consideraron conveniente y tuvieron acceso para recomendarme con los señores Arias y con otros importantes actores de este gobierno, pero como ha sido una gestión respetuosa, es el mismo procedimiento que se da con la selección y el empleo de las plazas de confianza de todas las instituciones públicas y también de las empresas privadas. En el comunicado lo quieren exponer como botín político.

Junto a las personas que decidieron recomendarme, pretendíamos continuidad y estabilidad en los procesos, en beneficio de los programas y de la eficiencia institucional, evitando en parte el costo del período de aprendizaje. Es claro que esto no se logró.

En el 2002-2006, defendí principalmente la estabilidad de la Institución, amenazada por los cambios en la Dirección Superior, cinco veces de la Presidencia Ejecutiva, tres en la Gerencia General, dos veces y varias ausencias en la SGDS y tres cambios en la DEC.

Se lograron épocas estables y productivas, también las tuvimos difíciles, pero si se analiza para los últimos cuatro años, la ejecución presupuestaria en relación con su costo administrativo, se observa con claridad y para cada año, que la magnitud, la eficiencia y la eficacia aumentaron significativa y constantemente. Esto nos debe llenar de mucha satisfacción, véase anexo #3 del Informe Final de Gestión de la SGAF, Mayo 2002 Abril 2006

Todos los departamentos bajo mi responsabilidad fueron mejorados y a pesar de que la estructura institucional vigente es débil en la SGAF, siempre dimos soporte y nuestro mejor esfuerzo, con excelentes resultados en las áreas Informática y Financiera. Ver Informe en www.imas.go.cr/información/centro de prensa/informes de gestión.

El IMAS del 2006 tiene tecnologías informáticas más robustas y estables, tiene sistemas de control e información financiera y presupuestaria, que han demostrado niveles de eficiencia y confiabilidad muy superiores a los del año 2002, el IMAS tiene ahora más y mejores vehículos, computadoras, teléfonos, equipos de oficina.

En el período 2002-2006, con un gran esfuerzo se trasladaron o remodelaron al menos diez oficinas regionales o CEDES y se tienen al menos nueve procesos avanzados para remodelaciones importantes, cinco contrataciones ejecutadas y dos en proceso, en el edificio principal.

Pero es evidente para todos, que las demandas institucionales de recursos en el combate efectivo a la pobreza, están todavía insatisfechas, que la estructura, la normativa y la cultura institucional, son mejorables y que el Área Administrativa es débil, especialmente en la adecuación de edificios y en la Proveeduría.

Desacreditar mi gestión sin pruebas, formalidad y legitimidad es muy injusto y desproporcionado, hay limitaciones estructurales, de autoridad y recursos en la Subgerencia Administrativa Financiera y a pesar de las circunstancias, tenemos importantes éxitos y mejoras.

Con la ayuda de Dios y en conjunto con la mayoría de ustedes, siempre demostramos y mejoramos las buenas intenciones, el trabajo intenso, la honestidad a toda prueba, responsabilidad, solidaridad, empatía, experiencia en crecimiento y la capacidad intelectual y académica suficiente y necesaria, para cumplir los requerimientos del puesto y ser parte pro activa y constructiva de los equipos de trabajo.

Sin más por el momento, convencido de que nos debemos a un intenso esfuerzo por la paz y la armonía, se despide con afecto y esperanza

Sergio Castro
Comunicado Público. San José 30 de mayo 2006

“LA SALA CUARTA LE HACE EL TRABAJO SUCIO AL GOBIERNO”

BETANIA ARTAVIA
bartavia@diarioextra.com
Foto: Héctor Rodríguez

Para José Miguel Corrales, la Sala Constitucional busca desprestigiar a la fuerza sindical para debilitarla frente al pueblo, ahora que empieza la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

El ex diputado José Miguel Corrales sostiene que la Sala Constitucional ha aprovechado el tema de las convenciones colectivas para desprestigiar a los sindicatos costarricenses y así debilitar la lucha contra el tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Critica también que los magistrados no entren a analizar el tema de sus propias convenciones colectivas o los beneficios excesivos que se dan a lo interno del Poder Judicial.

“La Sala Cuarta le hace el trabajo sucio al gobierno del presidente Arias al presentar a los trabajadores públicos ante el país como privilegiados y cargados de gollerías, para quitarles credibilidad ahora que inician la lucha contra el TLC”, detalló Corrales.

Sostiene que precisamente los culpables de las convenciones colectivas han sido los gobiernos, porque debido a una política salarial terminan dando beneficios a los trabajadores para compensar los malos salarios, esto aunado a que quienes terminan negociando por parte del Gobierno, como son los presidentes ejecutivos de las instituciones, también resultan beneficiados de las convenciones.

De manera que no son solo los trabajadores con malos salarios los que se benefician de las convenciones, sino también los altos jerarcas.

Le llama la atención que la Sala Cuarta defina estos temas justo en este momento, y no hace tres años cuando fueron presentadas las acciones de inconstitucionalidad, lo cual a su criterio es un reflejo de que le están limpiando el camino para que el nuevo gobernante pueda actuar a su antojo.

PRIMERO PONEN AL PRESIDENTE Y AHORA LE AYUDAN A GOBERNAR

A criterio de Corrales, la Sala Constitucional primero le dio la posibilidad a Óscar Arias de ser presidente nuevamente, en contra de la Constitución y el Código Electoral, y ahora le quiere ayudar a gobernar.

“Primero sin que a ese órgano le competa la materia electoral, ellos analizan y aprueban la reelección presidencial, y ahora, una vez en funciones su presidente, le vienen a hacer el trabajo sucio para quitarle del paso a los sindicatos, esto es muy grave y generará mayor desconfianza en el sistema judicial”, detalló.

A criterio del ex diputado, cuando al pueblo se le presentan privilegios y abusos inmediatamente señalan a los sindicatos como abusivos, y consideran que en todas sus acciones primará la defensa de sus propios intereses y no la del país, lo cual, afirma, no es cierto.

“Lo que la Sala está haciendo es quitarle la credibilidad a los sindicatos, para que cuando convoque a las marchas contra el TLC, los ciudadanos no les hagan caso, y piensen que solo buscan defender sus intereses, son muy astutos, pero mal intencionados”, detalló.

Corrales, sin embargo, está seguro de que el pueblo no se dejará engañar por esta maniobra, y se mantendrá firme en la lucha contra el Tratado con Estados Unidos, que solo busca afectar a los ciudadanos de menos ingresos.

SISTEMA JUDICIAL SIN ENTRAÑAS

Corrales considera que el sistema judicial no tiene entrañas, perdió su esencia, y ahora se ha dejado mover de acuerdo a conveniencias, debido principalmente a la estructura vertical, donde quienes están arriba tienen todo el poder y control sobre el resto, lo cual impide que haya democracia en ese importante poder de la República.

Esto fue cuestionado seriamente en el pasado y llevó precisamente a la creación de una comisión investigadora sobre el manejo del Poder Judicial, durante la cual se confirmaron problemas y en el dictamen del en ese entonces diputado Corrales, piden sancionar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Paulino Mora.

Irregularidades con la asignación de viajes y becas, donde los funcionarios recibían un doble ingreso, pues además del pago de la beca, recibían su salario; viajes realizados con gastos del Poder Judicial y sin que se presentara informes sobre estos fueron parte de los temas que Corrales cuestionó en su informe legislativo, el cual no llegó siquiera a votarse.

“Cómo puede ser posible que un funcionario judicial esté dando lecciones en horas laborales, esto es uno de los tantos abusos que se cometen en la Corte, donde no existe independencia, ya que si un juez no actúa de acuerdo a los deseos de los magistrados, éstos simplemente no le renuevan su nombramiento, esto es una muestra de lo mal que funciona el Poder Judicial”, detalló Corrales.

El ex diputado considera importante separar el Poder Judicial y el Ministerio Público de la Corte, pues no se puede ser el investigador, ser el defensor y también ser el que juzga, porque esto ha llevado a ese importante poder de la República a decaer y acabar con la independencia de los funcionarios.

TLC ES UN CAMBIO AL ESTADO DE DERECHO

Corrales insiste en que votar el tema de las Convenciones Colectivas en este momento es parte de la estrategia para promover desde la Sala Cuarta el TLC, el cual en el fondo lo que implica es cambiar el estado de derecho por uno sin solidaridad, donde quienes menos tienen serán los más afectados.

“Si fuera solo un tratado comercial para que no se cobren impuestos a los chayotes de Cartago, sería magnífico, pero el TLC va más allá, es todo un cambio en el Estado de Derecho, que viene a afectar a quienes no tienen recursos”, comentó.

Este cambio social implica pasar servicios que tradicionalmente no han perseguido el lucro, para que se conviertan en un negocio en manos privadas, mientras se afecta a los usuarios, expone Corrales.

Uno de los propósitos fundamentales del TLC es bajar los costos de producción, y esto se lograría eliminando las cargas sociales que los encarecen, analiza el ex diputado.

Este cambio implicaría, por ejemplo, que los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social deban seguir funcionando, pero sin el aporte patronal, porque esto encarece el producir en Costa Rica, y esto llevará a la Caja a derrumbarse, porque no se puede mantener sin que los patronos aporten.

“Si yo tengo dinero y llego a una clínica privada hasta una alfombra roja me ponen para que pase, pero si ven que no llevo ni un cinco para pagar la consulta, ni siquiera me dejan entrar, y eso es lo que va a pasar, que los pobres no tendrán derecho a la salud”, detalló.

Lo mismo ocurriría con el seguro de riesgos del trabajo, manejado por el Instituto Nacional de Seguros, pues encarece la producción, pero es la única garantía para un trabajador en caso de un accidente.

“¿Si un señor está limpiando una ventana y se cae del tercer piso y se parte la espalda, quién va a mantener su familia?, para eso es el seguro de riesgos del trabajo, pero con el TLC se acabaría y a nadie le va a importar lo que pase con ese pobre hombre y sus hijos”, explicó Corrales.

El tema de la educación no está exento de sufrir, según la tesis de Corrales, dado que conforme avanza la tecnología los libros de papel son sustituidos por la Internet, y solo quienes tengan dinero podrán pagar el teléfono y la tecnología, pues pasaría a manos privadas.

“Esto nos devuelve al pasado, se acaba el Estado solidario ideado por Rafael Ángel Calderón Guardia y ‘Pepe’ Figueres, y solo los que tienen dinero podrán estudiar, podrán tener servicios de salud, mientras los pobres cada día serán más pobres”, explicó Corrales, quien planea presentar ante el Tribunal Supremo de Elecciones una solicitud para realizar un referéndum consultivo sobre el TLC.

HAY QUE CONSULTAR AL PUEBLO

Corrales considera que pese a que la Sala Constitucional quiera desprestigiar a los sindicalistas, eso no cambia el derecho del pueblo a opinar sobre si cree conveniente o no el Tratado de Libre Comercio, por lo que planteará la iniciativa y confía en lograr las firmas suficientes.

El proceso para el referéndum consultivo no es tan complicado, empieza con la presentación de un escrito ante el Tribunal Supremo de Elecciones, luego deben adjuntarse las firmas del 30% del padrón electoral, que serían unas 850 mil.

El referéndum se realizaría a nivel nacional, y su resultado no es de acatamiento obligatorio, pero es una señal clara para el gobierno sobre si el pueblo está o no de acuerdo.

“Con el combo se hizo un referéndum en la calle, y el presidente Miguel Ángel Rodríguez comprendió lo que el pueblo quería y valientemente frenó el proyecto para despedazar el ICE, hoy esperaríamos que igualmente la decisión del pueblo sea respetada”, explicó Corrales, quien presentará el referéndum en pocas semanas.

País polarizado por el TLC

A la pregunta:

¿Está de acuerdo con que el mismo equipo negociador del TLC con E.U. negocie ahora con la Unión Europea?, el resultado del sondeo de la semana del 22 al 28 de mayo fue el siguiente:

No estoy de acuerdo 55,5%

Si estoy de acuerdo 44,5%

Lo que reitera una vez más que el TLC está polarizando al país, ya que solamente nos dan la opción de decir SI o NO, y como lo vemos la mayoría de los y las costarricenses están en contra de este tratado tal y como está planteado.

!Gracias por su participación, les invitamos a seguir participando¡