Don Gerardo Mora corre por los derechos policiales

El integrante de la Policía Profesional de Migración y Extranjería, oficial Gerardo Mora Ordóñez, quien es integrante de la Junta Directiva de la Seccional ANEP-Migración y Extranjería, ha salido esta mañana de sábado 20 de abril, desde la Comandancia de Puntarenas, rumbo al Parque Central de San José, en recorrido atlético de unos 80 kilómetros; dando así al “banderazo de salida” de la importante manifestación policial del próximo lunes 22 de abril, promovida por la ANEP, en el Parque Central de San José y en ruta hacia la sede de la Asamblea Legislativa.

El recorrido maratónico del policía Gerardo Mora Ordóñez se hará en tres tractos: Puntarenas-San Ramón, San Ramón-Alajuela, Alajuela-San José. La meta será, precisamente, el Parque Central de San José este próximo lunes 22 y con su llegada, alrededor de las 10 de la mañana, la manifestación dará comienzo oficialmente.

La manifestación policial indicada integrará a oficiales de la Fuerza Pública, de la Policía Penitenciaria y de la de Migración y Extranjería.

Las motivaciones centrales de esta protesta policial son dos: La reforma a la Ley General de Incentivos Médicos, No. 6836, de forma tal que la estructura salarial del personal de ciencias médicas del país se “desenganche” de la estructura salarial de puestos del Poder Ejecutivo, incluyendo los policiales. Esta situación genera que cada mil colones de aumento salarial en estas policías, se convierte en un aumento de hasta 4 mil colones en el salario médico.

La segunda motivación central tiene que ver con aspectos reivindicativo-salariales de este gran grupo de servidores públicos del país que están pendientes de resolución, que no son del todo satisfactorios; de forma tal que se desea con la manifestación del próximo lunes 22 llamar la atención de la sociedad sobre las condiciones de empleo y de salarios en que ésta tiene a sus cuerpos policiales más importantes.

Policías irán a huelga en abril

Así lo confirmó a DIARIO EXTRA Mainor Anchía, dirigente sindical de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) en ese sector.

Comentó que el movimiento se realizará a mediados de abril, luego de determinar la estrategia de lucha, que incluye salarios dignos para los policías.

“Las policías están cansados de pedir limosnas al gobierno. Vamos a protestar sin descuidar la seguridad de los costarricenses, de manera organizada, sin hacer desórdenes y muy responsablemente”, dijo el sindicalista.

Explicó que la idea es que ese día de huelga participen los policías que estén libres o que tengan permisos, de tal manera que no descuiden sus tareas de patrullaje. La manifestación recorrerá las principales calles josefinas.

“Queríamos entregarle un pliego de peticiones a la presidenta de la República, pero se nos dijo en Casa Presidencial que estaría muy ocupada y no tenía espacio en su agenda”, agregó el sindicalista.

Anchía dijo que en esta huelga participarán miembros de las policías penitenciaria, migración, turística, tránsito y Fuerza Pública que están cubiertos todos por la Ley 7410, con la cual hay odiosas diferencias salariales entre unas y otras.

“Los salarios son paupérrimos para todos. Queremos llamar la atención del gobierno para que mejore las condiciones laborales de todas las policías para mejorar el nivel de vida, comenzando por el mediocre salario”, acotó.

DIARIO EXTRA intentó conocer la versión del ministro de Seguridad, Mario Zamora, embargo no fue posible localizarlo, se le envío mensajes a su celular pero no contestó.

Gremios policiales se ven afectados por Incentivos Médicos

Representantes de los gremios policiales de la Fuerza Pública, la Policía Penitenciaria, la Policía de Migración y los encargados de la seguridad en los centros educativos del Ministerio de Educación Pública se manifestaron, en conferencia de prensa, pidiendo el “desenganche” de la Ley de Incentivos Médicos de sus negociaciones salariales.

Los representantes policiales reafirman la posición de nuestro sindicato, en que no se está pidiendo ningún tipo de intervención en los salarios médicos, sino desligar de ahora en adelante esta ley con las negociaciones salariales de su gremio.

La solicitud expresa es reformar el artículo 12 de dicha ley salarial, artículo que afecta directamente a trabajadores y trabajadoras que, por poner un ejemplo, ganan de salario base cerca de 250 mil colones, en contraposición a los salarios millonarios de los médicos.

Son cientos de policías de todos los ámbitos que se ven afectados por este tema. El Gobierno dice que la Ley de Incentivos afecta cualquier tipo de negociación con ellos, ya que cualquier aumento repercute proporcionalmente en el salario médico. Dos ejemplos puntuales son el aumento de 15 mil colones que recibirá la Fuerza Pública, que se traducen en hasta 60 mil colones en algunos doctores, o el caso de Seguridad del MEP, que no logran finalizar la negociación del plus salarial por peligrosidad ya que esto implica, también, un aumento a los galenos.

En la ANEP seguimos con nuestra lucha, no contra el gremio médico, sino por la justicia salarial de los trabajadores y trabajadoras con menores ingresos, como lo son los gremios policiales.

Salarios médicos y gremios policiales

Este próximo miércoles 6 de febrero, a las 2 de la tarde y en la sede central de la ANEP, en calle 20, líderes gremiales policiales darán una conferencia de prensa para referirse al tema de la vinculación entre sus ajustes salariales y el salario del personal médico nacional.

Las personas participantes en esta conferencia, son líderes laborales de reconocida representatividad en la Fuerza Pública, la Policía Penitenciaria, la Policía Especial de Migración y la Policía de Tránsito.

Además, se espera una representación del gremio de los agentes de seguridad que cuidan las instalaciones educativas (escuelas y colegios), del Ministerio de Educación Pública (MEP).

ANEP consternada por la injusta muerte de los dos oficiales de la Fuerza Pública

Dejamos constancia por esta vía del triste pesar que embarga a nuestra organización por la injusta muerte de los destacados servidores de la Fuerza Pública, ciudadanos trabajadores JESÚS PERAZA GARRO y JUAN CARLOS JIMÉNEZREZ, quienes en cumplimiento de su deber fueron víctimas del flagelo de la delincuencia criminal que conmueve a la ciudadanía honesta.

Nos solidarizamos con las familias dolientes a quienes les hacemos llegar el más sincero pesar, rogando a Dios, El Creador, que les brinde la fuerza suficiente para sobrellevar tan inmenso dolor.

El sacrificio de las vidas de estos dos trabajadores de la Fuerza Pública de Costa Rica, especialmente por las circunstancias que mediaron para ello, debe abrir un profundo ejercicio de reflexión desde las esferas gubernamentales y desde la propia sociedad, acerca de cuáles son, hoy en día, las condiciones que se bridan a quienes deciden sumarse a dicho servicio público, sabiendo que sus vidas están en inminente peligro, a toda hora y todos los días.

Las jornadas extenuantes, el desarraigo familiar y social, el alto endeudamiento salarial, las agresiones psicoemocionales y físicas, la presión civil cotidiana entre otros factores, obligan a tomar decisiones estratégicas en materia de reivindicación salarial plena, en materia de salud ocupacional, así como también de posibilidades indemnizatorias realmente sustanciales por daños físicos y psicológicos y hasta por la pérdida de la vida como en estos dos tristes casos. Todo ello debe someterse a una profunda revisión.

De manera lamentable y censurable, el presente Gobierno no hizo un esfuerzo verdaderamente sincero y efectivo, para reivindicar en toda su dimensión, vía un reajuste salarial digno, a la inmensa mayoría del personal de la Fuerza Pública de Costa Rica, tal y como era la gran expectativa que a éste se le creó, de manera irresponsable.

Por el contrario, sí se dio una sustancial mejora, altamente significativa, para la estructura jerárquica de los mandos medios y superiores (lo cual vemos positivamente); pero que, conflictivamente, hace que hoy en día tengamos “dos” Fuerza Pública: la que gana bien, pero muy bien (que es la minoría); y la que gana mal, pero muy mal, la inmensa mayoría. Á esta pertenecían los servidores caídos en cumplimiento de su deber.

A fin de que las vidas de JESÚS PERAZA GARRO y JUAN CARLOS JIMÉNEZREZ no se perdieran en vano, como organización a la cual está afiliado un importante número de servidores y de servidoras de la Fuerza Pública, la ANEP renueva su compromiso para levantar las banderas de su plena e integral reivindicación, incluyendo la salarial, sin demagogias ni oportunismos.

San José, miércoles 9 de enero de 2013.

Máinor Anchía Angulo
Policía de la Fuerza Pública
Directivo Nacional ANEP-Fuerza Pública
Celular No. 86 26 25 57

Albino Vargas Barrantes
Secretario General ANEP

El “alegrón de burro” del aumento salarial para el personal raso de la policía

Aclaración necesaria

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), seria organización sindical rumbo a sus 55 años de existencia, manifiesta con contundencia ante el honorable personal raso de la Fuerza Pública, así como ante la propia opinión pública nacional, que no tiene responsabilidad alguna en el “alegrón de burro” que representó el por tanto tiempo esperado anuncio del nuevo Manual de Puestos para el personal de base, el “de a pie”, del mayor cuerpo policial del país.

Seguirán existiendo “dos” Fuerza Pública: la de “los arriba”, ganando bien pero muy bien; y la “de los abajo”, ganando mal pero muy mal.

En la Fuerza Pública de Costa Rica no existe ni “exclusividad” ni “monopolio” de organización sindical, representando la ANEP para muchos policías de este estratégico cuerpo policial nacional, una alternativa independiente, profesional, seria y que goza de la confianza de varios cientos de estos trabajadores y de estas trabajadoras policiales dentro de nuestra membrecía.

En comunicado de prensa anterior a éste, fechado miércoles 12 de diciembre de 2012, habíamos indicado que existía una gran expectativa por el anuncio presidencial del nuevo Manual de Puestos para el personal raso de la Fuerza Pública y su correspondiente aumento salarial; pero que, deliberamente y producto de una “componenda” a lo interno de la alta cúpula ministerial-policial, la ANEP fue excluida en el proceso de elaboración del mismo, pese a la alta cantidad de miembros de ANEP en la Fuerza Pública.

Por tanto, no fue a la ANEP a la que le “tomaron el pelo”; no fue a la ANEP a la que “engañaron”; y si a alguien le “salió el tiro por culata” producto de su componenda con el Gobierno, tanto como para escenificar un papelón mediático, no fue a ninguna persona dirigente de la ANEP en la Fuerza Pública.

En esto del Manual de Puestos para el personal “de a pie” de la Fuerza Pública, la ANEP queda con la frente muy en alto ante sus propios afiliados y a sus propias afiliadas en este cuerpo policial, como ante todo el personal del mismo.

Fue la ANEP la que inició este proceso de reivindicación de las principales fuerzas policiales del Poder Ejecutivo de Costa Rica, desde la administración gubernativa anterior; y no tuvimos que recurrir al oportunismo ni al entreguismo sindicalista para llevar esta lucha que ya va por cinco años.

La “jarana sala a la cara” y alguien está pagando ahora un precio muy alto por un ofrecimiento demagógico que no pudo sostener; pues entre otros errores, se violentó la necesaria línea de independencia que debe haber entre el Gobierno y el sindicato, pretendiendo tener prebendas organizacionales que, a final de cuentas, hacen que sean los y las policías rasos de la Fuerza Pública los realmente perjudicados.

Puede tener la certeza este digno personal de servicio público que ante el “alegrón de burro” por un Manual de Puestos que resulto un fiasco, de que la ANEP levantará esta lucha, de ahora en adelante, con más fuerza, con más autoridad y con más ética.

El sindicalismo oportunista-gobiernista solamente contribuye al desprestigio de la noble causa que representa la lucha por la dignificación plena de toda la clase trabajadora asalariada, incluida la policial.

Justicia salarial para la Fuerza Pública “de a pie”

Enorme expectativa está generándose en estos momentos entre el personal raso de la Fuerza Pública, ante un eventual anuncio presidencial de que, ¡por fin!, se hará realidad su nuevo Manual de Puestos, largamente esperado y elaborado con gran secretismo.

Como se recordará, a finales de la anterior administración gubernamental, el Gobierno del entonces Presidente Oscar Arias Sánchez, firmó un acuerdo con la ANEP para la implementación de un proceso integral de reivindicación salarial en varios de los más importantes cuerpos policiales del país: Fuerza Pública, Policía Penitenciaria, Policía de Tránsito y Policía de Migración y Extranjería.

Este proceso, un verdadero vía crucis, ha continuado en la presente administración Chinchilla Miranda, con resultados sumamente decepcionantes.

En el caso de la Fuerza Pública, la justicia salarial solamente ha llegado a los mandos medios y altos de este cuerpo policial, llegándose al punto de que hay “dos” Fuerza Pública: la que ya gana bien y muy bien; y la que sigue ganando mal, pero muy mal. Esta es la abrumadora mayoría de un universo de unos 15 mil servidores públicos en este cuerpo de seguridad ciudadana.

La ANEP fue deliberadamente excluida de participar en la elaboración del nuevo Manual de Puestos para el personal de base de la Fuerza Pública; pese a que consta ampliamente nuestra cruzada laboral en este aspecto desde, como ya indicamos, la administración gubernativa anterior.

Pese a tal circunstancia, es nuestro sincero deseo de que lo más pronto posible llegue al bolsillo del policía o de la policía “de a pie”, una justa remuneración salarial acorde con el sostenido proceso de profesionalización que ya vive la Fuerza Pública; así como a la alta peligrosidad que hoy en día significa ser policía.

Esperamos que los nuevos salarios base del personal raso de la Fuerza Pública no resulten un “alegrón de burro” y que el anuncio presidencial por venir al respecto, deje plenamente satisfechas las expectativas de que la justicia salarial, ¡por fin!, ha llegado para la totalidad de su personal; y no como hasta ahora ha sucedido que solamente “los de arriba” tienen ya retribuciones salariales justas, a lo cual la ANEP nunca se opuso; sino que, la esencia de nuestra lucha ha sido para liquidar esa discriminación odiosa de carácter salarial que ha determinado la existencia, por tal razón, de “dos” Fuerza Pública.

San José, miércoles 12 de diciembre de 2012.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General
Wálter Quesada Alfaro, Secretario General A

Pensamientos de un policía responsable

Dedico parte de mi tiempo a analizar las diferentes situaciones que aquejan a nuestro bello país. Leo, escucho y veo noticias, opiniones variadas, y pienso que la desigualdad, las diferentes formas de exclusión, la falta de pertenencia, la pérdida de valores, el debilitamiento del poder salarial de adquisición en la clase trabajadora, las cada vez más frecuentes manifestaciones de desfachatez en los modos de corrupción, en instituciones públicas; las grandes diferencias y exclusiones sociales dentro de muy pequeños espacios de territorio, potencian cada vez más la acción delictiva y el arraigo del crimen organizado, el crimen “asociado”, el crimen “moderno”. En detrimento de la salud y de la seguridad.

Y pienso que en Seguridad Pública es claro que “cuando el que manda pierde la vergüenza, el que es mandado pierde el respeto”. De esta manera debemos aceptar que hay corrupción en las policías, algo muy preocupante; pero… ¿quién se propondrá hacer los cambios necesarios? Desde mi perspectiva nada debería justificar la corrupción, menos en los encargados de velar por la seguridad de las personas; además la Patria y la ciudadanía merecen no sólo una policía mejor preparada, también más honrada, por eso es imperativo señalar que el nivel de corrosión es de magnitudes desconocidas; él “sistema” funciona como “agente inflamable”, te “absorbe o excluye”, y resulta difícil saber quiénes están de este extremo y quiénes del otro.

Cuando vemos cómo se retarda un manual de puestos que favorece al trabajador de menor ingreso, “rasos”, pero los de arriba sacaron “su” manual, con muy buenos ingresos, además de “acomodar” a muchos (as) amigos. Señores, diría alguien por ahí: sugiero que se “investigue a ver si se trató de abuso de confianza”, los del “piso e´ tierra” conocemos de prácticas que restan credibilidad; elementos y fundamentos… los hay.

Definitivamente nos preocupan estas cosas. Por eso decimos: ¿a quién le favorece policías mal pagadas, desmotivadas y sin recursos? De seguro no es a la ciudadanía decente, no se tendrá un servicio de mayor calidad, a menos que se modifiquen algunas cosas, y los y las policías salgan a servir motivados, alegres y con un estado emocional acorde a la importante labor que desempeñan, creyendo en el “sistema”; pero aunque muchos por temor no lo exterioricen, a lo interno y en nuestra organización sabemos que la sensación de la mayoría es de desconfianza. Sin embargo, recientemente se dijo que los números en criminalidad se ¡redujeron! De ser así, definitivamente es loable la labor de los y las oficiales de las diferentes policías.

Siguiendo con la problemática, existe un tema que debería preocupar. Nos referimos a la salud mental del policía que en alto número ha perdido su hogar, por el desarraigo familiar, entre otras causas; aunado al nivel de endeudamiento que incrementa la angustia y aumenta la vulnerabilidad, siendo tentados a formar parte de “organizaciones” delictivas. Sumemos procesos por colisiones, algunos merecidos, otros no tanto. La mayoría de unidades están al margen de la ley, sin marchamo, sin revisión técnica, en malas condiciones y esto no se valora a la hora de establecer una suspensión, que aumenta la problemática salarial del trabajador. Ese es el producto final que luego usted recibe: un oficial frustrado, desmotivado, mal humorado; luego miramos abusos de autoridad, oficiales detenidos, hogares disfuncionales, el número de hogares “destruidos” en la Fuerza Pública es altísimo.

Existe personal “enfermo” y nadie lo nota. Bien se dice “mente sana, cuerpo sano”. Sabemos que, lamentablemente, existen malos funcionarios, pero tampoco existe diferencia entre hacer o no hacer. Si trabajas dieciséis (16) horas nada pasa, pero si sales una hora antes, aun con permiso, la administración te inicia un proceso; los “_intereses”_ son ajenos al valor de servir. Estas cosas están pasando.

¡Cómo no decirlo! Podría ser que con quien esté uno trabajando, llegue (o ya es), un delincuente “disfrazado” de policía. Y si no se actúa hoy, en un par de años Dios nos libre. Esto tiene que cambiar, por eso desde la convergencia democrática y sindical, sin menoscabo de nuestras obligaciones, aunque miren de “reojo” nuestras manifestaciones, apelamos al deber cívico y al derecho constitucional, inclusive. Nos debemos a la ciudadanía, por esto manifestamos nuestra verdad… sobre esta problemática de salud y seguridad.

¿Cuál es el miedo? Igual, vivir sin ideales, es como si nunca hubieras vivido. Alguna gente dentro de nuestra querida Fuerza Pública tergiversa o desconoce el aporte sindical. Por eso recuerdo que Moisés fue el primer “sindicalista”, él se enfrentó al faraón, liberando a un pueblo oprimido. Aportamos al desarrollo social, a la democracia del país, defendemos la justicia y el sentimiento de pertenencia; está intacta nuestra moral, a pesar de las adversidades, responsablemente manifestamos pensamiento, en procura de generar reflexión y el cambio que el país merece… Albert Einstein dijo algo para siempre: _“El mundo no será destruido por las personas que hacen el mal, si no por las que se sientan a ver lo que pasa”_…; si mañana dejare de servir desde esta función podré mirar de frente a mis compañeros (as) y conciudadanos, con la satisfacción del deber cumplido…

Están vacilando con el Manual de Puestos

San José, martes 25 de setiembre del 2012.

Lic. Mario Zamora Cordero, Ministro de Gobernación y Policía y de Seguridad Pública
Lic. Francisco Marín Monge, Viceministro de la Presidencia para sectores sociales
Sus despachos

Honorables y respetados señores

La presente misiva es para, en primer término, saludarles con respeto, de parte de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

Una vez más, como reiteradamente lo venimos haciendo hasta ya bastante tiempo, deseamos plantear ante vuestras ilustres autoridades político-ministeriales, la gran preocupación que tenemos con relación al tema del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; de lo cual hemos dejado constancia de ello en diversos espacios (televisión, periódicos, etc.) a los cuales hemos acudido y a través de los cuales hemos informado tanto al personal de base del Ministerio de Seguridad Pública, como a los respectivos jerarcas de ese ministerio, así como a la propia Casa Presidencial, y a la ciudadanía, en general.

En reiteradas ocasiones hemos enviado cartas, así como hemos asistido a constantes reuniones en Casa Presidencial solicitando información del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; así como buscando colaborar para ver de qué manera se hace realidad el mismo lo más rápidamente posible.

Sin embargo, a la fecha no hemos recibido más que un poco de palabrerías por parte de Casa Presidencial y de la propia cartera de Seguridad Pública que, incluso, se contradicen de forma bastante ridícula. Por ejemplo, en una reunión en Casa Presidencial, el señor Viceministro de Seguridad Pública, don Celso Gamboa Sánchez (a quien respetamos mucho), manifestó que “el MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA ya está terminado”, lo cual nos sorprendió; y, además agregó que “la señora Xiomara Rojas de SITECO lo sabe y ella participa constantemente en reuniones sobre el tema del Manual”, lo que nos sorprendió aún más.

La ridiculez estriba en que la propia Casa Presidencial, supuestamente, había solicitado información a las jerarquías ministeriales y con lo que dijo don Celso, ellos quedaron, como se dice popularmente, “detrás del palo”, y de alguna forma quedaron expuestos ante a representación de la ANEP casi que como “mentirosos”; pues se evidenció la falta de control político que existe desde Casa Presidencial para con Seguridad Pública, así como se hizo evidente la falta de respeto desde el Ministerio de Seguridad para con ellos, la Casa Presidencial.

Lo anterior lo planteamos debido a que, después, don Celso se retiró de la reunión y acto seguido ingresó la persona que en ese momento era la Directora de Recursos Humanos, doña Floribeth Castillo Canales, y manifestó que el MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA para nada estaba terminado y que el mismo estaba un poco lejos de finalizarse; ¿entonces cómo es el asunto?

Ahora bien, existen muchas expectativas dentro del personal de base acerca del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA y para nadie es un secreto que el punto máximo de interés es el tema salarial, el cual actualmente es bastante bajo y que comparado con los mandos medios y altos existe una diferencia abismal, lo que ha venido calando profundo, de manera negativa, en el sentir de las personas del personal de base de la Fuerza Pública.

Este no es un tema del cual se puede estar “vacilando”. Es un tema que para nosotros como organización responsable que somos, es muy serio y al cual siempre le hemos dado el manejo adecuado; sin embargo, da pena pensar que para las autoridades del Gobierno y del ministerio no sea así, o al menos esa es la impresión que han creado.

Hace unos días atrás empezamos a recibir llamadas de afiliados de diferentes partes del país que nos informaban acerca de la visita que estarían realizando, en conjunto, el Director de la Escuela de Policía, señor Erick Lacayo Rojas, junto con la señora Xiomara Rojas Sánchez, de SITECO; visitas en las que ambos estarían manifestando que andaban juntos trabajando el tema MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA y que SITECO era quien lo estaba impulsando”.

Esto nos da para creer más firmemente en nuestra tesis de que, al parecer, a las autoridades ministeriales y de Gobierno, les incomoda el accionar decente, ético, responsable, beligerante, propositivo, de constante lucha en pro de los derechos de los trabajadores y de las trabajadores (derechos que, por cierto, son constantemente violentados en este ministerio), etc., que practica nuestra organización sindical; debido a que es conocido por todos y por todas que es la ANEP, la institución laboral que desde hace varios años viene dando la lucha en pro del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA.

Es bueno recordar que esta lucha llegó al mismísimo nivel de la Presidencia de la República al término de la gestión gubernativa anterior y continuó en esta en el mismo nivel. Es bueno recordar que esta lucha forma parte un proceso integral de reivindicación ante la sociedad de lo que significa ser servidor público en materia de Seguridad Ciudadana y en sus distintos cuerpos policiales, dentro de los cuales, el de la Fuerza Pública es el más numeroso.

Igualmente, se nos motiva, también, para reflexionar acerca de qué intereses puedan existir al excluir a la ANEP de tal proceso; o bien, cuál es la razón de que no contemos con el “beneplácito” institucional, con el “visto bueno” jerárquico, dado que es bien sabida por el país la independencia político-partidista de la ANEP y no nos interesa quedar bien con “patroncito”, aunque sí con las legítimas bases laborales quienes son, a fin de cuentas, lo que vale cuando la lucha sindical es genuina, no calculadora; cuando la lucha sindical es legítima, no espuria; cuando la lucha sindical es de verdad, no de mentirillas; cuando la lucha sindical es para la gente, no por encima de la gente.

Solamente bajo este prisma, podemos comprender cómo ha habido una perversa resistencia institucional en la Fuerza Pública, tratando de impedir a toda costa el ejercicio de los derechos constitucionales y legales en materia de Libertad Sindical, que son en asistirle al compañero oficial de la Fuerza Pública, don Máinor Anchía Angulo; actual integrante de la Junta Directiva Nacional (JDN), de la ANEP y pese a que ya tiene un año de haber sido electo democráticamente, a la fecha no ha podido asumir sus funciones de representación sindical de los derechos de las personas trabajadoras afiliadas a la ANEP en la Fuerza Pública y a todo su personal, en general.

Denunciamos que en ello han mediado maniobras inconfesables pues pareciera que la incorporación plena de este servidor a la labor sindical de la ANEP resulta “amenazante” para un statu quo acostumbrado a la componenda y al servilismo sindical. Igualmente, debemos denunciar la diversidad de obstáculos que impiden el desarrollo organizacional de la ANEP en la Fuerza Pública, pues tenemos grandes dificultades para organización de filiales, capacitación, seminarios, talleres y otros eventos de formación sindical con perspectiva cívica valorando la especificidad estratégica del servicio de la Fuerza Pública en la búsqueda de la estabilidad democrática.

Por todo lo anterior, solicitamos con el debido respeto que como autoridades legítimas se merecen; pero, a la vez exigirles, con vehemencia, como representantes de los trabajadores y de las trabajadoras del Ministerio de Seguridad Pública, la totalidad de la información acerca del estado real y actual del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZA PÚBLICA; así como demandamos una contundente a la legítima interrogante de por qué no se ha implementado a la fecha.

¿Acaso el deliberado y malintencionado retraso en la implementación del MANUAL DE PUESTOS PARA EL PERSONAL “RASO” DE LA FUERZABLICA tiene que ver con que a algunas jerarquías no les sirve que se implemente el mismo; a raíz de la competitividad amenazante que se generaría para los puestos de medios y altos mandos que, actualmente, son ocupados por un selecto grupo?

Para muchos es conocido que existen muchas personas que están como rasos y poseen títulos de profesionales (incluso con grado de licenciatura), en carreras afines con las funciones policiales y con los años que estipula la ley para ostentar los mandos superiores: ó, ¿acaso es que ya está concluido y no hay presupuesto económico para su implementación?

Igualmente, es altamente notorio que los bajos salarios que se paga al personal de base de la Fuerza Pública, es un enorme obstáculo para llenar todas las plazas vacantes que existen, como bien ha sido dado a conocer, mediáticamente hablando.

Finalmente, al amparo del artículo 27 de la Constitución Política de Costa Rica y del 32 de la Ley de Jurisdicción Constitucional, solicitamos a vuestras ilustres autoridades las respuestas de rigor.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Walter Quesada Fernández
Secretario General Adjunto

Luis Diego Alfaro Méndez
Sociólogo-Responsable ANEP-MSP
Unidad de Desarrollo Organizacional (UDO)

ANEP solicita información sobre nueva evaluación en Fuerza Pública

Honorable señora
MBA Ruth López Herrera
Coordinadora Evaluación y Desempeño
Sección Control y Documentación
Ministerio de Seguridad Pública

Estimada señora:

Primeramente, le hacemos llegar atento y respetuoso saludo.

En atención a consultas de nuestros afiliados y del personal en general, sobre el nuevo modelo de evaluación solicitamos, respetuosamente, se nos informe de forma detallada y por escrito los alcances de este nuevo modelo, los presuntos beneficios que de éste se derivan en favor de la base trabajadora de la Fuerza Pública.

Nos preocupa que en algunas unidades policiales los mandos medios giren instrucciones de evaluar a todo el personal con nota de 75 y máximo la calificación de “bueno”; aduciendo que “_por instrucciones recibidas_” en la capacitación que se ha venido dando. También se nos informa de jefaturas que le indican al personal que “_no tienen derecho_” de apelar la calificación obtenida.

Entendemos que la idea del nuevo modelo de evaluación es favorecer la objetividad y valoración de los buenos funcionarios que muchas veces están en desventaja por los criterios subjetivos; sin embargo, nos parece importante la clarificación de los procesos, aunado a que conocemos la falta de una actitud asertiva de parte de algunas jefaturas en reconocer los buenos desempeños.

En espera de su oportuna atención y pronta respuesta, le reiteramos nuestro mayor respeto y consideración,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Máinor Anchía Angulo
Directivo Nacional ANEP
Junta Directiva Seccional ANEP-Fuerza Pública