“El capitalismo acaba con la democracia”

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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No es un “comunista trasnochado” el autor de la frase anterior. Tampoco un sindicalista “extremista”, como suelen llamarnos los plumíferos y los amanuenses de los periódicos de la oligarquía. Quien escribió tal pensamiento fue el señor Robert Reich, Exsecretario de Trabajo de Estados Unidos y hoy catedrático de Políticas Públicas en la Universidad de California, en Berkeley. En el más reciente número de la prestigiosa revista Foreign Policy (edición en español), el señor Reich plantea tesis tan contundentes como que “ninguna nación democrática está resolviendo los efectos negativos del capitalismo”:

Para el autor, la “democracia significa mucho más que un proceso de elecciones libres y limpias”, algo que en Costa Rica está en cuestionamiento para muchos luego de ver cómo se desarrolló el proceso del referéndum sobre el TLC.

El Sr. Reich estima que la democracia “es un sistema para realizar cosas que sólo pueden lograrse cuando los ciudadanos se unen para favorecer el bien común. Sin embargo, aunque el libre mercado ha supuesto una prosperidad inusitada para muchos, ha ido acompañada de unas desigualdades crecientes de rentas y riqueza, más inseguridad en el empleo y riesgos medioambientales como el calentamiento global”.

Nada más oportuno para la actual realidad sociopolítica que tiene nuestro país, los comentarios del señor Reich. Tenemos un régimen gubernamental que tiene al mercado como su dios único. Un régimen que ha pervertido toda la institucionalidad republicana (parlamento, tribunal constitucional, tribunal electoral), para entregarle a ese dios mercado, el patrimonio público de mayor valor económico acumulado por la sociedad costarricense (ICE e INS, por ejemplo). Una idea fija que, como es más que evidente, atenta contra el bien común y que profundizará más las “desigualdades crecientes de rentas y riqueza”.

“La democracia, cuando funciona como es debido, permite que los ciudadanos mantengan un debate colectivo sobre cómo repartir el pastel y decidan qué normas deben regir los bienes privados y cuáles los públicos”.

Este es el debate que, deliberadamente, el autoritarismo y el totalitarismo de mercado de la acción gubernativa actual, le ha negado a la ciudadanía costarricense. Cuando se polarizaron los vidrios del parlamento, para actuar a escondidas de la mirada cívica de la gente, es porque se está aplicando la dura sentencia del Exsecretario de Trabajo estadounidense: “el capitalismo acaba con la democracia”.

Para los fundamentalistas del libre mercado, su “santísima trinidad” (desregulación, privatización y recorte del gasto social), se impone bajo regímenes de gran autoritarismo. “La tiranía en la democracia”, frase que ya quedará como tristemente célebre del Presidente Arias, certifica el análisis de don Robert Reich. Nunca como en ninguna otra época de la historia republicana de Costa Rica, hay completa claridad de la necesidad que tiene la gente de defenderse, lo cual se ha vuelto consustancial con la defensa de la misma vida.

Ejecutemos este lunes nuestro legítimo derecho de rebelión

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Por eso mismo es que hacemos el más vehemente llamado a la ciudadanía patriótica y que detesta la corrupción política y gubernamental, para que apoyemos la movilización del próximo lunes 26, impulsada por las organizaciones laborales del ICE.

El robo del ICE, su asalto final, está a pocos días de consumarse, precisamente estando en la Presidencia de la República la misma persona que lo intentó veinte años atrás, cuando decretaron la entrega del sistema de telefonía celular a la transnacional Millicom, violentando la Constitución. Ahora, en el marco de esa susodicha agenda y atropellando toda la institucionalidad republicana, su peonada diputadil se apresta a legitimar ese robo, ese asalto.

Pese a que los dos proyectos de ley para robarse o para dar el asalto final al ICE no fueron votados en el referéndum sobre el TLC, insisten en manipular, en engañar a la ciudadanía. Para ello cuentan con la complicidad de la misma “gran” prensa que violó la tregua electoral los tres días antes del domingo 7 de octubre.

Es en tal marco de condiciones en que insistimos en el Derecho de Rebelión para que lo ejerzamos este lunes 26, a lo largo y a lo ancho del país, haciendo uso de las más diversas formas creativas de lucha cívica y pacífica, con toda contundencia.

Ellos han cercenado toda libertad de que podamos, en democracia, discutir y decidir si conviene o no conviene entregar el ICE a los gigantescos monopolios trasnacionales como el del señor Slim o el español. Nos negaron todo debate libre y democrático sobre la “agenda de implementación”.

“Hoy es muy claro que la libertad sin democracia no es libertad. Y que la democracia sin libertad, no es más que una dictadura disfrazada con voto y con urnas.”

La frase anterior es del Dr. Rodolfo Cerdas, destacado intelectual “libre de toda sospecha” para el régimen de “tiranía en la democracia” que ya estamos viviendo; cuando realizó una brillante intervención a propósito de la presentación de la obra del distinguido abogado don Fernando Guier, titulada “Elogio a la rebeldía”. Además, Cerdas hizo referencia a lo siguiente:

En 1776, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, consignó “…que siempre que una forma de gobierno tiende a destruir esos fines (la vida, la libertad y la consecución de la felicidad), el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, a instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en aquella forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y su felicidad…”.

“…la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras sean tolerables sus males, que a hacerse justicia aboliendo las prácticas a que está acostumbrada. Sin embargo, cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente hacia el mismo objetivo, demuestra el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber derrocar ese gobierno y establecer nuevas garantías para la futura seguridad”
. Así lo dejaron escrito los padres fundadores de los Estados Unidos de América.

Nadie está hablando de derrocar al gobierno; sin embargo, tanto esfuerzo, de tantos años, generando tantos abusos y tantas usurpaciones dirigidos “invariablemente hacia el mismo objetivo” (entregar al ICE al capital transnacional), más que legitima nuestro Derecho de Rebelión contra ese objetivo. En el año 2000, por medio del Referéndum de la Calle, ejercimos ese Derecho de Rebelión y tuvieron que retroceder. Es claro que hoy nos sobra legitimidad para enfrentarlos de nuevo.

La policía de semillas

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”Ocupando lugares privilegiados en la galería del horror del TLC, tanto el convenio UPOV, rechazado por dos Asambleas Legislativas anteriores, como la ley de patentización, “Obtención de Especies Vegetales”, están diseñadas para darle el golpe de gracia a la producción y actividad agropecuaria costarricense y a una buena parte de la actividad agroindustrial nacional.

La estrategia de los grupos extranjeros, apoyados por la oligarquía, sus medios de comunicación y algunos sectores criollos, obliga a que primero se inunden los mercados con productos importados subsidiados, a precios artificialmente bajos.

Luego más tarde, estos productos estadounidenses subsidiados, irremisible y paulatinamente, fuerzan la quiebra de miles de pequeños y medianos productores agropecuarios costarricenses, que se quedan sin trabajo ni ocupación; víctimas de la competencia desleal que se consigna en el TLC y que únicamente favorece los intereses norteamericanos. Después, cuando desaparezca la infraestructura productiva nacional y ya no queden agricultores en el país, empiezan a subir los precios de los productos agrícolas importados, la comida escasea y la situación nacional se torna desesperada.

Ya para cuando se decida volver a reactivar la producción agropecuaria nacional, con la finalidad de volver a alimentar al pueblo, es muy tarde; pues para hacerlo se tendrán que pagar precios caprichosos y altísimos por las semillas, agroquímicos e insumos necesarios para reactivar la producción; lo cual haría que todo el esfuerzo y la ganancia de la actividad agropecuaria costarricense se traslade, entonces, a manos de unas pocas empresas trasnacionales que cobrando precios exorbitantes, amparadas en el TLC y en las leyes complementarias, inhiben e impiden a Costa Rica que produzca sus propios bienes, su propia comida.

Como en una secuencia de horror para nuestro país, primero se impone la aceptación en el TLC de los productos subsidiados norteamericanos. Después se eliminan los genéricos en agroquímicos e insumos para la producción agrícola, obligando a comprar productos de “marca”, cuyos precios se elevarían astronómicamente.

Finalmente UPOV y la ley de obtención de especies vegetales se encargan de acaparar y exprimir lo poco que quede del mercado, en caso de que todavía existan productores nacionales que quisieran ponerse nuevamente a producir. Si UPOV se llega a aprobar, la futura Policía de Control de Semillas, apoyada y financiada por las empresas trasnacionales que patentan las semillas y las especies vegetales, llega al sembradío de un agricultor, cuando está a punto de cosechar y le exigen que muestre las facturas de compra de las semillas. Como el productor no tiene factura alguna pues la semilla se la regaló un vecino, la Policía de Control Semillas se lo lleva detenido, le embarga y decomisa la cosecha y quizás hasta la propiedad pierda.

Si UPOV se llegara a aprobar, los bancos y entidades financieras negarían créditos y no prestarían dinero para proyectos y actividades agrícolas que no incluyan semillas patentadas por los consorcios trasnacionales, ya que los bancos, para apoyar a sus compinches trasnacionales, argumentarían que no pueden correrse el riesgo de una pérdida de la cosecha o de la producción, en caso de un decomiso judicial o de una demanda por uso de semillas.

La aceptación de los productos subsidiados estadounidenses en el TLC, la desaparición de los insumos y agroquímicos genéricos y ahora UPOV, están diseñados para doblegar y saquear al pueblo costarricense a base del hambre, de la escasez alimentaria y de la miseria”.

Los agricultores tienen derecho de rebelarse

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Este proyecto está lleno de barbaridades y de aspectos que difícilmente se pueden creer. Está dirigido a exterminar lo poco que queda de la agricultura nacional para que, de una vez por todas, se extinga el concepto de soberanía alimentaria y, por ende, reine el imperio de las transnacionales del comercio de alimentos.

Esta circunstancia nos convenció de que los agricultores nacionales tienen, también, que invocar el legítimo Derecho de Rebelión; para así acudir a todas las formas lucha que les permita librarse de un proyecto tan malévolo. Además, la ciudadanía patriota y conciente debe, a su vez, sumarse masivamente en apoyo de la agricultura nacional. Con una gran profundidad profesional y enorme seriedad, costarricenses distinguidos y honestos nos han ayudado a entender de qué se trata el proyecto UPOV. Una de estas personalidades es el Lic. José María Villalta, uno de los profesionales jóvenes más brillantes del país en estos momentos. De sus rigurosos estudios sobre este nefasto proyecto UPOV, extraemos las consideraciones siguientes. Se castigará, sin misericordia, a quienes se atrevan a usar semillas y partes de plantas patentadas sin pagarle a las transnacionales que se apropiaron de ellas. El Ministerio de Agricultura, creado inicialmente para dar asistencia y protección a los agricultores y desmantelado durante décadas, ahora debe dedicar personal y recursos cuantiosos para convertirse en policía de las patentes de las transnacionales. Es decir, no es sólo que se eliminaron todas sus funciones para ayudar al productor; sino que ahora, además, debe perseguir a los agricultores imponiendo sanciones y “medidas cautelares” a todos aquellos que usen semillas_ “falsificadas”_ o “ilegales”, sin permiso de las transnacionales. Se le otorga a estas transnacionales dueñas de las patentes sobre plantas, mayores derechos que los que tiene cualquier otra persona en Costa Rica. Incluso, se les da mayores derechos que los que tienen los pequeños agricultores y campesinos, para defenderse frente a grandes empresas que incumplen sus contratos con ellos.

Cuando se trata de proteger patentes de las transnacionales, no hay debido proceso ni derecho de defensa. Según esta ley, a un agricultor le pueden decomisar el fruto de su cosecha u obligarlo a suspender la asistencia o la cosecha de sus cultivos, en vía administrativa, sin derecho a una audiencia previa; y, sin que la transnacional que pida estas medidas, tenga que demostrar que el agricultor cometió una infracción. Si después el agricultor demuestra que estas medidas eran injustas o infundadas, él tendrá que pagar abogados e ir a los tribunales de justicia para ver si le pagan los daños causados. Daños que pueden ser irreversibles para los pequeños productores.

A petición de las transnacionales, se puede ordenar la destrucción de semillas o plantas, sus frutos y sus partes cuando éstas se consideren como “falsificadas” o “ilegales”. No importa que se trate de alimentos que se encuentran en buen estado. Este proyecto de ley está siendo “debatido”, en estos momentos y de manera atropellada, en la Asamblea Legislativa. Al quedar claro la perversidad, la maldad y el total espíritu anticristiano del proyecto UPOV, comprendemos las razones por las cuales el dictadorzuelo presidente legislativo ordenó poner vidrios polarizados en la barra del público. Es tal la ignominia que invade la conducta de los diputados del TLC, que temen ver a los ojos al pueblo que los eligió. La potencia cívica del Referéndum de la Calle, en consecuencia, debe expresarse en toda su dimensión, amplitud y profundidad.

El derecho de rebelión y la democracia de la calle

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Y, una y otra vez y mil veces más, hay que indicar que eso lo estableció el propio Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), cuyo Presidente, el Magistrado Sobrado nos tilda ahora de “sediciosos”, por estar aclarando lo anterior, tal y como lo manifestamos en nuestro artículo de la semana anterior.

Estamos convencidos de que abunda legitimidad para enfrentar los proyectos de ley de esa “agenda de implementación”. Y creemos que, por tanto, debemos acudir al Derecho de Rebelión, que para nosotros constituye “una rebelión sin violencia, una rebelión organizada y con inteligencia, una rebelión donde la fuerza esté en el espíritu de los que luchan por una causa justa. Una rebelión que utilice las metodologías de lucha de la no-violencia activa para cambiar el rumbo de las cosas. Y cambiar el rumbo significa empezar a luchar contra el poder real, que es el poder económico”. Tal es la definición del Derecho de Rebelión, formulada por el humanista argentino Guillermo A. Sullings y que hoy hacemos nuestra.

Además, nosotros creemos que ese Derecho de Rebelión se ha de expresar a través del ejercicio cívico de la Democracia de la Calle y, más específicamente, del Referéndum de la Calle. Creemos en la movilización social pacífica y no violenta; y, para enfrentar la soberbia, la prepotencia, la exclusión y la tiranía institucionalizada de ese poder económico y su peonada diputadil de 38 votos, el Referéndum de la Calle será el mecanismo idóneo para la restauración de una democracia que ha sido vulnerada de manera inmisericorde.

Vulneración a la democracia que empezó desde el golpe de Estado técnico que significó la cuestión de la reelección presidencial; hasta la escandalosa complicidad del tribunal electoral del señor Sobrado, que permitió, entre otras barbaridades, el fraude mediático con la violación de la veda de propaganda electoral que hicieron “grandes” medios de prensa; prensa precisamente en manos de ese poder real, el poder económico, el mismo que ahora nos mandó a acusar de “sedición”.

Jamás aceptaremos, sin rebelarnos, esa ““agenda de implementación”:/article/la-agenda-de-implementacion-del-tlc-en-breve/” que entrega el ICE a la voracidad mercantil del hombre más rico del planeta. Jamás aceptaremos, sin rebelarnos, que lleven a la Caja a la quiebra financiera, pues dentro de tal agenda, está el proyecto que la obligará a comprar solamente los medicamentos de las grandes transnacionales farmacéuticas estadounidenses. Jamás aceptaremos, sin rebelarnos, porque somos cristianos, que esa “agenda de implementación”, convierta en negocio patentado las semillas de la vida humana y vegetal, algo de tanta monstruosidad que cuesta creer que haya costarricenses dispuestos a convertir en ley tal aberración.

Si para el magistrado Sobrado esto es “sedición”, pues que así sea. Si él se prestó a la argucia periodística del pasquín que publica, al día, ese poder económico para acusarnos, sepa que nos está dando una extraordinaria oportunidad para que se debata a nivel de opinión pública y en los estrados judiciales, la propia actuación del tribunal electoral que él preside; ese mismo tribunal que ha perdido toda credibilidad y toda confianza ante un elevadísimo número de costarricenses, como ya ha quedado comprobado. Ni hablemos de lo que significará esta acusación en el plano internacional.

Somos costarricenses de pura cepa. Somos hijos legítimos del gallo pinto, de la aguadulce y de la carreta con bueyes. Ese poder económico que controla la “gran” prensa, mucha de la cual es propiedad de y está dirigida por gente que no nació en nuestra adorada Tiquicia, debe saber que la lucha cívica del NO de la Patria seguirá adelante, bajo los valores cívicos del Derecho de Rebelión y de Democracia de la Calle. Así quedó constando en la magna asamblea de patriotas del pasado sábado 27 de octubre. Actuaremos en consecuencia.

El Megacombo legitima el derecho de rebelión

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Pese a que su tribunal electoral (ese que les ayudó tanto para que obtuvieran el “gane” del referéndum sobre el TLC), les indicó que las denominadas leyes de implementación no se votaron el 7 de octubre; el régimen de los hermanos Arias Sánchez pretende fundirlas en un solo proyecto para, de un porrazo, aprobarlas lo más rápidamente posible, cometiendo un nuevo acto de asalto a la democracia. Los escuderos gobiernistas en el parlamento, el partido de los casinos y las casas de apuestas, han tomado la iniciativa, dando la señal de salida de esa carrera loca hacia la confrontación social abierta.

Así tenemos que, entre varios proyectos de esa “agenda de implementación”, la entrega del ICE y del INS, junto con la Caja (propiedad intelectual-medicamentos), se fundirán en un único proyecto de ley, al que ya podemos denominar el Megacombo. Es tal la desesperación de los grupos económicos poderosos de la campaña del miedo por realizar sus esperados negocios con ese suculento patrimonio público, que parece se decidirán por una iniciativa legal de semejante calibre. Sin duda alguna, esto constituye una provocación de incalculables proporciones contra la propia institucionalidad que ellos dicen defender y contra la misma paz social.

En consecuencia, nosotros estimamos que el derecho de rebelión contra semejante ataque a la civilidad no podrá ser eludido por la conjunción de fuerzas cívicas que, a lo largo de los últimos años y por diversas maneras, nos resistimos a la entrega de la Patria, a la voracidad mercantil del más rancio capital oligarca centroamericano que ya comanda los destinos de Costa Rica, en alianza de negocios con sus pudientes socios locales.

Y es que, efectivamente, los hermanos Arias Sánchez (particularmente el que funge como Presidente de la República), deben una explicación abierta a la ciudadanía de sus relaciones con personajes centroamericanos de gran poderío económico como el guatemalteco Dionisio Gutiérrez, el salvadoreño José Ricardo Poma, el panameño Stanley Motta, el nicaragüense Jaime Montealegre Lacayo, entre otros.

Todos ellos están presuntamente asociados en una firma de negocios denominada “Mesoamerica Investments”, junto con el costarricense Rodolfo Jiménez Borbón (Grupo Nación GN S. A.). Este grupo de negocios, “Mesoamérica Investments” ya tiene inversiones en telecomunicaciones en los otros países centroamericanos y aspira a incursionar en Costa Rica, una vez que el “megacombo” (que incluye las leyes de implementación para la privatización-apertura del ICE), logren aprobación legislativa.

Estos datos, dados a conocer por la prestigiosa publicación periodística Semanario Universidad, explican una de las poderosas motivaciones de la monstruosa campaña del miedo desarrollada en los tres días antes del referéndum, en lo que constituye ya la más grande operación psicológica de propaganda mentirosa y manipuladora jamás desplegada en un proceso electoral costarricense.

Razón tenía el Presidente del Grupo TACA-Costa Rica, el Dr. Fernando Naranjo Villalobos, cuando en un correo interno dirigido a su personal indicó (el viernes 5, dos días antes del referéndum), que “lamentablemente si la decisión fuera No ratificar el TLC, TACA se vería obligada a revisar sus planes de expansión en el país para los años siguientes”. Un claro ejemplo de lo que sucedió en muchas empresas privadas

Indudablemente que estamos más que legitimados para ejercer el democrático y civilista Derecho de Rebelión, con el fin de oponernos a las denominadas “leyes de implementación del TLC”, ahora que serían fundidas en un único proyecto, el megacombo.

¿De qué clase de “triunfo” hablan?

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Este “triunfo”, en consecuencia, no tiene la necesaria legitimidad inherente a un proceso electoral limpio, cristalino, equitativo, justo y, sobre todo, libre. No es legítimo. Solamente tienen un pírrico resultado cuantitativo a su favor. Nosotros obtuvimos un triunfo en la “derrota”. Ellos cargan con el peso de una derrota en su “triunfo”.

El terrorismo ideológico, la agresión psicológica y el acoso mental que hasta momentos antes de la votación sufrieron miles de votantes, le quitó al proceso su condición libre. La operación de propaganda, al estilo nazi, montada tres días antes de la votación a través de varios medios de prensa oligárquicos (incluso uno televisivo de propiedad mexicana), así lo confirma para la historia.

Por ejemplo, el_ “avanzar o frenar”_, titular de portada del pasquín oligárquico en su edición del día del referéndum, fue un verdadero volante de propaganda de ellos. Sin duda alguna, la irrupción del terrorista y torturador Bush, de la Casa Blanca y de CNN en Español, mostró el despliegue de un operativo de inteligencia para la intimidación psicológica de la población; algo completamente nuevo para el pueblo costarricense, pero que ya han sufrido otros pueblos latinoamericanos cuando se han propuesto transitar caminos soberanos.

Por eso es que nada celebraron. No tenían razones para celebrar. Ética y moralmente el triunfo no fue de ellos. Además, el pueblo votó sobre el TLC, única y exclusivamente. El referéndum no era sobre la llamada “agenda de implementación”. El mismísimo Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), ese que tanto les ayudó con su descarada parcialización, así lo reconoció por boca de su máximo jerarca, el magistrado Sobrado, cuando en entrevista, el domingo 30 y para el principal periódico de ellos afirmó que, “lo que se pretende llevar al referendo es el TLC, no la agenda de implementación”. Así que ni uno solo de los trece proyectos de esa agenda, se votó el domingo 7 de octubre. Quedamos completamente legitimados para rebelarnos contra tales proyectos.

Tenemos, pues, el camino completamente libre para oponernos a esa agenda. Debemos hacerlo con toda contundencia, por todas las formas posibles, típicas y atípicas. Nuevos escenarios de lucha quedaron completamente abiertos y ahora muchos más legítimos que cuando nos tildaban de “cuatro gatos”.

Cuantitativamente somos tres cuartos de millón (así quedó certificado en las urnas), pero de corazón somos muchos más, puesto que la infame campaña del miedo “alejó” a muchos compatriotas de la senda del bienestar de la Patria; “alejamiento” que será momentáneo.

Por tanto, no tienen mandato suficiente como para cambiar por sí solos el modelo solidario costarricense, nuestro Estado Social de Derecho. ¿Qué tienen, entonces?… Una prensa oligárquica completamente prostituida y desacreditada; una fracción parlamentaria gobiernista desprestigiada con diputados y diputadas que fueron derrotados en el referéndum en sus propias comunidades; como el “lazarillo” de los Arias (en Pérez Zeledón), o la verdadera jefa de fracción de la bancada parlamentaria oficialista (en San Ramón); un “triunfo” pírrico; y, un gobierno que renquea porque la alianza que lo sustenta (_“Plusc”_ más las turecas) tuvo muchos menos votos el 7 de octubre que los obtenidos en las elecciones del 2006.

¿Es eso suficiente?… ¡NO!. El empate de fuerzas sigue vigente. Además, de acuerdo con el universo electoral, siete de cada diez ticos no votaron por el sí. Ellos van para atrás. Nosotros vamos para adelante, con toda ética y moral, con la fuerza de la razón y con un poder ciudadano en indetenible crecimiento.

Victoria moral y ética del NO al TLC

Las condiciones totalmente adversas y desiguales en que se desarrolló la campaña del NO al TLC, le restan méritos al resultado cuantitativo de los que ahora se consideran vencedores. Por tanto, la otra parte no puede vanagloriarse de un triunfo ético y moral bajo tales circunstancias.

El Movimiento Patriótico NO al TLC se enfrentó a fuerzas descomunales jamás desplegadas en una campaña electoral en el país; la fuerza de la Casa Blanca y del decadente gobierno del cuestionado Presidente Bush; el gran capital neoliberal criollo y sus pares del capitalismo sangriento centroamericano; la descarada propaganda a favor del sí de varios medios de comunicación colectiva (entre ellos el estatal), en abierta violación a la veda que ordena la ley del referéndum y contándose con la complacencia tácita del tribual electoral; irregularidades a granel el día de las elecciones (incluyendo la presunta compra de votos por dinero en varias comunidades); la descarada repartición de recursos públicos a cambio del voto por el sí, etc.

Rendimos homenaje a cada ciudadano y a cada ciudadana integrantes de los comités patrióticos quienes, como verdaderos héroes y heroínas, enfrentando semejante despliegue de poder político y económico; con enorme sacrifico, militancia totalmente comprometida, amor patrio genuino y transparente y una cultura cívica que muchos pensaban perdida en la conciencia nacional. A la vez, nos pronunciamos por la permanencia de los comités patrióticos, anhelando que se conviertan en agentes renovadores de una democracia enferma.

El resultado del referéndum no resolvió la controversia nacional sobre el mejor modelo de desarrollo que necesita nuestra querida Patria, en las actuales circunstancias de crecimiento de la desigualdad, corrupción galopante, alto costo de la vida y deterioro moral. Los datos electorales del pasado domingo 7 de octubre, muestran dos fuerzas cuantitativamente parejas que seguirán en controversia sobre tal aspecto.

Es en tal circunstancia que sin la opinión y el consentimiento de los comités patrióticos distribuidos a lo largo y ancho del país, será imposible abordar las nuevas responsabilidades del escenario derivado del controvertido resultado del referéndum sobre el TLC. Por tanto, resulta imprescindible una consulta respetuosa, democrática y ampliamente participativa para conocer la sabia guía orientadora de estos grupos de ciudadanos que se ganaron una autoridad política incuestionable como nuevos actores de la realidad nacional.

Finalmente, exigimos al Gobierno descartar, radicalmente, y en cualquier nivel jerárquico, cualquier intentona represiva, de cualquier carácter, contra un trabajador o contra una trabajadora que, haciendo uso de sus derechos constitucionales y de su libre albedrío, formó parte del Movimiento Patriótico NO al TLC. Una actitud así sería contraria al llamado que se esta haciendo a la “reconciliación nacional”. Por nuestra parte, no toleraremos bajo ninguna circunstancia, acosos, hostigamientos, señalamientos, enlistamientos negativos, descalificaciones, agresiones verbales, etc, contra los y las simpatizantes del NO al TLC. Enfrentaremos ello en cualquier instancia y con todos nuestros medios al alcance.

Las anteriores reflexiones recogen una posición compartida por las organizaciones ANEP, UNDECA y ASDEICE.

El triunfo ya se dio en los campos ético y moral: Ahora a sellarlo en las urnas

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Miles y miles de corazones limpios, de corazones transparentes, de corazones llenos de alegría, fervor patrio y unión familiar, nos unimos a lo largo del Paseo Colón y más allá de él, mostrando el impetuoso crecimiento de un movimiento que se ha enfrentado, como David contra Goliat, en un escenario totalmente adverso.

Los del_ “yes”_ al TLC no pudieron hacer nada igual, pese a los millones de colones y de dólares que han tenido a su disposición. Hasta uno de sus periódicos tuvo que reconocerlo y, palabras textuales, “constató que los manifestantes ocuparon las calles en dirección este desde la estatua de León Cortés en la Sabana hasta el Parque de La Merced”.

Esta fuerza moral, esta fuerza ética, esta fuerza cívica hay que convertirla en votos efectivos en las urnas el próximo domingo 7. Si pudimos derrotar la campaña del miedo que nos hizo realizar semejante concentración cívica, con más razón la hemos de sepultar en el secreto de la urna.

Este asunto del voto secreto es estratégicamente importante. De manera especial, para quienes laborando en las empresas privadas, han sido víctimas de acoso mental, presión laboral, chantaje emocional y agresión psicológica, para que voten por el sí al TLC.

El voto secreto les permite estar a solas con su conciencia, liberándose de la tiranía patronal que pretendió convertir su libertad electoral, su voto secreto, en una mercancía más, sujeta a valor monetario incluso. A estos trabajadores acosados, hostigados, intimidados por el “yes” al TLC, les recomendamos “salirle con un domingo 7” a su patrón acosador, votando NO, escudados y protegidos por la condición secreta del sufragio electoral.

También nos dirigimos a la persona indecisa. Fíjese bien en la clase de tagarotes, ambiciosos y codiciosos ricachones que están con el sí al TLC. Fíjese bien en la clase de políticos del corrupto bipartidismo tradicional que defienden el TLC.

Fíjese bien en la clase de tratado que defienden esos que desde las máximas alturas del poder político, a través del más escandaloso tráfico de influencias, se han enriquecido realizando negocios privados con el patrimonio público. Es a este tipo de gente a la que, únicamente, le sirve este TLC. En tal caso, le pedimos votar NO. Cuando a uno le proponen algo que nos genera desconfianza, uno responde mejor NO.

De verdad que hemos reeditado, a la tica, el episodio bíblico de David contra Goliat. Ellos, el Goliat, con su plata inagotable; con su poder político-institucional totalitario; con la repartición más escandalosa de fondos públicos a cambio de votos; con el favor de cierta_ “gran”_ prensa infame y prostituida, que abjuró de la equidad y de la democracia informativas; con las directrices políticas del memorandum del miedo, de la corrupción y del chantaje.

Por el contrario, el David, el Movimiento Patriótico No al TLC, con el corazón, con el compromiso patriota, con la mística cívica, el sacrificio desprendido; con los valores de la solidaridad, de la hermandad, de la ética y del decoro a toda prueba, en medio de las más grande diversidad de pensamiento que se ha visto en la historia nacional.

Realicemos el máximo esfuerzo en esta recta final. Tenemos experiencia luchando contra toda adversidad. Movilicemos absolutamente todos los votos del NO para consolidar una victoria ética y moral que ya es del pueblo y de la Patria; y así entrar en el “día después”, con la máxima potencia para la fase siguiente.

Votar masivamente por el NO es derrotar a la delincuencia electoral

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El Segundo Vicepresidente, Kevin Casas Zamora (hoy “congelado”) y el diputado gobiernista Fernando Sánchez Campos, se han convertido ya en delincuentes electorales por urdir la maquiavélica operación política que pretendía forzar, a como diera lugar, el triunfo del “yes” al TLC. Sin embargo, creemos que hay más complotados en este violento episodio contra la democracia costarricense, que representa el famoso Memorandum Casas-Sánchez.

Antes de hacerse público este documento, gracias a la valiente acción cívica del semanario Universidad, transcurrieron 39 días en los cuales el Memorandum Casas-Sánchez estuvo en el escritorio de los máximos jefes de ambos: los hermanos Arias Sánchez. Precisamente ese fue el período en que en que empezaron a ejecutarse la serie de lineamientos perversos que tal documento contiene, aunque ahora lo niegan dejando que se “hundan” solos los autores “materiales” de la conjura antidemocrática.

Dice el refrán popular que “al perro flaco se le pegan las pulgas” y aunque los señores Casas y Sánchez no son tan “flacos” políticamente hablando, pues están en las alturas del actual poder político; lo real es que su memorándum expresa un plan perfectamente delineado y muy estructurado que presupone un resumen de consideraciones políticas convertidas en acuerdos operativos de acción en el campo de la propaganda por el sí al TLC; y que, por tanto, debe haberse realizado una o más sesiones grupales con “los jefes”.

Es en tal marco de condiciones en que los sectores patrióticos que hemos venido promoviendo la justa y cívica causa del NO al TLC, tenemos que salir, de manera abrumadora, masiva y contundente, a las urnas el próximo domingo 7 de octubre, a votar por el NO.

Le cobraremos así a la delincuencia electoral, la visible y la que ahora se quiere hacer invisible, su grave afrenta a la institución democrática más sagrada del pueblo costarricense: el sufragio electoral. Con nuestro voto masivo por el NO desterremos para siempre las intentonas de burlar la conciencia ciudadana con patrañas, embustes, manipulaciones, agresiones, juego sucio, dádivas con recursos públicos, mentiras y miedo, como todo lo que se deriva del Memorándum Casas-Sánchez y que han puesto en ejecución los del sí al TLC, por más que ahora quieran “desmarcarse” de sus compinches en “desgracia”.

El 7 de octubre la democracia renacerá en Costa Rica. El 7 de octubre la justicia triunfará sobre el poder político corrupto; sobre la prensa infame y totalitaria, sobre el miedo y el terror; sobre el chantaje y la agresión; sobre el poder económico desenfrenado que pese a ser tan grande, no pudo comprar la conciencia mayoritaria de un pueblo que como el costarricense ha sabido decir ¡NO! en los momentos más cruciales de la formación de nuestra particular identidad nacional y de nuestra forma diferente de ser ante el mundo.

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Con relación al fotomontaje y el tema de “Watergate”:http://es.wikipedia.org/wiki/Escándalo_Watergate