Celebremos 100 años del 1º de Mayo en Costa Rica

Sí, compañeros y compañeras de la clase trabajador costarricense: Este Primero de Mayo de 2013, que cae en miércoles, no es un Primero de Mayo “más”. Hace 100 años, ilustres costarricenses como Joaquín García Monge, Omar Dengo y Carmen Lyra; junto a las “sociedades obreras” de Alajuela, Cartago, San Ramón; junto a los gremios de junto a gremios de zapateros, tipógrafos, panaderos; y hasta un conjunto futbolístico, el Club Sport La Libertad, promovieron la celebración del Primer Primero de Mayo en Costa Rica. Cien años después honraremos su legado.

Nos sobran razones para salir a la calle este Primero de Mayo de 2013: Salvar a la Caja; otra política salarial, que incluya la elevación estructural y sustancial de los salarios mínimos, contra el pernicioso concepto del “salario único” y demandando aumentos salariales realmente compensatorios del alto costo de la vida; repudiando la vergonzosa concesión de la vía San José-San Ramón y todas las otras concesiones que expolian el bolsillo de las mayorías; denunciando la injusta estructura tributaria que asfixia a “los y a las de abajo” y a la clase media; contra la depredación ecológica y la agresión ambiental; rechazando la corrupción desenfrenada y la creciente e indetenible desigualdad con esos episodios mediáticos del lujo desenfrenado y la ostentación abusiva de la riqueza; por los miles y miles de compatriotas que pasan hambre y que, con suerte, comen una vez al día; contra la sobreexplotación obrera de la mano de obra nicaragüense en el país; para humanizar el trabajo informal y dignificar a los vendedores ambulantes; por el respeto pleno a la Libertad Sindical en las empresas privadas, pues es un Derecho Humano Fundamental. Contra todas las formas de discriminación: de género, de orientación sexual, religiosa, por discapacidad; contra el racismo en todas sus manifestaciones y en el fútbol especialmente… Y muchas otras causas nobles más, en aras de una sociedad más justa, más equitativa, más solidaria, más igualitaria.

Razones de sobra hay para salir a la calle este Primero de Mayo de 2013 que en Costa Rica no es cualquier Primero de Mayo.

Parque La Merced – Desde las 8 de la mañana
ANEP
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UNIDAD DE CAPACITACIÓN Y FORMACIÓN POLÍTICO SINDICAL (UCFPS)

PRIMERO DE MAYO DE 1913:
PRIMERO DE MAYO DE 2013:

CIEN AÑOS DE LA PRIMERA CONMEMORACIÓN EN COSTA RICA
DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA CLASE TRABAJADORA

En 1912 se funda la primera central sindical en Costa Rica, misma que al siguiente año, 1913, junto al Centro de Estudios Sociales Germinal (que fue un centro de estudio y pensamiento fundado por el educador don Omar Dengo Guerrero, con el fin de dar a los obreros y a las obreras formación sociológica para que a partir de ahí se formaran una conciencia de clase más definida (De La Cruz, 2004, p. 79); organizan la conmemoración, por primera vez en nuestro país, del Primero de Mayo. Tan histórico acontecimiento ocurrió, precisamente, el 1 de mayo de 1913. Para este importante acontecimiento tuvieron mucha influencia Carmen Lyra, Omar Dengo Guerrero y Joaquín García Monge, quienes eran las caras visibles de las ideas socialistas europeas que incursionaban en nuestro país para tales años.

Para esa importante efeméride don Joaquín García Monge pronunció un discurso, mismo que nos parece relevante reproducir para esta ocasión, en que nos preparamos para celebrar el primer centenario de la primera vez que Costa Rica conmemoró el Primero de Mayo, como Día Internacional de la Clase Trabajadora.

A PROPOSITO DEL PRIMERO DE MAYO
Joaquín García Monge

“Señores:
Para el trabajador centroamericano el 1º de mayo es doblemente significativo en lo que importa a su condición de hombre y artesano. En un día como este, hace 56 años, el filibustero yanqui desistió de su primera tentativa de conquista armada del territorio que nuestros mayores nos heredaron. Y de entonces acá el 1º de mayo destaca en el horizonte de nuestra historia como una estrella luminosa solitaria que advierte a las generaciones nuevas que la libertad tiene sus eclipses y hasta sus ocasos, que debemos estar alerta, porque detrás de los montes nativos aletea el águila de la rapiña extranjera y que si bien no llega al son de tambores y clarines, resplandece en el oro de las monedas y a paso lento se adueña de las conciencias de los políticos corrompidos, y legalmente, de nuestro territorio. No nos extrañe que os hable de defender con valor la posición geográfica que como hombres nos ha tocado en este mundo terrenal, en este día que es el de la solidaridad internacional de los trabajadores, sin distinción de opiniones políticas, religiosas, etc.

Pero es lo cierto que en estas rapiñas internacionales, en esta despropiación injusta que hacen los fuertes del territorio de los débiles, no es la conciencia obrera la que los autoriza o en ellos participa, sino la codicia sin límites de los capitalistas propios y extraños y de los políticos sin escrúpulos que de lacayos les sirven.

Por lo demás, el cariño al suelo en que nacimos providencialmente es una forma de amor a la humanidad, de contribución de un país al mejoramiento mundial, porque a ello directamente servimos cuando limitamos nuestras fuerzas y anhelos de progreso al grupo de conciudadanos que puede oírnos o seguirnos. Además, la obra de avance humano hacia una saludable redención no puede hacerse de un golpe, por un acuerdo espontáneo de todos los hombres: es la obra de pequeños grupos, de la propaganda tenaz por largos años y dentro de los límites familiares del país, de la ciudad, de la aldea en que nacimos.

El amor a la humanidad, en el amplio sentido de las predicas, de puro extenso se diluye y no pasa de una amable intención. Hagamos lo posible, pues, por engrandecer a Costa Rica, a Centro América, que es lo que tenemos a mano; que nuestro vecino tenga casa confortable, libro que leer, deleites artísticos baratos en las horas de descanso, auxilio cariñoso en los días de enfermedad, de vejez o de infortunio, campos libres que recorrer en los días primaverales, libertad de pensamiento, asociaciones mutuas de apoyo y engrandecimiento y, sobre todo, señorío de la tierra que pisa. Porque sin este señorío del suelo nativo, en balde se hacen, a mi juicio, esfuerzos colectivos por la reivindicación de otros derechos. Porque el derecho fundamental y primario es el de habitar, el de ser el dueño de la tierra en que se vive: si dejamos que hombres o instituciones codiciosas lo acaparen para su particular beneficio, si vemos impasibles que el conquistador forastero poco a poco la compra, si nada hacemos por conservarla ante todo y cultivarla después, estamos perdidos, en camino hacia la peor de las esclavitudes, la del proletario que no pasa de ser un mero inquilino en la tierra de sus padres. Esto es una amenaza y una vergüenza. Si el 1º de Mayo, si la Fiesta del Trabajo debe serlo de reflexión y de recogimiento, meditemos sobre esta gran temeridad: la concesión que estamos haciendo a la codicia extraña de las tierras heredadas de nuestros mayores, las mismas que ellos noblemente supieron defender hace 56 años y las que estamos obligados a conservar y a hacer productivas mediante colonias agrícolas para sustento y riqueza de propios y foráneos y garantía de nuestra libertad amenazada, porque un pueblo que pierde el señorío de su tierra no puede ser un pueblo libre, desde luego que el suelo que pisamos es el que nos da la firmeza, el sustento, la independencia y la alegría. De modo, pues, que el 1º de Mayo será para vosotros un doble símbolo de redención”. (Revista Fundación Biblioteca Ayacuch. 2005. pp. 45-46).

Bibliografía
De la Cruz De Lemos, V (2004) Las luchas sociales en Costa Rica 1870-1930. Obtenido en Revista Fundación Biblioteca Ayacucho. (2005). Obra Selecta de Joaquín García Monge. Colección Clásica No. 229. Pp. 45-46.

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