El pueblo trabajador se merece diputaciones leales

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

¡A votar el domingo! El pueblo trabajador necesita que, para la próxima Asamblea Legislativa, queden electas el mayor número posible de diputaciones amigas a las causas obreras y sociales; personas luchadoras que, de una manera u otra, en escenarios diversos, en el campo y en la ciudad, han venido ejerciendo las más distintas y creativas formas de lucha en contra de las más grandes injusticias de estos tiempos, como lo son la desigualdad, la exclusión económica, la corrupción, la concentración abusiva de la riqueza, el desempleo, la precariedad salarial (entre otras).

Injusticias cometidas por los partidos políticos que se entregaron al gran capital, que se doblegaron a los poderes fácticos de la plutocracia; que renegaron de sus valores fundamentales de la Socialdemocracia verdadera y del real Humanismo Cristiano.

Debemos llevar al próximo Congreso a personas luchadoras que tengan como objetivos centrales, por ejemplo:

A) una nueva política salarial, especialmente en cuanto al salario mínimo, para aportar a mejorar la distribución de la riqueza y los beneficios del crecimiento económico.

B) La transformación estructural del sistema tributario para que deje de ser injusto y corrupto, teniendo como bandera el informe “escondido” de Los papeles de Panamá.

C) Impulsar legislación para el relanzamiento de la producción agropecuaria nacional con seguridad y soberanía alimentaria nutritiva.

D) Defensa del empleo público destinado a la seguridad ciudadana, a la provisión de servicios sociales para impulsar la movilidad y el ascenso social, al que se ejecuta desde la institucionalidad de las empresas estatales que facilitan servicios estratégicos accesibles para toda la población, defendiendo la propiedad pública de estas.

E) Legislación para la realización de una auditoría ciudadana de la deuda pública y de su abusivo y obsceno pago de intereses; que, por una parte, facilite derogar la feroz regla fiscal; y, por otra, libere recursos sanos para reconstruir el servicio público llevado hasta un estado caótico, pese a que fue diseñado para el bien común.

Varias de estas personas líderes sociales se acercaron a diversos partidos políticos que las acogieron y que este domingo las postulan al Parlamento, provenientes todas de las siete provincias; haciéndose notables en luchas locales en sus propias comunidades, así como en luchas de alcance nacional. En este último, las vimos en primera línea contra el combo fiscal (en 2018); y también contra la primera tanda de imposiciones derivadas de compromisos del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2020.

Los partidos políticos de la coalición gobernante que ha tenido Alvarado en estos cuatro años, aspiran a seguir controlando la Presidencia de la República y la Asamblea Legislativa. De esto no hay la menor duda.

En este sentido, por ejemplo, las fuerzas sanas y no alineadas de los sectores sociales, necesitan un colectivo de representaciones diputadiles que, aunque tengan procedencia partidaria distinta, tienen una comunidad de visiones construidas en la lucha social de estos tiempos de la hegemonía plutocrática.

Por tanto, hay mucho potencial de construcción de una agenda legislativa compartida para impulsarla, dentro de y fuera del escenario parlamentario; mediando, en este caso, la movilización ciudadana pacífica y estratégicamente coordinada. Téngase presente, además, que la propuesta de este lado de la acera es abundante, diversa y consistente.

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