ANEP, continúa denunciando la difícil situación interna que se vive en el PANI en cuanto al hostigamiento laboral y exceso de casos para cada persona trabajadora que repercute en la atención de la niñez y adolescencia.
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ANEP junto al Frente Amplio presentan iniciativa que permita la devolución total del ROP
Esta iniciativa busca que en un plazo de dos años se le dé la totalidad del ROP a quienes se jubilaron entre el 1 enero de 2021 hasta el 31 de diciembre del 2029, pues son personas que no alcanzaron a cotizar la totalidad y su ahorro no ha crecido en cuanto a las inversiones de sus operadoras de pensiones.
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ANEP exige la renuncia inmediata de la Presidenta Ejecutiva del PANI tras la muerte de un niño y la crisis institucional que dejó a 21.600 menores sin atención en 2024
La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) exige la renuncia inmediata de la Presidenta Ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Kennly Garza Sánchez, por su evidente incapacidad para dirigir la institución y por la falta de medidas efectivas que pudieran haber prevenido la trágica muerte de un niño de 10 años, ocurrida en la zona de Los Santos.
El 24 de abril, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a una pareja sospechosa de estar involucrada en la muerte de su hijo. El padre, de 72 años, es señalado como el principal sospechoso de haber causado la muerte del menor mediante asfixia mecánica, conocida comúnmente como ahorcadura. Esta tragedia pone en evidencia la grave falta de protección y seguimiento por parte de las autoridades encargadas de la niñez, lo que agrava aún más la crisis institucional que atraviesa el PANI.
Según lo indicado en el oficio PANI-OPDI-OF-0412-2024, emitido en respuesta a consultas realizadas por la ANEP, la señora Garza Sánchez no ha demostrado la capacidad para enfrentar la profunda crisis institucional que atraviesa el PANI, ni ha ofrecido soluciones eficaces ante la crítica sobrecarga laboral que padecen las personas trabajadoras de la institución. Como reflejo de esta alarmante situación, durante el año 2024 un total de 21.600 personas menores de edad no recibieron atención oportuna por parte del Patronato Nacional de la Infancia. Esta cifra resulta espeluznante y pone en evidencia el colapso del sistema de protección, mientras tanto, el personal continúa laborando bajo condiciones insostenibles de sobrecarga y abandono institucional.
A pesar de la gravedad del panorama, la señora Garza Sánchez ni siquiera ha presentado un proyecto de ley ante la Asamblea Legislativa para excluir al PANI de la aplicación de la regla fiscal. Han sido más bien diputados de la oposición quienes han tomado la iniciativa de liderar estos esfuerzos legislativos, con los cuales la ANEP ya ha iniciado conversaciones, en procura de medidas concretas que permitan rescatar la operatividad del Patronato y garantizar el cumplimiento de sus fines institucionales.
Esta tragedia no es responsabilidad del personal trabajador técnico ni operativo del PANI, que trabaja bajo extrema presión, con recursos limitados y sin el respaldo adecuado. La responsabilidad recae exclusivamente sobre la Presidenta Ejecutiva, quien ha sido incapaz de liderar la transformación y el fortalecimiento que la institución requiere con urgencia.
La gestión de la señora Garza Sánchez ha sido deficiente, desarticulada e ineficaz. No ha logrado fortalecer las oficinas locales ni los departamentos con el personal adecuado, y ha fallado en impulsar las reformas estructurales urgentes necesarias para cumplir con la misión institucional de proteger a la niñez y adolescencia en situación de riesgo. Ha fallado en su deber fundamental y debe asumir las consecuencias.
Hoy, la administración del PANI se ha enfocado más en perseguir a sus trabajadores que en resolver los graves problemas estructurales que enfrenta la institución. El personal se encuentra sobrecargado con expedientes que exceden su capacidad, mientras trabaja en un ambiente marcado por el acoso y el hostigamiento laboral, que ha persistido durante la actual gestión. Lejos de atender esta realidad, la Presidenta Ejecutiva no ha tomado medidas efectivas para mejorar las condiciones laborales ni para fortalecer la protección integral de la niñez costarricense.
Las oficinas locales y departamentos del PANI operan con infraestructura deficiente, un número insuficiente de personal y una sobrecarga de trabajo que dificulta enormemente la capacidad del personal para atender adecuadamente las necesidades de la niñez y adolescencia en riesgo. A pesar de estas condiciones, los trabajadores, con esfuerzo y dedicación, hacen todo lo humanamente posible para cumplir con su labor, pero no pueden ofrecer una respuesta eficiente cuando las cargas son desmedidas. Esta situación afecta directamente la calidad del servicio y la atención que los menores requieren, poniendo en evidencia la profunda crisis de gestión que enfrenta el PANI.
Doña Kennly Garza Sánchez, esto es responsabilidad suya y de nadie más.
Desde la ANEP reiteramos nuestro absoluto respaldo a las personas trabajadoras del PANI. Son ellas quienes han sostenido esta institución con vocación, compromiso y profesionalismo, muchas veces a pesar del abandono institucional. No son ellas las responsables de las omisiones de la alta jerarquía, sino quienes han seguido protegiendo a la niñez costarricense aún en las peores condiciones.
Una vez más, personas menores de edad han muerto bajo una gestión incapaz de responder a tiempo. La conducción del PANI le quedó grande a la señora Kennly Garza Sánchez, y hoy debe asumir su responsabilidad. Por respeto a la niñez, al país, a los derechos humanos y al personal institucional que lucha por sostener esta misión, debe presentar su renuncia inmediata.
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) 13 de mayo de 2025.
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Un Primero de Mayo muy especial
A pocas horas de la conmemoración histórica y mundial del PRIMERO DE MAYO, el Día Internacional de la Clase Trabajadora, como militantes sindicales honraremos las figuras gigantes que protagonizaron la gesta de la lucha obrera más relevante jamás dada: la Jornada de las Ocho Horas. Hablamos de Los Mártires de Chicago cuyos nombres siempre debemos recordar George Engel, Michael Schwab, Luis Lingg, Adolh Fischer, Samuel Fielden, Albert Parsons, Aguste Spies y Oscar Neebe.
Su sacrificio, su legado y su ejemplo mártir animan la práctica cotidiana de ese tipo de sindicalismo que procura ser consecuente, en todo momento, con la filosofía integral de la reivindicación obrera plena según los principios que la sustentan.
Estamos catalogando la conmemoración histórica del Primero de Mayo en lo que respecta al pueblo trabajador costarricense como de muy especial, considerando el entorno económico, político y hasta histórico de nuestro desarrollo como sociedad costarricense en estos momentos.
Consideremos que el concepto de clase trabajadora es hoy día mucho más amplio que el clásico-tradicional: la persona asalariada con empleo formal y salario fijo, tanto en el sector público como el privado. Está la persona trabajadora independiente, la que está sin empleo, la que está en el subempleo, también son clase trabajadora. Sin duda, también, las personas trabajadoras ya jubiladas-pensionadas que, en su abrumadora mayoría, dependen de la Seguridad Social para su propia salud. Igualmente, podemos considerar clase trabajadora a quienes realizan actividad micro-pequeña y mediana empresarial que destinan su producción para el mercado interno y hasta para exportación.
Todos estos segmentos de clase trabajadora, de una mera u otra, están bajo grandes amenazas contra su propio bienestar y el de sus respectivas familias. La flexibilidad laboral, la precariedad y el congelamiento salarial con su inherente deterioro del poder de compra del salario, el ataque del capital a la jornada histórica de las 8 horas, el teletrabajo sobreexplotador, la inteligencia artificial, los cambios demográficos y climáticos, la crisis fiscal y de los sistemas de salud y de seguridad social, así como jubilatorios; constituyen amenazas sumamente potentes que conspiran todos los días contra el bienestar obrero.
Todas estas manifestaciones adversas las sufren las personas trabajadoras costarricenses y migrantes en la Costa Rica del 2025.
Como si todo ello no bastase, la clase gobernante, la que ejerce la operatividad política cotidiana en la institucionalidad vigente, vive un conflicto de poder entre sus actores viejos y nuevos. Sin embargo, el mismo no pone en riesgo el modelo económico dominante basado en el ya desacredito dogma neoliberal, por una parte; y por la otra, la élite plutocrática del real poder en la sociedad no está sufriendo riesgo alguno por culpa del indicado conflicto de poder.
Lo que sí está sumamente claro es que tal conflicto de poder por el ejercicio cotidiano de la operatividad ejecutiva de la cosa pública presenta dos altísimos riesgos, que harán más difícil el diario vivir de todos los segmentos componentes de la clase trabajadora.
El riesgo que representa un ataque artero y estructural contra la serie de valores y de principios consagrados en lo que en Costa Rica conocemos como las Garantías Sociales y los que integran el todo único de la Constitución Política del 7 de noviembre de 1949; y el riesgo de que el autoritarismo de corte fascista que se está manifestando en estos momentos se termine imponiendo, totalmente, en nuestra sociedad con la tesis político-ideológica de las 40 diputaciones.
La clase política vieja luce gastada, por decir lo menos, para enfrentar el desafío fascistoide en desarrollo. Haber abandonado postulados de integración social como los de corte socialdemócrata y los de carácter socialcristiano que impregnan la Carta Magna de 1949, lo está pagando muy caro.
Los sectores sindicales, sociales y populares también estamos pagando un precio muy alto: no haber comprendido, en su real dimensión, qué se estaba jugando con la traición del gobierno de Carlos Alvarado Quesada y su paquetazo fiscal del 2018, contando él para ello con los partidos arquitectos del orden social derivado de la Constitución Política de 1949, particularmente Liberación Nacional. La hegemonía plutocrática del real poder se impuso en esa ocasión y casi nos da una derrota estratégica al ciento por ciento.
Sin entrar a hablar del horizonte electoral de cercanía, a fin no de echarle más sal a la herida, es dable soñar que podemos reconstruirnos como sectores populares destinados a ser sujetos históricos; especialmente, si podemos considerar que la principalísima tarea histórica del momento es derrotar la tesis facistoide de las 40 diputaciones, teniendo presente, eso sí, que la institucionalidad de la Carta Magna del 49 que fue pervertida porque la corrompieron, debe ser saneada.
Finalmente, como lo apuntó la jerarquía eclesiástica católica de nuestro país acerca de que el actual modelo de organización económica está, prácticamente fracasado, este Primero de Mayo de 2025 dejemos constando, contundentemente, que el sindicalismo sí tiene propuesta para que tengamos otro modelo de organización económica centrado en el bien común, en la inclusión social y económica, en contra de la corrupta y abusiva concentración de la riqueza; y con la inspiración que nos da ese gigante de la Humanidad: el papa Francisco.