¿Se nos “sinceró” don Nogui?

Por Albino Vargas Barrantes

En reciente entrevista periodística radiofónica, el actual Ministro de Hacienda, don Nogui Acosta Jaén, formuló criterios acerca del problema fiscal-tributario del país que, sinceramente, nos sorprendieron.

No sabemos si fue un desliz, si fue un “safis”, si fue un cargo de conciencia que no pudo contener más, si fue una pose demagógica; o, en el mejor de los casos, fue una especie de confesión política con alta conciencia de que debía hacerlo pues no podía esperar más. Además, si lo que planteó es del conocimiento de su jefe máximo, el Presidente de la República; y, ambos, andan por ese lado ahora.

Saben nuestros lectores y nuestras lectoras de Diario Extra, que la corriente sindical que encabezamos tiene la cuestión tributario fiscal, primerísimo lugar en nuestra agenda estratégica de trabajo y de lucha.

Ello hizo que le pusiéramos bastante atención y cuidado a don Nogui en esta entrevista, la cual da mucho material para analizar y hasta para proponer; aunque no pase de ser tan solo una entrevista y de la misma no se derive ni la menor acción político-gubernativa con relación a sus contenidos. Nosotros sí la sabremos aprovechar y estamos empezando con las líneas que usted está leyendo.

Para los efectos del presente comentario, consideramos que la siguiente es la frase cardinal de los criterios emitidos por don Nogui en esa entrevista: “… somos una sociedad muy desigual, pero, además, cobramos de manera muy desigual los impuestos, y resulta que la gente que más recursos tiene no está pagando”.

Solamente en estas pocas palabras, encontramos tres situaciones de altísimo contenido político-social para la causa que nosotros defendemos y por la cual luchamos a toda hora:

  1. Somos una sociedad muy desigual. Ya nadie discute esto, independientemente de su posición político-partidista, socioeconómica, cultural-académica, etc. Costa Rica vive una época histórica de su desarrollo republicano que es la misma que se vive, prácticamente, en todo el orbe: estamos viviendo la actualidad histórica más desigual de toda la historia de la Humanidad.
  • Cobramos de manera muy desigual los impuestos. Nosotros lo hemos definido de esta forma, cualquier cantidad de veces y de circunstancias por múltiples medios. El sistema tributario costarricense es doblemente perverso: es injusto y es corrupto.
  • La gente que más recursos tiene no está pagando”. ¡Don Nogui descubrió el agua tibia! En nuestro país quienes pagan impuestos son “los y las de abajo”, así como los sectores medios. Proporcionalmente hablando, pagan más los que menos tienen. Los que tienen, los que verdaderamente tienen, pagan a medias, no pagan del todo, eluden, evaden, sacan la plata del país a paraísos fiscales; tienen bufetes y despachos de expertos tributarios que les ayudan a procesar el robo de impuestos en todas sus manifestaciones y con ropaje legal.

Don Nogui, también, trató un tema considerado “tabú” en los sectores hegemónico-políticos del real poder en nuestra sociedad: el de las exenciones y exoneraciones. ¿Qué le motivaría? Se dejó decir esto:

“El gasto tributario incorpora evasión, pero también exoneraciones, ¿y saben cuál es el peor problema del gasto tributario? Las exoneraciones. Son más o menos 4 puntos del PIB que tenemos en exoneraciones, esos 4 puntos del PIB nos darían un superávit financiero”. ¡4 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), -son, al menos 6, según otras fuentes!

Siempre hemos tenido razón. Siempre hemos estado del lado correcto de la Historia: el de la justicia social. Siempre hemos afirmado que el problema más grave de nuestro país no es la violencia del crimen organizado ni el negocio sucio del narcotráfico. Es el de la desigualdad asentada en una profunda injusticia tributaria multi-causal y multi-factorial. La entrevista a don Nogui que comentamos en este artículo se localiza en el siguiente vínculo

@radiocolumbia

“La gente que más recursos tiene no está pagando”. En Por Tres Razones de Noticias Columbia escuchamos al ministro de Hacienda, Nogui Acosta. Video Completo en YouTube: Columbia Digital.

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El gran ganador, el gran perdedor

El “partido” abstencionista ha sido el gran ganador de las pasadas elecciones municipales. Cerca del 70% de las personas ciudadanas con derecho constitucional a ejercer el voto no fue a las urnas. Podemos afirmar, entonces, que casi 7 personas de cada 10 vieron para otro lado y no consideraron relevante presentarse al respectivo centro de votación.

Sin duda, los y las especialistas en estas cuestiones van a elaborar importantes estudios e interpretaciones del fenómeno abstencionista en las pasadas votaciones municipales del domingo 4 de febrero de 2023. Las leeremos con mucho cuidado e interés.

Hay que preocuparse ante esta realidad. Consideremos lo siguiente: la corporación municipal es el gobierno local y, por ende, este está integrado por las autoridades políticas más cercanas a la ciudadanía. Además, con un Estado central prácticamente en quiebra, es previsible que, en un futuro no muy lejano, varios e importantes servicios públicos que se prestan desde los ministerios pasen a las municipalidades.

Incluso, para el fomento de nuevas políticas públicas de inclusión y desarrollo social ante una sociedad caracterizada por la exclusión (como lo es la Costa Rica actual), es muy probable que las estructuras decisoras del poder dominante determinen dar un mayor protagonismo central a los gobiernos locales para su eventual implementación.

Parece paradójico que el abstencionismo sea el gran ganador de estas elecciones municipales cuando se necesita incrementar los esfuerzos políticos y cívicos para potenciar el papel de la municipalidad en la Democracia.

Nos preguntamos: ¿será que en el seno del abstencionismo ya se percibe que la autonomía municipal está destinada a su desaparición total luego del más grave ataque a esta con la perversa Ley Marco de Empleo Público (LMEP), en vigencia caótica y con serios cuestionamientos de constitucionalidad y de contenidos violatorios de Derechos Humanos? Y que, por tanto, no vale la pena ir a votar cuando los tentáculos del Gobierno central empiezan a copar los gobiernos locales.

El abstencionismo enfrenta a cada una de las autoridades políticas electas en los 84 gobiernos locales a un desafío de enormes proporciones: ganarse la legitimidad real que no les dio la urna. Esta les dio, únicamente, la legitimidad formal.

Por otra parte, va siendo conclusión general que el gran perdedor de las elecciones municipales es el Partido Liberación Nacional (PLN), mismo que, si no sucede algo extraordinario en su seno, parece encaminarse a su extinción. Desde nuestra perspectiva, al PLN continúa cobrándosele haber sido cogobierno en la Administración de Carlos Alvarado Quesada, 2018-2022, la más antiobrera de los últimos tiempos. Tan es así que estas elecciones municipales dejaron plantada una lápida en el cementerio de la historia republicana reciente del país: “aquí yace el PAC”.

Fue el PLN el posibilitador político del denominado combo fiscal (2018) y el brutal ajuste fiscal contra los sectores medios. Fue el PLN posibilitador político del cercenamiento brutal del derecho Humano y Constitucional a la huelga. Fue el PLN el posibilitador político de la perversa Ley Marco de Empleo Público, misma que muestra el empobrecimiento salarial, la precarización de la labor técnico-profesional en importantes segmentos de la política pública como la Salud, el Poder Judicial y otros; la que ha generado odiosas desigualdades y discriminación salariales repugnantes.

Creemos que la gente buena, sana y consecuentemente socialdemócrata que queda todavía en el PLN, a la cual le expresamos nuestro respeto, no tiene ya más espacio político para rescatarlo y liberarlo de la contaminación neoliberal que lo está carcomiendo por dentro. Un PLN atado, como está, a la vorágine de destrucción colectiva que es el endeudamiento público y su terrible pago diario de intereses, se va a extinguir

A la comunidad laboral y social de las municipalidades

En el contexto de las elecciones municipales nacionales formulamos vehemente llamado de atención a cada uno de los conglomerados laborales de los 84 gobiernos locales, a cada persona trabajadora de los mismos y sus correspondientes familias; a fin de que el valioso voto se lo den a las mejores personas candidatas de cada localidad. En especial, pongámosle una lupa cívica a cada aspirante teniendo en nuestra mente lo siguiente:

1. Protección a los Derechos Laborales: Exijamos a nuestros líderes y lideresas municipales compromisos firmes para proteger nuestros derechos laborales, garantizando condiciones justas y decentes de empleo; respetando íntegramente las leyes labores y equitativas para la clase trabajadora municipal, pocas veces valorada en cuanto a su papel en el fortalecimiento y el desarrollo de la democracia local.

2. Votemos a dirigentes políticos que no sólo respeten, sino que celebren e involucren la participación sindical, reconociendo el papel fundamental de los sindicatos en la defensa de nuestros derechos y de la Democracia.

3. Diversidad e Igualdad: Apostemos por personas candidatas que abracen la inclusión en el trabajo municipal, donde cada uno y cada una tenga su lugar. La igualdad de género y las oportunidades deben ser para todas las personas candidatas un compromiso innegociable e irrenunciable, así como una firme convicción de combatir toda forma de discriminación.

4. Salud y seguridad primero: Votémosle a esas propuestas concretas para mejorar nuestra salud y seguridad en el trabajo. Un ambiente laboral seguro no es un lujo, es un derecho fundamental que merecemos.

5. Negociación colectiva en acción: Apoyemos a quienes valoren, respalden y respeten la negociación colectiva, como un Derecho Humano Fundamental.

6. Educación para el avance: Elijamos personas líderes comprometidas con la educación y formación continua. La inversión en nuestro desarrollo profesional nos empodera y fortalece el tejido laboral municipal.

7. No a la privatización, sí a la eficiencia: ¡Defendamos nuestro trabajo! Rechacemos la privatización de servicios municipales en cualesquiera de sus formas. Recuperar los servicios que antes fueron privatizados y exijamos medidas para mejorar la eficiencia y eficacia de la gestión pública, porque el servicio al pueblo es nuestro compromiso. No le votemos a ninguna propuesta privatizadora.

8. Bienestar social en nuestras manos: Votemos por propuestas que den prioridad a la agenda de bienestar social. Con programas sociales que abracen la salud, vivienda, educación y deporte. Particularmente, elijamos papeletas que tengan verdadera vocación de considerar a la juventud como parte activa de la democracia en el gobierno local.

9. Defensa de la Autonomía Municipal: Para el resguardo y atención cercana de las necesidades comunales, debemos elegir a las personas que defiendan y fortalezcan la Autonomía Municipal con rango constitucional, fundamental para la estabilidad de nuestra Democracia.

10. Compromiso ecológico-ambiental: Apoyemos a quienes integren políticas ecológicas y ambientales en la gestión municipal. La sostenibilidad es la clave para el bienestar de nuestras comunidades y el legado que dejaremos a futuras generaciones.

11. Transparencia y Participación Ciudadana: Demandemos transparencia en la gestión municipal y promovamos la participación ciudadana. Nuestra voz debe ser escuchada en la toma de decisiones que afectan nuestras vidas.

12. El dinero sucio producto del crimen organizado y del narcotráfico no tiene cabida en la política municipal. Debemos cerrarle el paso y no dar el voto a candidaturas que, abierta o solapadamente, son proclives de vender su alma al diablo.

¡El poder está en las personas que defienden sus derechos y toman las mejores decisiones para su presente! Recordemos que las personas trabajadoras organizadas somos la mayor fuerza política.

La gente no come macroeconomía y la desigualdad asumió el poder

El siguiente criterio no es nuestro, pero, prácticamente, lo suscribimos pues es acertado para los actuales momentos que vive Costa Rica: “Hay que reducir las desigualdades en educación, salud, empleo, vivienda y servicios básicos”.

Y este otro criterio no pudimos nosotros haberlo planteado de mejor manera: “No podemos sentirnos satisfechos con el crecimiento macro de la economía, lo fundamental es que el crecimiento tenga un efecto multiplicador para todos, en la totalidad de los rincones de Costa Rica”.

 Y, finalmente, repare usted en lo siguiente: “El gobierno controló la inflación y los números macro se ven bien, pero ahora debemos trabajar como sociedad para fortalecer los programas sociales y, primordialmente, la educación.

Las frases entrecomilladas del primer párrafo están incluidas en un artículo titulado Desarrollo desequilibrado, aparecido en prensa nacional en estos días, cuyo autor, el señor Jorge Woodbridge, es un notable integrante de los sectores hegemónico-económicos más relevantes del país, quien tiene importantes vínculos con la clase poderosa que ha controlado los últimos gobiernos, en especial con el sector financiero de la misma. ¡Pues claro! La gente no come macroeconomía y la desigualdad asumió el poder.

Luego de tanto y tanto tiempo de una denuncia y de una lucha constantes por parte de los sectores sociales y, específicamente, los sindicales con sensibilidad sociopolítica, va tomando perfil de consenso nacional de que se les fue la mano en la imposición de la concepción del dogma que la persona debe estar al servicio de la economía.

¡Sí! se les fue la mano al punto de que en lado de los sectores del capital se afirma, tajantemente, que “las bandas del narcotráfico se alimentan de estudiantes que no terminan su formación y han perdido la esperanza”.

Ya no solamente es una sabiduría popular de sentido común que desde hace bastante tiempo está en las mentes de la gente. Ahora, en el seno de los sectores acaudalados en los cuales se mueve el Sr. Woodbridge, es verdad de imperio.

Él mismo acepta que hay más de 400 mil hogares en pobreza y que hay 1.4 millones de pobres. La pobreza no cede ante la falta de educación y de trabajo, dice; y afirma que la inversión social no debe reducirse y, todo lo contrario, el gobierno debe fortalecerla.

Y es en este punto donde el planteo de don Jorge llega a una encrucijada pues no nos dice cómo conseguir el cacao para hacer más y buen chocolate.

Son estos temas lo que, como dardos punzantes, están agobiando a la misma Democracia, desestabilizándola; por cuanto el desarrollo desequilibrado que preocupa a don Jorge tiene una contracara: el acelerado y desequilibrado proceso de concentración de la riqueza.

La estructura tributaria costarricense, su misma administración y su régimen de exenciones y de exoneraciones; la política salarial tanto a nivel privado como público, el salario mínimo; la deuda pública y su estructura actual de pago de intereses, el régimen de zonas francas y la transformación que sufre; la producción agropecuaria nacional, el empleo juvenil, la protección ecológica y la estrategia para potenciar emprendimientos micro-pequeños y medianos; son parte consustancial para alcanzar un desarrollo equilibrado.

Notará usted que solamente hicimos mención de esos puntos-temas y que no les pusimos adjetivos calificativos para no etiquetarlos con contaminación ideológica per se. Pero sin considerarlos, junto a los temas de don Jorge, jamás hallaremos, por lo menos, una tenue senda para un desarrollo con equidad. La gente no come macroeconomía y la desigualdad asumió el poder.

Chaves y los intereses de la deuda

Por:Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

“Disminuir los intereses de la deuda pública…”, planteó el actual Presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, cuando era candidato en el documento Plan de Gobierno 2022 – Progreso Social Democrático, incluyendo el lema “Con valentía para el progreso de Costa Rica”. ¿Cuál es la situación real al respecto a 20 meses de que llegó él a la Casa Presidencial?

Empezamos el año 2024 y el servicio de la deuda pública del país, promedialmente hablando, está demandando la espantosa cantidad diaria, cada 24 horas, en colones, de prácticamente 16 mil millones (₡16.000.000.000).

Ese “servicio” indica que la cuantía abrumadoramente mayor de esa suma es por el pago de los intereses más que obscenos y vulgares que demanda la deuda pública. Y si lo convertimos a dólares estadounidenses, hablamos de 30 millones de dólares cada 24 horas.

Tome nota usted que al día de hoy, miércoles 17 de enero, llevamos 48 días de este 2024; entonces estamos hablando de que ya han salido de las arcas públicas mil cuatrocientos cuarenta millones de dólares ($1.440.000.000). En colones, casi 750 mil millones de colones (₡750.000.000.000). Noten ustedes cuál es la cuota de sacrificio que está pagando el pueblo trabajador y la clase media (en proceso de extinción) por esta barbaridad.

¿Cuál ha sido, entonces, la “labor” presidencial para “disminuir los intereses de la deuda pública”? Creemos que ninguna. Como tecnócrata-banquero que pasó tres décadas fuera del país, Chaves debe tener un panorama muy amplio de lo que representa para países con economías como la nuestra la carga de deuda pública tan monstruosa como la que está sufriendo el pueblo costarricense. ¿Qué ha hecho, entonces, para disminuir el pago de los intereses de la deuda pública?

¡Sí! Es el pueblo costarricense el principal pagador de la misma dado que, como es bien sabido, el gran capital tiene cualquier cantidad de protecciones, de regalías y de artimañas para burlar sus responsabilidades tributarias para con el país.

La actual Asamblea Legislativa aprobó, a ciegas, una partida para este 2024 de 5 billones 814 mil millones de colones (₡5.814.000.000.000), dentro de lo que denominan Presupuesto General de la República para el tal servicio de la deuda pública; poco más de 11 millones de dólares estadounidenses.

Creemos que esto nos lleva a un colapso social más profundo del que ya estamos presenciando y, por tanto, como lo hemos dicho en varias ocasiones, no vamos a desistir de nuestro empeño en denunciar esta barbaridad.

Hay que admitir que cuando llegó a la Presidencia, el señor Chaves se encontró con esta realidad tan trágica de las finanzas públicas costarricenses. Y hay que señalar con el dedo acusador a varias fuerzas político-partidarias que fueron gobierno antes de mayo de 2022.

Especialmente, hay que apuntar al Partido Liberación Nacional (PLN), como el más grande responsable del estado calamitoso del fisco costarricense pues nunca quisieron modificar, estructuralmente hablando, el sistema tributario costarricense y sus sucesivos gobiernos prefirieron pedir prestado, pedir prestado, pedir prestado…

Pongámosles rostro a las víctimas de este desastre. Reparemos en estos dos ejemplos: el o la policía de su localidad; el personal educador del Magisterio Nacional de la escuela/colegio a donde usted lleva a sus hijos o hijas próximamente. Están ya en el quinto año consecutivo de congelamiento salarial total y les adeudan la misma cantidad de años por un reajuste por costo de vida que no les quiere pagar el Presidente Chaves. ¿Y si hay un estallido social, ¿qué va a decir? Que fue producto de una célula terrorista de otro país. ¡Por favor!…

Hablemos de salario mínimo

El salario mínimo es de aplicación en el sector privado de la economía, como lo sabemos. Su monto lo define el Consejo Nacional de Salarios (CNS), ente adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

El CNS, aunque tiene representación obrera-sindical, esta es muy “desteñida” y no expresa una vinculación fuerte con los grandes segmentos de la clase obrera del país.

Este 2024 estamos conmemorando el aniversario 75 de la todavía vigente Constitución Política, misma que entró a regir el 7 de noviembre de 1949.

La misma incluye un artículo del cual poco se habla; sin embargo, en la Costa Rica de la desigualdad (la de hoy día), tal artículo adquiere enorme relevancia.

Es el artículo 57 que nos plantea, en su primera parte, lo siguiente: “Todo trabajador tendrá derecho a un salario mínimo, de fijación periódica, por jornada normal, que le procure bienestar y existencia digna”.

Exhortamos a las personas trabajadoras que laboran para la empresa privada a que se pregunten si en este momento el salario mínimo que le pagan les garantiza, por una parte, bienestar; por otra, existencia digna. Creemos que no, en términos generales.

Han estado circulando en redes sociales diversas informaciones indicándonos que el monto actual del salario mínimo costarricense es el “más alto” de Latinoamérica.

Sin duda se trata de publicidad manipuladora que proviene de las esferas del gran capital, ideológicamente interesado en el incrementar la ganancia con la menor inversión posible, incluida la de la mano de obra.

La comparación entre el monto del salario mínimo que se paga en Costa Rica y el vigente en otros países latinoamericanos, es completamente impropia pues no considera el altísimo costo de la vida que agobia a los miles de hogares de la clase trabajadora que impera en nuestro país; al punto de que se nos considera el país más caro para vivir en esta región geográfica del planeta.

Y es que estos niveles de salario mínimo no permiten ascenso ni movilidad social. Por el contrario, se deteriora su poder de compra.

La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su más reciente informe Panorama Laboral 2023, indicó que hasta en un 10% se ha deteriorado el poder adquisitivo del salario mínimo en el período post-pandemia; según estudio a 17 países latinoamericanos, incluido el nuestro.

De manera tal que el asunto del salario mínimo es de prioridad altísima para una acción sindical con perspectiva de integración social y de lucha en contra de la creciente desigualdad.

En lo particular, tres ámbitos laborales asalariados merecen altísimo interés para cuestionar el actual nivel de salario mínimo: la producción agrícola bananero-pinera, la vigilancia y seguridad privada y la de los conductores-choferes de autobús.

En las tres, el corporativismo empresarial obtiene jugosísimas ganancias; y, razones nos sobran para pensar que las tres muestran “endebles” responsabilidades tributarias.

El salario mínimo es factor estratégico de una política pública en materia salarial que pretenda ser humanista y que, por tanto, vaya en la línea de la reducción de la desigualdad y a favor de la integración social.

Las luces largas de don Rodrigo

Por: Albino Vargas Barrantes

D. Rodrigo Arias Sánchez, próximo a cumplir su segundo período como Presidente de la Asamblea Legislativa (y ya se escucha en pasillos de palacio que lo van a elegir para un tercer mandato en ese cargo): acaba de publicar un artículo de su puño y letra que tituló Recuperemos las luces largas, especificando que “las fuerzas políticas y sociales debemos comenzar un proceso de diálogo conducente a la creación de una Hoja de Ruta Estratégica para el Desarrollo Nacional”.

De manera categórica planteó: “Si no somos capaces de comprometernos en la práctica con los intereses superiores de Costa Rica y con el bienestar social de la población, el país corre el riesgo de precipitarse en una pesadilla de la que después será muy difícil despertar”.

Esta posición de don Rodrigo es muy significativa desde nuestra perspectiva, aunque no por ser él presidente de nuestro parlamento. Le consideramos autoridad política dentro del conglomerado político-económico del real poder de la Costa Rica actual; ese poder que no va a elecciones, pero determina, en gran medida, quién las gana y quién las pierde.

Analicemos el asunto y, a lo mejor, tendremos que escribir una segunda parte de este comentario.

Que don Rodrigo diga que “el país corre el riesgo de precipitarse en una pesadilla de la que después será muy difícil despertar”; es porque en el seno de la clase dominante pudieran estar sintiendo “pasos de animal grande”, en cuanto a lo insostenible que resulta el desarrollo incesante de la exclusión social y económica que, en similares condiciones y considerado dimensiones nacionales específicas, en otras naciones latinoamericanas se han venido escenificando fuertes estallidos sociales con consecuencias políticas de alto riesgo para la misma democracia.

En sus consideraciones sobre la “…creación de una Hoja de Ruta Estratégica para el Desarrollo Nacional”, don Rodrigo plantea el papel de las fuerzas sociales pues, tácitamente, admite el desgaste de las fuerzas políticas (léase, las partidarias o la partidocracia); mismas que por su sistemático y sistémico desprestigio y reiterada estafa electoral cuatrienal, han sobredimensionado al rol de la democracia representativa para asumir el desafío de la exclusión social y económica.

A lo mejor y ante la constatación del agotamiento de una democracia formal que excluye y, por tanto, se está autoaislando, don Rodrigo tuvo a mano el Artículo 9 de nuestra Constitución Política que indica lo siguiente: “Artículo 9- El Gobierno de la República es popular, representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Ninguno de los Poderes puede delegar el ejercicio de funciones que le son propias”.

Nótese: “El Gobierno de la República es popular, …participativo”. “Lo ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre sí…”.

Tres aspectos son mencionados por don Rodrigo para darle fuerza a su propuesta de “…creación de una Hoja de Ruta Estratégica para el Desarrollo Nacional”: a) Se descuidó la visión estratégica del país; b) se han debilitado los logros históricos de nuestro Estado (Social) de Derecho; c) estamos postrados social y económicamente.

De nuestra parte, ¡coincidimos!, en términos generales. Y las partes más sólidas y representativas de las fuerzas sociales a las cuales apela don Rodrigo hace ya mucho tiempo tenemos diagnosticado esos aspectos y, además, hemos formulado gran cantidad de propuestas. (Continuará…)

Presidente Chaves: todavía puede usted ser disruptivo

Por Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

Disruptivo: “Que rompe algo o que rompe con alguna cosa o situación”. Supusieron sus electores que usted iba a ocasionar una ruptura o un cambio determinante; que usted iba a ser “innovador”, “revolucionario”, “transformador”; en fin, que usted sería disruptivo en lo que respecta a la politiquería de los últimos tiempos. Nada de eso… hasta la fecha. Casi que podemos decir que estamos ante una nueva estafa política cuatrienal como las de las elecciones presidenciales de, más o menos, los últimos 40 años.

El “güiquilís” tico (los audios) le está dejando a usted muy mal parado. En la pelea inter-élites le están goleando. El bloque político-hegemónico-mediático tradicional, el del poder real, ese que estuvo sosteniendo al desastroso gobierno anterior, el del detestado Carlos Alvarado Quesada, para que no se cayera; está mostrando de qué son capaces y exhibiendo su nada despreciable capacidad de incidir en la agenda-país.

Se está demostrando que la campaña electoral que le llevó a la Presidencia de la República fue algo sucio, aunque nada distinto de las que se desplegaron en las elecciones anteriores a la suya. Usted está, prácticamente solo y sus huestes, cada vez más disminuidas, “combaten” desde las redes sociales con gran precariedad intelectual y notorias debilidades argumentales. Doña Pilar Cisneros Gallo, desde el parlamento, hace ingentes esfuerzos por sacar agua del bote; sin embargo, se ha disipado todo su prestigio ganado durante tantos años, al reconocérsele ser una de las voces más autorizados en materia de control de la suciedad en la cosa pública.

Leímos la entrevista de página completa que le hizo el periódico impreso más leído de Costa Rica, Diario Extra, publicada este pasado lunes 11 de diciembre; la cual se tituló Chaves: “Choreco ya no es mi asesor”. Cuesta creer eso puesto que, urbi et orbe (a la ciudad y al mundo), ustedes se presentaban como uña y carne. Ahora, por el contrario, Choreco dice que usted es un “bocón”. La cosa está tan horrible para ambos que, a lo mejor, decidieron vender el producto comunicacional de una “ruptura” entre ambos. Sin embargo, puede ser que la ley les alcance a final del camino.

En esa entrevista, usted pone la bola en el punto de penal cuando indicó: “La desigualdad ha estado subiendo en Costa Rica por más de 40 o 50 años. Parar el deterioro de la desigualdad es complejo. ¡Se deben hacer cambios estructurales profundos!” Nada más atinado pudo usted haber dicho en esta complicada situación político-social y económica de la Costa Rica actual.

Y con este otro comentario, usted la voló: “Seguimos siendo una de las sociedades más desiguales del mundo. ¿Por qué? Tenemos un sistema tributario regresivo. Estamos luchando contra eso, pero todavía hay muchas resistencias”.

En el seno de la corriente sindical en la cual militamos, el tema de la creciente, sistemática y sistémica desigualdad; amén de ese sistema tributario regresivo que incluye ese monstruoso y criminal pago de intereses de la deuda pública; viene ocupando, prácticamente, los puntos medulares de nuestro accionar patriótico-social de los últimos tiempos. Creemos que, también, en otras corrientes sindicales y en el seno de la gran diversidad de los movimientos sociales, estas preocupaciones forman parte de sus agendas de lucha de una u otra manera.

¡Dele un giro a su gobierno! Asuma la disrupción que usted, aunque no con ese nombre, prometió en campaña (incluida, la revisión del tema de los intereses de la deuda pública). Convoque a la gran diversidad de grupos sociales de diversa naturaleza (incluidos los sindicales) para, al menos, hablar del asunto y de otros no menos relevantes. Revise la Historia Patria. Revise la disrupción que en su momento decidió impulsar el Expresidente de la República, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia; histórica decisión que hoy hace que tengamos Código de Trabajo y que tengamos CCSS. Reflexione usted en Navidad y en Año Nuevo.

El día de los Derechos Humanos

El próximo domingo 10 de diciembre estaremos conmemorando el 75 aniversario de la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, efectuada el 10 de diciembre de 1948, teniendo como motivación fundamental responder a los actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la Humanidad cometidos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Tal conmemoración, en el caso costarricense, nos llega en uno de los momentos históricos de nuestra vida republicana más tristes, dolorosamente hablando, pues es la desigualdad reina total de nuestra convivencia cotidiana, prácticamente en todos los órdenes de la vida nacional: en lo social, en lo económico, en lo educativo, en libertad, en lo salarial, por ejemplo.

Particularmente, en el seno de la clase trabajadora, en el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), tenemos graves violaciones en cada uno de sus 30 postulados fundamentales.

De esos 30 postulados, si nos fundamentamos en el No. 23, notaremos fuerte regresión en el devenir democrático del país en estos 75 años. Miremos lo que nos dice ese artículo 23 de la DUDH:

Artículo 23- 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Note usted que cerca del 50% de la Población Económicamente Activa (PEA) del país está desempleada, es decir, se le violenta su Derecho Humano al Trabajo y no tiene protección contra el desempleo. Note usted, también, que gran parte de la población trabadora que sí tiene empleo formal y salario, está recibiendo un salario que no le garantiza una existencia conforme a la dignidad humana pues el salario mínimo no es salario digno. Note usted que el derecho a fundar sindicatos y a sindicalizarse para la defensa de sus intereses, sufre una violentación cotidiana en el sector privado de la economía; y en el público, la castración de la verdadera negociación colectiva para dignas condiciones de trabajo está imperando en estos momentos.

La corriente sindical en la cual militamos está impulsando un proceso serio y profundo para una concientización plena en el seno de la clase trabajadora, de que los Derechos Humanos, partiendo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos ofrece la posibilidad de obtener una bandera de lucha de alcance global para enfrentar, de mejor manera, la serie de efectos perversos generados a partir de las políticas neoliberales de ajuste fiscal extremista y fanático; también para contrarrestar el ataque a los derechos laborales, económicos y sociales conquistados; también para hacerle frente al desafío de evitar la consolidación de la desigualdad y de la perniciosa concentración abusiva de la riqueza; así como para la defensa misma del planeta acosado por la vorágine de la explotación capitalista inmisericorde.

Y, hablando, actuando: mañana jueves, vísperas del 75 aniversario de la DUDH, se graduará el primer grupo de dirigentes sindicales de base con una formación específica en cuanto a la relación de la lucha sindical en estos tiempos de neoliberalismo desenfrenado, con el conocimiento, la defensa y la promoción de la Doctrina de la Derechos Humanos. ¡Simbólico! Recibirán su certificado en la sede de la mismísima Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), cuya sede está en nuestro país. ¡Vivan los Derechos Humanos!

El narco nos está matando…¡pero esto también!

Trata usted de leer esta cantidad en números: ₡1.976.620.000.000. ¡Cuesta!, ¿verdad? En letras es así: Un billón novecientos setenta y seis mil seiscientos millones de colones. En realidad, son números de difícil asimilación mental. Es una cantidad espantosamente astronómica.

¿De qué se trata? Toda esa plata representa el pago de los intereses de la deuda pública durante los primeros 10 meses del presente año 2023. Son datos oficiales del Ministerio de Hacienda.

Del 1 de enero del 2023 al 31 de octubre de 2023, han transcurrido 304 días de este año próximo a terminar.

Eso significa que: a) En estos 304 días del año 2023, se han estado pagando 4 millones 515 mil 305 colones (₡4.515.305) por minuto por concepto de intereses, solamente intereses, de la deuda pública. b) El pago por hora en estos 304 días es impresionante: 270 millones 918 mil 311 colones (₡270.918.311).

Y, al día, cada 24 horas, en estos primeros 10 meses del año, se han estado pagando 6 mil 502 millones 39 mil 473 colones: ₡6.502.039.473.

En estos 10 primeros meses del 2023, al pueblo trabajador y a los sectores diversos de las capas medidas, les han extraído de sus golpeados bolsillos, casi 2 billones de colones; exactamente, ese billón novecientos setenta y seis mil seiscientos millones de colones (₡1.976.620.000.000).

¿Cómo es posible que la indolencia total de los políticos actuales sea lo que prive ante ese desangramiento de las debilitadas finanzas públicas, si al pasar esa cantidad a dólares USA y con el tipo de cambio actual, unos 12 millones 200 mil dólares se están destinando, por día, a ese pago?

Se espera que al terminar el presente año 2024, el pago total de intereses de la deuda pública llegue a la cifra hiper-gigantesca de dos billones 395 mil 125 millones de colones: ₡2.395.125.000, que es equivalente a 5.1 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).

Es un “misterio” el destino de esos intereses. Lamentablemente, a la actual clase política le importante un bledo lo que está pasando con esas platas.

Esos dineros se necesitan, urgentemente, para fortalecer, integral y estructuralmente, la política pública de seguridad; para citar únicamente uno de los puntos más débiles que está mostrando en la actualidad la Democracia costarricense.

El narco nos está matando. El narco le está ganando la batalla a la sociedad. El narco ya está dispuesto a asumir el control del propio Estado y los ejemplos y episodios ya los estamos viendo y viviendo. El narco-Estado se asoma y de manera que parece que ya es incontenible.

Pero también, ese pago abusivo de intereses de la deuda pública nos está matando también. Los programas de asistencia social, de inclusión social, de educación y de salud, de seguridad social, de nutrición, de apoyo estratégico a los sectores productivos nacionales, están sufriendo por las reducciones presupuestarias que se les imponen, pues la parte principal de la plata que se recauda es para esos intereses de la deuda; una deuda que nosotros estimamos que es impagable.

De nuevo y con toda vehemencia, la corriente sindical en la cual militamos seguirá abordando el punto, de manera terca e incansable. El narco nos está matando, ¡pero esto también!