Pensionarse vía IVM-CCSS es empobrecerse

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Los intentos políticos de alto nivel, fuertemente impulsados por estos días de agudización de la pandemia, para que se adopten nuevas disposiciones en torno al futuro de la sostenibilidad financiera del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (IVM-CCSS), deben ser detenidos.

Cualquier tipo de modificación a la estructura actual de IVM-CCSS, por mínima que sea, es irresponsable, pues estamos en tiempos atípicos, como resulta obvio constatar a todo nivel; especialmente, en el económico-social y en el de corte político-electoral.

Las personas abanderadas de que se impongan nuevas condiciones para tener derecho a pensionarse vía IVM-CCSS, por lo general serán las que menos necesidad tengan del mismo; ya sea por altos salarios, por salarios con actividades lucrativas paralelas, por ser poseedoras de medios de producción, por tener estándares de vida heredados que les permiten holgura financiera y poseen vocerías poderosas para impulsar políticas estatales que les favorezcan.

Las verdaderas personas trabajadoras asalariadas e independientes, las que están iniciando su vida laboral activa, o que están a mitad de ésta o a punto de concluirla, y que tienen ingresos medios, bajos y/o precarios, carecen de vocerías poderosas, realmente legítimas y sólidamente documentadas con profundidad, como para que sus intereses socioeconómicos, especialmente los de corte vital, tengan debida consideración a la hora de nuevas modificaciones al IVM-CCSS.

Por tal razón (amén de otras consideraciones), que haya que pensionarse a los 65 años, o más (indistintamente, de si se es hombre o se es mujer); que la cotización obrera podría subir hasta un 3% por ciento del salario nominal; que la cantidad a recibir una vez en estado de pensión, sea menos del 50% del salario que se percibía al momento de la misma; nos presenta un panorama lúgubre en cuanto a desigualdad económica y exclusión social, es decir, incremento sensible en ambos indicadores.

Difícilmente pueda darse una discusión, pausada y objetiva, si en la creación de la atmósfera para abordar las transformaciones de IVM-CCSS, han estado mediando e interviniendo fuentes de incidencia de clase que expresan visiones de mundo que, por lo general, no responden a intereses centrados en el bien común y en la movilidad social.

Un abordaje del tema, sin contaminaciones determinantes, debe considerar, para empezar, un entorno económico-social y fiscal-tributario post-pandémico, o bien, lo más responsablemente proyectado al mismo; debe incluir un saneamiento más que estratégico de la relación del Estado con la Seguridad Social; las previsiones demográficas y etáreas de, al menos, medio siglo hacia adelante; así como la naturaleza del aparato productivo en sus diversas modalidades y niveles.

Un abordaje completamente serio y responsable, debe incluir la consideración de fondo de la evolución en el tiempo del régimen a la llegada de la pandemia, de modo tal que su diagnóstico responda a realidades sociopolíticas imposibles de negar, rechazando las irresponsables muletillas de que “eso ya pasó” y que los problemas financieros y actuariales de IVM-CCSS se deben al “envejecimiento poblacional y reducción de las tasas de fecundidad y natalidad”.

La responsabilidad para con las generaciones actuales y futuras de personas a pensionarse por IVM-CCSS tienen que comprenderse como una tarea estructural del Estado en la promoción del bienestar de sus habitantes y, especialmente, de su clase trabajadora; es decir, no se trata de abordar un futuro a partir de una responsabilidad institucional determinada, sino cuál es el tipo de sociedad a la cual se ha de llevar a la presente y futuras generaciones que, cotizando activamente, aspiran a un nivel de calidad de vida digno en su retiro.

Prácticamente, no se puede negar que, en la actualidad, pensionarse vía IVM-CCSS es empobrecerse. Es más, ya la gran mayoría de las 300 mil y resto de personas pensionadas por este régimen de pensiones, se ha hecho más pobre de lo que era antes de pensionarse. No se puede aceptar, bajo ninguna circunstancia, que esto sea así, como piedra arquitectónica del pasado piramidal de la Humanidad. Mucho menos puede aceptarse que la política oficial del Gobierno sea empobrecer aún más a los actuales y futuros pensionados de IVM-CCSS.

Las personas trabajadoras actualmente pensionadas por IVM-CCSS, y las que pretenden estarlo en el corto, mediano y largo plazo, son seres humanos integrantes de una Comunidad-Estado cuyas responsabilidades nadie puede eludir, ni aún sumido en la más profunda bajeza del egoísmo.

Con esta visión, ha venido trabajando un estimable grupo de costarricenses quienes aspiran, en el corto plazo, compartir con la sociedad sus conclusiones, libres del determinismo oficialista legitimado desde el lado obrero como incontrovertible.

Gobierno PAC-Alvarado: retroceso en derechos humanos

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

A pesar de que su techo de vidrio en materia de Derechos Humanos es más delegado que el ala de la mariposa más frágil, el informe del gobierno de los Estados Unidos acerca de la situación de los Derechos Humanos en Costa Rica, no solamente le resta autoridad moral al país para seguir señalando con el dedo acusador a otros Estados que según la visión de mundo dominante estarían incumpliendo esos Derechos Humanos; sino que, por primera vez, la imagen internacional del país en tal aspecto, recibe un golpe durísimo y la mancha con fuerza.

La ironía más grande es que es en el gobierno del partido político que proclamó para sí mismo el monopolio de la ética y de la transparencia en la acción pública, bajo el cual Costa Rica sufre su golpe más duro en cuanto a su proclamada y cacareada política de Derechos Humanos, urbi et orbe, arrogándose una superioridad moral que, es bueno decirlo con fuerza, ¡no va más!

Empecemos. El gobierno gringo dice que el gobierno PAC de Carlos Alvarado Quesada ocultó información en cuanto la entrega pública de material relacionado con la pandemia del covid-19, resaltándose que, según nos lo cuenta Diario Extra, fue este medio el que tuvo que acudir a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en demanda de tal información, cuya naturaleza de interés de la gente no resiste el menor cuestionamiento. En tal sentido, las libertades civiles sufrieron una grave lesión; específicamente, la libertad de expresión.

Tenemos que citar, necesariamente, haciendo conexión, el intrincado caso de la UPAD y la grave presunción ciudadana de espionaje político-civil a personas y a organizaciones, como tendencia oculta y nefasta de control político-policial desde el aparato estatal. Cuando todo esto salga a la luz, a plenitud, probablemente la imagen de país sufrirá más deterioro.

El hacinamiento carcelario, merece la atención del gobierno gringo en este informe de Derechos Humanos. Nosotros pensamos que el Sistema Penitenciario Nacional hace tiempo debió declararse en estado de emergencia, pues no solamente hay un deterioro marcado de las condiciones de vida para las personas privadas de libertad; sino que el mismo personal (de servicio, administrativo, técnico, profesional y policial), sufre tal hacinamiento, multidimensionalmente; especialmente, sobrecargas de trabajo, carencia grave de recurso humano, deterioro psicoemocional y aumento de riesgo de pérdida de la vida.

Otro ámbito que se destaca en el indicado reporte, es el señalamiento de procesos de detenciones ilegales. Además, de la tendencia gubernativa a ignorar las instituciones de los pueblos indígenas, el desconocimiento de sus autoridades y la violencia contra estas comunidades de compatriotas. Debe indicarse que, sin duda alguna, hay aquí expresiones intolerables de racismo.

Por otra parte, es necesario señalar que continúan impunes los asesinatos de los líderes indígenas Sergio Rojas Ortiz y Jerhy Rivera Rivera.

Es este sensible tema de los Derechos Humanos, los de carácter económico-social, si bien no están muy bien abordados en la recopilación pública del informe gringo (y no sabemos en estos momentos, si fueron debidamente considerados), es claro que, para el caso costarricense, la pandemia lo que hizo fue agravar la situación de miles de personas integrantes de las familias de la clase trabajadora, las cuales, ya antes de la llegada de la misma al país, sufrían duros golpes a sus propios derechos humanos en ese plano, es decir, el económico-social.

Por otra parte, si es evidente que el establecimiento pleno en el país del matrimonio igualitario y de la fertilización in vitro, pueden considerarse avances en materia de Derechos Humanos de las personas habitantes integrantes de estos segmentos de convivencia social; lo real es que no fue por propia voluntad del sistema republicano-institucional costarricense; sino por la pertenencia del país a mecanismos jurídicos de orden internacional y de obligado cumplimiento. Al respecto, la orden vino de afuera y nunca fue por voluntad política interna.

Más allá del escueto informe gringo, aunque con señalamientos importantes; lo real es que el ámbito de acción para un movimiento sindical que pretenda renovarse, relanzarse, repotenciarse, reestructurarse, que éste se decida a incursionar en práctica militante cotidiana de su observancia, los Derechos Humanos, concebidos integralmente, ofrecen todo un nuevo campo de posibilidades de acción de defensa obrera insospechadas.

Déficit, deuda e intereses: ¿quién se atreve?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

No encuentro otra palabra-concepto para describir el manejo de la cuestión fiscal del país, que emplear el vocablo CRIMINAL, así puesto con letras mayúsculas.

No encuentro otra palabra-concepto para las personas responsables de ese manejo, en los diferentes gobiernos del tri-partidismo PLUSC-PAC que catalogarles como CRIMINALES SOCIALES, también en mayúsculas.

No encuentro, en el “menú” de precandidaturas presidenciales, ni el más mínimo planteamiento, aunque fuera tenue e insípido, de abordar con profunda seriedad este asunto del déficit fiscal, de la deuda pública y de su obsceno pago de intereses… ¿Quién se atreve? Creo que me quedaré esperando.

Recientemente escribí el siguiente tuit: “Empezamos el 2021 pagando 240 millones de colones POR HORA en pago de intereses de la deuda pública: 5 mil 772 millones por cada uno de los 31 días de enero y los 28 de febrero. En dos meses: 340 mil 586 millones. ¡CATASTRÓFICO! Y los diputados ensañados con el empleado público”.

Noten ustedes que estoy empleando letras mayúsculas para que se comprenda mi desvelo en cuanto a resaltar lo que me parece a mí como un cataclismo fiscal en perspectiva.

Con gran pompa, el Ministerio de Hacienda nos dio a conocer que ya ha captado, en el primer trimestre del presente año 2021, en el mercado financiero interno, Bolsa Nacional de Valores, 1 billón 365 mil 479 millones de colones (1.365.479.000.000). (El principal diario del capital neoliberal publicó una nota al respecto, el pasado sábado 27 de marzo).

Prácticamente, esta gigantesca cifra representa unos 3.8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), calculando cada uno en 359 mil 800 millones de colones (359.800.000.000 -datos de 2020-); dato que nos proporcionó el distinguido académico universitario, de la UNED, don Luis Paulino Vargas Solís.

Esta cantidad de captación en bolsa que reporta la cartera ministerial de Hacienda, 1.365.479.000.000, promediada a los 90 días del primer trimestre 2021, nos da la cifra de captación diaria de 15 mil 171 millones 988 mil 888 colones (15.171.988.888.000).

Hablamos, entonces, de que al Gobierno se le está prestando (“captación de bonos”, en el lenguaje bursátil oficial), 632 millones 166 mil 203 colones (632.166.203), ¡CADA HORA! Datos, repetimos, del primer trimestre de 2020.

Además, se nos dice que la cantidad de dinero hasta ahora “captada”, 1.365.479.000.000, representa ya el 76% del total de la cifra prevista por tal concepto, “captación”, para el primer semestre del presente año 2021: lo que denominan Plan de Endeudamiento. Entonces, éste es de1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones (el 100% al terminar junio 2021); prácticamente, 5 puntos PIB.

Quiérese decir, entonces, que el 24% que resta del Plan de Endeudamiento del primer semestre del año 2021, equivale a 431 mil 203 millones 894 mil colones (431.203.894.000). Esto es 1.19 puntos PIB.

En consecuencia, la pretensión del Gobierno es obtener prestado, solamente en el primer semestre del año en curso, 1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones: ¡5 puntos PIB!, desagregados así:

a) 1.365.479.000.000: 76% del Plan de Endeudamiento para el primer semestre del 2021, ya obtenidos (3.8 PIB).

b) 431.203.894.000: 24% restante de dicho plan (1.19 PIB).

Cifras incomprensibles. Cifras inmanejables para quienes somos viles mortales, castigados y condenados a servirle a la Economía, la dominante; que es distinta a la Economía al servicio de la gente, la que urge instaurar en este país.

Entonces, con los datos del primer trimestre 2021 tenemos:

Solamente en pago de intereses de los meses de enero y febrero, 340 mil 586 millones de colones; es decir, unos 240 millones de colones por hora; o, 5 mil 772 millones de colones al día.

Se pagaron, si lo pasamos a dólares, en solamente esos dos meses, 553 millones 798 mil 373 dólares (tipo de cambio, 615 colones). Al día, 9 millones 385 mil 365 dólares. Por hora: 391 mil 56 dólares (240 millones de colones).

Por otra parte, si el plan de endeudamiento del Gobierno para el primer semestre del presente año 2021, es de 1.796.682.894.000 colones; en dólares, el equivalente es 2 mil 921 millones 435 mil 600 dólares ($2.921.435.600). 

¡Ciudadanos y ciudadanas!: Estamos hablando de que este Gobierno nos endeudará, solamente en el primer semestre de este año 2021 en, prácticamente, ¡3 mil millones de dólares!; endeudamiento que no pasa por la Asamblea Legislativa.

O sea, nos endeudan, a “los y las de abajo”, promedialmente hablando, en 16 millones 666 mil 666 dólares diarios, o, si lo ponemos por hora, son 694 mil 444 dólares.

Esta gran cantidad de números, la gran cantidad de cifras que les hemos compartido, metafóricamente viene a ser como un aquelarre de carácter fiscal; sí, es algo “demoníaco”. Un verdadero festín maligno que le hace daño a la abrumadora mayoría del pueblo costarricense.

¿Quién se atreve? ¡Sí!, ¿quién se atreve a nivel de precandidaturas presidenciales, a entrarle a esto. En mi caso, sí me atrevo a pronosticar que nadie… o casi nadie.

Hacerlo, pero hacerlo de verdad, es desafiar a la hegemonía política dominante, la de la plutocracia reinante; dentro de la cual el sector financiero-bancario, el del aquelarre fiscal, se convirtió ya en el enemigo más criminal que jamás tuvo el pueblo costarricense, solamente comparable a los invasores filibusteros de 1856-1857.

Campaña cívica Pasar Factura … ¿qué es?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Al considerar, por una parte, la magnitud de la estafa política cometida por Carlos Alvarado Quesada y su partido, al punto de que solamente un 15% de los y las costarricenses le da a su gestión una valoración positiva (la más reciente encuesta del CIEP-UCR); y, por otra, la coalición partidista que le ha dado oxígeno político para que sobreviva hasta el final de su pésimo mandato (8 de mayo de 2022), estamos impulsando la idea de que quienes se decidan ir a votar en las elecciones nacionales del domingo 6 de febrero de 2022, lo hagan de manera responsablemente seria y poderosamente crítica de lo que han sido las últimas administraciones gubernativas, incluyendo, muy especialmente, la actual.

PASAR FACTURA es el nombre, es el concepto político, es el sentimiento que queremos posicionar en las mentes de las personas trabajadoras votantes que en tal fecha tienen que ir a la urna electoral para votar por una persona que asuma la Presidencia de la República, así como por las dos personas que acompañen a ésta en las vicepresidencias, para el período de gestión 8 de mayo de 2022-8 de mayo de 2026.

También se tiene que resolver la integración de la Asamblea Legislativa 1 de mayo 2022-1 de mayo 2026, designando a las 57 personas diputadas que la conformarán.

A la hora de votar, PASAR FACTURA (si es que se está, finalmente, decidido a ir a la urna); yo pensaré, -para empezar mi análisis-, en la clase de gestión presidencial que se ha venido realizando. ¿Cómo ha impactado en mi diario vivir y el de mi familia, la presidencia del señor Carlos Alvarado Quesada, al cual hemos catalogado como el más grande estafador político de los últimos tiempos a nivel de personas políticas en Casa Presidencial?

Considere usted que, por tanto, una buena campaña PASAR FACTURA tiene un ámbito de incidencia de hasta un 85% del electorado, que ve negativamente lo que este señor ha impulsado desde la máxima posición ejecutiva del país.

Y, por supuesto, PASAR FACTURA, tratándose de la votación presidencial, abarca el análisis que, como potenciales personas electoras, hagamos acerca de las máximas jerarquías político-ejecutivas que han acompañado la desastrosa gestión gubernativa de Carlos Alvarado Quesada (en ministerios, en instituciones, en empresas públicas): ¿cómo nos ha afectado estos señores y estas señoras en esos cargos?

PASAR FACTURA conduce,inevitablemente, a valorar las diversas candidaturas presidenciales con relación a las actuales diputaciones en cuanto al partido político que les es común.

La abrumadora mayoría de la población trabajadora de este país ha sufrido en carne propia las consecuencias de fuertes legislaciones anti-obreras, anti-sociales, anti-clase media, que han salido de la actual Asamblea Legislativa; misma que le ha dado a la gestión de Carlos Alvarado Quesada un amplio espacio político para impulsar la peligrosa senda de la desigualdad, de la exclusión social y económica, de la pauperización generalizada.

Las diferentes leyes depredadoras del bien común y de la inclusión social, que han sido emitidas por el actual parlamento, han contado, en esencia, con el binomio político Liberación Nacional y Acción Ciudadana, actuando ambos en una simbiosis ideológica impensada antes de la llegada del actual mandatario. El partido del actual presidente legislativo, Restauración; su ala disidente y la propia Unidad, no están exentos del fomento y respaldo al indicado tipo de legislación. Y también, no pocas personas le cuestionan al Frente Amplio su paso por la gestión de Alvarado Quesada.

PASAR FACTURA debe conducirnos al ejercicio individual interior de valoración cívica jamás realizado de cara a una votación presidencial y diputadil como la del domingo 6 de febrero de 2022.

Tenemos que tener presente que los poderes fácticos van a jugar en esta campaña electoral mucho más intensamente que en la del 2018. Ésta nos enseñó, de la manera más cruel, que una cosa es votar y otra cosa es elegir. La elección pasada se dio antes de que votáramos, básicamente mediante los titulares de las corporaciones plutocráticas del negocio de las noticias, tanto escritas, como televisivo-radiofónicas.

Vamos a ser agredidos y agredidas, de cara a los comicios del domingo 6 de febrero de 2022, nuevamente; de manera intensa por parte de la propaganda ideológica que financia la plutocracia gobernante en estos momentos, misma que pretenderá dar más impulso a los avances que la gestión de Alvarado Quesada y sus partidos en la Asamblea Legislativa, le han posibilitado en el presente cuatrienio constitucional.

PASAR FACTURA es el mejor mecanismo de defensa que tenemos a nuestra disposición para cobrarle a los partidos políticos que me arruinaron el negocito, que me obligaron a cerrarlo, que me forzaron a despedir; que me rebajaron el salario; que me despidieron del todo; que me quitaron derechos y que me los siguen arrebatando; que por sus decisiones se generó más pobreza en mi hogar y más conflictividad familiar; que le impusieron el IVA a la pequeña actividad micro-mediana empresarial, mientras aprobaban multimillonarias amnistías tributarias a gigantescas corporaciones privadas… Tengo pleno derecho a señalar con el dedo electoral acusador a esos partidos que me hicieron tanto daño, a mí y a mi familia. Es una buena idea, ésta, de PASAR FACTURA.

PLN: convención y plutocracia

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Al parecer, el Partido Liberación Nacional (PLN), se estaría jugando su existencia misma dentro del escenario político nacional, de cara al proceso electoral nacional del próximo febrero de 2022.

Nos parece que algunas personas con altos grados de responsabilidad en su dirección actual, al margen de ésta y/o marginadas de la misma, son conscientes de que las preferencias ciudadanas con el PLN están el nivel más bajo de toda su historia de participaciones en procesos electorales nacionales; y, además, la cuantía de gente con derecho a votar y dispuesta a hacerlo por el PLN, no les alcanzaría para ganar la Presidencia de la República.

Enorme resentimiento hay con el PLN más que con ningún otro partido. En especial, en bases obreras y de sectores medios, el enojo con los últimos gobiernos liberacionistas y con las personas diputadas suyas de los últimos períodos constitucionales, es constatable sin grandes esfuerzos científico-analíticos.

Si nueve de cada diez personas electoras don derecho a voto en febrero de 2022, indican que no tienen simpatía partidaria alguna en estos momentos (encuesta CIEP-UCR que, aunque con reservas, es la de mayor credibilidad en el país); es posible que un enorme segmento de las personas “partidariamente desencantadas” fueron liberacionistas.

El prácticamente acabóse del PLN, como protagonista histórico esencial de los sucesivos procesos electorales, empieza a manifestarse con las derrotas electorales de los años 2014 y 2018, cuando empieza a hacerse visible que su control ideológico-hegemónico lo asumen personas que de filosofía y de política socialdemócrata saben tanto como un arquitecto sabe de cirugía plástica.

Empezó en el seno del PLN un proceso de posicionamiento de la visión de sociedad centrada en la tesis neoliberal del todo mercado-nada Estado, dando paso a que fuese convertido como uno de los partidos representativos de los intereses de lo que ahora tenemos más claro que nunca: la plutocracia reinante en el devenir fundamental de la cosa pública.

Las personas liberacionistas de verdadero pensamiento socialdemócrata empezaron a ser relegadas de posiciones decisoras en el rumbo de ese partido y, mientras más se les arrinconaba, más empoderamiento de las tesis plutocráticas cogían fuerza a su interior; sobre todo, porque tal grupo relegado nunca tuvo la vocación de articularse para resistir la operación serrucho contra el ideario socialdemócrata original.

La convención liberacionista de próxima fecha no pareciera arrojar un resultado político que ponga en peligro el control plutocrático del PLN. La plutocracia ha envenenado tanto el ADN socialdemócrata del PLN que no parece haber ya antídoto.

Para agravar las cosas, la actual fracción parlamentaria liberacionista ha mostrado una enorme saña antiobrera y un enorme desdén y desprecio por la situación socioeconómica de las clases medias.

La autoproclamación del PLN como partido policlasista, vigente en su época de oro; nunca como en el presente período legislativo constitucional (2014-2018), había tenido tan nula relevancia o consideración, ni siquiera por apariencia, en función del respeto que merecería el legado de las personas fundadores del PLN.

A nivel del personal estatal de todo el sector Público (unas 330 mil personas y sus familias), las ideas plutocráticas del PLN son de un impresionante rechazo. Su base electoral en la Administración Pública, otrora de enorme cohesión e incidencia, está sumamente erosionada.

La Socialdemocracia, en consecuencia, sigue huérfana. El pase del Partido Acción Ciudadana (PAC) a las filas de la hegemonía plutocrática, reafirmó que tal orfandad sigue vigente.

La gran incógnita a despejarse con la convención liberacionista es si alguno de los precandidatos presidenciales estará dispuesta a desafiar el nuevo orden en el PLN; nuevo orden que, como lo demuestra su actual fracción legislativa, socialdemócrata no es. Es plutocrático.

La vacuna por el voto

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

La señora Defensora de los Habitantes de la República, doña Catalina Crespo Sancho, interpuso un recurso de amparo en la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, a fin de que el Gobierno estuviera vacunando contra el covid-19 durante toda la presente Semana Santa.

En lo específico, su gestión legal la ha dirigido contra Carlos Alvarado Quesada, como cabeza política del Poder Ejecutivo; contra el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza; y contra Román Macaya Hayes, Presidente Ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Así lo leímos en información de prensa que circuló el pasado viernes 26 de marzo, la cual indica que, a partir de datos oficiales de Casa Presidencial, a nuestro país han llegado un total de 11 lotes de vacunas, para un total de 676.455 dosis; notándose que, por el contrario, solamente se han aplicado poco más de 312.000 dosis y unas 106.000 personas ya recibieron ambas dosis.

Esas 676.455 dosis llegaron a Costa Rica en un período de tres meses, si consideramos que fue el 23 de diciembre de 2020 cuando llegaron las primeras 9.750 dosis.

Al faltar tres trimestres (más un mes adicional), para las elecciones presidenciales y diputadiles del domingo 6 de febrero de 2022; y, considerando esa cantidad de 676.455 como promedio trimestral, tendríamos un total de 2.029.365 dosis adicionales al primer lote del 23 de diciembre anterior.

Es decir, un gran total de 2.705.820 dosis (en los cuatro trimestres diciembre 2020-diciembre 2021), para un equivalente de ciudadanía receptora de la famosa vacuna de 1.352.910 personas: un 27% de la población total del país, si consideramos la cifra de 5 millones de costarricenses.

Que nuestro país y sus máximas autoridades político-ejecutivas y de salud estén aplicando la vacuna contra el covid-19, mediando una táctica cuenta-gotas es motivo para que se especule al respecto (considerando que la transparencia de la gestión pública del actual Gobierno no es su característica), de que es parte de la estrategia electoral PAC para seguir “administrando” el país.

En tal sentido, el Gobierno estaría vacunando antes de las elecciones (táctica cuenta-gotas), para luego intensificar el proceso de inmunización de las personas antes del domingo 6 de febrero entrante; lo cual hace que muchos estemos pensando en que se está impulsando tal proceso de salud con perspectiva electoral, lo que llevó a un ciudadano amistad nuestra, a definir tal táctica cuenta-gotas, como “La vacuna por el voto”.

Las suspicacias de que “La vacuna por el voto”podría ser una artimaña del gobierno PAC para repetir período en la administración del país (2022-2026), se acrecienta si la misma Defensoría de los Habitantes de la República está cuestionando que se tengan embodegadas muchas vacunas, mencionándose la cifra de 200 mil dosis. ¿Serán más? Es probable que sí.

Como indicamos al inicio, la acción judicial de la señora Catalina Crespo Sancho, que ha resonado en prensa, es para que se siga vacunando contra el covid-19 en esta Semana Santa. Si fuese lo contrario, habría tenido, también, gran destaque de prensa.

Es decir que la jerarca de la Defensoría de los Habitantes de la República debió ir más lejos: tenía que cuestionar la sospechosa lentitud de vacunación contra el covid-19 y su relación con la proximidad del proceso electoral del 6 de febrero de 2022.

Pero, no solamente en función de desenmascarar esta táctica cuenta-gotas, perversa en sí misma, si es que está pensada para coincidir con el proceso comicial venidero; sino porque se trata de un problema de salud pública que involucra la salud y la vida de los 5 millones de compatriotas que habitamos este país, más la cantidad de personas de otras nacionalidades que conviven con nosotros.

Prácticamente, cada vez que llega al país un nuevo lote de vacunas, Carlos Alvarado Quesada se apersona al aeropuerto a recibirlas, a tomarse la foto y a pulsear foco mediático. Su imagen está por los suelos y la abrumadora mayoría del pueblo rechaza su gestión. Si le ven recibiendo vacunas a menudo, seguro piensa él, obtendría algo de valoración positiva.

Nada raro sería que con cercanía al domingo 6 de febrero de 2022, se incremente el arribo al país de mayores cantidades de dosis de vacunas y de menos período de tiempo entre un envío y el anterior; y, por ende, más poses presidenciales recibiéndolas.

Así, la táctica cuenta-gotas, “La vacuna por el voto”, estaría ayudando al logro del macabro objetivo de un tercer-período gubernativo-administrativo PAC… un nuevo período consecutivo en la hegemonía del país para la plutocracia gobernante.

Déficit, deuda e intereses: ¿quién se atreve?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General

Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

No encuentro otra palabra-concepto para describir el manejo de la cuestión fiscal del país, que emplear el vocablo CRIMINAL, así puesto con letras mayúsculas.

No encuentro otra palabra-concepto para las personas responsables de ese manejo, en los diferentes gobiernos del tri-partidismo PLUSC-PAC que catalogarles como CRIMINALES SOCIALES, también en mayúsculas.

No encuentro, en el “menú” de precandidaturas presidenciales, ni el más mínimo planteamiento, aunque fuera tenue e insípido, de abordar con profunda seriedad este asunto del déficit fiscal, de la deuda pública y de su obsceno pago de intereses… ¿Quién se atreve? Creo que me quedaré esperando.

Recientemente escribí el siguiente tuit: “Empezamos el 2021 pagando 240 millones de colones POR HORA en pago de intereses de la deuda pública: 5 mil 772 millones por cada uno de los 31 días de enero y los 28 de febrero. En dos meses: 340 mil 586 millones. ¡CATASTRÓFICO! Y los diputados ensañados con el empleado público”.

Noten ustedes que estoy empleando letras mayúsculas para que se comprenda mi desvelo en cuanto a resaltar lo que me parece a mí como un cataclismo fiscal en perspectiva.

Con gran pompa, el Ministerio de Hacienda nos dio a conocer que ya ha captado, en el primer trimestre del presente año 2021, en el mercado financiero interno, Bolsa Nacional de Valores, 1 billón 365 mil 479 millones de colones (1.365.479.000.000). (El principal diario del capital neoliberal publicó una nota al respecto, el pasado sábado 27 de marzo).

Prácticamente, esta gigantesca cifra representa unos 3.8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), calculando cada uno en 359 mil 800 millones de colones (359.800.000.000 -datos de 2020-); dato que nos proporcionó el distinguido académico universitario, de la UNED, don Luis Paulino Vargas Solís.

Esta cantidad de captación en bolsa que reporta la cartera ministerial de Hacienda, 1.365.479.000.000, promediada a los 90 días del primer trimestre 2021, nos da la cifra de captación diaria de 15 mil 171 millones 988 mil 888 colones (15.171.988.888.000).

Hablamos, entonces, de que al Gobierno se le está prestando (“captación de bonos”, en el lenguaje bursátil oficial), 632 millones 166 mil 203 colones (632.166.203), ¡CADA HORA! Datos, repetimos, del primer trimestre de 2020.

Además, se nos dice que la cantidad de dinero hasta ahora “captada”, 1.365.479.000.000, representa ya el 76% del total de la cifra prevista por tal concepto, “captación”, para el primer semestre del presente año 2021: lo que denominan Plan de Endeudamiento. Entonces, éste es de1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones (el 100% al terminar junio 2021); prácticamente, 5 puntos PIB.

Quiérese decir, entonces, que el 24% que resta del Plan de Endeudamiento del primer semestre del año 2021, equivale a 431 mil 203 millones 894 mil colones (431.203.894.000). Esto es 1.19 puntos PIB.

En consecuencia, la pretensión del Gobierno es obtener prestado, solamente en el primer semestre del año en curso, 1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones: ¡5 puntos PIB!, desagregados así:

a) 1.365.479.000.000: 76% del Plan de Endeudamiento para el primer semestre del 2021, ya obtenidos (3.8 PIB).

b) 431.203.894.000: 24% restante de dicho plan (1.19 PIB).

Cifras incomprensibles. Cifras inmanejables para quienes somos viles mortales, castigados y condenados a servirle a la Economía, la dominante; que es distinta a la Economía al servicio de la gente, la que urge instaurar en este país.

Entonces, con los datos del primer trimestre 2021 tenemos:

Solamente en pago de intereses de los meses de enero y febrero, 340 mil 586 millones de colones; es decir, unos 240 millones de colones por hora; o, 5 mil 772 millones de colones al día.

Se pagaron, si lo pasamos a dólares, en solamente esos dos meses, 553 millones 798 mil 373 dólares (tipo de cambio, 615 colones). Al día, 9 millones 385 mil 365 dólares. Por hora: 391 mil 56 dólares (240 millones de colones).

Por otra parte, si el plan de endeudamiento del Gobierno para el primer semestre del presente año 2021, es de 1.796.682.894.000 colones; en dólares, el equivalente es 2 mil 921 millones 435 mil 600 dólares ($2.921.435.600). 

¡Ciudadanos y ciudadanas!: Estamos hablando de que este Gobierno nos endeudará, solamente en el primer semestre de este año 2021 en, prácticamente, ¡3 mil millones de dólares!; endeudamiento que no pasa por la Asamblea Legislativa.

O sea, nos endeudan, a “los y las de abajo”, promedialmente hablando, en 16 millones 666 mil 666 dólares diarios, o, si lo ponemos por hora, son 694 mil 444 dólares.

Esta gran cantidad de números, la gran cantidad de cifras que les hemos compartido, metafóricamente viene a ser como un aquelarre de carácter fiscal; sí, es algo “demoníaco”. Un verdadero festín maligno que le hace daño a la abrumadora mayoría del pueblo costarricense.

¿Quién se atreve? ¡Sí!, ¿quién se atreve a nivel de precandidaturas presidenciales, a entrarle a esto. En mi caso, sí me atrevo a pronosticar que nadie… o casi nadie.

Hacerlo, pero hacerlo de verdad, es desafiar a la hegemonía política dominante, la de la plutocracia reinante; dentro de la cual el sector financiero-bancario, el del aquelarre fiscal, se convirtió ya en el enemigo más criminal que jamás tuvo el pueblo costarricense, solamente comparable a los invasores filibusteros de 1856-1857.

La Costa Rica actual y sus cuatro aspectos purulentos

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Purulento: que tiene pus; foco infeccioso en el tejido humano. Se ve horrible y huele mal. El tejido social costarricense, en estos momentos, tiene cuatro aspectos purulentos que (aun cuando no únicos), parecen ser los de más impacto al punto de tener enferma la misma institucionalidad republicana sobre la cual se base la maltrecha Democracia. Los citaremos a continuación, aunque el orden no indica preponderancia de uno sobre el otro.

LA CORRUPCIÓN: La corrupción política en las altas esferas de la institucionalidad pública mediando, en no pocos casos, la colusión de la misma con los intereses del alto corporativismo empresarial de los meganegocios; generando ganancias exageradas, mediante la compra de conciencias, a través de operaciones mercantiles que, con ropaje legal o sin él, han potenciado la concentración de la riqueza y del poder económico; expresado este fenómeno en la gestión de operación política de, básicamente, los partidos Liberación, Unidad y Acción Ciudadana.

EL NARCO: La penetración del narcotráfico y del dinero sucio producto del crimen organizado: por arriba y por abajo. Por arriba, precisamente en ir reclutando políticos en el nivel local, en el nivel regional y en el nivel nacional de los partidos de la clase política tradicional; así como en posicionamiento de fichas claves en esferas sensibles de la institucionalidad republicana: la municipal, la policía, la judicial, la parlamentaria y la ministerial.

EL SISTEMA TRIBUTARIO: La existencia de un sistema tributario que tiene dos características que lo hacen profundamente perverso: es injusto y es corrupto. Injusto por cuanto pagan impuestos los que, proporcionalmente hablando, tienen o ganan menos; y los que tienen más (que cada vez son menos), hacen triquiñuelas de todo tipo (dentro de la ley o al margen de ella) para no pagar lo que les corresponde, para no pagar del todo (evadir-robar tributos-eludirlos), sacando la plata del país hacia paraísos fiscales. Corrupto, porque una espantosa red de intereses privados coludidos con los de malos servidores públicos han logrado un poder de tal magnitud que impide realizar a ese sistema tributario las transformaciones estructurales que necesita, aunque fuera tenues.

LA DEUDA PÚBLICA: El altísimo endeudamiento público del país, producto de tener durante tanto tiempo un sistema tributario injusto y corrupto que impidió recaudar lo justo para mantener servicios públicos esenciales para toda la población nos ha llevado a la espantosa realidad de tener que cargar sobre las espaldas del pueblo trabajador un pago obsceno de intereses de, al menos, 7 mil millones de colones diarios; unos 11 millones de dólares estadounidenses, cada 24 horas. Esta situación ha sido tolerada por las sucesivas administraciones gubernativas de los partidos Liberación, Unidad y Acción Ciudadana, pues dentro de los mismos funciona un poderoso grupo de presión financiero-bancario que hace negocio con el déficit, las tasas de interés que demanda esa deuda y su pago diario de intereses.

Estos cuatro aspectos purulentos nacieron, han venido creciendo y desarrollándose, con mucho mayor intensidad en los años que van del presente siglo XXI; período en los cuales han sido gobierno los partidos Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Acción Ciudadana (PAC).

Cada uno de esos cuatro aspectos purulentos de la Costa Rica actual han sido analizados, en distintos momentos, por personas especialistas honestas de diversas procedencias institucionales y hasta se han puntualizado propuestas y medidas para superar los efectos perniciosos que tienen en la colectividad. Sin embargo, dentro de la red operativa de cada uno, hay personas, personajes políticos, hombres y mujeres de negocios, figuras mediáticas que, de un modo u otro, lograron estatus de vida solventes vendiendo sus conciencias al convertirse en promotores, operadores, ejecutores, valladares al servicio de los intereses que en cada aspecto se mueven a diario.

Covid-19, alerta roja y plata para más atención

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Las máximas cúpulas político-gerenciales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS): gerencias General, Médica, Administrativa, Financiera, Logística, Pensiones, Infraestructura y Tecnología; así como la dirección del Centro de Atención de Emergencias y Desastres; enviaron una desesperada carta al Dr. Román Macaya Hayes, en su condición de Presidente Ejecutivo de la institución, planteando lo que para tales autoridades es la Saturación Hospitalaria ante el estado actual de la situación de la pandemia del covid-19.

Solicitan a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) “…la declaratoria que corresponde en razón del nivel de emergencia en que nos encontramos frente a la saturación de los servicios de salud, que ha ocasionado el aumento exponencial de casos COVID 19; estando dicha comisión facultada por Ley para declarar la alerta que se requiere de manera urgente”.; pues, “…ya se ha manifestado de forma reiterada que se ha materializado el riesgo y se ha producido la saturación de los servicios de salud y por lo tanto, se tienen suficientes elementos objetivos,…” para una alerta roja.

Se indica en la carta al presidente ejecutivo de la CCSS que, la “Alerta Roja se reserva para momentos donde se determine la saturación en la capacidad de respuesta, por ejemplo, saturación de los servicios de salud”.

Una eventual declaratoria de alerta roja como lo plantean las cúpulas gerenciales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), implicará una mayor movilización de recursos humanos: profesionales, técnico-especializados, asistenciales y de servicio; y, a la vez, de recursos financieros que, presuntamente, no estarían disponibles para enfrentar el mayúsculo reto de una alerta roja por saturación hospitalaria.

Y es aquí, en tal situación, que Alvarado Quesada y su gobierno deben hacer una escogencia fundamental: la salud y la vida de las personas; ó, la salud del sistema bancario-financiero que se encuentra tan excesivamente robusto que llegó la hora de pedirle un aporte solidario con la urgencia requerida.

ANEP propone, así las cosas, que se decrete una moratoria del pago de intereses de la deuda pública, al menos por un trimestre, 90, días de manera tal que el país y su sistema de salud dispongan de una cantidad de dinero frescopor la cantidad de 630 mil millones de colones, equivalentes a un 1.75% de Producto Interno Bruto (PIB).

Bien se sabe que la impagable deuda pública ha llegado a tal nivel que está demandando un obsceno pago diario, cada 24 horas, de, prácticamente, 7 mil millones de colones, según lo ha reconocido el propio Ministerio de Hacienda.

Es hora de decisiones estratégicas, realmente heroicas, en función del bien común y de la salud de las personas trabajadoras, principalmente; las cuales, por ejemplo, no tienen dinero para salir del país a vacunarse.

«La élite económica en estas circunstancias debiera concertarse para patrocinar planes de ayuda al sector más vulnerable de nuestra población. La gente pierde su trabajo, pierde su remuneración, carece de medios y, encima, los obligan a encerrarse en sus casas». De manera atinada, lo ha planteado el pensador latinoamericano, filósofo chileno, Gastón Soublette, en su reciente entrevista para BBC-Mundo.

Si el 75% de la deuda pública costarricense está centrada en deuda pública interna; y si ésta es, en gran parte, entre entes del sector estatal (“se coge plata de un bolsillo para pasarlo a otro del mismo pantalón”), no habrá grandes riesgos de descalabro financiero y, mucho menos, de que se diga que esta operación de reingeniería financiera intra-sector Publico, es una especie de default; considerándose que el principal de la deuda se mantendrá intocado.

Téngase en cuenta que la Alerta Roja podría potenciar, todavía más, el autoritarismo gubernamental de seguir impulsando cierres económico-sociales para afectación de las más amplias mayorías de la población costarricense; con los efectos multidimensionales (sociales y culturales y ya no solamente económicos) que hacen que la pandemia, sin dejar de serlo, ahora sea una sindemia; según lo ha denunciado el Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE), de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), en su carta oficio CICDE-023-021, fechado 7 de mayo, dirigido a la Presidencia de la República y su Ministro de Salud, así como a las presidencias de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE).

Repetimos, la propuesta de ANEP para destinar el pago de obscenos intereses de la deuda pública, al menos por 90 días, para enfrentar la Alerta Roja de la Saturación Hospitalaria que está generando la pandemia y ante la transición de ésta (sin dejar de serlo), a la situación de sindemia (como lo plantea el CICDE-UNED); no implicará riesgo de colapso financiero ni mucho menos asomo de un default.

Manifiesto de la Comunidad Laboral Municipal de Costa Rica

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

PRIMERO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público representa, en el caso de los gobiernos locales costarricenses, una involución y un retroceso de siete décadas en el desarrollo de la institucionalidad democrática y republicana de las municipalidades. “Se debe desligar a las municipalidades-como cuerpos elegidos por el pueblo- de las influencias del Poder Ejecutivo.” (palabras de un constituyente de 1949).


SEGUNDO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público somete a las municipalidades a las decisiones circunstanciales de la Casa Presidencial de turno, en materia de gestión estratégica e integral de Recursos Humanos; y, por ende, invade los espacios autónomos de ejecución administrativo-financiera según las necesidades comunales. Se abre, así, un portillo de consecuencias insospechadas, pero temibles.


TERCERO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público, sienta las peligrosas bases para abrirle paso a un modelo de Estado de corte autoritario-totalitario, excesivamente verticalista; modelo de Estado que existía antes de los dolorosos acontecimientos de la Guerra Civil entre costarricenses, ocurrida en marzo-abril de 1948, lo cual contribuyó o fue una de las causas de ese conflicto armado que le quitó la vida a, al menos, 2000 compatriotas de entonces.


CUARTO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público contiene groseras violaciones a nuestra Carta Magna del 7 de noviembre de 1949. Está plagado de ocurrencias, de inconsistencias, de improvisaciones irresponsables. Muestran su contenido esencial y sus torpes mociones consecutivas un desprecio profundo de la jurisprudencia constitucional en materia de gestión ejecutiva y de relaciones obrero-patronales a nivel del Estado; un desdén caprichoso y soberbio por los informes previos de gran contenido histórico-jurídico y de solvencia moral internacional, preparados por valiosos especialistas.


QUINTO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público es profundamente ideológico, al responder a los intereses de los sectores de mayor poderío económico, los cuales resienten la tardanza en la apropiación privada de las más relevantes empresas públicas propiedad de todo el pueblo costarricense; concibiendo esta perversa legislación como un paso fundamental en la ruta egoísta que le quiere imponer al país la plutocracia reinante.


SEXTO: Gran parte de las motivaciones fundamentales que impulsa el proyecto Ley Marco de Empleo Público han sido generadas por la insana práctica de periodismo de odio, mediando matrices mediáticas que han intoxicado a la ciudadanía, con la ejecución de la más perversa campaña de agresión psicológica y de terrorismo ideológica jamás desplegada contra grupo social alguno de personas costarricenses, en lo que va de lo que denominamos Segunda República. Una campaña propagandística que mandó al cajón de la basura las elementales reglas de un periodismo decente y equilibrado.


SÉTIMO: Las municipalidades están destinadas a ampliar su red de servicios públicos, fortaleciendo los que actualmente gestionan y asumiendo otros no menos relevantes; mismos que se brindan desde un Estado central colapsado por el pago exorbitante de los intereses de la deuda pública y de la deuda misma; razón por la cual los gobiernos locales deben ser fortalecidos en las más diversas dimensiones para que potencien el desarrollo más integral a nivel de la comunidad; propiciando más empleo, más gestión de micro, pequeños y medianos negocios-empresas y actividades de economía social solidaria. Más programas de prevención social e integración ciudadana; más atención a la juventud; más apoyo a las madres jefas de hogar, más atención a la población adulta mayor, ya creciente; más fortalecimiento para el pequeño y mediano productor agropecuario en los cantones donde corresponda; más recreación y cultura, más deporte y sano esparcimiento.

OCTAVO: El proyecto Ley Marco de Empleo Público castra, de raíz, los indicados y otros aspectos del potenciamiento del desarrollo futuro de los gobiernos locales; con lo cual se va a acrecentar los peligrosos niveles de exclusión económica y de desigualdad social que sufrimos en nuestros cantones y de los cuales, como personal municipal, hace que afrontemos a diario el dolor, las congojas y el sufrimiento de nuestros vecinos y de nuestras vecinas.


NOVENO: Los gobiernos locales nunca debieron ser considerados para incluírseles en esa nefasta legislación de empleo público; por demás, un proyecto que nunca fue exigencia o requisito para que el Fondo Monetario Internacional (FMI), le dé un préstamo al país por 1.750 millones de dólares que Costa Rica no los necesita, pues las alternativas internas sobran para atender el problema de las finanzas públicas; problema que ninguna persona trabajadora municipal del país, ni nuestras respectivas autoridades en los gobiernos locales jamás generó.


DÉCIMO: La población trabajadora del sector municipal, como personas asalariadas honestas que laboran para este sistema institucional, el cual es esencia misma de la Democracia, se han comprometido desplegar todos los esfuerzos necesarios, en los más diversos ámbitos, tanto en lo local como en lo nacional, así como en lo internacional, para salvaguardar una de las herencias más sensibles de nuestra institucionalidad actual: la Constitución Política de 1949 y su constitucional régimen municipal.