Servicio Civil: proyecto de empleo público pulveriza su esencia constitutiva

  • El odio de clase en contra de las personas trabajadoras estatales es recalcitrante
  • Los partidos Liberación, Acción Ciudadana, Unidad y los dos religiosos (RN y NR), en abierta coalición anti-obrera

Una de las fundamentales esencias de los valores constitutivos del Régimen de Servicio Civil, siempre fue su desvelo para brindar un buen nivel de estabilidad en el cargo a las personas trabajadoras estatales que han estado cubiertas por el mismo.

Efectivamente, el artículo primero del Estatuto de Servicio Civil puntualiza lo siguiente: “Este Estatuto y sus reglamentos regularán las relaciones entre el Poder Ejecutivo y sus servidores, con el propósito de garantizar la eficiencia de la Administración Pública, Y PROTEGER A DICHOS SERVIDORES” (las mayúsculas son nuestras).

Así lo ha sido desde la promulgación legal de dicho Estatuto, en 1953. Pues bien, 68 años después, se pretende una transformación radical en el concepto original del sistema de Servicio Civil que, incluso, a partir de la Constitución Política del 7 de noviembre de 1949, quedó con rango constitucional.

Las diputaciones actuales que, de un modo u otro en diversas circunstancias del actual proceso parlamentario, impulsas decisiones legislativas contrarias el bien común y a la inclusión social, introdujeron en el Expediente Legislativo 21.336, Ley Marco de Empleo Público, la siguiente modificación al Estatuto de Servicio Civil:

“Este Estatuto y sus reglamentos regularán las relaciones entre el Poder Ejecutivo y sus servidores, con el propósito de garantizar la eficiencia de la Administración Pública”.

Como se nota, la frase-concepto, “Y PROTEGER A DICHOS SERVIDORES”, fue eliminada.

Si ya, de todas formas, la estabilidad protectora del empleo público bajo el Régimen de Servicio Civil (que nunca fue inamovilidad en el cargo), tiene fuertes cuestionamientos de parte de los sectores político-ideológicos y económicamente hegemónicos; la modificación que estamos denunciando estaría cerrando el ciclo histórico de 68 años de este tipo de seguridad en el empleo para personas trabajadoras estatales cubierto por el mismo.

Con fuerza de vehemente denuncia, tenemos que condenar la acción estratégicamente coordinada de los partidos Liberación Nacional, Acción Ciudadana y Unidad Socialcristiana, juntos a los dos partidos religiosos (Restauración y Nueva República), para:

· Seguir incrementando el odio de clase en contra de las personas trabajadoras estatales; odio de clase que tiene ya un carácter recalcitrante.

·Incrementar en grado sumo el riesgo de estabilidad en el empleo para unas 120 mil personas trabajadoras empleadas públicas: los conglomerados laborales de Educación Pública, de los otros ministerios del Poder Ejecutivo, así como las diversas entidades adscritas a los mismos; e, incluso, para entidades que, de un modo u otro, tienen sistemas de personal que se guían por los postulados del Estatuto de Servicio Civil.

·Retrocedernos en el tiempo y potenciar el carácter del empleo público como botín politiquero, por una parte; y, por otra, garantizarse lealtades electorales circunstanciales de turno: Cambiar voto por empleo, como sucedía antes de la Constitución de 1949.

La ANEP condena, drásticamente, esa “variante” del ataque estructurado a las personas trabajadoras del sector público del Gobierno Central y entes adscritos, ataque que es dirigido, también a sus propias familias.

La ANEP se encargó de destrozar, radicalmente, la perversa tesis esgrimida al inicio por los neoliberales y su “escuadrón sicario de orden parlamentario”, en el sentido de que el déficit fiscal obedecía a los salarios pagos en el empleo público; y, mucho menos, a quienes los devengan desempeñándose en el Poder Ejecutivo central y sus entes adscritos, “cubiertos” por el Régimen de Servicio Civil, hasta hoy en día.

La ANEP reafirma, su oposición rotunda al nefasto proyecto Ley Marco de Empleo Público, verdadera intentona de “Golpe de Estado parlamentario”, cargada de inconstitucionalidades, inconexidades, ocurrencias y, por supuesto, con la fuerte carga ideológica de odio de clase de los neoliberales que han venido gobernando en los últimos tiempos con sus diversos partidos políticos.

San José, viernes 24 de setiembre de 2021.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Wálter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto

¿Y con cuál cacao harán chocolate?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

1: Que la desigualdad ha venido creciendo, de manera sistemática y peligrosa… Es totalmente aceptado.

2: Que Costa Rica ocupa, para deshonra nacional, uno de los diez puestos de los países más desiguales del planeta. Ahí está documentado.

3: Que, prácticamente, la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA), no tiene en la actualidad ni empleo formal ni salario fijo. ¿Quién lo desmiente? ¡Nadie!

4: Que el salario mínimo en Costa Rica es miserable mientras que somos un país sumamente caro para vivir en el cual el costo de la vida potencia la pobreza y la exclusión. Es cuestión de constatarlo visitando barriadas populares de la Gran Área Metropolitana y fuera de la misma.

5: Que quienes tienen suerte de tener empleo, digamos que estable y con salario fijo, éste está congelado y sufren de un altísimo endeudamiento que les da poca liquidez… ¡Sobran ejemplos!

6: Que la ley del combo fiscal, No. 9635, golpeó duramente, la estabilidad financiera de cientos de pequeños y de medianos emprendimientos empresariales. Muchísimos locales comerciales cerrados, con el rótulo “se alquila”, dan cuenta de ello.

7: Que la mitad del presupuesto, mal llamado de la República, el que pasa por la Asamblea Legislativa, es para atender la deuda pública. ¡Incuestionable realidad, completamente cruel!

8: Que la mortífera regla fiscal está empezando ya a golpear los presupuestos de entidades públicas que desarrollan programas sociales diversos para, precisamente, atajar el crecimiento de la exclusión económica y de la desigualdad social; así, como empieza ya a restringir acciones de inversión de entidades institucionales con suficiente dinero para hacerlo; ya se está sintiendo. El dramático caso de la Educación Pública apenas empieza a enseñarnos su colapso venidero.

9: Que hemos derrotado el discurso ideológicamente perverso de que el déficit fiscal se debe a los salarios devengados por las personas trabajadoras asalariadas del sector Público. ¡Cierto! Ni siquiera el periodismo de odio se atreve a sostenerlo al día de hoy.

10: Que la seguridad ciudadana, a cargo de los diversos cuerpos policiales, retrocede en todos los órdenes; versus, el poder del narcotráfico y del crimen organizado que sí tiene suficientes recursos para burlar toda nuestra legislación diseñada para combatir el mal. Todos los días las noticias dan cuenta de esto.

De una manera u otra, en cada una de estas circunstancias, subyace el más profundo problema de la sociedad costarricense de la actualidad: tenemos un sistema tributario con dos perversidades intrínsecas: por un lado, es completamente injusto; por otro, está muy corrompido. Entonces, ¿cuál candidatura presidencial le pondrá el cascabel al gato?

Como electorado, parece que tendremos de 25 a 27 personas aspirando llegar a la Presidencia de la República; aunque, en realidad, buen número de éstas tienen doble aspiración pues, en el fondo de sus conciencias, saben que no lo lograrán. Y, por tanto, su verdadera intención es lograr una diputación en el próximo congreso.

Ahora bien, al momento de escribir este artículo, nota uno que las matrices mediáticas dominantes (especialmente, las que controla la plutocracia), así como las encuestas que se acomodan a las mismas, quieren hacernos creen que solamente hay 3 opciones (las coloco en orden alfabético por su nombre de pila): Fabricio Alvarado Muñoz, José María Figueres Olsen y Lineth Saborío Valverde. Seguramente, meterán a la del PAC, ahora que se supo que la persona ganadora es Welmer Ramos González. Las veintitantas restantes, según esa matriz mediático-plutocrática, no contarán. La gran masa del electorado será sometida al bombardeo según esta manipulada realidad.

Esperamos que haya cambios sustanciales en próximas semanas, ante el avance del electorado rebelde, dispuesto a PASAR FACTURA, de modo tal que, hasta las encuestadoras asalariadas del capital, se vean obligadas a reconocer procesos que se salen de la matriz que nos quieren imponer para un voto totalmente direccionado.

En todo caso, nuestro interés fundamental con este comentario es señalar que, según nuestra perspectiva de lucha social y sindical y nuestra propia experiencia en tal sentido, el problema número uno de la Costa Rica del Bicentenario, es su sistema tributario: completamente injusto y que está muy corrompido.

Lamentablemente, las candidaturas presidenciales que contarán con el beneplácito político y mediático de la plutocracia, no tocarán este punto. Eso creo. El orden macro-económico y fiscal tributario que se ha venido imponiendo está centrado en la potenciación al máximo de la concentración de la riqueza, por una parte; y, por otra, que sean los golpeados sectores medios y pobres los que sostengan los servicios públicos que ocupan para su propia sobrevivencia.

No vemos a la clase plutocrática controladora de las matrices mediáticas dominantes y sus diversas candidaturas presidenciales, aceptando reformas tributarias que les obligue a aportar más, por ejemplo, para: a) fortalecer las policías dedicadas a los diversos órdenes de la seguridad ciudadana; b) para potenciar más el impacto de los programas sociales (como el CEN-CINAI), en hogares sumidos en el desempleo y la precariedad en las barriadas urbano marginales y rurales; c) para fortalecer la vigilancia tributaria de manera estructural, sacando la corrupción de su seno; d) el fortaleciendo la institucionalidad pública dedicada al relanzamiento de la actividad productiva del agro nacional para garantizarnos una soberanía y una seguridad alimentaria nutritiva: e) impulsar una nueva política del salario mínimo para que éste incremente su poder de compra, ayude a la reactivación económica y desacelere la pauperización de las familias trabajadoras que dependen de él. Como ven ¿y con cuál cacao harán chocolate?

Subrac México, Centroamérica y República Dominicana – septiembre 2021

La Internacional de Servicios Públicos (ISP) desarrolló durante los primeros días de setiembre varias actividades en el marco de la reunión anual del Comité Consultivo Subregional de México, Centro América y la República Dominica.

Seccional ANEP-Cárceles OIJ denuncia, nuevamente, mal manejo de protocolos Covid-19 en celdas judiciales

Esta no es la primera denuncia que realiza la seccional, ya que en marzo del presente año hicieron el primer llamado a las autoridades, en el mes de julio volvieron a alzar la voz, ya que el 43% del personal debió ser aislado y puesto en cuarentena.

¿Qué clase de diputaciones necesitaremos en la próxima Asamblea Legislativa?

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Vistas las cosas desde el escenario de la lucha social y sindical, tal y como éste se ha venido presentando en las diversas coyunturas sociopolíticas y económicas de los últimos dos gobiernos a cargo del Partido Acción Ciudadana (PAC), aunque con fuerte antecedente en las administraciones precedentes a éstos, a cargo de Liberación Nacional (PLN) y de la Unidad Social Cristiana (PUSC); uno puede plantear varias consideraciones al momento de dar el voto para la conformación de la nueva Asamblea Legislativa, misma que funcionará en el nuevo período constitucional, a partir del 1 de mayo de 2022 y hasta el 30 de abril de 2026.

Primera: La Asamblea Legislativa actual, que terminará su (desafortunada) gestión el próximo 30 de abril de 2022, ha sido la más anti-obrera desde que rige la actual Constitución Política, misma que entró en vigencia el 7 de noviembre de 1949. Tanto por la conformación partidaria que ha tenido, como por la calidad de la legislación emitida, los sectores mayoritarios de la población costarricense, han sido las víctimas socioeconómicas del trabajo parlamentario del presente período constitucional, 2018-2022.

Segundo: Como nunca antes se había manifestado en el plano parlamentario, en los últimos 72 años de vida institucional del país, a partir de la imposición de la llamada “Segunda República”, en 1949; la mayoría de la actual integración de la Asamblea Legislativa en funciones todavía, actuó políticamente bajo el dictado de los denominados poderes fácticos; es decir, entregaron su soberanía autonómica-constitucional como representantes populares y se entregaron a promover medidas legislativas facilitadoras de la concentración del capital. La única ideología que imperó en el presente parlamento costarricense fue la de la plata, la del mercado total, la de la exclusión económica… en síntesis, la de la corrupción desenfrenada a partir de mantener y fortalecer la estructura perversa y corrupta de la fiscalidad tributaria del país.

Tercero: Efectivamente, nunca antes se vio la tendencia política de “legislar desde afuera” tan fuerte, clara y cínica como en el actual período parlamentario; es decir, diputados y diputadas que, congruentes con su docilidad entreguista al gran capital, actúan en el seno parlamentario según el titular de prensa, el comentario televisivo o la estridencia radiofónica de los medios de comunicación oficiales de la plutocracia.

Cuarto: La presente Asamblea Legislativa, anti-obrera y pro-capital, ha estado promoviendo legislación que cuestiona las piedras angulares de la Constitución Política de 1949, como la división de poderes. Igualmente, han estado bajo ataque sagradas legislaciones conquistadas con sangre, como la jornada de ocho horas. Particularmente, el nefasto proyecto Ley Marco de Empleo Público, por su contenido de fondo vino a representar una especie de Golpe de Estado parlamentario. Éste, tan abiertamente detectable y por su tendencia de fuerte autoritarismo-totalitarismo fue, de alguna manera, frenado por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia… por ahora.

Quinto: Dentro de las 57 diputaciones actuales, y como era de esperarse, ha habido algunas de enorme dignidad y de lealtad firme a los valores de la Constitución de 1949. Son la excepción, ¡la gran excepción! No llegan a diez las personas legisladoras que han tenido diversos comportamientos que merecen destacarse, frente al poder político de la plutocracia y sus medios que han venido “legislando desde afuera”. Sin embargo, a estas diputaciones les faltó una mayor articulación estratégica con los movimientos sociales y a éstos entre sí, como para haber establecido el contra-poder fáctico que requería la ofensiva de la plutocracia que, de una manera u otra, ha contado con unas 50 diputaciones fieles; sin hablar de lo que ha representado la acción ejecutiva de Carlos Alvarado Quesada. Hubo intentos y no pueden menospreciarse; hubo acciones que respondían a la necesidad de esta articulación, intra y extra-muros parlamentarios, pero no fue suficiente. Gran autocrítica está pendiente para muchos de nosotros y de nosotras.

Sexto: A pocos días de que arranque la campaña electoral de manera oficial (pues ya todos los partidos están en campaña), ya han empezado a hacerse notar las personas aspirantes que pretenden darle continuidad a la nefasta gestión parlamentaria actual; tanto las que responden a los partidos de la plutocracia con representación parlamentaria en la actual Asamblea Legislativa (Liberación, Unidad, PAC, Restauración, Nueva República); como otros que, también ideológicamente plutocráticos, buscan ansiosamente el “hueso” parlamentario para garantizarse un ingreso económico atractivo y la posibilidad de incrementarlo actuando a favor de intereses de alto corporativismo que suelen comprar votos diputadiles.

Sétimo: Así las cosas, el voto ciudadano para el próximo parlamento revista enorme importancia estratégica para la propia paz de la República, para la misma Democracia, para el fortalecimiento de la institucionalidad deteriorada, para el retorno del bien común a la cosa pública que no es más que la aplicación integral de los Derechos Humanos. Tenemos una gigantesca obligación ético-moral con Costa Rica, ahora que ha llegado al Bicentenario (y ya tenemos absoluta noción en qué condiciones están las mayorías ciudadanas de hoy), de que las próximas personas diputadas que vayamos a elegir, antes que todo, se le paren duro a la plutocracia y a su prensa de odio; por una parte; y, por otra, que conformen (o que ayuden a conformar), el necesario músculo social-popular, la fuerza cívico-patriótica que les ayude en el impulso de esa legislación multifactorial que requiere la introducción estratégica de la promoción del bien común en todas las líneas.

ANEP avala ratificación del Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y acoso en el mundo del trabajo

Central Social Juanito Mora Porras -ANEP presentó una consulta institucional sobre el proyecto de ley del convenio 190 de la OIT que se tramita bajo el expediente 22.569

Proyecto se encuentra en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) avala y solicita a los legisladores en la Asamblea Legislativa aprobar el proyecto de Ley 22.569 que contiene la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y acoso en el mundo del trabajo.

Para la ANEP es de suma importancia que Costa Rica sea el siguiente país en ratificar el Convenio 190 y la Recomendación 206, ya que constituye un avance que respeta la dignidad de los trabajadores, la eficacia del diálogo social y del tripartismo en un mundo pos-COVID.

La presentación de la consulta institucional se realizó debido a que el Poder Ejecutivo envió a la Asamblea Legislativa el proyecto de Ley para aprobación del Convenio 190 y para apoyar participativamente, según lo contempla el artículo 157 del Reglamento de la Asamblea Legislativa y en ejercicio de nuestro derecho de petición previsto en el artículo 27 de la Constitución Política de la República de Costa Rica y el artículo 23.1, inciso a) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).

El documento presentado por ANEP, aborda la importancia de la aprobación de este convenio ya que con él se adoptan medidas de formación y sensibilización en el mundo del trabajo. Además, aporta relevantes estándares internacionales del Sistema Universal de los de Derechos Humanos y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, todos ellos de los cuales Costa Rica forma parte.

Sobre el convenio
El Convenio 190 de la OIT fue adoptado en la última sesión plenaria de la Conferencia de la OIT en junio del 2019, en Ginebra Suiza, y prevé la posibilidad de forjar el trabajo libre de violencia y acoso.

“El Convenio se aprueba luego de ocho años de no aprobarse ningún convenio, lo que demuestra lo difícil que es consensuar a nivel global. El Organismo Internacional adopta el Convenio 190 y una Recomendación Complementaria que proporciona directrices para enfrentar la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, como su aplicación, encontrándose abierto a su ratificación. Estamos frente a un instrumento internacional que obliga a la erradicación de la violencia y el acoso en ámbito laboral.

La importancia de la ratificación del Convenio 190 ha resultado ser todavía mayor durante la pandemia de COVID-19”, indica el documento.

Actualmente, existe la necesidad de que se adopten medidas y que se apliquen integralmente contra la violencia a todos los actores en el mundo del trabajo, en todos sus ámbitos, es decir, que también se incluyan los desplazamientos, los actos sociales relacionados con el trabajo, los espacios públicos, el teletrabajo y, en algunos casos, el domicilio.

“En resumen, la legislación no sólo es imprescindible para establecer sanciones sino también para implementar las políticas públicas: el Estado tiene la obligación de cumplir los tratados de derechos humanos, porque es primer sujeto obligado a ello y debe fomentar programas y medidas de índole cultura y educacional para la promoción y protección de tales derechos”, agrega el texto.

Una realidad latente es que los casos de violencia y acoso en el mundo de trabajo han aumentado y por eso es necesaria la ratificación del convenio 190 de la OIT.

Ligia Solís Solís; integrante de la Junta Directiva Nacional de ANEP: «Sindicalismo en empresas de autobuses»

Ligia Solís Solís; integrante de la Junta Directiva Nacional de ANEP: «Sindicalismo en empresas de autobuses»

Alvarado (PAC) y el PLN “compiten” en materia de cinismo e hipocresía políticas

– _¿A quién pretenden timar? los dos, junto con el PUSC y los partidos religiosos, han sido co-gobierno

-Gran uniformidad político-ideológica los mantiene unidos y ahora usan poses de cara al proceso electoral

Tal parece que Carlos Alvarado Quesada (PAC) y el Partido Liberación Nacional (PLN), han decidido “competir” en cuanto a cuál de los dos es más cínico y más hipócrita ahora que se acerca el proceso electoral de febrero de 2022, cuando han sido uña y carne en lo que va de la presente administración gubernativa; especialmente tomando decisiones, ejecutivas y legislativas, contra las grandes mayorías populares y, en especial, en contra de la clase trabajadora. ¿A quién pretenden timar a estas alturas?

Alvarado pega el grito al cielo, reclamándole al PLN que lo están dejando “solo” con el asunto del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cargado éste, por cierto, de graves proyectos de ley en contra de las capas medias y de los sectores populares, teniendo ambas colectividades, PLN y PAC, una gran uniformidad político-ideológica con la agenda-país impuesta por la plutocracia; especialmente, en la cuestión macrofiscal, el recortismo presupuestario extremista y el potenciamiento de la estructura tributaria vigente para que ésta siga siendo injusta y corrupta.

El PLN, desesperado ante la inminencia del proceso electoral, busca “descontaminarse” y venderle a la sociedad una careta de “socialdemocracia”, cuando todo el país sabe que desde hace mucho tiempo se pasaron del lado del neoliberalismo.

El PAC de Carlos Alvarado Quesada y el PLN, junto con el PUSC y los partidos religiosos, han sido el co-gobierno más desastroso desde que fue establecida la denominada Segunda República, en 1949.

 Estos partidos, de un modo u otro, son responsables del proceso de desmontaje de las concepciones del Estado Social de Derecho que siempre procuraron una sociedad integrada, de oportunidades y de movilidad social ascendente.

Alvarado y su partido, así como el PLN, muy debilitado en el seno de sus otrora poderosas bases en los sectores laborales y medios, no podrán evadir la enorme responsabilidad que les compete por la peligrosa senda de desestructuración de la sociedad a todo nivel que han venido impulsando, en estos últimos años, al impulsar una agenda-país que no es la de la gente.

La Campaña PASAR FACTURA que venimos impulsando desde la ANEP, cada vez más, cobra gran vitalidad y oportunidad de cara al proceso electoral nacional de febrero de 2022. Hoy estamos a 141 días.

San José, viernes 17 de setiembre de 2022.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Wálter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto ANEP