PRIMERAS CONCLUSIONES DE LA MARCHA DEL 26

Primera: Emergió a la luz pública, con todos los honores y con una gran potencia, la amplia alianza laboral, social, ecuménica, cívica y política conformada para la derrota del TLC; luego de un proceso de maduración, sostenido y sistemático, en aras de conjuntar en única dirección la riquísima variedad componente de esta alianza. La unidad en la diversidad es el camino del triunfo porque todos hemos llegado a la conclusión de que es más lo que nos une que lo que nos separa.

Segunda: El régimen de los hermanos Arias Sánchez, esos del negocio de las parcelas del IDA, no tiene base social para sustentarse en el tejido ciudadano. Su soporte es el gran empresariado oligárquico neoliberal, del gran sector comercial, financiero y agroexportador. Estamos hablando de los grupos más adinerados del capital criollo antidemocrático, que se ha asociado con sus homólogos del capital sangriento centroamericano afincado en el país.

Tercero: Nuestro concepto del Referéndum de la Calle, ha sido plenamente legitimado. Tal y como lo hemos anunciado, la suerte del TLC se definirá en las calles de Costa Rica. La Constitución Política ha sido violentada. El atropellado trámite parlamentario del TLC, así como la carrera loca por aprobar las leyes para privatizar el ICE y el INS, vía “apertura”, así lo demuestran. La soberanía popular está secuestrada.

Cuarto: La “mayoría mecánica” de los 38 votos huele a podrido. Los chorizos asociados a conflicto de intereses con relación al voto a favor del TLC, están aflorando uno tras otro. El voto a cambio de silencio en el negocio de las visas chinas, ha dejado sin una pizca de ética a esa tal mayoría. La vergonzosa ignorancia en el contenido del TLC y sus consecuencias, de casi todos los legisladores que lo votarían, deja claro que son los intereses de los grupos más ricos del país y sus socios sangrientos del istmo, los que marcan su trabajo y no el beneficio de la gran mayoría de los y las costarricenses.

Quinto: Ya no hay espacio para más marchas. La única marcha por hacer será aquella que selle la victoria ciudadana en esta cruzada heroica contra el TLC entreguista de los vendapatria. Se ha abierto con toda contundencia, el espacio para la acción local y regional. La ciudadanía debe levantarse, de costa a costa y de frontera a frontera, en acción profunda, llegado el momento oportuno, luego de las definiciones al respecto de cada sector y de las diferentes coordinaciones y enlaces. ¿Qué va a pasar, entonces, cuando la indignación creciente por la sordera y el autismo del gobierno y su “mayoría” parlamentaria, nos lleve a un escenario de altísima confrontación social?…

Sexto: Estamos logrando una amplia cobertura internacional de lo que está sucediendo en Costa Rica y de lo que va a suceder. No estaremos solos llegados los momentos críticos. Algunas de las organizaciones y coordinaciones que están en esta lucha, han venido consolidando sus enlaces con el mundo, de tal suerte que los intentos por un bloqueo mediático interno ya se ha roto con éxito para el orbe.

Sétimo: La prensa de la oligarquía neoliberal se ha llevado un duro golpe. La manipulación no está surtiendo todos los efectos que se han propuesto los que han prostituido la noble profesión periodística. Los escribanos y amanuenses al servicio de esos intereses están plenamente identificados, sin credibilidad alguna en los amplios sectores cívicos que se movilizarán prontamente. Afortunadamente, existen medios y periodistas de altísima calidad ética, de objetividad con profesionalismo y preocupados por la confrontación en desarrollo que a nadie beneficia. ¡A trabajar duro por la victoria de la Patria!

LA MARCHA DEL LUNES 26

Dado que lo está en juego es el país, su soberanía y su institucionalidad democrática, la lucha por la derrota del TLC le ha dado a esta coyuntura el carácter de gesta heroica, tal y como se concibió la acción cívica de los patriotas de 1856.

Ha quedado destruida la perversa insistencia de la prensa favorable al TLC, de sus amanuenses, escribanos y asalariados desclasados, de que la lucha contra este nefasto “tratado”, era un asunto de los sindicatos, de unos cuantos sindicatos, de “cuatro gatos”, como decía el político de los casinos y de las casas de apuestas.

Estudiantes, cooperativistas, agricultores, campesinos, arroceros, caficultores; sacerdotes católicos y religiosos de otras confesiones cristianas; educadores y educadoras; trabajadores y trabajadoras de los sectores Público y Privado; intelectuales, académicos, deportistas y futbolistas, mujeres patriotas, diputados y diputadas de conciencia limpia; personas de la tercera edad y de la más prometedora juventud; sindicalistas de las más dispares procedencias gremiales; taxistas y transportistas; jubilados y pensionados; en fin, un largo etcétera de agrupaciones de la más diversa índole, de entidades cívicas de distinta naturaleza, de representantes de partidos políticos que honestamente defienden filosofías como el socialcristianismo, la socialdemocracia, el socialismo, el humanismo y el nacionalismo bien entendido.

Todos y todas, en un proceso de unidad en la diversidad que ni siquiera vimos con ocasión de la derrota del combo ICE en el año 2000, estaremos juntos, en las calles, defendiendo los más nobles valores, la herencia más valiosa y el legado más imperecedero, que nos transmitieron nuestros padres y nuestras madres, nuestros abuelos y nuestras abuelas: la solidaridad, la equidad, la búsqueda del bien común, la vida cristalina y sencilla.

Estaremos, con esa gran diversidad y esa gigantesca unidad, haciéndole frente a una camarilla desalmada que asaltó el poder, violentó y violenta la Constitución Política; que compra conciencias y concede puestos y prebendas para que le voten su TLC. Una camarilla que se desnaturalizó de su esencia costarricense y que no le importó incrementar sus ya abultadas ganancias, asociándose con los más sangrientos capitales centroamericanos que ingresaron y se asentaron en el país, sin el menor escrúpulo humanista.

Hacemos convocatoria oficial por esta vía, a toda la membresía de la ANEP y a todas las entidades y organizaciones compañeras, amigas y fraternas que hemos estado en lucha constante, incansable, contra toda adversidad; para que aportemos en la consolidación de esa gran alianza por la Patria, que se expresará en las calles de San José, este próximo lunes 26 de febrero.

Invitemos a la población usuaria de los múltiples servicios que habrá que paralizar, para que se unan en esta gesta heroica; que el sacrificio de unas cuantas horas es la seguridad que nos permitirá sacar del templo de la Patria a la pandilla de saqueadores de la institucionalidad democrática para reconstruir nuestra sociedad, para tener una verdadera democracia con real justicia y equidad social.

SACERDOTES CATÓLICOS CONTRA EL TLC

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Los señores curas párrocos de todas las parroquias de la Diócesis de Alajuela de la Iglesia Católica, emitieron un trascendental pronunciamiento en contra del denominado tratado de libre comercio (TLC), que a Costa Rica le quieren imponer, los pequeños pero acaudalados grupos económicos de gran poder político, representados por los hermanos Arias Sánchez.

Es sumamente alentador que el humanismo cristiano que impregna todos los contenidos de la Constitución Política de Costa Rica, se manifieste vivamente y nos ilumine para analizar, con mayor profundidad, la perversidad de un tratado que no es tratado, que es anexión; que no es libre, porque nos ata a perpetuidad como nación; y que no es de comercio, porque fue diseñado para que los tagarotes de aquí se apropien para sus negocios, de los principales patrimonios públicos representados en el ICE, el INS, la CCSS y el A y A, por ejemplo.

La Diócesis de Alajuela está integrada, entre otras, por las parroquias de San Ramón, Grecia, San Antonio del Tejar, San Pedro de Poás, Santa Bárbara, Zarcero, Sarchí, San Antonio de Belén, Orotina, La Guácima, Naranjo, Palmares, San Joaquín de Flores.

Dicen los sacerdotes de la Diócesis de Alajuela que “el actual proyecto del Tratado Comercial que se discute en la Asamblea Legislativa trae como consecuencia grandes lesiones a los intereses de nuestros medianos, pequeños agricultores y campesinos, que se vienen dando desde los Pae’s y que se acrecientan aún más en este Convenio, afectando la praxis pastoral en cuanto que:
1. Produciría disgregación del campesinado costarricense, forzado a competir con agricultores subsidiados por el gobierno de EE.UU con sumas excesivas.
2. Miles de hombres y mujeres campesinos se verían obligados a emigrar, sea al exterior, como a EE.UU tropezando con grandes muros de concreto.
3. Esta migración significará desintegración de los núcleos familiares, pérdida de valores propios del ser costarricense y la cultura campesina.
4. Descampenización del agro costarricense que traería como consecuencia el surgimiento de amplios anillos de miseria, hacinamiento en tugurios, más prostitución, mendicidad, drogadicción, saturación de servicios públicos de salud, educación y de telecomunicaciones.
5. Pérdida de valores y prácticas de devoción de fe cristiana popular, por ejemplo, las prácticas sacramentales y el ausentismo en la asistencia dominical a nuestras iglesias parroquiales y filiales, así como la búsqueda de otras expresiones de fe
”.

Los sacerdotes firmantes indicaron que “_nos oponemos a la forma en que está planteado el actual proyecto de Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, República Dominicana con los Estados Unidos que se discute en la Asamblea Legislativa, no así a una revisión del mismo donde se tome muy en cuenta el respeto y la dignidad de miles de medianos, pequeños agricultores, campesinos que han sido agentes gestores de esto que llamamos Democracia Costarricense_”.

Este pronunciamiento ha sido ocultado por la gran mayoría de los medios de comunicación colectiva; especialmente por aquellos que, descaradamente, dejaron de ser eso, medios de comunicación colectiva, para transformarse en agencias de la propaganda oficialista del régimen de los hermanos Arias Sánchez. Para nosotros confirma lo que hemos venido diciendo: que este TLC es anticristiano y deshumanizado.

SECTA EMPRESARIAL CUASI-TERRORISTA

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Están desesperados por tener más riqueza de la que les ha permitido cambiar la Constitución Política para llegar al gobierno; más riqueza de la que les posibilitó propiciar ciertos fallos judiciales a su favor; más riqueza de la que les facilitó establecer una “mayoría” legislativa a su medida, que pareciera entrever una abierta y burda compra de conciencias en el seno del otrora “sacrosanto” parlamento, asestándole un duro golpe a la democracia costarricense.

Esta secta empresarial pro TLC y de signo cuasi-terrorista, según nuestros informes, vienen fraguando la conformación de grupos de inspiración paramilitar para infiltrar las manifestaciones ciudadanas, buscando meter en ellas violencia para luego desprestigiarlas.

Además, pretenden satanizar a todos los diputados y a todas las diputadas que están en oposición a ese TLC y la ciudadanía mayoritariamente opuesta al mismo, tildándoles burdamente de “comunistas”. Dicha secta empresarial de signo cuasi-terrorista, como nunca tuvo argumentos sólidos a favor de “su” TLC, hoy pretende emplear las gastadas maniobras de la “guerra fría” para pretender descalificar a sus oponentes en el debate.

Esta secta empresarial pro TLC de signo cuasi-terrorista, es de fácil identificación. Tenemos entre ellos, por ejemplo, a un librero de Avenida Central; a otro que hizo su fortuna con “electrodomésticos de refrigeración”; otro, catalogado como el hombre más rico del país y que entre su fortuna destaca el mayor ejemplo de “prensa vendida”; un empresario televisivo que no es tico; un comerciante con apellido de estadio de béisbol; un famoso banquero-financista ligado al narcotráfico, entre otros. Ellos se han unido, en esta conjura contra Costa Rica, con varios de los más connotados empresarios centroamericanos que tienen manchadas de sangre sus manos.

Todos ellos están en una abierta conjura contra la institucionalidad democrática de Costa Rica; vienen conspirando contra la Constitución Política y el Estado Social de Derecho que todavía tiene vigencia en nuestro país; y hasta están dispuestos a la eliminación física de quienes nos pongamos en su camino.

Esa secta empresarial a punto de caer en el terrorismo, luego de haber mancillado el debate democrático y de haber desplegado la operación más farsante y manipuladora de las últimas décadas de la historia nacional, con sus sistemáticas mentiras sobre el TLC; debe ser detenida por la movilización ciudadana más impactante jamás vista en la historia nacional.

Afortunadamente para la democracia costarricense, esa secta empresarial de signo terrorista, tiene frente a sí a la convergencia más amplia de personalidades, ciudadanía, grupos empresariales verdaderamente patriotas y comprometidos con el desarrollo nacional; así como sectores de las más diversa índole; conformando todos una alianza nunca antes dada en la vida republicana de Costa Rica, para enfrentar el derecho que tenemos de seguir siendo un país diferente. La derrota del TLC que defiende la secta empresarial de signo cuasi-terrorista, es una tarea cívica del mismo calibre que la gesta heroica de 1856. La Patria nos llama en esta hora crucial de su historia.

SINDICALISMO Y “TIRANÍA EN LA DEMOCRACIA”

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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En efecto, el 3 de setiembre del 2005, cuando era candidato, Arias declaró a La Prensa Libre que “… las reformas importantes como el Plan Fiscal y el TLC no avanzan. Bajo esa premisa, creo que es mejor evitar el caos y la anarquía y promover la tiranía en la democracia, es decir, un mandato claro, con un líder que sabe qué es lo quiere y quiénes le pueden ayudar a conseguirlo”.

Hoy, ya en la silla presidencial, el mandatario sin un “mandato claro”, pretende imponernos un sistema autoritario de gestión pública; contando con la complicidad de una supuesta “mayoría” parlamentaria que lo es tal, en función de una cuestionable política de pactos, públicos unos y otros no tanto.

Como bien él lo dijo, lo que “el líder quiere” es abrir las mayores posibilidades de negocios con aquellos servicios públicos que, hasta ahora, no han podido convertirse en fuente de lucro privado, debido a una prolongada resistencia cívica de varios años que se ha negado a tragarse el cuento de que la apertura no es privatización. Y sí que lo es, por supuesto. Dos de esos negocios son las telecomunicaciones del ICE y los seguros comerciales del INS.

Ahora que él ha identificado a “quiénes le pueden ayudar a conseguirlo”, gestó en el parlamento una alianza de 38 votos que le está permitiendo darle cierta “legitimidad” a su concepto de “tiranía en la democracia”; aunque para ello haya que pisotear, casi de manera irreversible, una institucionalidad republicana bastante maltrecha que puede volverse en contra de sus propios violadores, quizás más temprano que tarde.

La “tiranía en la democracia”, aparte de que presupone un enorme apoyo de prensa-negocio, como ya lo estamos viendo; también presupone una total neutralización política de toda forma de resistencia social, a través de distintos mecanismos.

Estos mecanismos pueden que vayan desde la más vulgar compra de conciencias, pasando por la concepción de confites gremiales, hasta ofreciendo dar certificaciones de legitimidad que no se tienen; para, finalmente, pretender arrinconar, minimizar, excluir, descalificar y calumniar a toda esa resistencia cívica y social que no se doblegará y que seguirá desafiando la imposición de un pensamiento único.

Cuando dentro de esa resistencia social a la “tiranía en la democracia”, destacan movimientos sindicales que se resisten a ser controlados, se les lanzan improperios aprovechando el respaldo de los medios que le dan soporte al régimen basado en esa tiranía. Se califica a esos sindicatos de “extremistas”, de “golpistas”, de “radicales”.

Con fuerza hoy tenemos que decir que el sindicalismo que se practica en la entidad en la cual orgullosamente laboramos, así como lo que se hace desde las organizaciones amigas, fraternas y solidarias con ese tipo de sindicalismo; es una acción cívica, totalmente responsable, seria, construida con mucho estudio y profesionalismo.

El sindicalismo de pensamiento, de incidencia y de movilización no le sirve al régimen de la “tiranía en la democracia”. Ese es el sindicalismo que se vuelve “peligroso” para ese régimen; y, por tanto, es el sindicalismo al que hay que calumniar, desprestigiar, atacar, golpear, anular y hasta aniquilar.

Hoy, ante la opinión pública que nos hace el honor de leernos, y especialmente en esta hora crucial de la historia nacional, renovamos nuestro compromiso de seguir por la senda del sindicalismo cívico y limpio, del sindicalismo que no le sirve a la “tiranía en la democracia”.

TLC: “Estamos en manos de la corrupción”

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Ayer, durante nuestro traslado al trabajo, el taxista que nos transportó, don Jorge Mata Sánchez, comentó con nosotros los acontecimientos dados en la Asamblea Legislativa, a propósito del TLC y de la privatización del ICE; pronunciando una frase contundente que resume la percepción de muchos en este país, incluidos nosotros mismos: “Estamos en manos de la corrupción”.

Venimos presenciando en los últimos días un sostenido proceso de corrupción política en el seno del denominado “Primer Poder de la República”, la Asamblea Legislativa; cuando un día sí y otro también, los pactos entre bambalinas han generado el más serio golpe a la institucionalidad democrática del poder soberano del pueblo, entregado en bandeja a los más despreciables intereses de negocios de la acumulación desenfrenada de capital y de la concentración abusiva de la riqueza. Nos preguntamos: ¿hay un tráfico de compra-venta de conciencias en todo este proceso?…

El régimen de los hermanos Arias Sánchez, surgido luego del Golpe de Estado técnico que generó la reelección presidencial (así definido por el Expresidente de la República, Luis Alberto Monge Alvarez), logró negociar la conformación de una “mayoría” parlamentaria de 38 votos diputadiles; para tener así la formalidad institucional que le permitirá a sus representados, la coalición de capitales oligárquicos de signo neoliberal que le da sustento, apropiarse de los gigantescos y suculentos servicios públicos de las telecomunicaciones del ICE, los seguros comerciales del INS, la salud pública en manos de la CCSS y el agua de A y A, entre otros; además del “lucrativo negocio” de la eliminación de la agricultura nacional.

La conformación de esa “mayoría” parlamentaria, bajo el concepto maquiavélico de “tiranía en la democracia” (como lo expresó en su momento el hoy Presidente de la República), debió suponer la conformación de negociaciones por debajo de la mesa, al mejor estilo de los pactos del bipartidismo tradicional en franca decadencia, por ventura de Dios.

Más allá del negocio de las marinas y de la venta de tierras en la zona marítimo terrestre y de las islas del Golfo de Nicoya; más allá de una banca de “desarrollo” que legalizará la “independencia perpetua” del Banco Central; nos hacemos la pregunta de si en esas negociaciones habría estado incluido la absolución de expresidentes de la República con problemas legales. Esto se rumora como un secreto a voces en los corrillos parlamentarios, luego del sacrificio político del fiscal que les abrió causa. Además, debemos preguntarnos, también, si el silencio político impuesto al potencial escándalo de las visas chinas tuvo que ver con esas negociaciones entre bambalinas.

Hoy, la coalición de capitales oligárquicos en el poder, logró conformar una “holgada” fracción parlamentaria oficialista, luego de que unificó en una sola bancada a las lealtades diputadiles del régimen Arias Sánchez, más los tránsfugas del socialcristianismo; anexando también las voluntades parlamentarias representantes de los casinos y las salas de juego, junto al evangelismo mercantilista con asiento diputadil y el oportunismo veleidoso otrora “defensor” de la ciudadanía.

Nuestra persistente voz de denuncia nos hace sentirnos orgullosos de la labor cívica de todos estos años, en lucha constante contra la neoliberalización y centroamericanización de Costa Rica. Ahora le toca al pueblo hacer sentir su poderío y solamente el Referéndum de la Calle podrá devolverle la soberanía que le ha sido hurtada. El compañero taxista don Jorge Mata Sánchez no se equivocó: “Estamos en manos de la corrupción”.

LOS NUEVOS AIRES DE LIBERTAD EN LATINOAMERICA

_Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna. _

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Aunque esos cambios pueden ser tenues en unos casos, relativos o profundos en otros, lo real es que las abusadoras oligarquías neoliberales, en muchos casos asesinas, de la América Latina, están realmente alarmadas y en franco retroceso.

Luego de los genocidios del cono sur y de las matanzas centroamericanas, las democracias “controladas” latinoamericanas parecen convertirse en verdaderas; pues los sectores que fueron masacrados y postergados, los de abajo, asumen papeles protagónicos y llegan a los gobiernos para saldar las enormes deudas sociales que han dejado por estas tierras, los famosos programas de ajuste estructural, las aperturas comerciales sin restricción, las privatizaciones, las exacciones y el saqueo de los patrimonios públicos.

Utilizando las propias reglas del juego electoral oligárquico, diseñadas para la preservación del totalitario poder tradicional del dinero, de la corrupción y de la compra de conciencias; varios pueblos latinoamericanos están escribiendo grandes páginas de gloria y de reivindicación social jamás presenciadas antes.

La revolución democrática e institucional de los de abajo, está generando verdadero terror en los hasta ahora intocables círculos del tradicional poder neoliberal en nuestros países; poder que ya perdió su condición hegemónica en la América Latina

Admiramos el coraje, la valentía y el empeño pese a toda adversidad, de pueblos como el argentino, el brasileño, el uruguayo, el boliviano, el ecuatoriano, el venezolano, el mexicano y el nicaragüense que, con el arma de las urnas, decidieron empezar a ejecutar la subversión del “orden” ideológico dominante; es decir, el “orden” de las dictaduras mediáticas, el “orden” de la abusiva concentración de la riqueza, el “orden” del mercado totalitario, el “orden” de la corrupción, el_ “orden”_ de las partidocracias podridas y degeneradas, el “orden” de la televisión silicona.

Pero también, hoy dejamos constancia de nuestra admiración por la capacidad de resistencia que tiene el pueblo costarricense, el cual se ha enfrentado a ese “orden”, durante los últimos veinte años; desplegando una resistencia heroica que ha impedido, hasta hoy, que la oligarquía neoliberal criolla y sus socios extranjeros, hayan saqueado completamente el patrimonio público heredado de las generaciones anteriores.

En Costa Rica también caerá ese tradicional poder neoliberal. Éste todavía se mantiene en condición “ofensiva” producto de las trampas que hizo dentro de sus propias reglas electorales. Ahora lo sustenta una coalición de capitales oligárquicos criollos y sus pares sangrientos centroamericanos, la cual se sostiene por el apoyo de una práctica periodística completamente degenerada y prostituida de ciertos medios de la denominada “gran” prensa. Esto no durará mucho tiempo.

El régimen caerá y arrastrará a toda la podredumbre que ha venido pervirtiendo la institucionalidad social y democrática que construyeron nuestros padres y nuestras madres, nuestros abuelos y nuestras abuelas, de todas las ideologías políticas que conformaron el ser costarricense. A nosotros, a los de abajo de Costa Rica, también tenemos reservado un lugar de privilegio en esta gran ola de cambios latinoamericanos de carácter histórico.

El salario escolar en la empresa privada

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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El Salario Escolar nació producto de un acuerdo, en el segundo semestre de 1994, del Gobierno de José María Figueres Olsen (recién asumido el mando), con el Movimiento Sindical Costarricense, incluida, por supuesto, la ANEP.

Desde ese momento y durante nueve semestres consecutivos, a las personas trabajadoras del Sector Público se les aplicaba una pequeña retención del porcentaje de cada aumento salarial semestral; y luego, en cada enero siguiente, se les retornaba.

Cada porcentaje retenido se sumaba al siguiente y así, de manera sucesiva y en forma ascendente, se llegó a la cifra de 8.19 % (suma de todos los porcentajes acumulados en esos nueve semestres). Alcanzado este punto, ya no fueron necesarias más retenciones. El Salario Escolar quedó plenamente conformado.

Al llegar a esta cifra, 8.19 %, en la práctica se estaba ajustando un salario mensual adicional para el trabajador que, en realidad, venía a constituir un decimocuarto mes. Y, sin ningún costo adicional para el Estado, porque como dijimos, el Salario Escolar se conformó luego de retenciones sucesivas de parte del incremento salarial semestral de cada trabajador, que se devolvían cada enero y en forma acumulativa.

Hubo mucha incomprensión al principio. Hoy en día, toda la gente que labora en el Sector Público está feliz por la llegada del Salario Escolar. De esta forma, se enfrentan en mejores condiciones los siempre crecientes gastos de inicio del curso lectivo. Esta posibilidad puede volverse realidad en el Sector Privado.

No es posible que siga persistiendo esta gran diferencia entre la clase trabajadora del Sector Público y la del Privado. Es un acto de gran justicia social corregir este asunto y la posibilidad la tiene la Asamblea Legislativa actual, que tramita ya un proyecto de ley al respecto.

El empresariado costarricense y extranjero debe comprender que el Salario Escolar no implica mayores costos de producción, toda vez que el mismo se conforma con una deducción de una parte del incremento salarial semestral de cada persona trabajadora; la cual accede a que se le entregue esa parte, con ocasión del inicio del curso lectivo de cada año, en el mes de enero.

En cada empresa puede acordarse el período de tiempo en que se llegará a la plenitud del cómputo del Salario Escolar; es decir, en cuántos semestres se ha de alcanzar el 8.19 % que presupone el mismo.

Una vez alcanzado este porcentaje, el trabajador o la trabajadora seguirá recibiéndolo en enero de cada año, pues ya ha quedado incorporado en los presupuestos de las empresas. Es decir, cuando se alcance ese 8.19 % (sumatoria de todos los porcentajes semestrales), ya no serán necesarias más retenciones y, a futuro, el Salario Escolar quedará garantizado.

La ANEP exhorta, vehementemente, a todo el empresariado, nacional y extranjero, para que dé su respaldo al proyecto de ley para el establecimiento del Salario Escolar en el Sector Privado. También se logrará así un mayor factor dinamizador del mercado interno, comercial e industrial, del país, como ya lo ha está demostrando el pago de dicho derecho en el Sector Público.

En las calles tendremos que defender la Constitucion

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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La nueva prueba de su autoritarismo es la eliminación total de la discusión salarial con las organizaciones representativas de la clase trabajadora del Sector Público. El nuevo decretazo salarial, terminó por enterrar la ya de por sí casi extinta “Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público”.

Le dejaron el trabajo sucio al máximo jerarca de la cartera de Trabajo y Seguridad Social, para que éste defendiera la anulación total del papel interlocutor de los sindicatos del Sector Público, ante el patrono-empleador: el Estado. Pero cometieron un grave error político, de cara a la rendición de cuentas que deberán darle, como “Gobierno de la República de Costa Rica”, a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mes de junio próximo. Error mayúsculo porque fue el propio Oscar Arias quien en la mismísima sede de la OIT, en Ginebra, Suiza, hizo una serie de compromisos sobre Libertad Sindical y Negociación Colectiva.

Evidentemente, el Premio Nóbel de la Paz, hoy Presidente de la República de Costa Rica, quedará como un soberano mentiroso ante la comunidad internacional del mundo laboral. Nos encargaremos de que ello se divulgue por todo el orbe tan ampliamente como resulta necesario.

El régimen autoritario de los hermanos Arias Sánchez ya tiene dos ministros de Estado con abiertas actitudes antisindicales: el de la Presidencia y ahora el de Trabajo y Seguridad Social. Aquel nos trató de sindicatos “extremistas” y éste estableció que ya los sindicatos del Sector Público no son necesarios a la hora de hablar del tema salarial de los empleados públicos.

Se comete así, un nuevo ataque a la Constitución Política de parte del grupo en el poder. Se desconoce a los sindicatos que tienen rango constitucional y que tienen su institucionalidad garantizada por una amplia gama de convenios internacionales que Costa Rica ha ratificado y jurado observar; convenios que también tienen fortaleza de orden constitucional.

Este nuevo signo de autoritarismo y de ataque a la Constitución, se une al que ya anunció el Presidente legislativo, perteneciente al grupo del régimen de los hermanos Arias Sánchez, cuando se destapó hablando de que el TLC solamente ocupa de 29 votos. Salados aquellos señores legisladores y aquellas señoras legisladoras que le han venido haciendo el juego a dicho régimen, pretendiendo sacar ventaja negociadora de sus votos para el TLC. La fracción parlamentaria del régimen y su ala libertaria se bastarán así mismas para consumar otra violación constitucional más.

El ataque a los sindicatos y su desconocimiento, el antirreglamentario y antidemocrático proceso parlamentario de trámite del TLC, el anuncio de que solamente se pasará con 29 votos; más la cuestionada decisión judicial que anuló a la Asamblea Legislativa y que restableció la reelección presidencial para favorecer ahora al régimen en el Gobierno; todo junto nos indica una sola cosa: la Constitución Política de Costa Rica está siendo pisoteada como nunca antes lo fue desde su promulgación, en 1949. Por tanto, no hay la menor duda de que es en la calle donde deberemos defenderla.

El TLC de los “pinochetistas” ticos

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Esta frase fue escrita por un connotado economista costarricense, miembro de una de las más “prestigiosas” firmas de consultoría de economía, finanzas, banca y mercados del país. La frase fue parte de un debate de lista electrónica entre algunas personas pertenecientes o ligadas al partido de los hermanos Arias Sánchez, más conocido como “Liberación Nacional”.

La frase revela cuánta es la desesperación que anida en los sectores oligárquicos neoliberales del gran poder económico de este país, porque no logran la consolidación total de su perverso proyecto de exclusión social y de altísima concentración de la riqueza, con la apropiación total de las más rentables empresas públicas confortantes del patrimonio nacional: el ICE, el INS, la CCSS, el A y A, entre otras. Como bien sabemos, dichos sectores, finalmente y luego de más de veinte años de intentos fallidos, decidieron apostarlo todo a una sola carta: el TLC.

Tomemos nota de cuán grave es su amenaza a la institucionalidad democrática costarricense. Ya piensan que un “Pinochet”, es decir, un tirano sangriento, una dictadura asesina, es lo que se ocupa para “sacar la carreta del barreal”.

La carreta es el país, según su entender; el barreal es como designan a la enorme y patriótica resistencia del pueblo costarricense que, una y otra vez, les ha impedido apropiarse, les ha obstaculizado dejarse para sí, esas enormes riquezas acumuladas durante generaciones de costarricenses; riquezas que hoy se expresan en la institucionalidad pública que se desea convertir en negocio de unos cuantos al amparo del TLC.

Hemos de hacer pública en próximos días una carta emplazando al creador de dicha frase que, incluso, ostenta un alto cargo universitario en un centro de enseñanza superior de carácter público.

Tiene bastante lógica ese pensamiento neoliberal extremista que nos receta un “Pinochet” para Costa Rica, si pensamos en lo que ocurrió la noche del martes 12 de diciembre anterior, en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa; cuando se consumaron una larga cadena de atropellos a la democracia parlamentaria, a las reglas legislativas, con tal de imponer, a toda costa, el TLC de los “pinochetistas” ticos, porque así habrá que seguirles llamando a quienes defienden semejante “tratado de libre comercio”.

Como hemos visto, la sedición del orden institucional democrático, la subversión de la constitucionalidad del país y el atropello descarado y cínico a la democracia, se originan en los sectores que defienden el TLC. Los “pinochetistas” ticos del TLC están dispuestos a todo, absolutamente a todo, con tal de que su tratado les pase en la Asamblea Legislativa. En consecuencia, es a las fuerzas sociales, cívicas y políticas, de verdadero patriotismo y que están limpias de toda mancha, a las que les corresponde defender la Constitución Política y la democracia. Es la gigantesca y noble tarea que tenemos no más entrando el 2007. *¡Feliz Navidad! *