El cooperativismo y el TLC

Tuvimos acceso al documento presentado por el Consejo Nacional de Cooperativos (CONACOOP), en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa, dando a conocer su posición oficial sobre el denominado tratado “libre” comercio (TLC), que a Costa Rica le quieren imponer con los Estados Unidos. Como ya es usual y seguramente usted lo habrá comprobado, la “gran” prensa favorable al TLC no consideró este importante acontecimiento como noticioso.

Según el CONACOOP,_ “el cooperativismo reconoce y mantiene una posición positiva ante la necesidad de la inserción en el mercado globalizado”; agregando que “numerosas cooperativas participan y se benefician de los procesos de globalización: sector cafetalero, refacción de aviones, sector lechero, turismo, cooperativas de profesionales, salud, palma aceitera, etc.”_.

Además, afirman que las cooperativas “con su presencia creciente en el mercado mundial generan riqueza y la distribuyen en una amplia base social”.

A pesar de lo anterior y de cara al tipo de TLC que nos quieren imponer, el cooperativismo costarricense dice que “se impone la necesidad de una agenda de desarrollo que impulse la reconversión empresarial, la internacionalización de nuestro parque empresarial, y lo haga bajo condiciones que posibiliten la distribución de la riqueza. Esta agenda de desarrollo representa un imperativo, con TLC o sin él. No se trata de una agenda complementaria ni alternativa, debe más bien contemplar el apoyo a alianzas estratégicas y proyectos que generen valor agregado nacional”.

Pero, además, el cooperativismo entra a definir el carácter de lo que él llama “posición positiva ante la necesidad de la inserción en el mercado globalizado”, cuando plantea que “es fundamental el desarrollo de una política de comercio justo como norte estratégico de Costa Rica, tanto en relación al mercado interno como en relación al mercado internacional”.

A partir de tales definiciones y otras más que no es posible citar por problemas de espacio, el Movimiento Cooperativo Costarricense concluye en su presentación ante la Asamblea Legislativa que “…, tal y como fue negociado, sea imposible la aceptación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y los Estados Unidos”.

Agregan, contundentemente que “apoyamos el libre comercio de manera clara y entusiasta, pero el TLC tal como está concebido no puede ser aprobado”.

El cooperativismo costarricense considera necesario dar contenido real y vigencia a una serie de aspectos que precisamente por no estar dentro del TLC que nos quieren imponer, le lleva a rechazar ese TLC. Los cooperativistas de Costa Rica hablan de igualdad de oportunidades; equidad, inclusión social y productiva; comercio justo; defensa de la soberanía nacional; derecho a la paz; política económica para crecer y distribuir con sostenibilidad; respeto a derechos humanos; apoyo al sector productivo en su conjunto sin importar el mercado al cual se dirige; afirmación positiva y respeto a la diversidad.

Sin duda alguna que la posición del Movimiento Cooperativo Costarricense contra el tipo de TLC que nos quieren imponer, fortalece la gigantesca lucha cívica que en su contra ya está en desarrollo. “Todo en solidario, nada en solitario” dicen los cooperativistas. Nada más acertado.

TLC y Empleo: Sr. Ministro de COMEX, respetuosamente le retamos a debatir

El pasado 19 de junio, la ANEP compareció en la Comisión de Asuntos Internacionales y Comercio Exterior de la Asamblea Legislativa, donde se está debatiendo el denominado tratado de “libre” comercio (TLC), que a Costa Rica le quieren imponer con los Estados Unidos de América. ANEP presentó el resultado de una investigación sumamente seria, de gran profesionalismo y rigurosidad científica, denominada precisamente “El TLC y el empleo en Costa Rica”.

Los legisladores y las legisladoras que defienden ardorosamente ese TLC en ese momento y presentes en ese momento, no pudieron refutar la solidez de los datos presentados, ni mucho menos, el peso contundente de la argumentación desarrollada por la ANEP en la delicada materia de TLC y empleo. Por el contrario otros diputados y otras diputadas con oposición al TLC ó con reservas sobre el mismo, felicitaron a nuestra organización por la profundidad y solidez de su estudio.

El estudio de la ANEP deja al desnudo la maldad de la mentira reiterada a nuestra ciudadanía, de que con ese TLC tendremos miles y miles de empleos. Dicha mentira ha sido repetida miles de veces, al punto de que ha adquirido niveles de agresión ideológica y de terrorismo psicológico contra la población nunca antes vistos.

Con el estudio de la ANEP, “El TLC y el empleo en Costa Rica”, demostramos, por el contrario, que son varios miles de los empleos actuales que hay en el país, en riesgo de desaparecer con ese tipo de TLC. Además, y con base en fuentes internacionales de gran prestigio, quedó también demostrado que los empleos que vendrán con ese TLC serán pocos, defraudándose así a miles de personas que han sido víctimas de la gigantesca operación mediática de propaganda pro TLC.

Hoy, en un acto de gran responsabilidad y seriedad, estamos haciendo un reto público al señor empresario Marco Vinicio Ruiz Gutiérrez, hoy Ministro de Comercio Exterior y uno de los impulsores más notorios de ese tipo de TLC, para que se atreva a debatir con la ANEP el tema de la relación entre el empleo y el TLC que él defiende.

El máximo jerarca de la política comercial del país en estos momentos, debe fundamentar sólidamente su criterio en cuanto a que con ese tipo de TLC que él nos quiere “vender”, hemos de tener en Costa Rica miles y miles de empleos. ANEP demostró que no es así.

Por lo tanto, le corresponde al señor Ministro Ruiz Gutiérrez demostrar que nosotros en ANEP, somos “mentirosos”, somos “demagogos” y somos “manipuladores”; tal y como se nos ha venido insultando en ciertos círculos de prensa, empresariales, y políticos, por decir que ese TLC no generará los miles de empleos que dice la propaganda a favor de tal “tratado” que se producirán.

Si él sigue negándose a este debate y aunque aceptándolo no puede demostrar lo que ha venido diciendo, entonces la mentira, la demagogia y la manipulación serán parte de su gestión política como máximo jerarca de la cartera de Comercio Exterior, carente de la más mínima autoridad moral ante la opinión pública nacional. Así que, señor Ministro de COMEX, quedamos para que nos defina lugar, día y hora para este debate, coordinando lo previo de muto acuerdo.

La “Sala Legislativa”: “Más y mejores negocios”

La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, más conocida como Sala Cuarta, ha dado un nuevo golpe a la institucionalidad republicana de Costa Rica, que nació a partir de la vigencia de la Constitución Política de 1949. Otra vez, en un corto período de tiempo, la Asamblea Legislativa, el hasta hoy conocido como “Primer Poder de la República”, fue desconocido en la práctica y anulado en su legitimidad.

La que ya podemos ir llamando como_ “Sala Legislativa”_ decidió eliminar el monopolio de la comercialización del alcohol de 30 grados (el popular guaro) que, desde que todos vinimos al mundo en esta adorada Tiquicia, había estado en manos de la Fábrica Nacional de Licores (FANAL). “Más y mejores negocios” parece ser el lema de la famosa sala.

Se puede o no se puede estar de acuerdo con esta situación (monopolio del guaro); pero lo que no se puede dejar pasar desapercibido, sin por lo menos pegar el grito al cielo, es que la Sala Cuarta se extralimitó en sus potestades, invadió la esfera legislativa, anuló al parlamento y le dio un nuevo impulso a la entronización definitiva en Costa Rica del proyecto neoliberal, que tiene a su anticristiano, ateo y deshumanizado tratado de “libre” comercio (TLC), como la máxima meta a alcanzar.

La “Sala Legislativa” impulsa ese proyecto neoliberal, prácticamente de manera descarada. Primero: la reelección presidencial; segundo, el ataque a la Negociación Colectiva violando los compromisos internacionales del país con las Naciones Unidades (OIT, en este caso); y ahora, contra el monopolio de la FANAL.

¿Qué sigue?… No hay duda: el ataque mortal a los monopolios de servicios públicos universales expresados en las telecomunicaciones (ICE), en los seguros comerciales (INS) y en los combustibles (RECOPE). Es más, bajo tal lema, “más y mejores negocios”, es casi una realidad de que dirán que el TLC se aprueba con mayoría simple. Es decir, bastaría que 20 legisladores de 38 presentes lo voten favorablemente.

Pero, no esperemos que la “Sala Legislativa” la emprenda contra el monopolio de la revisión técnica vehicular, por ejemplo. No, este no es un monopolio. Porque como está en manos privadas, se trata de_ “más y mejores negocios”_, el lema de la “Sala Legislativa”. Igualito que en el caso del INCOP: legitimaron la compra de conciencias obreras, no encontrando que fuera “privilegio” la doble indemnización en la convención colectiva, a cambio de que se aceptara la privatización de esta entidad. Igualito que lo harán con JAPDEVA. Ya verán…

Los neoliberales están felices: Ya no “hace falta” el parlamento porque ahora está la “Sala Legislativa”. Los diputados y las diputadas son figuras decorativas, en el juego de poderes que presupone una institucionalidad democrática de carácter republicano. La política, luego de que se ha desprestigiado tanto, ahora se ha “judicializado”. Cuatro o cinco “dioses” del Olimpo, cuales selectos integrantes de una especie de senado divino, dictan sobre el bien y sobre el mal; pero en materia de negocios, claro.

El problema es que esas decisiones no están encaminadas al bien común. Por el contrario, potencian el proceso de concentración de la riqueza, fomentan la exclusión e incrementan el descrédito sobre la “independencia” del Poder Judicial. Como vemos, no nos va quedando nada, nada de nada, nada… tan sólo la autodefensa cívica de forma creativa ante tanto relajo.

Una Central Única de Trabajadores

Ya no existe la menor duda de cuál es la naturaleza de la ambición de poder de la oligarquía neoliberal que domina la acción política en Costa Rica: Van por todo. Si algo le reconocemos al Presidente Oscar Arias Sánchez, el_ “mejor”_ cuadro político que esa oligarquía tiene en estos momentos, es que él habla claro.

En la agenda del poder económico dominante está la apropiación total de los bienes públicos que todavía siguen siendo propiedad nacional. Con TLC o sin él, ¡qué importa!… Telecomunicaciones, energía, agua, salud, medicinas, seguros comerciales, combustibles, puertos, parques nacionales; son vistos como nuevos nichos de negocios para unirse a los que ya tienen: aeropuerto, carreteras, obra pública, revisión técnica, banca…

El bando de la oligarquía está plenamente unificado y tiene el control de la iniciativa política en este momento. Tiene “su” Presidente de la República; tiene el control del parlamento a través de su fracción parlamentaria unificada en la alianza “Li-Li” (Liberación-Libertario); y, además, tiene la “ayudadita” que se le da desde el Poder Judicial.

Como si fuera poco, este bando cuenta con el apoyo abierto y militante de varios medios de comunicación colectiva que por medio de información editorializada, columnistas a sueldo, terroristas de la palabra que se expresan a través de cadenas radiales infamantes y sin ética alguna, amanuenses y similares; todos los días atacan al Movimiento Sindical Costarricense, tratando de que la población lo vea como una mafia, como una partida de ladrones, de vividores y saboteadores de la democracia.

Jamás habíamos presenciado en este país una campaña de tanta mentira, tan llena de odio, de rencor, de incitación solapada y abierta a la violencia y hasta con llamados a exterminar (asesinar) a los sindicalistas que son un “gran estorbo”, un “gran peligro” para la democracia, según como la entiende esa oligarquía costarricense desenfrenada, esa oligarquía en incesto permanente con sus pares sangrientas de Centroamérica.

Es hora de responderles como se merecen. Ellos van a unificarse y a recomponer su unión de cámaras, con el retorno de las que se habían ido. Unifiquémonos nosotros. Unifiquemos ya al Movimiento Sindical Costarricense. Pasemos de coordinaciones coyunturales, de corto plazo, transitorias o temáticas, a la acción estratégica ofensiva. Constituyamos la CENTRAL ÚNICA DE TRABAJADORES, un solo espacio articulador de toda la acción sindical.

Tenemos elementos de sobra para dar un salto gigante de tal naturaleza. Nos sobran los aportes intelectuales, tenemos bien estudiada la realidad nacional, hemos construido propuestas en muchos órdenes, tenemos recursos. Representamos amplios segmentos laborales y concitamos la simpatía en no pocos sectores sociales y productivos.

Tenemos un ordenamiento constitucional y legal que nos ampara y tenemos la simpatía de una amplia gama de periodistas decentes, de sólida formación ética, de fuerte convicción democrática y, sobre todo, personas profesionales de muchos principios. Además, poseemos una impresionante red de contactos internacionales que ya están tomando nota del peligrosísimo clima de agresión contra las conquistas del Estado Social de Derecho de Costa Rica.

Reunámonos cuanto antes, Demos el salto. La democracia costarricense, en serio peligro por la ofensiva mediática del totalitarismo fascista en desarrollo, así lo exige. La democracia ocupa de un fuerte movimiento obrero unificado con sentido estratégico. Las condiciones objetivas están dadas. Dejemos de lado los celos interpersonales, las migajas gremiales, las rencillas del pasado, los juegos hegemonistas y de autosuficiencia. Nosotros estamos listos para la parte autocrítica que nos compete en ello. O nos unificamos ya o nos arrasan del todo.

Un galeno APRENDIZ de SICARIO

El principal periódico de la oligarquía abanderada del capitalismo ateo; ese medio que vomita odio del más bajo contra la clase trabajadora organizada en sindicatos, le permitió a uno de sus columnistas escribir en su principal página de opinión, lo que prácticamente es un llamado a la eliminación física de los dirigentes sindicales de Costa Rica.

No otra cosa puede interpretarse de una peligrosa perorata publicada esta semana, en la cual se indica que “algunos líderes sindicales son más que un estorbo para el desarrollo del país; son un gran peligro”. Solamente le faltó indicar a qué número o a qué dirección pueden dirigirse los sicarios interesados en eliminar al dirigente sindical que “estorba” y/o al dirigente sindical que es “un gran peligro”.

Además, el galeno escribiente metido a aprendiz de sicario, expresó su visión “racista” de la concepción de desarrollo de nuestra Patria: los de arriba son_ “costarricenses”_; los de abajo somos “ticos”. Unos y otros deberán enfrentarse en las calles, de una vez por todas, dice este abanderado de la violencia física y civil y del exterminio selectivo de los “estorbos” o de los “grandes peligros”.

Es indudable que hay desesperación en los círculos más selectos del poder económico dominante; esa oligarquía pro TLC en permanente orgía de negocios con algunos de los más sangrientos capitales centroamericanos, que tienen sumidos a sus respectivos pueblos en espantosa miseria y violencia sin freno.

Si el principal vocero mediático de esa oligarquía, abanderada iracunda e irreflexiva del denominado TLC, da espacio para llamar a la eliminación física del oponente en el debate; es que se han quedado sin argumentos; es que no les está funcionando los millones de dólares invertidos intentando confundir, manipular, engañar; es que le tienen un miedo espantoso a la movilización ciudadana, cuando ésta es de esencia cívica, pacifista, participativa, democrática, acorde a lo más sagrado de nuestra idiosincrasia.

No le tenemos miedo a la eliminación física. Dios, el Todopoderoso, está del lado de la Justicia y de la Solidaridad. Son ellos los ateos; son ellos los adoradores del dios mercado. Su “santísima trinidad” es la concentración de la riqueza, la ostentación abusiva de la misma y el antihumanismo de esencia anticristiana.

Por eso no dudan en que en las páginas de su periódico, se llame a la violencia, se llame a la eliminación física, se predique el racismo y se atice la confrontación física y violenta entre costarricenses. Allá ellos con su violencia; allá ellos quebrándose su cabeza buscando deshacerse de los_ “estorbos”_, del “gran peligro”; allá ellos que promueven la violencia fratricida y “racista”.

Nosotros tenemos la conciencia tranquila. La eliminación física no matará las ideas justas, las ideas del pacifismo, las ideas de una Costa Rica solidaria e incluyente. El Referéndum de la Calle va pese a que al galeno aprendiz de sicario no le guste.

El REFERÉNDUM DE LA CALLE es DEMOCRACIA de la buena

Ahora resulta que somos sediciosos, que somos subversivos, que llamamos a la sublevación nacional y que somos desestabilizadores. Es evidente que le tienen miedo a la gente, a la ciudadanía activa, a un pueblo decidido a luchar, porque el Referéndum de la Calle es democracia de la buena, universalmente reconocida para usarla cuando los gobernantes se alejan del sentir de sus pueblos.

Su miopía política y su avaricia económica, esas que les lleva a buscar la forma más acelerada de incrementar sus ya abultadas riquezas, les lleva a ver fantasmas por todo lado, a sentir que están rodeados de complotadores, a creer que tienen un mandato absoluto para dirigirnos, a nosotros, los de abajo, como si fuéramos rebaño; sin que nadie proteste, sin que nadie cuestione. Obedecer, sólo obedecer…

Aunque el viejo tango dice “que veinte años no es nada…”, en el caso de la política pública costarricense sí son muchos. Todo ha cambiado, pero parece que algunos no tienen ni la menor idea de la naturaleza de esas transformaciones ocurridas en el tejido social costarricense, de 1986 a hoy. En realidad deberían ponerse a estudiar. Aquí les vamos a ayudar un poquito. i>Dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo siguiente:

“… la Comisión considera que la evolución del movimiento sindical y la aceptación cada vez más amplia de su calidad de interlocutor social de pleno derecho exigen que las organizaciones de trabajadores puedan pronunciarse sobre los problemas de carácter político en el sentido amplio del término, y en particular expresar públicamente su opinión sobre la política económica y social del gobierno…. “. (OIT. Estudio General sobre Libertad Sindical y Negociación Colectiva. Ginebra, 1994).

Esto es lo que hemos estado haciendo todos estos años. Esto es lo que estamos diciendo a propósito del TLC; un TLC que una inmensa mayoría del país rechaza, empezando por sectores tan calificados y de tanto prestigio como la Defensoría de los Habitantes de la República, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad de Costa Rica (UCR) y más recientemente la Universidad Nacional (UNA).

Hemos indicado y lo reafirmamos que la lucha contra ese TLC que nos dejará sin Patria, que nos dejará sin lo poco de lo bueno que todavía queda de esa Patria que nos vio nacer, tendrá dos escenarios: el parlamentario (la Asamblea Legislativa) y el extraparlamentario (la calle).

No nos cansaremos de decir que la movilización ciudadana, en resistencia pacífica, sin violencia, habrá de convencer a una serie de señores diputados y de señoras diputadas que sabemos indecisos en este asunto del TLC, para que se pasen del lado del pueblo, del lado de la gente, del lado de los excluidos, del lado de la golpeada clase media, del lado de los agricultores.

Porque el TLC solamente le sirve al lado de esa oligarquía financiera desbocada, voraz, atea e insensible; que está desesperada por una tajada de los gigantes y lucrativos mercados de las telecomunicaciones, de los seguros comerciales, de las medicinas, del agua y de la energía. Si por defender todo esto que nos fue legado, se nos cataloga de subversivos, sediciosos, desestabilizadores, pues ¡enhorabuena! Afortunadamente somos tantos y tantos que ni se imaginan.

Los sindicatos bajo ataque

Artículo 332 del Código de Trabajo: “Declárase de interés público la constitución legal de las organizaciones sociales, sean sindicatos, como uno de los medios más eficaces de contribuir al sostenimiento y desarrollo de la cultura popular y de la democracia costarricense”.

Hemos empezado nuestro artículo de esta ocasión, citando la máxima ley laboral del país, cuando ésta habla de la organización natural de la clase trabajadora: los sindicatos. Nótese como se hace una estrecha relación entre el sindicato, la democracia y la cultura popular. Prácticamente lo que se está diciendo es que sin sindicatos no hay democracia.

Hoy levantamos con absoluta dignidad nuestra condición de sindicalistas. Hoy, cuando el odio visceral y el irraciocinio del poder económico neoliberal en contra de los sindicatos es más que evidente, más orgullo sentimos de ser sindicalistas.

Los sindicatos estamos hoy bajo un feroz ataque. Ciertos errores en materia de concepción reivindicativa, cometidos en el pasado y en forma de excepción, han dado pie para que presenciemos la más orquestada, profunda, peligrosa y calumniosa ofensiva antisindical de las últimas épocas.

La ofensiva feroz del capital oligárquico tiene un propósito: desacreditar a los sindicatos por su fuerte oposición a “su” TLC. Esa oligarquía sabe que en los sindicatos está una de los más decididos bloques cívicos contra el proyecto neoliberal para Costa Rica, ahora que entramos a una fase crítica en contra del mismo, es decir, la tramitación parlamentaria de ese “tratado”.

Es tan agresiva la ofensiva que algunos energúmenos de mentes totalitarias plantean hasta acciones judiciales para disolver sindicatos; haciendo gala de la más vulgar ignorancia pues la mismísima Organización Internacional del Trabajo (OIT), acepta la participación política de los sindicatos siempre que mantengan su autonomía partidaria. Dice la OIT en su Resolución de 1952, que “Los sindicatos tienen, igualmente, que desempeñar un papel importante en los esfuerzos hechos en cada país para favorecer el desarrollo económico y social y el progreso del conjunto de la colectividad”. Sobre esto hay más material que comentaremos la próxima semana.

No nos rendiremos. El ataque feroz que se nos hace es porque los sindicatos son organizaciones esenciales para la democracia. Algunos que ya renunciaron a la vida en democracia para darle total libertad a sus negocios, desean la abolición de los sindicatos. Los sindicatos son como el gallo pinto, es decir, son esencia de la cultura popular costarricense. Los errores cometidos nos hacen crecer.

Téngase presente que ningún sindicato recibió CAT’s; ningún sindicato recibió “incentivos turísticos”; ningún sindicato negoció dólares por debajo para aprovechar modificaciones cambiarias (como lo hizo el periódico que todos los días ataca a los sindicatos); ningún sindicato robó en FODESAF; en Aviación Civil; ningún sindicato recibió comisiones de ALCATEL; ningún sindicato tiene frecuencias de radio y televisión a precios ridículos; ningún sindicato es evasor de impuestos; los sindicatos no se robaron el Banco Anglo; los sindicatos no recibieron el crédito filandés; etc., etc.

Durante todos estos años de gran resistencia al avance neoliberal en Costa Rica, mientras otro tipo de agrupaciones callaban, se acomodaban, se vendían, se “modernizaban”, los sindicatos seguían alzando su voz, denunciando, proponiendo y convocando. Así seguiremos.

Los salarios en el nuevo gobierno

Costa Rica está viviendo un acelerado proceso de concentración de la riqueza. Ya nadie lo discute y está científicamente comprobado. Estamos transitando el camino de la “centroamericanización”, es decir, vamos hacia una sociedad en la que pocos, cada vez más pocos, tienen mucho, muchísimo; mientras que las grandes mayorías se van empobreciendo, particularmente los segmentos de la clase media, en especial, aquella parte de la misma que tiene condición de asalariada.

Los gobiernos sucesivos del PLUSC (de ahora en adelante PLN-Libertarios), han aplicado una serie de decisiones de política económica que no han propiciado la mejor distribución de la riqueza generada en el país; por ejemplo, vía incrementos salariales reales, para aumentar el poder de compra de la clase trabajadora asalariada, de forma tal que ésta alcanzara un nivel de calidad de vida más o menos digno.

Ahora que estamos en tiempos de la Administración Arias Sánchez, estamos seguros de que sucederá lo mismo. No conocemos un solo documento de campaña donde el tema salarial se haya planteado con seriedad, ni siquiera superficialmente. No tenemos noción de si tendrán una política salarial.

Se acercan las fijaciones salariales que han de regir para el segundo semestre del presente año. Serán las primeras que se determinen bajo la Administración Arias Sánchez. Antes de que llegue el primero de julio, deberá quedar establecido el monto del incremento salarial para el Sector Privado. Esto debe hacerse en el seno del Consejo Nacional de Salarios.

Para el Sector Público, el gobierno que acaba de terminar enterró la denominada “Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público”, que ya de por sí se había convertido en una instancia solamente para fotografías, no para deliberaciones serias. La norma de moda para quienes laboran en el Estado ha sido el decretazo salarial semestral. Si por la víspera se saca el día, nada diferente se puede esperar.

No obstante, a lo mejor le conviene al nuevo Gobierno reflexionar sobre lo necesario e imperioso que es impulsar un proceso sistemático de discusión sobre empleo, recuperación salarial y redistribución de la riqueza.

En todo caso, el Gobierno del Presidente Arias Sánchez, Premio Nóbel de la Paz, tiene una prueba de fuego de cara a la clase trabajadora con las fijaciones salariales cercanas. Sin embargo, no auguramos nada bueno. Ya pasaron aquellos días en que el actual Presidente de la República pensaba distinto.

Por ejemplo, una vez escribió lo siguiente: “Para alcanzar las metas que se ha fijado el país en cuanto a una distribución más equitativa del ingreso y a un uso más racional de sus recursos, en los próximos años será necesario democratizar la propiedad de los medios de producción, eliminar las preferencias a favor del uso del capital, y ligar estrechamente los aumentos salariales a los aumentos de la productividad de la mano de obra”. (“Nuevos rumbos para el desarrollo costarricense”, Oscar Arias Sánchez, Editorial EDUCA, 1979). Cambia, todo cambia…

Traspaso de Gobierno vs. Traspaso de Poderes

Lo que ocurrió este lunes Primero de Mayo en la Asamblea Legislativa y lo que sucederá el próximo día 8, en el Estadio Nacional, debe entenderse como “un traspaso de Gobierno” (cambio de autoridades políticas en el Ejecutivo y en el Legislativo); pero jamás debe comprenderse como un “traspaso de Poderes”.

Luego de que quedara en evidencia la naturaleza del pacto Libertario-Liberacionista para el control político del nuevo parlamento, es más que evidente que hay un relanzamiento del proyecto oligárquico-neoliberal y su propuesta estrella: el TLC.

Presenciaremos en próximos días y semanas, una intensa ofensiva ideológica y política, buscando sentar las bases para la promoción de una serie de iniciativas (leyes, decretos y directrices), que renueven el entorno de negocios que se gestan desde el Sector Público; para incrementar las ganancias de los cada vez más reducidos grupos de poder económico, que respaldan a las nuevas autoridades legislativas y ejecutivas.

La ideología socialdemócrata ha sido sustituida por la “ideología” de los casinos y el oportunismo parlamentario-clientelista, con honrosas excepciones que ya están plenamente identificadas, serán la tónica del transitar de este primer año de la nueva legislatura 2006-2010.

Nos hemos equivocado augurando tiempos tormentosos. La derecha oligárquica neoliberal, a través del pacto libertario-liberacionista, santificado por el oportunismo parlamentario clientelista, tiene absoluta claridad de que, quizás, éste sea el último chance que se juega para, de una vez por todas, acabar su obra neoliberazante del país.

El sangriento capitalismo centroamericano, ya afincado en el país, domina la agenda político-estratégico de la cúpula empresarial nacional y, por tanto, a cómo dé lugar, están decididos a la aprobación del nefasto TLC.

Solamente es posible confiar en las fuerzas cívicas que anidan en las diferentes expresiones de los sectores sociales. Afortunadamente se podrá contar con ciertas individualidades patrióticas en el nuevo parlamento que, aunque con un origen partidista determinado, tienen plena conciencia del proceso que les generó la curul que hoy ostentan, así como las prioridades de lealtad que deben tomar en consideración.

La Patria ha entrado en una encrucijada crítica. Las tendencias a la acción autoritaria y al verticalismo excluyente en materia de gestión gubernativa, son absolutamente claras. La gobernabilidad que buscan “los de arriba”, es aquella fundada en la exclusión, en la neutralización de la disidencia, en la satisfacción del clientelismo gremialista inmediato y en la negación de la real participación cívica en la toma de las grandes decisiones nacionales que a todos nos conciernen. Esto quedó claro en la primera sesión del nuevo parlamento costarricense.

La respuesta ciudadana sólo puede ser una: Más unidad social y popular; más organización, más “evangelización cívica”; acrecentar la capacidad de movilización, en cantidad y en calidad, con visión estratégica y con voluntad política transformadora. El traspaso de Gobierno se convertirá en traspaso de Poderes, cuando tengamos la suficiente disposición para pasar a la iniciativa política. Avisados quedamos.

Primero de mayo: Desfilemos por la democracia

Los acontecimientos históricos que estamos presenciando en nuestro querido país, junto a los que han de venir en semanas y meses siguientes, a partir de la llegada del nuevo Gobierno, tensionarán al máximo nuestra convivencia democrático-institucional.

El creciente poder de una ciudadanía activa que ya no se deja dominar como antaño, se percibe como amenazante para los desgastados y corruptos grupos del poder tradicional.

Tales grupos se han atrincherado en cierta “gran prensa”, infame por manipuladora; en ciertas cúpulas empresariales, miopes por incapaces y entregadas por serviles al capital transnacional; así como en los rescoldos del viejo bipartidismo clientelista y corrupto que ha quedado con respirador artificial.

La perniciosa cadena matutina de algunas radioemisoras que le da albergue a las opiniones de los amanuenses al servicio de tales grupos; le permitió un día de estos a un remedo de intelectual, plantear la ilegalización de aquellos sindicatos que han tenido la osadía de pensar en un país distinto y de cuestionar al tradicional poder corrupto en descomposición.

Valga indicar que de ese poder algunos viven recibiendo las migajas que el mismo les da, para que escriban el pensamiento de ese poder. En esto consiste el “oficio” de amanuense.

Lo que preocupa es que ya han tenido la osadía de plantear, de manera oficial, a través de la citada cadena radial, que todos los días imparte odio y desinformación, que los sindicatos “pensantes” deben ser proscritos, ilegalizados, eliminados y silenciados.

Por tanto, es necesario considerar que ya están concluyendo que la democracia de la que tanto se jactan, ya no les es funcional; lo que les conduciría al ejercicio del totalitarismo y del autoritarismo; al silenciamiento absoluto del pensamiento distinto; e incluso a la eliminación física del oponente en la batalla de las ideas.

Hoy nos toca dar esta señal de alerta, pues notemos que ya se decidieron a transitar el camino de criminalizar la protesta social (enjuiciar dirigentes). Creemos que en aras de lograr su más acariciado objetivo, el TLC, están dispuestos a todo.

Por eso, nunca como antes en la historia nacional, el desafío de defender la democracia que tenemos, es descomunal, aunque tal democracia tenga todas las imperfecciones que le quitan mucho de su esencia.

Hablamos de una defensa para su profundización y extensión; no para su aniquilamiento y eliminación, que es lo que ocupa el corrupto pensamiento neoliberal para consolidarse, definitivamente en nuestra patria. Tengamos presente que desde ya debemos cerrarle el paso al totalitarismo mediático, paso inicial del totalitarismo político.

Este Primero de Mayo, el próximo lunes, es una excelente ocasión para indicarles a esos aprendices de dictadores, que con la conciencia cívica nacional no se puede jugar; que con la institucionalidad democrática no se puede transar; que con la noble aspiración ciudadana por la justicia social, no se puede jugar a la provocación.

Hagamos democracia. Respondamos a la agresión mediática con el valor del pacifismo y el civismo, en alianza estratégica, este Primero de Mayo. Desfilemos por la democracia.