La lógica de la Junta Directiva de la CCSS: fauleados 154,807 pensionados de IVM de pensiones bajas (I parte)

Por: Rodrigo Arias López. Actuario Matemático

Para quienes creen que la JD-CCSS se volvió cristalina y transparente como el agua de manantial solo por dar tres meses más de plazo para acordar elevar las edades de retiro, bajar beneficios y aumentar las cotizaciones del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), desafortunadamente sigo con malas noticias. Ya abordé el asunto por este mismo medio (https://surcosdigital.com/hablemos-de-ivm-vacilan-a-reymundo-y-a-todo-el-mundo-zancadillean-a-cotizantes-pensionados-y-mesa-de-dialogo-parte-iv/), ahora lo refresco y profundizo.

1) El artículo 29 del Reglamento de IVM dice: “La cuantía mínima de pensión no podrá ser inferior al 50% del ingreso o salario mínimo de contribución que se establezca conforme al artículo 34 de este Reglamento. Asimismo, el Estado, en su condición subsidiaria, cubrirá el financiamiento de las pensiones mínimas que otorgue el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte en aquellos casos donde la pensión resultante es menor al monto mínimo vigente. Este financiamiento formará parte de la cuota del Estado como tal”. Destacados míos. A este salario mínimo de contribución también se le llama Base Mínima Contributiva (BMC).

2) En el artículo 26 de la sesión N° 8682 del 28 /11/2013 la JD-CCSS, acordó el plan de relación entre la BMC y el Salario Mínimo Legal (SML) del cuadro siguiente. Esto significaba que a partir del 1/10/2019 la pensión mínima de IVM sería igual a un 50% del SML según el artículo 29 del reglamento de IVM.

3) Sin embargo, en el Artículo 8 de la sesión N° 8992 del 27/9/2018 y el 25 de la sesión N° 9072 del 19/12/2019, la JD-CCSS se “arrepintió” y acordó que la BMC en IVM quedara en 87% del SML y en 92.95% del SML en el Seguro de Salud. Por lo tanto, topó la pensión mínima de IVM a un 43.5% del SML. Fue una zancadilla sin previo aviso, a escondidas y sin mesa de diálogo.

Así que, como desde enero de 2021 el SML es ₡319.574, el monto de la pensión mínima hoy hubiera sido ₡159.787 si la JD-CCSS no se hubiera arrepentido; pero gracias al arrepentimiento la topó en ₡139,015. ¿Será esto un favor al Estado-Gobierno?  ¿O un desvío de fondos? Porque según el artículo 29 del Reglamento de IVM la CCSS le cobra al Estado -los contribuyentes- un 0.66% sobre los salarios de IVM para pagar esos beneficios.

Usando la planilla de IVM de noviembre de 2020 resultan 154,807 pensionados afectados, que representan la mitad del total de pensionados, según el detalle del cuadro siguiente:

Sumando la diferencia entre ₡159.787 y el monto de pensión pagado a esos 154,807 pensionados, considerando que son trece pagos al año, adicionando el costo diferencial de las pensiones nuevas del año 2021, un posible reajuste por inflación y el costo del seguro de salud, el ahorro estimado en 2021 que la JD-CC hizo a costa de las pensiones más bajas es de ₡42 mil millones (el faul o zancadilla).

Por otro lado, en el año 2021 el IVM dejaría de recibir unos ₡14 mil millones de colones de cuotas por tener una BMC de ₡278,030 en lugar del SML, mientras que el Seguro de Salud dejaría de recibir un monto similar por tener una BMC de ₡297,044 en lugar del SML. En adición, como la JD-CCSS usa la BMC para estimar el costo que le cobra al Estado por la atención de la salud de las personas de escasos recursos -Artículo 2 de Ley 5349- dicho fondo dejará de recibir del Estado unos ₡15 mil millones de colones en 2021.

Entonces restándole a la zancadilla que la JD-CCSS propinó a esos 154,807 pensionados, resulta un ahorro neto de ₡42 – ₡14 – ₡14 – ₡15 = -₡1 mil millones, un poco más, un poco menos, no importa, lo importante es que el “ahorro” más bien se traducirá en posibles pérdidas para la CCSS en 2021, como fue en 2020 y 2019; pero es castigo o garrote para la mitad de los pensionados que más necesitan de una pensión. Insisto: ¿Es o no es desvío de fondos? ¿Cómo le podríamos llamar a esto? ¿Será otro maquillaje? ¿Habrá sanciones? ¿O la torta la pagarán solo los pensionados?

Sobre el asunto existe una denuncia en la Auditoría Interna de la CCSS desde el 14 de setiembre de 2020 que tiene el número DE-126-2020 (https://drive.google.com/file/d/183VhpSfKdtCt8EUAHZRJhskzJa8Ck1m-/view?usp=sharing), con el fin de descartar cualquier maquillaje, abultamiento de cifras y violación al principio de legalidad. Estoy a la espera de que me notifiquen el resultado de la investigación.

Mencioné que a partir de enero de 2021 la pensión arrepentida debería ser de ₡139,015. Sin embargo, mejor revisen sus billeteras, pues no se descartan otras zancadillas aún en época de pandemia.

Rodrigo Arias López

Actuario Matemático

La destrucción logístico-operativa y estratégica de la seguridad ciudadana

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

El máximo jerarca institucional del cuerpo de oficiales de la Policía de Tránsito de Costa Rica manifestó, en recientes declaraciones de prensa, que se ocupan de, al menos 600 y hasta 1.200, personas nuevas que ingresen a laborar en este importante servicio de la Seguridad Ciudadana que es la Policía de Tránsito. Dio a entender que ejecutan su estratégica labor en medio de gran precariedad y con muchas dificultades, apelando a forzadas (diríamos nosotros), maniobras y coordinaciones inter-institucionales para la delicada tarea de velar por la vida de las personas en las carreteras del país.

Su dramático llamado que, por cierto, nada nuevo es, se hace eco de una reiterada labor de denuncia responsable que, desde hace ya bastante tiempo, se formula con la voz gremial, policial-institucional en tal sentido, en cada uno de los cuerpos policiales nacionales.

Notorio resulta aprovechar el reclamo del indicado jerarca, para resaltar la intensa labor de denuncia que, acerca del debilitamiento paulatino y sostenido de los diferentes cuerpos policiales del país, vienen desplegando destacados líderes sindicales de base ubicados en los mismos y/o con responsabilidad en la materia; especialmente personas dirigentes que destacan en la corriente sindical en la cual militamos.

Las seccionales sindicales de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), en Fuerza Pública, en la Policía Profesional de Migración y Extranjería, en la Policía Penitenciaria, en la de Tránsito, en la de Control de Drogas (PCD), en la Aeronáutica y en la de Fronteras; tanto en la Ecológica (que es como nos gusta llamar al personal de guardaparques), como en la Fiscal; llevan muchísimo tiempo alertando al país, a las autoridades gubernativas actuales (y a las anteriores), de una especie de conjura política tácita tendiente a la destrucción logística y operativa, y hasta estratégica, de los servicios públicos policiales ligados de manera directa a la Seguridad Ciudadana.

El clamor incesante, constante, documentado, sólidamente argumentado de estas personas valientes, dirigentes sindicales policiales, se estrella contra el muro del fanatismo fiscalista; contra el muro del recortismo presupuestario irreflexivo, irresponsable y hasta irracional, registrándose ya dos vergonzosos episodios en los cuales es la propia Asamblea Legislativa (por falta de conocimiento, de estudio y también por fundamentalismo fiscalista), la que se ve obligada a corregir gravedades de recorte presupuestario-policial, pues las autoridades fiscales centrales del Ejecutivo caen en extremismos ilógicos y peligrosos.

Esta especie de operación encubierta que nos conduce hacia la destrucción logística y operativa, y hasta estratégica, de los servicios públicos policiales ligados de manera directa a la Seguridad Ciudadana; se manifiesta en momentos en los cuales la ciudadanía contempla estupefacta, ya no solamente el avance del poder del narcotráfico y del crimen organizado, sino el crecimiento cualitativo y cuantitativo de la violencia criminal delincuencial común, sin hablar de los delitos de cuello blanco que se siguen cometiendo en los gobiernos del partido político de la transparencia.

Como si ello no bastase, nuestros cuerpos policiales, subvalorados profesional y salarialmente, se enfrentan a las consecuencias negativas del crecimiento de la desigualdad social y de la exclusión económica. En su diario quehacer, las personas con las cuales tienen relaciones de conflicto son, precisamente, las caras o los rostros de esa desigualdad y de esa exclusión. Sin duda alguna, hay factores psicoemocionales en las tareas policiales que no han sido debidamente ponderados.

A esta altura de las muestras contundentes del avance de la criminalidad y del crimen organizado; de las muestras contundentes del estado precario multidimensional de los cuerpos policiales del país (empezando por su faltante de personal en cada uno); del crecimiento, cualitativo y cuantitativo, de la exclusión social y de la desigualdad económica, uno podría concluir que mientras la ley y la justicia retroceden, el crimen y la corrupción es lo que avanza.

Corresponde, en tal sentido, que de cara al proceso electoral nacional ya en desarrollo, las fuerzas gremiales policiales se aglutinen y potencien sus más que autorizadas y calificadas voces gremiales de denuncia, de propuesta y de lucha. Como ya lo hemos vivido, las ofertas electorales en torno a los temas de Seguridad Ciudadana, no dejarán de presentarse, con su carga de demagogia y de nueva estafa electoral. Es el momento, en consecuencia, para que emerja la voz policial unidad y articulada. Es la policía la que le pone el pecho a las balas… no son los políticos.

Cinco temas en busca de una candidatura presidencial

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

La Costa Rica de la actualidad, ubicada en la deshonrosa posición de ser uno de los diez países más desiguales del planeta, sigue avanzando en la peligrosa senda de la polarización social extrema, vista desde la concentración de la riqueza y de la exclusión social y económica.

El grupo de gobierno de Carlos Alvarado Quesada, con la estafa política cometida entregándose a la plutocracia reinante, solamente ha agravado tal situación. La circunstancia de la crisis sanitaria de la pandemia llegó en un momento en el cual tal polarización se había vuelto inobjetable.

Con ocasión de las elecciones presidenciales del próximo 6 de febrero de 2022, vista esta circunstancia con lente obrero-social y sindical no alineado, surgen varios temas de gran profundidad para el impulso de políticas públicas en la dirección contraria que le ha impuesto al país esa plutocracia reinante, la alta tecnocracia de la institucionalidad que le es funcional, sus matrices mediáticas principales y las repetidoras sumisas; así como la acción ejecutiva del grupo gubernativo que encabeza Carlos Alvarado Quesada y los partidos representados en la actual Asamblea Legislativa: Liberación, Unidad, Acción Ciudadana y los “religiosos”.

De tales temas, hoy vamos a citar cinco (aunque hay más). El orden en que se exponen no indica prioridad de uno sobre otro; sino que, se conciben como articulaciones necesarias entre sí de política pública contrarias al orden ideológico-político y hegemónico que nos está imponiendo la plutocracia reinante.

Uno: Acabar con ese “sacrosanto” precepto neoliberal de la independencia del Banco Central. Hay que quitarle esa soberbia política de considerarse “república independiente”. Hasta un destacado economista que se define a sí mismo como socialdemócrata, don Guillermo Zúñiga Chaves, ligado al partido Liberación Nacional, es de la tesis de que al Banco Central se le deben dar estratégicas tareas como promocionar políticas de empleo.

Dos: Se requiere una revisión sustancial del concepto de salario mínimo, de forma tal que se introduzca en su fijación contenidos fundamentales que lo conciban como parte estratégica de una reactivación económica real; al tomar en cuenta que vivimos en un país cuyo costo de vida es altísimo, por un lado. Por otro, que la mayoría del parque productivo nacional está compuesto por micro-pequeñas y medianas empresas ligadas al mercado interno. A éstas, en tal sentido, hay que darles un trato diferenciado en materia de responsabilidades tributarias y para con la Seguridad Social.

Tres: Proceder a impulsar transformaciones tributarias estructurales en dos sentidos. Atacando la naturaleza perversa del sistema tributario actual, el cual presenta dos problemas fundamentales: es regresivo y es corrupto. Se requieren impulsos desafiantes para que, en el seno de la plutocracia reinante, por ejemplo, se establezca un impuesto solidario a la riqueza exorbitante, un impuesto solidario a las zonas francas, así como un impuesto-tasa Tobin a las transacciones financiero-bancarias de diez o quince mil o más dólares, que no golpee a los sectores medios que todavía conservan cierto poder de ingreso. Además, hay que establecer la eliminación del secreto bancario y en sede administrativa, para combatir el delito del fraude tributario.

Cuatro: Atacar el obsceno y socialmente criminal pago diario de intereses de la deuda pública, el cual está ya en las escandalosas cantidades de 4 millones de colones por minuto, 242 millones de colones por hora; y, prácticamente, 6 mil millones de colones al día. Creemos que es imposible impulsar políticas públicas de reactivación económica con semejante carga fiscal. Pero, lo que es peor es que este pago diario está recayendo sobre las espaldas, mayoritariamente, de la gente que sí tributa pues no tiene “escapatoria” para no hacerlo: la clase trabajadora asalariada y no asalariada, tanto como el micro-pequeño y mediano empresariado (impuestos al valor agregado y rentas -especialmente, la salarial).

Cinco: Rechazar el convenio que Carlos Alvarado Quesada y su plutocracia reinante le quiere imponer al país con el Fondo Monetario Internacional (FMI); convenio que Costa Rica no necesita y que, si se trata, en realidad, de ordenar las finanzas públicas, han surgido diversas alternativas, sólidamente fundamentadas. Otro economista, actualmente diputado oficialista pero que se define, también, como socialdemócrata, afirmó que “la agenda del FMI es una agenda injusta, inequitativa y recesiva desde la perspectiva económica». Aunque él, don Welmer Ramos González, lo indica de manera indirecta, es muy contundente que el costo del ajuste que impone ese convenio con FMI, no caerá sobre las espaldas de los sectores económicamente más fuertes que están ganando con la pandemia.

No vemos otra alternativa para que nuestro país restaure el imperio del bien común y de la inclusión social, en beneficio de la alicaída Democracia, que se desafíe el orden que la plutocracia reinante ha venido imponiendo mediando sus partidos políticos: Liberación, Unidad, PAC y los “religiosos”. A unos 256 días de las elecciones del 6 de febrero de 2002, estos temas buscan una candidatura presidencial que los asuma. En el entretanto, seguimos alentando nuestra campaña de PASAR FACTURA.

Agenda del FMI: “injusta, inequitativa y recesiva”

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

El diputado don Welmer Ramos González, economista de profesión, quien integra la actual fracción parlamentaria del Partido Acción Ciudadana (PAC), nos está indicando que la agenda del convenio que Carlos Alvarado Quesada y la plutocracia reinante a la cual él le sirve le quieren imponer a la sociedad, una agenda, que es “injusta”, que es “inequitativa” y que es “recesiva” desde la perspectiva económica.

Don Welmer no es cualquier legislador. Se acaba de lanzar a la precandidatura presidencial por el partido PAC y en las elecciones pasadas, las del 2018, se la disputó al hoy más que desacreditado mandatario.

Don Welmer, como diputado gobiernista que ha sido la mayor parte de la gestión gubernativa de su anterior contendor (ahora aparece como opositor), no puede eludir las graves responsabilidades que le competen en la promulgación de diversa legislación anti-obrera en la actual Asamblea Legislativa, por demás el parlamento más anti-obrero (con algunas excepciones de rigor), de las últimas décadas.

Sin embargo, pensamos que el criterio que ha emitido con relación al convenio con el FMI y el contenido del mismo, no puede pasar desapercibido, aunque se podría decir que es una posición oportunista y de carácter electorero. No obstante, es muy importante el decir de don Welmer.

Su conocimiento de los temas económicos y, además, haber estado dentro de la gestión ejecutivo-institucional que sirve a los intereses de la plutocracia reinante, su criterio nos generó gran interés que hoy compartimos con usted, estimable persona que nos hace el honor de leernos.

En sus declaraciones para el medio de comunicación digital elmundo.cr, don Welmer dice que la “…agenda que está proponiendo el Gobierno tiene varios proyectos que hay que verla en la integralidad sobre quién que es el que va a pagar el ajuste o quién es el que va a recibir el costo del ajuste, ¿si son los sectores económicamente más fuertes que están ganando dentro de la pandemia? Porque aquí hay sectores que están ganando, o si las cargas se van a ponerse sobre el ciudadano, sobre las pymes y entonces haría más desigual la economía y en lugar de reactivar la economía, causaría más recesión».

Don Welmer: no hay ninguna duda de quiénes serán los sectores pagadores del ajuste FMI: se trata del pueblo trabajador, asalariado y no asalariado, el desempleado, tanto como el micro-pequeño y mediano empresariado. No dude un minuto al respecto pues usted mismo lo reconoce: “aquí hay sectores que están ganando” y son “los sectores económicamente más fuertes que están ganando dentro de la pandemia”.

Tales sectores ganadores dentro de la pandemia, los definimos como la plutocracia reinante. Ésta, inmersa en una concentración de riqueza jamás vista antes en la historia nacional, no concibe la existencia de un sistema económico como usted lo plantea: «una economía se reactiva entre más fuerza tenga el mercado, si al mercado lo mueve los 5 millones de consumidores que tenemos en el país, entre más fuerza tenga el mercado entre más poder adquisitivo tenga la gente, más demanda generan y más venden las empresas y si las empresas venden entonces van a contratar más insumos y más gente para trabajar y ese es el círculo virtuoso, fortalecer la demanda para que las empresas vendan y entonces se genere el crecimiento económico».

Habría que proceder, para lo que usted apunta, con una ruptura o una disrupción que restaure el principio fundamental del Humanismo Cristiano cual es la centralidad de la política económica en la persona humana; y siendo usted persona de fe religiosa practicante, lo que está planteando ya no es viable, creemos nosotros, dentro de la colectividad partidista en la cual usted milita.

En todo caso, éste es un asunto que no nos concierne pues es de su soberana competencia. Sí conviene recordar que, en los inicios de su colectividad partidista, don Welmer, originales planteamientos de la misma tomaron en cuenta propuestas sindicales y sociales cuya centralidad se marcó en la persona humana.

Apunta usted que «entre más venden las empresas, más empleo habrá, y va a haber más recaudación de impuestos y si hay más recaudación de impuestos y más PIB, la relación deuda PIB, comienza a disminuir aceleradamente, por qué el PIB crece rápidamente y porque los ingresos del Gobierno también».

Al respecto pensamos, su criterio adolece (al menos en la publicación que comentamos), de dos elementos fundamentales: 1) Más recaudación de impuestos con el estado actual del sistema tributario del país, caracterizado por su regresividad y su corrupción; si no se transforma radicalmente, implicará más concentración de riqueza para los evasores tributarios. 2) La caída de los ingresos del Gobierno es dramática desde la perspectiva del pago diario de los obscenos intereses de la deuda; pues éstos tienden a crecer y se llevarían esos “nuevos” ingresos fiscales.

No obstante, ello que una persona de su posicionamiento político actual reconozca que el convenio con el FMI es una “agenda injusta, inequitativa y recesiva desde la perspectiva económica, y lo que se está tratando es de hacer un ajuste brutalmente injusto y un ajuste en contra del ciudadano», se le debe reconocer el valor que tiene, en la alimentación de la urgente y necesaria conducta cívica de resistencia militante que la Democracia costarricense requiere en estos momentos.

Empleo Público: 10 consideraciones fundamentales

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

1) Las personas trabajadoras asalariadas estatales no tienen ninguna responsabilidad en el déficit fiscal. Esto lo demostramos con una sólida fuerza argumental. El periodismo de odio, con su manipulación grotesca de la ciudadanía al respecto, quedó descalificado y completamente desenmascarado.

2) Las razones del déficit fiscal, básicamente, están centradas en lo siguiente: Costa Rica tiene un sistema tributario completamente injusto, por una parte; y, por otra, está corrompido. Es necesario recalcar que en nuestro país pagan más impuestos los que, proporcionalmente hablando, tienen menos; los que tienen más, pagan menos y/o no pagan del todo: eluden, evaden, disfrutan de exenciones-exoneraciones dispendiosas y ocultan plata en paraísos fiscales.

3) Los gobiernos de turno acudieron al endeudamiento (básicamente interno), para reponer lo que nunca se pudo recaudar dada la existencia de ese sistema tributario completamente injusto y corrupto. Se generó un enorme déficit y, por ende, un endeudamiento tan grande como una cantidad cercana a los 50 mil millones de dólares. Esta deuda demanda un pago de intereses a tasas elevadísimas que implica una erogación de, 240 millones de colones, ¡por hora! Así, el déficit fiscal, la deuda y su pago obsceno de intereses llegó a convertirse en un negocio para ciertos grupos de gran poder económico-financiero, los cuales tienen gran influencia en el tripartidismo gobiernista PLUSC-PAC.

4) Detrás del ataque al empleo público y a las personas trabajadoras asalariadas estatales, está una coalición ideológico-política y económicamente hegemónica, formada, básicamente, por: a) los grandes grupos corporativos de negocios mega-empresariales evasores-elusores de impuestos, receptores de escandalosas exenciones impositivas (como las de las zonas francas); b) corporaciones del negocio de las noticias, impulsoras del periodismo de odio; c) el sector financiero-bancario de gran influencia en la política hacendaria-tributaria del país. Enfrentamos, en consecuencia, una plutocracia reinante de gran influencia en la institucionalidad pública de toma de decisiones ejecutivas.

5) Esta plutocracia reinante ejerce su actividad cotidiana de control social a través de los partidos Liberación, Acción Ciudadana, Unidad (PLUSC-PAC) y el turequismo afín a los tres (como los cristianos). La disputa entre estos partidos es, fundamentalmente, por puestos claves en la Asamblea Legislativa, en el gobierno de turno. Los tres primeros renegaron de sus presuntas filosofías políticas originales y todos sirven, hoy, al neoliberalismo excluyente y depredador. El pueblo trabajador y las capas medias están, prácticamente, dejadas de la mano de Dios.

6) La plutocracia reinante y sus partidos políticos tienen, entre sus objetivos estratégicos todavía no alcanzados, lograr que se privaticen las empresas públicas que siguen siendo de propiedad estatal y que generan importantes rentas anuales, las cuales son un manjar apetecido por parte de los grupos económicos integrantes de esa plutocracia reinante. Son varios miles de millones de dólares al año que, según la lógica política dominante en estos momentos, no deberían ser de propiedad público sino para hacer crecer el capital privado… el de esos grupos, por supuesto.

7) Según la plutocracia reinante y sus partidos políticos (el PLUSC-PAC, básicamente), tales empresas públicas deben dejar de ser propiedad estatal y pasarse al capital privado (venta de activos, le llaman); por tanto, es mejor dejar que el déficit fiscal nunca se arregle por el lado de la justicia social; es mejor dejar que la deuda y su obsceno pago de intereses sigan estrangulando el presupuesto del Gobierno, para que esto llegue a un punto tal de desesperante asfixia de la economía, que se logre la justificación “moral” ante la sociedad de que se debe proceder con la venta de activos.

8) Por otra parte, hacer avanzar la tesis de la plutocracia reinante en cuanto a la venta de activos, implica el ataque sistemático al sector público, desprestigiándolo al máximo; Es en este marco en que debe verse la tramitación legislativa del actual proyecto Ley Marco de Empleo Público, la cual es parte esencial de la tríada de legislación contra el sector público impulsada por el PLUSC-PAC. Ya se tramitaron, “exitosamente” las dos primeras: el combo fiscal (Ley 9635) la ley anti-huelgas (Ley 9808); esta última, aprobada con la venia legitimadora de varias personas integrantes de la actual dirigencia sindical del país.

9) El proyecto Ley Marco de Empleo Público busca, además, la transformación estructural-conceptual de las ideas fundamentales incluidas en la Constitución Política, todavía vigente en el país, del 7 de noviembre de 1949. Las diputaciones del tripartidismo gobernante (PLUSC-PAC y su turequismo funcional), están extralimitándose en sus potestades legislativas pues están, en la práctica, variando (peligrosamente), esa Carta Magna, transformándola de facto. Las consecuencias de estos violentos y aventureros actos legislativos están por verse. Al respecto, recomendamos la lectura del artículo escrito por el ciudadano Manuel Hernández, El asalto a la democracia y la ruptura del pacto social (https://semanariouniversidad.com/opinion/el-asalto-a-la-democracia-y-la-ruptura-del-pacto-social/).

10) ¿Qué hacer? En la corriente sindical que ocupa nuestra militancia cotidiana, al menos en el tema del proyecto Ley Marco de Empleo Público, las alternativas disponibles pasan por diversos escenarios jurídico-políticos que ya tenemos en elaboración. Sin embargo, la más importante y la más estratégica, frente a la plutocracia reinante, sin duda alguna, es la respuesta popular estructuralmente organizada. Tratamos de dar nuestro aporte multifacético, en tal sentido.

Pensionarse vía IVM-CCSS es empobrecerse

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Los intentos políticos de alto nivel, fuertemente impulsados por estos días de agudización de la pandemia, para que se adopten nuevas disposiciones en torno al futuro de la sostenibilidad financiera del Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (IVM-CCSS), deben ser detenidos.

Cualquier tipo de modificación a la estructura actual de IVM-CCSS, por mínima que sea, es irresponsable, pues estamos en tiempos atípicos, como resulta obvio constatar a todo nivel; especialmente, en el económico-social y en el de corte político-electoral.

Las personas abanderadas de que se impongan nuevas condiciones para tener derecho a pensionarse vía IVM-CCSS, por lo general serán las que menos necesidad tengan del mismo; ya sea por altos salarios, por salarios con actividades lucrativas paralelas, por ser poseedoras de medios de producción, por tener estándares de vida heredados que les permiten holgura financiera y poseen vocerías poderosas para impulsar políticas estatales que les favorezcan.

Las verdaderas personas trabajadoras asalariadas e independientes, las que están iniciando su vida laboral activa, o que están a mitad de ésta o a punto de concluirla, y que tienen ingresos medios, bajos y/o precarios, carecen de vocerías poderosas, realmente legítimas y sólidamente documentadas con profundidad, como para que sus intereses socioeconómicos, especialmente los de corte vital, tengan debida consideración a la hora de nuevas modificaciones al IVM-CCSS.

Por tal razón (amén de otras consideraciones), que haya que pensionarse a los 65 años, o más (indistintamente, de si se es hombre o se es mujer); que la cotización obrera podría subir hasta un 3% por ciento del salario nominal; que la cantidad a recibir una vez en estado de pensión, sea menos del 50% del salario que se percibía al momento de la misma; nos presenta un panorama lúgubre en cuanto a desigualdad económica y exclusión social, es decir, incremento sensible en ambos indicadores.

Difícilmente pueda darse una discusión, pausada y objetiva, si en la creación de la atmósfera para abordar las transformaciones de IVM-CCSS, han estado mediando e interviniendo fuentes de incidencia de clase que expresan visiones de mundo que, por lo general, no responden a intereses centrados en el bien común y en la movilidad social.

Un abordaje del tema, sin contaminaciones determinantes, debe considerar, para empezar, un entorno económico-social y fiscal-tributario post-pandémico, o bien, lo más responsablemente proyectado al mismo; debe incluir un saneamiento más que estratégico de la relación del Estado con la Seguridad Social; las previsiones demográficas y etáreas de, al menos, medio siglo hacia adelante; así como la naturaleza del aparato productivo en sus diversas modalidades y niveles.

Un abordaje completamente serio y responsable, debe incluir la consideración de fondo de la evolución en el tiempo del régimen a la llegada de la pandemia, de modo tal que su diagnóstico responda a realidades sociopolíticas imposibles de negar, rechazando las irresponsables muletillas de que “eso ya pasó” y que los problemas financieros y actuariales de IVM-CCSS se deben al “envejecimiento poblacional y reducción de las tasas de fecundidad y natalidad”.

La responsabilidad para con las generaciones actuales y futuras de personas a pensionarse por IVM-CCSS tienen que comprenderse como una tarea estructural del Estado en la promoción del bienestar de sus habitantes y, especialmente, de su clase trabajadora; es decir, no se trata de abordar un futuro a partir de una responsabilidad institucional determinada, sino cuál es el tipo de sociedad a la cual se ha de llevar a la presente y futuras generaciones que, cotizando activamente, aspiran a un nivel de calidad de vida digno en su retiro.

Prácticamente, no se puede negar que, en la actualidad, pensionarse vía IVM-CCSS es empobrecerse. Es más, ya la gran mayoría de las 300 mil y resto de personas pensionadas por este régimen de pensiones, se ha hecho más pobre de lo que era antes de pensionarse. No se puede aceptar, bajo ninguna circunstancia, que esto sea así, como piedra arquitectónica del pasado piramidal de la Humanidad. Mucho menos puede aceptarse que la política oficial del Gobierno sea empobrecer aún más a los actuales y futuros pensionados de IVM-CCSS.

Las personas trabajadoras actualmente pensionadas por IVM-CCSS, y las que pretenden estarlo en el corto, mediano y largo plazo, son seres humanos integrantes de una Comunidad-Estado cuyas responsabilidades nadie puede eludir, ni aún sumido en la más profunda bajeza del egoísmo.

Con esta visión, ha venido trabajando un estimable grupo de costarricenses quienes aspiran, en el corto plazo, compartir con la sociedad sus conclusiones, libres del determinismo oficialista legitimado desde el lado obrero como incontrovertible.

Gobierno PAC-Alvarado: retroceso en derechos humanos

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

A pesar de que su techo de vidrio en materia de Derechos Humanos es más delegado que el ala de la mariposa más frágil, el informe del gobierno de los Estados Unidos acerca de la situación de los Derechos Humanos en Costa Rica, no solamente le resta autoridad moral al país para seguir señalando con el dedo acusador a otros Estados que según la visión de mundo dominante estarían incumpliendo esos Derechos Humanos; sino que, por primera vez, la imagen internacional del país en tal aspecto, recibe un golpe durísimo y la mancha con fuerza.

La ironía más grande es que es en el gobierno del partido político que proclamó para sí mismo el monopolio de la ética y de la transparencia en la acción pública, bajo el cual Costa Rica sufre su golpe más duro en cuanto a su proclamada y cacareada política de Derechos Humanos, urbi et orbe, arrogándose una superioridad moral que, es bueno decirlo con fuerza, ¡no va más!

Empecemos. El gobierno gringo dice que el gobierno PAC de Carlos Alvarado Quesada ocultó información en cuanto la entrega pública de material relacionado con la pandemia del covid-19, resaltándose que, según nos lo cuenta Diario Extra, fue este medio el que tuvo que acudir a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en demanda de tal información, cuya naturaleza de interés de la gente no resiste el menor cuestionamiento. En tal sentido, las libertades civiles sufrieron una grave lesión; específicamente, la libertad de expresión.

Tenemos que citar, necesariamente, haciendo conexión, el intrincado caso de la UPAD y la grave presunción ciudadana de espionaje político-civil a personas y a organizaciones, como tendencia oculta y nefasta de control político-policial desde el aparato estatal. Cuando todo esto salga a la luz, a plenitud, probablemente la imagen de país sufrirá más deterioro.

El hacinamiento carcelario, merece la atención del gobierno gringo en este informe de Derechos Humanos. Nosotros pensamos que el Sistema Penitenciario Nacional hace tiempo debió declararse en estado de emergencia, pues no solamente hay un deterioro marcado de las condiciones de vida para las personas privadas de libertad; sino que el mismo personal (de servicio, administrativo, técnico, profesional y policial), sufre tal hacinamiento, multidimensionalmente; especialmente, sobrecargas de trabajo, carencia grave de recurso humano, deterioro psicoemocional y aumento de riesgo de pérdida de la vida.

Otro ámbito que se destaca en el indicado reporte, es el señalamiento de procesos de detenciones ilegales. Además, de la tendencia gubernativa a ignorar las instituciones de los pueblos indígenas, el desconocimiento de sus autoridades y la violencia contra estas comunidades de compatriotas. Debe indicarse que, sin duda alguna, hay aquí expresiones intolerables de racismo.

Por otra parte, es necesario señalar que continúan impunes los asesinatos de los líderes indígenas Sergio Rojas Ortiz y Jerhy Rivera Rivera.

Es este sensible tema de los Derechos Humanos, los de carácter económico-social, si bien no están muy bien abordados en la recopilación pública del informe gringo (y no sabemos en estos momentos, si fueron debidamente considerados), es claro que, para el caso costarricense, la pandemia lo que hizo fue agravar la situación de miles de personas integrantes de las familias de la clase trabajadora, las cuales, ya antes de la llegada de la misma al país, sufrían duros golpes a sus propios derechos humanos en ese plano, es decir, el económico-social.

Por otra parte, si es evidente que el establecimiento pleno en el país del matrimonio igualitario y de la fertilización in vitro, pueden considerarse avances en materia de Derechos Humanos de las personas habitantes integrantes de estos segmentos de convivencia social; lo real es que no fue por propia voluntad del sistema republicano-institucional costarricense; sino por la pertenencia del país a mecanismos jurídicos de orden internacional y de obligado cumplimiento. Al respecto, la orden vino de afuera y nunca fue por voluntad política interna.

Más allá del escueto informe gringo, aunque con señalamientos importantes; lo real es que el ámbito de acción para un movimiento sindical que pretenda renovarse, relanzarse, repotenciarse, reestructurarse, que éste se decida a incursionar en práctica militante cotidiana de su observancia, los Derechos Humanos, concebidos integralmente, ofrecen todo un nuevo campo de posibilidades de acción de defensa obrera insospechadas.

Déficit, deuda e intereses: ¿quién se atreve?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

No encuentro otra palabra-concepto para describir el manejo de la cuestión fiscal del país, que emplear el vocablo CRIMINAL, así puesto con letras mayúsculas.

No encuentro otra palabra-concepto para las personas responsables de ese manejo, en los diferentes gobiernos del tri-partidismo PLUSC-PAC que catalogarles como CRIMINALES SOCIALES, también en mayúsculas.

No encuentro, en el “menú” de precandidaturas presidenciales, ni el más mínimo planteamiento, aunque fuera tenue e insípido, de abordar con profunda seriedad este asunto del déficit fiscal, de la deuda pública y de su obsceno pago de intereses… ¿Quién se atreve? Creo que me quedaré esperando.

Recientemente escribí el siguiente tuit: “Empezamos el 2021 pagando 240 millones de colones POR HORA en pago de intereses de la deuda pública: 5 mil 772 millones por cada uno de los 31 días de enero y los 28 de febrero. En dos meses: 340 mil 586 millones. ¡CATASTRÓFICO! Y los diputados ensañados con el empleado público”.

Noten ustedes que estoy empleando letras mayúsculas para que se comprenda mi desvelo en cuanto a resaltar lo que me parece a mí como un cataclismo fiscal en perspectiva.

Con gran pompa, el Ministerio de Hacienda nos dio a conocer que ya ha captado, en el primer trimestre del presente año 2021, en el mercado financiero interno, Bolsa Nacional de Valores, 1 billón 365 mil 479 millones de colones (1.365.479.000.000). (El principal diario del capital neoliberal publicó una nota al respecto, el pasado sábado 27 de marzo).

Prácticamente, esta gigantesca cifra representa unos 3.8 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), calculando cada uno en 359 mil 800 millones de colones (359.800.000.000 -datos de 2020-); dato que nos proporcionó el distinguido académico universitario, de la UNED, don Luis Paulino Vargas Solís.

Esta cantidad de captación en bolsa que reporta la cartera ministerial de Hacienda, 1.365.479.000.000, promediada a los 90 días del primer trimestre 2021, nos da la cifra de captación diaria de 15 mil 171 millones 988 mil 888 colones (15.171.988.888.000).

Hablamos, entonces, de que al Gobierno se le está prestando (“captación de bonos”, en el lenguaje bursátil oficial), 632 millones 166 mil 203 colones (632.166.203), ¡CADA HORA! Datos, repetimos, del primer trimestre de 2020.

Además, se nos dice que la cantidad de dinero hasta ahora “captada”, 1.365.479.000.000, representa ya el 76% del total de la cifra prevista por tal concepto, “captación”, para el primer semestre del presente año 2021: lo que denominan Plan de Endeudamiento. Entonces, éste es de1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones (el 100% al terminar junio 2021); prácticamente, 5 puntos PIB.

Quiérese decir, entonces, que el 24% que resta del Plan de Endeudamiento del primer semestre del año 2021, equivale a 431 mil 203 millones 894 mil colones (431.203.894.000). Esto es 1.19 puntos PIB.

En consecuencia, la pretensión del Gobierno es obtener prestado, solamente en el primer semestre del año en curso, 1 billón 796 mil 682 millones 894 mil colones: ¡5 puntos PIB!, desagregados así:

a) 1.365.479.000.000: 76% del Plan de Endeudamiento para el primer semestre del 2021, ya obtenidos (3.8 PIB).

b) 431.203.894.000: 24% restante de dicho plan (1.19 PIB).

Cifras incomprensibles. Cifras inmanejables para quienes somos viles mortales, castigados y condenados a servirle a la Economía, la dominante; que es distinta a la Economía al servicio de la gente, la que urge instaurar en este país.

Entonces, con los datos del primer trimestre 2021 tenemos:

Solamente en pago de intereses de los meses de enero y febrero, 340 mil 586 millones de colones; es decir, unos 240 millones de colones por hora; o, 5 mil 772 millones de colones al día.

Se pagaron, si lo pasamos a dólares, en solamente esos dos meses, 553 millones 798 mil 373 dólares (tipo de cambio, 615 colones). Al día, 9 millones 385 mil 365 dólares. Por hora: 391 mil 56 dólares (240 millones de colones).

Por otra parte, si el plan de endeudamiento del Gobierno para el primer semestre del presente año 2021, es de 1.796.682.894.000 colones; en dólares, el equivalente es 2 mil 921 millones 435 mil 600 dólares ($2.921.435.600). 

¡Ciudadanos y ciudadanas!: Estamos hablando de que este Gobierno nos endeudará, solamente en el primer semestre de este año 2021 en, prácticamente, ¡3 mil millones de dólares!; endeudamiento que no pasa por la Asamblea Legislativa.

O sea, nos endeudan, a “los y las de abajo”, promedialmente hablando, en 16 millones 666 mil 666 dólares diarios, o, si lo ponemos por hora, son 694 mil 444 dólares.

Esta gran cantidad de números, la gran cantidad de cifras que les hemos compartido, metafóricamente viene a ser como un aquelarre de carácter fiscal; sí, es algo “demoníaco”. Un verdadero festín maligno que le hace daño a la abrumadora mayoría del pueblo costarricense.

¿Quién se atreve? ¡Sí!, ¿quién se atreve a nivel de precandidaturas presidenciales, a entrarle a esto. En mi caso, sí me atrevo a pronosticar que nadie… o casi nadie.

Hacerlo, pero hacerlo de verdad, es desafiar a la hegemonía política dominante, la de la plutocracia reinante; dentro de la cual el sector financiero-bancario, el del aquelarre fiscal, se convirtió ya en el enemigo más criminal que jamás tuvo el pueblo costarricense, solamente comparable a los invasores filibusteros de 1856-1857.

Campaña cívica Pasar Factura … ¿qué es?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Al considerar, por una parte, la magnitud de la estafa política cometida por Carlos Alvarado Quesada y su partido, al punto de que solamente un 15% de los y las costarricenses le da a su gestión una valoración positiva (la más reciente encuesta del CIEP-UCR); y, por otra, la coalición partidista que le ha dado oxígeno político para que sobreviva hasta el final de su pésimo mandato (8 de mayo de 2022), estamos impulsando la idea de que quienes se decidan ir a votar en las elecciones nacionales del domingo 6 de febrero de 2022, lo hagan de manera responsablemente seria y poderosamente crítica de lo que han sido las últimas administraciones gubernativas, incluyendo, muy especialmente, la actual.

PASAR FACTURA es el nombre, es el concepto político, es el sentimiento que queremos posicionar en las mentes de las personas trabajadoras votantes que en tal fecha tienen que ir a la urna electoral para votar por una persona que asuma la Presidencia de la República, así como por las dos personas que acompañen a ésta en las vicepresidencias, para el período de gestión 8 de mayo de 2022-8 de mayo de 2026.

También se tiene que resolver la integración de la Asamblea Legislativa 1 de mayo 2022-1 de mayo 2026, designando a las 57 personas diputadas que la conformarán.

A la hora de votar, PASAR FACTURA (si es que se está, finalmente, decidido a ir a la urna); yo pensaré, -para empezar mi análisis-, en la clase de gestión presidencial que se ha venido realizando. ¿Cómo ha impactado en mi diario vivir y el de mi familia, la presidencia del señor Carlos Alvarado Quesada, al cual hemos catalogado como el más grande estafador político de los últimos tiempos a nivel de personas políticas en Casa Presidencial?

Considere usted que, por tanto, una buena campaña PASAR FACTURA tiene un ámbito de incidencia de hasta un 85% del electorado, que ve negativamente lo que este señor ha impulsado desde la máxima posición ejecutiva del país.

Y, por supuesto, PASAR FACTURA, tratándose de la votación presidencial, abarca el análisis que, como potenciales personas electoras, hagamos acerca de las máximas jerarquías político-ejecutivas que han acompañado la desastrosa gestión gubernativa de Carlos Alvarado Quesada (en ministerios, en instituciones, en empresas públicas): ¿cómo nos ha afectado estos señores y estas señoras en esos cargos?

PASAR FACTURA conduce,inevitablemente, a valorar las diversas candidaturas presidenciales con relación a las actuales diputaciones en cuanto al partido político que les es común.

La abrumadora mayoría de la población trabajadora de este país ha sufrido en carne propia las consecuencias de fuertes legislaciones anti-obreras, anti-sociales, anti-clase media, que han salido de la actual Asamblea Legislativa; misma que le ha dado a la gestión de Carlos Alvarado Quesada un amplio espacio político para impulsar la peligrosa senda de la desigualdad, de la exclusión social y económica, de la pauperización generalizada.

Las diferentes leyes depredadoras del bien común y de la inclusión social, que han sido emitidas por el actual parlamento, han contado, en esencia, con el binomio político Liberación Nacional y Acción Ciudadana, actuando ambos en una simbiosis ideológica impensada antes de la llegada del actual mandatario. El partido del actual presidente legislativo, Restauración; su ala disidente y la propia Unidad, no están exentos del fomento y respaldo al indicado tipo de legislación. Y también, no pocas personas le cuestionan al Frente Amplio su paso por la gestión de Alvarado Quesada.

PASAR FACTURA debe conducirnos al ejercicio individual interior de valoración cívica jamás realizado de cara a una votación presidencial y diputadil como la del domingo 6 de febrero de 2022.

Tenemos que tener presente que los poderes fácticos van a jugar en esta campaña electoral mucho más intensamente que en la del 2018. Ésta nos enseñó, de la manera más cruel, que una cosa es votar y otra cosa es elegir. La elección pasada se dio antes de que votáramos, básicamente mediante los titulares de las corporaciones plutocráticas del negocio de las noticias, tanto escritas, como televisivo-radiofónicas.

Vamos a ser agredidos y agredidas, de cara a los comicios del domingo 6 de febrero de 2022, nuevamente; de manera intensa por parte de la propaganda ideológica que financia la plutocracia gobernante en estos momentos, misma que pretenderá dar más impulso a los avances que la gestión de Alvarado Quesada y sus partidos en la Asamblea Legislativa, le han posibilitado en el presente cuatrienio constitucional.

PASAR FACTURA es el mejor mecanismo de defensa que tenemos a nuestra disposición para cobrarle a los partidos políticos que me arruinaron el negocito, que me obligaron a cerrarlo, que me forzaron a despedir; que me rebajaron el salario; que me despidieron del todo; que me quitaron derechos y que me los siguen arrebatando; que por sus decisiones se generó más pobreza en mi hogar y más conflictividad familiar; que le impusieron el IVA a la pequeña actividad micro-mediana empresarial, mientras aprobaban multimillonarias amnistías tributarias a gigantescas corporaciones privadas… Tengo pleno derecho a señalar con el dedo electoral acusador a esos partidos que me hicieron tanto daño, a mí y a mi familia. Es una buena idea, ésta, de PASAR FACTURA.

PLN: convención y plutocracia

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Al parecer, el Partido Liberación Nacional (PLN), se estaría jugando su existencia misma dentro del escenario político nacional, de cara al proceso electoral nacional del próximo febrero de 2022.

Nos parece que algunas personas con altos grados de responsabilidad en su dirección actual, al margen de ésta y/o marginadas de la misma, son conscientes de que las preferencias ciudadanas con el PLN están el nivel más bajo de toda su historia de participaciones en procesos electorales nacionales; y, además, la cuantía de gente con derecho a votar y dispuesta a hacerlo por el PLN, no les alcanzaría para ganar la Presidencia de la República.

Enorme resentimiento hay con el PLN más que con ningún otro partido. En especial, en bases obreras y de sectores medios, el enojo con los últimos gobiernos liberacionistas y con las personas diputadas suyas de los últimos períodos constitucionales, es constatable sin grandes esfuerzos científico-analíticos.

Si nueve de cada diez personas electoras don derecho a voto en febrero de 2022, indican que no tienen simpatía partidaria alguna en estos momentos (encuesta CIEP-UCR que, aunque con reservas, es la de mayor credibilidad en el país); es posible que un enorme segmento de las personas “partidariamente desencantadas” fueron liberacionistas.

El prácticamente acabóse del PLN, como protagonista histórico esencial de los sucesivos procesos electorales, empieza a manifestarse con las derrotas electorales de los años 2014 y 2018, cuando empieza a hacerse visible que su control ideológico-hegemónico lo asumen personas que de filosofía y de política socialdemócrata saben tanto como un arquitecto sabe de cirugía plástica.

Empezó en el seno del PLN un proceso de posicionamiento de la visión de sociedad centrada en la tesis neoliberal del todo mercado-nada Estado, dando paso a que fuese convertido como uno de los partidos representativos de los intereses de lo que ahora tenemos más claro que nunca: la plutocracia reinante en el devenir fundamental de la cosa pública.

Las personas liberacionistas de verdadero pensamiento socialdemócrata empezaron a ser relegadas de posiciones decisoras en el rumbo de ese partido y, mientras más se les arrinconaba, más empoderamiento de las tesis plutocráticas cogían fuerza a su interior; sobre todo, porque tal grupo relegado nunca tuvo la vocación de articularse para resistir la operación serrucho contra el ideario socialdemócrata original.

La convención liberacionista de próxima fecha no pareciera arrojar un resultado político que ponga en peligro el control plutocrático del PLN. La plutocracia ha envenenado tanto el ADN socialdemócrata del PLN que no parece haber ya antídoto.

Para agravar las cosas, la actual fracción parlamentaria liberacionista ha mostrado una enorme saña antiobrera y un enorme desdén y desprecio por la situación socioeconómica de las clases medias.

La autoproclamación del PLN como partido policlasista, vigente en su época de oro; nunca como en el presente período legislativo constitucional (2014-2018), había tenido tan nula relevancia o consideración, ni siquiera por apariencia, en función del respeto que merecería el legado de las personas fundadores del PLN.

A nivel del personal estatal de todo el sector Público (unas 330 mil personas y sus familias), las ideas plutocráticas del PLN son de un impresionante rechazo. Su base electoral en la Administración Pública, otrora de enorme cohesión e incidencia, está sumamente erosionada.

La Socialdemocracia, en consecuencia, sigue huérfana. El pase del Partido Acción Ciudadana (PAC) a las filas de la hegemonía plutocrática, reafirmó que tal orfandad sigue vigente.

La gran incógnita a despejarse con la convención liberacionista es si alguno de los precandidatos presidenciales estará dispuesta a desafiar el nuevo orden en el PLN; nuevo orden que, como lo demuestra su actual fracción legislativa, socialdemócrata no es. Es plutocrático.