Lo reiteramos: ¡Costa Rica no necesita del FMI!

Albino Vargas Barrantes, Secretario General (ANEP)

La secta ideológico-política, de corte fundamentalista-extremista, que controla la Casa Presidencial y la Asamblea Legislativa, con el apoyo de los medios de comunicación colectiva especializados en la práctica insana y enfermiza del periodismo de odio, insisten en imponernos un “convenio” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), partiendo de tres medidas sustentadas en una grosera manipulación que, sin duda alguna, merece la más enérgica condena.

Primero: es absolutamente falso que la gente del FMI pidiera una ley de empleo público. Segundo: igualmente, es absolutamente falso que solicitaron la aprobación de un paquete de impuestos; y, mucho menos, que éste fuera en contra de las golpeadas capas medias y en contra de la gente pobre. Tampoco, la gente del FMI vino a exigir “venta de activos”, como suele definirse a la privatización abierta de las más rentables empresas públicas que todavía quedan en manos del pueblo costarricense.

Mienten, de la manera más descarada y vil, ejecutando una conjura de falsedades, una larga lista de amanuenses, presentadores de noticias, opinólogos y similares, editorialistas y columnistas que están acosando a la sociedad en el sentido de que, si no hay convenio con el FMI, Costa Rica se muere. ¡Nada más ruin!, por una parte.

Por otra, que el proyecto de empleo público, actualmente en trámite legislativo, sea condición indispensable para tal convenio, es una de las más repudiables mentiras de esa política sucia de agresión psicológica y de terrorismo ideológico que la secta política dominante está desplegando contra la gente, en estos momentos de gran tensión social.

Criterios altamente especializados provenientes de diversas fuentes de pensamiento sociopolítico y económico, han venido fundamentando la tesis de que Costa Rica no ocupa de convenio alguno con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Existen una buena cantidad de propuestas del más diverso orden que apuntan para una solución nacional al grave problema de las finanzas públicas, si fuese la búsqueda y la promoción del bien común la inspiración central de la acción gubernativa.

La corriente sindical en la cual militamos, misma que ha acumulado un valioso acervo de propuesta alternativa al modelo excluyente de sociedad que se nos viene imponiendo, está convencida, desde el mismo inicio de la campaña pro-FMI, de que el país no ocupa un convenio con esta entidad financiera internacional.

En tal sentido, hemos estado actuando de manera consecuente y hemos estado procurando aportar para que haya un fuerte sector social de múltiples componentes organizacionales, que haga de necesario contrapeso al bloque político-ideológico de la secta que ha venido controlando los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Dicho bloque político-ideológico construido por la secta dominante de ambos poderes, no acepta argumentos de ninguna clase que no sean aquellos que sustenten su visión extremista del problema fiscal nacional. Tienen, además, un profundo menosprecio por el conocimiento acumulado por la sociedad en cuanto a las cuestiones de la integración social con inclusión económica; amén de que desprecian las opiniones expertas de alta calificación científico-técnica que les dice que ese fundamentalismo macro-económico y fiscal, solamente da base para escenarios de confrontación en diversos escenarios.

Así planteado tal estado de cosas en la realidad costarricense del momento, la acción sindical con fuerte sesgo corporativista-gremialista, no solamente representa un enfoque tremendamente egoísta e impropio para los altos niveles de exclusión social y económica que enfrentamos; sino que, fortalece el posicionamiento contra la sociedad que ha venido teniendo tal secta dominante al recibir ésta “oxígeno” político desde el lado obrero, el cual, por supuesto, no ocupa. Algunos, de nuestro lado, no quieren entender que los neoliberales no negocian, imponen; y lo que corresponde es pasarse del lado de la gente, de la ciudadanía excluida o a punto de serlo. Es éste el camino por el cual hemos optado en la corriente sindical que ocupa nuestro esfuerzo todos los días.

Movimiento Rescate Nacional: 15 razones para volver a las calles

Albino Vargas Barrantes. Secretario General (ANEP)

Aprovechamos el valioso espacio que nos concede El Guardián para expresar una opinión semanal acerca de la realidad político-económica y social del país, desde la perspectiva del concepto de Sindicalismo Sociopolítico, en el cual creemos y en cuyo seno militamos; para compartirles las 15 razones que motivan al Movimiento Rescate Nacional a volver a la protesta social, el próximo 15 de febrero en curso y según lo han dado conocer sus representantes. Se citan esas 15 razones copiadas de un folleto impreso que ya están circulando en sus bases. Tal documento contiene esta significativa frase final: “Porque el pueblo es el Soberano y debe ser escuchado”.

1. Porque es un derecho constitucional en ejercicio ante un gobierno insensible, represivo, incapaz, teñido de corrupción y que gobierna para las clases económicamente poderosas.

2. Porque el Gobierno y la Asamblea Legislativa se empeñan en imponer la agenda complementaria con el Fondo Monetario Internacional, que generará más endeudamiento, aumento de impuestos, desempleo, más pobreza y mayor desigualdad; iniciativa que fue rechazada en las calles por el Movimiento Rescate Nacional en el 2020, ya que existen otras alternativas para resolver el déficit fiscal.

3. Porque lejos de atacar la evasión, la elusión fiscal, el contrabando aduanero y la corrupción, el gobierno se ensaña contra el pueblo trabajador, el sector productivo y nuestro Estado de Derecho.

4. Porque los partidos políticos, Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Acción Ciudadana, Restauración Nacional y otros, avanzan con proyectos para gravar a la clase media y baja con más impuestos y con el aumento del IVA; mientras grandes empresas declaran cero ganancias o gozan de exoneraciones como las zonas francas que deben pagar impuestos de forma solidaria.

5. Porque el país requiere de un verdadero plan de reactivación económica.

6. Porque el impuesto a bienes inmuebles, disfrazado para casa de lujo, recaerá sobre las propiedades, incluyendo los terrenos o fincas de la mayoría de los costarricenses, ya que el valor fiscal lo establecerá Hacienda de manera antojadiza y no ajustado al valor real de la adquisición del bien, lo que hará que muchos costarricenses vean sus propiedades rematadas.

7. Porque el proyecto de renta global que grava los ingresos a trabajadores del sector privado y público, generará más recesión económica al congelar salarios; mientras los bienes y servicios como canasta básica, electricidad, combustibles y otros aumentan día con día y se pierde el valor adquisitivo del salario.

8. Porque la reducción del gasto público no se aplica a contrataciones de obra pública, asesorías, altos salarios de jerarcas, pensiones de lujo, alquiler de edificios, dietas de juntas directivas, gastos de representación; sino al recorte de programas sociales.

9. Porque la venta de la cartera de CONAPE elimina la posibilidad de financiamiento de carreras a estudiantes de escasos recursos a intereses accesibles.

10. Porque los ricos deben pagar impuestos como ricos y los pobres como pobres; las cooperativas y las asociaciones solidaristas no se deben gravar porque ahí ahorra la clase obrera media y baja y eso significa un impuesto indirecto más al salario de la clase trabajadora.

11. Porque este gobierno insiste en desaparecer la clase media y gobernar para el empresariado de las grandes riquezas.

12. Porque no aceptamos la venta de activos del Estado, la privatización del agua, o la aprobación de una nueva ley de semillas que acabaría con la producción de semillas criollas.

13. Porque el sector agropecuario, pesquero, turismo, transporte y comercio en general, urgen de refinanciamiento y de una moratoria de pagos y de medidas que limpien su record crediticio para acceder a crédito.

14. Porque el Gobierno debe dar cuentas en qué se gastaron los 504 millones de dólares del primer desembolso del FMI y quiénes son los beneficiarios o tenedores de deuda de los 196 millones de colones por hora, o sea, casi 5 mil millones de colones diarios que se pagan por intereses de la deuda pública.

15. Porque los delitos contra la hacienda pública no deben prescribir y se deben pagar con cárcel y con el patrimonio.

La corriente sindical en la cual militamos ha expresado, de manera oficial, su identificación y su convergencia con la agenda de lucha del Movimiento Rescate Nacional.

Los 12 cuestionamientos de la ANEP a la ministra de Educación por regreso a clases

Desde la ANEP y desde la Seccional ANEP-Magisterio Nacional sabemos que, en estos momentos, la mística de personal docente y administrativo, aboca en estos momentos a miles de personas trabajadoras de la educación a dar lo mejor de sí para con lo dispuesto, con el estratégico objetivo de retomar en este nuevo ciclo lectivo, al estudiantado que tanto apoyaron el año anterior. Pero, también consideramos que hay vacíos necesarios de clarificar a través de la pronta respuesta de jerarcas como su persona, para asegurar la tranquilidad del digno personal docente y administrativo a lo largo y ancho del país.

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Seccional AyA no vislumbra cambio positivo con nuevo Presidente Ejecutivo

La seccional en Acueductos y Alcantarillados no cree que habrá un cambio positivo en la institución tras la designación del nuevo presidente ejecutivo. Por esto prometieron seguir la lucha para garantizar las mejores condiciones para los funcionarios.

Empleo público: golpe de Estado parlamentario a la constitución

Albino Vargas Barrantes, Secretario General (ANEP)

Lo que está ocurriendo en la Asamblea Legislativa con la tramitación del Expediente Legislativo No. 21.336, Ley Marco de Empleo Público, es un Golpe de Estado parlamentario a la Constitución Política del 7 de noviembre de 1949. Se trata de una agresión de carácter ideológico a la institucionalidad fundamental de los postulados fundacionales de lo que la historia oficial registra como la Segunda República.

Por una parte, tenemos que las personas diputadas conformantes de la Asamblea Constituyente que, en 1949, promulgaron la actual Carta Magna de la República, decidieron que no debería Costa Rica seguir teniendo un Estado central, vertical-autoritario, con una figura presidencial todopoderosa.

Se optó por distribuir el poder público, mismo que hasta la llegada del doloroso conflicto-guerra civil de 1948, tenía el control total “de vidas y haciendas”, hasta el conteo de votos de las elecciones presidenciales. Tal estado centralista, verticalista-autoritario, tiene mucho que ver con la voladera de balazos entre compatriotas, ocurrida en ese año 1948.

Por tanto, establecieron que la administración pública del país dispersara su poder y se caracterizara por las autonomías; naciendo las autonomías de las universidades públicas, la de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), las propias instituciones autónomas y la del régimen municipal. Tales autonomías se caracterizaron por diversos grados de independencia con relación al poder central del Estado.

Lamentablemente, tales corrientes ideológico-políticas, de un Estado central, todopoderoso, han vuelto a tomar fuerza después de muchos intentos en estos años de lucha cívico-popular en defensa del Estado Social de Derecho. Esta denominación, Estado Social de Derecho, es el concepto filosófico, político y jurídico para calificar la institucionalidad republicana que nació el 7 de noviembre de 1949, cuando se promulgó, repetimos, la Constitución Política todavía vigente.

Con el proyecto Ley Marco de Empleo Público, están impulsando este Golpe de Estado parlamentario al carácter del Estado que quedó plasmado en la Constitución Política de 1949.

Por otra parte, con la Ley Marco de Empleo Público se ataca el corazón del sistema democrático reconocido universalmente: la separación de poderes. Según Montesquieu, que es quien plasma con claridad por primera vez la separación de poderes, el reparto del poder del estado es necesario para evitar la acumulación en una sola mano que pueda ejercerlo de manera despótica. Para ello, debe dividirse en tres partes, cada una con una misión específica y diferente, que supongan un equilibrio y contrapesen la actuación de las demás”. Así consignado en su obra máxima El espíritu de las leyes. (https://blogposgrado.ucontinental.edu.pe/el-origen-y-la-evolucion-de-la-separacion-de-poderes).

Tal equilibrio y contrapeso entre los tres poderes supremos del Estado (el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial), es vulnerado, de manera peligrosa, en el proyecto Ley Marco de Empleo Público; puesto que será uno de ellos, el Ejecutivo, el que tenga el poder sobre los otros dos, el Legislativo y el Judicial, en todo el ámbito de las políticas de gestión de los recursos humanos, integralmente conceptuada, teniendo implicaciones profundas que contaminarán los procesos administrativo-financieros de esos dos poderes que, de un modo u otro, pasarán a sufrir un control ejecutivo desde la Casa Presidencial de turno (Poder Ejecutivo: Ministerio de Planificación y Política Económica -Mideplan- y Dirección General de Servicio Civil).

Este Golpe de Estado parlamentario, actualmente en desarrollo en el propio seno del primer poder de la República, el Legislativo, tiene mucho que ver con la acción política de gran agresividad que se ejecuta en el país en contra del bien común y en contra de la inclusión económica y social, por parte de las fuerzas del gran capital.

Éste se ha empoderado demasiado luego de la estafa política cometida por Carlos Alvarado Quesada y la traición del Partido Acción Ciudadana (PAC) a sus postulados fundamentales fundacionales: enfrentar al neoliberalismo en la política pública, especialmente; e imponer la ética y la transparencia en la función pública atacando sin piedad a la corrupción. Hacia el término del segundo gobierno PAC, es contundente el juicio ciudadano de que se entregó al neoliberalismo y de que terminó coludido con la corrupción como sucedió con el PLN y con el PUSC.

La campaña de terrorismo ideológico y de agresión psicológica desplegada en los últimos años en contra del empleo público, creó el escenario “ideal” que posibilita el trámite parlamentario del actual proyecto Ley Marco de Empleo Público; notándose un comportamiento legislativo de rebaño en la mayoría de las actuales personas diputadas que, con gran desconocimiento de la historia Patria, mocionan y votan según un titular de periódico.

Intereses: Ahora son 230 millones de colones por hora

Albino Vargas Barrantes, Secretario General  (ANEP)

Durante cada hora de cada uno de los 365 días del pasado año 2020, los intereses de la deuda pública del país, obligaron al Gobierno Central-Ministerio de Hacienda, a erogar la gigantesca cantidad de 195 millones de colones cada 60 minutos. El impacto negativo en los más diversos programas gubernamentales del Estado central, especialmente los más sensibles como Seguridad, Educación y Salud, tiene ya manifestaciones claras.

La línea ideológica principal de la clase plutocrática gobernante es, primero que todo, pagar intereses de la deuda. Todo lo demás es secundario; incluyendo las necesidades más apremiantes de las personas ya excluidas o en proceso de serlo, de la exitosa integración social y económica que el país tuvo antes de que el fundamentalismo fiscalista de corte neoliberal empezara a envenenar las acciones de política pública basadas en la búsqueda y en la promoción del bien común.

Para este año 2021, el año del Bicentenario, el pago por hora de intereses de la deuda pública es de 230 millones de colones por hora; calculados con base en que esa erogación representará 5.6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB); y que cada punto porcentual del PIB representó, en el 2020, una cantidad de 359.800.000.000 millones de colones, según dato que nos proporcionara el doctor en Economía, don Luis Paulino Vargas Solís, prestigioso académico de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

Se dio a conocer en pasadas horas que el Fondo Monetario Internacional (FMI), le otorgó a Costa Rica un nuevo préstamo, por la cantidad 1.778 millones de dólares, lo cual implica dos cosas: crecerá la deuda pública del país y crecerá la carga de intereses de la misma. Por cierto, siempre estuvimos convencidos de que tal préstamo no era necesario, que acudir al FMI no se necesitaba. Connotadas personalidades también lo estuvieron planteando.

Debemos hacer un esfuerzo para comprender qué persigue la clase plutocrática gobernante y sus personajes operadores políticos instalados en la Casa Presidencial y en la Asamblea Legislativa, con esta carrera loca en estar propiciando más endeudamiento público.

Lo primero que tenemos que tener presente es que este asunto de la deuda pública, del brutal pago de intereses que la misma exige, ahora a razón de 230 millones de colones cada 24 horas, es un gran negocio en el seno de los sectores oligárquico-financieros de la plutocracia gobernante. Las operaciones de bolsa, mediando firmas de valores y bufetes “selectos”, dejan jugosísimas ganancias para pequeños grupos de poder con conexiones políticas al más alto nivel.

Por tanto, no hay interés objetivo alguno en que el problema fiscal del país se arregle; por el contrario, lo que se busca es que el mismo esté dentro de parámetros controlables para evitar que a esos sectores oligárquico-financieros se le salga de control. Garantizar esto, es tener la seguridad de que el flujo de recursos a esos sectores pudientes se mantenga y se acreciente.

Lo segundo que tenemos que tener en mente es que, de conformidad con la ideología de la clase plutocrática gobernante, esa que podemos resumir en la frase-concepto todo mercado-nada Estado, no es concebible que todavía existan como propiedad pública una serie de instituciones estatales que generan altas rentas. Hablamos del ICE, del INS, de AyA, de los bancos públicos (de Costa Rica y Nacional, especialmente), de Correos, de FANAL, de Recope y, por supuesto, de la Caja.

Según la Contraloría General de la República (CGR), cuya jerarquía política máxima trabaja, de manera ideológica, al servicio de la clase plutocrática gobernante, varias de estas empresas públicas generaron, de manera conjunta, al 30 de octubre recién pasado, un superávit de 7 mil millones de dólares; suma está más que apetecida por esos sectores plutocráticos, hoy en el control total de la hegemonía política de la institucionalidad funcional de la República.

Así las cosas, no es nada descabellado pensar que existe una articulación ideológicamente diseñada, materializada en una estrategia política operativizada mediando el control de los poderes formal del Estado (especialmente, el Ejecutivo y el Legislativo), e impulsada a través de la intensa campaña de agresión psicológica y de terrorismo ideológico en contra del sector Público (a partir del tema del empleo público); para llevar al país al borde de una deuda pública imposible de pagar y de una amortización de intereses más que explosiva de las debilitadas finanzas públicas del Estado central, a fin de decirle a la ciudadanía que la única forma de evitar el “cataclismo apocalíptico del fin de los tiempos”, es vender los activos del Estado, básicamente los que acabamos de mencionar.

Esta articulación ideológicamente diseñada incluye, por supuesto, no hacer nada en materia de evasión y de elusión fiscal-tributaria; como tampoco, en no hacer nada en el campo de las exenciones-exoneraciones empresariales abusivas. Todo esto junto, anda por el orden de los 14 puntos PIB. Si tan sólo se intentara recuperar la mitad; o tan sólo un tercio, otro gallo cantaría en el ámbito de las alicaídas finanzas públicas del Estado central. La conspiración de la plutocracia gobernante está en pleno desarrollo.

Empleo Público, FMI y manipulación mediática

En su edición dominical en formato impreso, correspondiente a este domingo 17 de enero de 2021, la corporación mediática de negocios-emblema del periodismo de odio, titula: “FMI: reforma de empleo público cumple estándares internacionales”. Al respecto indicamos, brevemente, lo siguiente.

PRIMERO: Es un intento desesperado por mitigar el gran golpe dado a la ya de por sí muy deteriorada credibilidad de Alvarado, cuando éste estuvo diciendo que el FMI exigía el actual proyecto de empleo público como condición sine qua non para otorgarle al país el “préstamo” de 1.750 millones de dólares. ¡No era cierto! En la reunión que tuvimos con la delegación del FMI, Alvarado y su gobierno quedaron desenmascarados. Se destapó el embuste denunciado por ANEP.

SEGUNDO: Que el proyecto de empleo público resulte “grato” al FMI, es otra cosa radicalmente distinta a decir que es condición sine qua non para ese innecesario préstamo.

TERCERO: Desconocemos el tipo de estándares internacionales que tiene el FMI en materia de empleo público. La delegación FMI no lo aclaró. No sabemos si existe un “machote” para el empleo público en esos estándares internacionales. Para el caso costarricense, no sabemos si esos estándares internacionales consideran autonomías institucionales de orden constitucional; si consideran principios fundamentales de Derechos Humanos como la negociación colectiva; si consideran derechos adquiridos y/o situaciones jurídicas consolidadas; no sabemos si consideran la aplicación de recortes presupuestarios triple “i”: irreflexivos, irracionales, irresponsables…, etc.

CUARTO: Tal titular y el contenido de la “nota periodística” que le sigue, es congruente con la línea de ataque ideológico de dicho medio en contra de las personas trabajadoras asalariadas del empleo público, por una parte. Por otra, amén de darle un respiro a Alvarado, busca tirar línea a los personajes del gobierno (no menos desacreditados que éste), involucrados en las conversaciones con la delegación FMI, a fin de que brinden declaraciones congruentes con el indicado titular. Nótese que las personas titulares de Hacienda, de Planificación y de Presidencia no dieron una sola declaración desde que quedó demostrado el embuste presidencial del proyecto de empleo público como condición sine qua non para el préstamo. Ni qué decir que se trata de la emisión de línea para aquellas diputaciones a las cuales “se les tuercen los brazos”.

ANEP, a las 10 horas de este domingo 17 de enero de 2021.

ANEP demuestra que choque de patrulla fue por falla mecánica ante intención del MSP de sancionar a policía

La Unidad de Asesoría Jurídica (UAJ) logró la exoneración de un funcionario de apellidos Quirós Rojas, destacado en la Policía de Fronteras, a quien se le abrió un procedimiento disciplinario para investigar la responsabilidad en un accidente de tránsito.

De acuerdo con el abogado de la ANEP, David Estrada, el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) pretendía iniciar la investigación por la colisión de una patrulla, cuando Quirós conducía de noche y con lluvia en una carretera de Buenos Aires de Puntarenas.

“El oficial escuchó un estruendo a razón de se le había estallado una llanta. En ese momento, el vehículo conducido por Quirós Rojas pierde el control y se sale de la vía, ocasionando daños al vehículo policial”, indicó Estrada.

El funcionario policial siendo afiliado a la ANEP, solicitó acompañamiento de la UAJ, y gracias a un trabajo conjunto se logró demostrar efectivamente que la colisión habría sido a causa de un caso fortuito como el estallido de una llanta del vehículo.

Bajo esa premisa, el Consejo de Personal del Ministerio de Seguridad exoneró al afiliado de cualquier responsabilidad disciplinaria derivada de la colisión.

Manifiesto de Sectores Sociales

LAS PERSONAS, ORGANIZACIONES Y SECTORES ABAJO FIRMANTES, HACEMOS DE CONOCIMIENTO PÚBLICO

CONSIDERANDO:

PRIMERO. En el año de la conmemoración nacional del Bicentenario de la Independencia de la Patria, el 2021, la institucionalidad democrática costarricense está más vulnerable que nunca:

Cada vez más, miles de compatriotas sufren las consecuencias del desempleo, del aumento del costo de vida, de la reducción o congelamiento salarial, de la falta de oportunidades, de la exclusión de la economía, de la pobreza y de a desigualdad social.

Esta situación, que desde inicios del año anterior (2020), alcanzaba números preocupantes, se ha visto agravada llegando a cifras record alarmantes, ante la situación generada por “la llegada” del COVID-19 al país, por una parte; y por otra, la inoportuna respuesta del equipo económico del Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa, a la situación antes descrita.

SEGUNDO. Quienes deciden las políticas públicas, han visto en el doloroso momento nacional actual, una oportunidad para profundizar un modelo económico concentrador y excluyente:

Cada vez más, cientos de miles de compatriotas vemos con preocupación, indignación e impotencia, cómo a pesar de experiencias que vivió la sociedad costarricense el año anterior; el 2021 inicia con la insistencia desde Gobierno y desde la Asamblea Legislativa, en impulsar como respuesta a la crisis sanitaria, económica y social, decisiones cuyo rumbo y consecuencias no hacen sino convertir el difícil momento que atraviesa el país, en una oportunidad para profundizar la receta económica que concentra riqueza en pocas manos, la cual viene en marcha en nuestro país desde los últimos 30 años, descartando cada vez más compatriotas de la economía.

Ante la exclusión social y económica en ascenso, las decisiones económicas que se impulsan nos colocan, nuevamente, a la sociedad costarricense en un punto delicado de polarización relacionada con la distribución del ingreso. Un gobierno, cuya gestión genera el mayor rechazo ciudadano de la última década y cuya imagen continúa en caída libre; y un grupo de diputados que siguen perdiendo legitimidad política real por su excesiva y descarada inclinación a favorecer al gran capital; ni unos ni otros tienen la autoridad moral para seguir polarizando al país que requiere soluciones equilibradas.

TERCERO. Las medidas económicas que impulsan el Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa golpean a sectores claves para dinamizar la economía:

Es de suma preocupación, considerando el actual mega-período de sesiones extraordinarias que le otorga al Gobierno ocho meses para “mover sus hilos” en la Asamblea Legislativa, que lo inicie con iniciativas que afectan a sectores que dinamizan el mercado interno, el comercio, la producción, y a la sociedad costarricense en su conjunto; pero sin respuesta efectiva a problemáticas sectoriales reiteradamente señaladas. A saber:

  1. Negociaciones de Gobierno de cara a convenio con el FMI: Costa Rica no necesita de convenio alguno con el Fondo Monetario Internacional. ¡Sobran alternativas! Como sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, vemos con enorme preocupación que se descarte la enorme cantidad de aportes, procedentes de diversas fuentes, que se han venido planteando a fin de que, desde lo nacional, nos aboquemos a construir las soluciones hacia la crisis fiscal del país, sin necesidad de que tengamos que atarnos a organismos financieros internacionales y, mucho menos, cuando se ha venido demostrando que hay recursos financieros internos para que, de modo, paulatino, diseñemos un camino costarricense de salida a esa crisis sin abruptos procesos de agudización del clima social nacional.

Las negociaciones con el FMI se darán en un momento totalmente inoportuno, de considerable potencial provocador a un desasosiego social más intenso y extendido que el del año anterior. Particularmente, la naturaleza del desafío tributario que tenemos por delante, con su marcado sesgo regresivo; nos involucra en cuanto las características de los sectores sociales que estamos representando, castigados por ese sesgo de injusticia impositiva; de modo tal que no podemos aceptar más impuestos de orden regresivo. Por el contrario, llegó la hora nacional de que nos aboquemos a las transformaciones tributarias profundas que tengan como eje central, la progresividad fiscal.

  • Impuestos regresivos: Rechazamos, con vehemencia absoluta, que se pretenda imponerle más impuestos, todos de un profundo carácter regresivo, al pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo, el que a duras penas subiste con emprendimientos micro-pequeños y/o de economía social); recargándole el peso abrumador de un sistema tributario perversamente injusto. Lo anterior no sólo aumenta la desigualdad social sin atender la evasión fiscal y las exenciones tributarias; sino que, además, encarece el costo de la vida al pueblo trabajador; a la vez que pone en grave aprieto las actividades económicas-productivas de las micro, pequeñas y medianas empresas, castigándolas con nuevas cargas tributarias.
  • Venta de activos del Estado: Integrantes del equipo económico del Gobierno han insistido en días anteriores que no han renunciado a la venta de FANAL. Desde las distintas expresiones organizadas de los sectores sociales hoy reunidas expresamos un NO rotundo a la venta de FANAL. Así mismo rechazamos con contundencia, las intenciones anunciadas en diferentes oportunidades por la fracción legislativa del PUSC y otros grupos políticos, sobre sus intenciones de impulsar venta de activos en Instituciones como activos como el Banco de Costa Rica (BCR), Instituto Nacional de Seguros (INS) y telecomunicaciones del ICE.
  • El proyecto de Ley de reducción de beneficios fiscales y ajustes de tarifas en rentas de Capital (expediente 22.369) que pretende elevar la renta, generar impuestos al trabajo y gravar los intereses sobre rendimientos del FCL y rentas de capital en cooperativas.Lo anterior afecta especialmente al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista con nuevos impuestos. Tal iniciativa debe desecharse, radicalmente,
  • El proyecto de ley Marco de Empleo Público (expediente 21.336) que concentra en manos del Poder Ejecutivo potestades excesivas, que perjudican los derechos de las personas trabajadoras estatales, poniendo en riesgo la calidad de los servicios públicos, para que el Gobierno de turno pueda manipular a su antojo el régimen de empleo del Estado costarricense. Iniciativa contraria a la institucionalidad democrática costarricense porque violenta la Constitución Política, los derechos humanos, laborales y sociales. Este proyecto junto a dos legislaciones ya aprobadas (conocidas como el combo fiscal (2018) y la ley anti-huelgas (2019), forma parte de la tríada de legislación que pretende la destrucción del modelo de Estado surgido a partir de 1949, con la denominada Segunda República.
  • Incumplimiento Gubernamental del artículo 19 de la Ley sobre Desarrollo de la Comunidad (Ley 3859). Por ley el Estado incluya en el Presupuesto Nacional, una partida equivalente al dos por ciento del estimado del impuesto Sobre la Renta de ese período, para girar las asociaciones de desarrollo de la comunidad debidamente constituidas. Lo anterior no se ha cumplido dada la reducción unilateral e inconsulta de recursos para el desarrollo comunal. Situación que atenta contra la reactivación económica en las barriadas, contra la seguridad de las comunidades y hasta contra la lucha en la atención de la pandemia, ya que estas organizaciones están involucradas en todo lo que tiene que ver con su comunidad.
  • Desinterés del Gobierno en dar solución a la condonación de deudas del sector agropecuario. En nuestro país un sector significativo de la producción agropecuaria nacional, prácticamente se encuentra en la quiebra por las altas deudas, impagables todas, de productores, a quienes la contracción adicional del mercado interno producto del Coronavirus-19 terminará de llevar a la banca rota, con su impacto negativo consecuente en la soberanía alimentaria nacional. Ante esta situación, el Gobierno no ha mostrado interés alguno, en impulsar el avance legislativo para aprobar el expediente No. 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario, y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria.
  • Falta de política integral para atender el comercio de la micro-pequeña empresa del mercado interno: El Gobierno sigue debiendo una estrategia de acompañamiento real al comercio, especialmente a la micro y pequeña empresa orientada al mercado interno; que garantice la no extinción de su actividad económica, que no le contraiga aún más el consumo afectando la capacidad adquisitiva de sectores que dinamizan su flujo de caja, o bien a través de disposiciones no dialogadas o arbitrarias sobre su actividad económica.
  1. Inexistente control político sobre el abuso en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado: A pesar que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene en estudio 1047 casos de empresas por supuesto abuso en reducción de jornadas y suspensión de contratos durante la pandemia del Covid-19; la Asamblea Legislativa aprobó en recientes días el expediente 22.265, que permite una ampliación de tres meses más al mecanismo que permite que a trabajadores del sector privado se les suspenda o reduzca jornada y salario. Lo anterior sin que exista control político alguno ni atención expedita a este tipo de irregularidades, por parte de quienes impulsan este tipo de iniciativas en el Congreso.

POR TANTO: Anunciamos al pueblo trabajador, a la opinión pública nacional, a la clase política de todo signo:

  1. Nuestra decisión de unir esfuerzos, para hacer frente de forma conjunta, a las recién mencionadas iniciativas de ley y problemáticas irresueltas orientadas a golpear aún más el ya afectado ingreso del pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo); de la población productiva (micro y pequeña empresa y agricultura campesina), y de sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, que a través de diversos encadenamientos productivos dan su aporte al consumo del mercado interno y la activación de la economía.
  2. Nuestra férrea oposición a: las negociaciones y el convenio que impulsa el Gobierno con el FMI, los impuestos regresivos con que pretenden cargar más la crisis sobre las espaldas de los sectores populares, al proyecto de ley 22.369 que afecta con nuevos impuestos al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista, al proyecto 21.336 ley marco de empleo público que violenta los derechos sociolaborales, y a la venta de activos del estado.
  3. Nuestra exhortación urgente al Gobierno y  a los diputados y diputadas de la República: aprueben el expediente 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria. aprovechando además el sistema bancario nacional para el refinanciamiento de la agricultura campesina, trasladen al movimiento comunal los recursos que por ley le corresponde, necesarios para desarrollar proyectos en sus comunidades, implemente una política integral para atender el comercio de la micro y pequeña empresa del mercado interno, y atienda y regule abusos en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado
  4. Nuestra convicción profunda que el país requiere que la clase gobernante implemente soluciones orientadas a la reestructuración de la deuda pública, la revisión del pago y de las tasas de interés que la misma ha venido demandando; así como a considerar los casi 15 mil millones de dólares que el Estado tiene en custodia en sus diversas modalidades institucionales para impulsar una solución nacional al manejo de la crisis fiscal con acción paralela en la reactivación de la economía y en la protección del empleo.