- Así lo manifestaron durante programa radial Barahona y Compañía a cargo del abogado Pablo Barahona Kruger
- ANEP celebra la autocrítica de los rectores de las universidades públicas y pide ser recibida (junto a otros sectores sociales), con urgencia, por el Conare
- Universidades públicas deben reencontrarse con el pueblo trabajador
“Con sesgo regresivo”, “es una indecencia”, “perjudicial para quienes efectivamente en este país son víctimas de un proceso de exclusión”, son algunas de las frases que utilizaron los rectores de las universidades estatales, Alberto Salom Echeverría, rector de la Universidad Nacional (UNA); Marcelo Prieto Jiménez, rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN); y, Henning Jensen Pennington, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR); respectivamente, para describir el plan fiscal que fue aprobado meses anteriores, conocido popularmente como combo fiscal y hoy ley de la República 9635, con el pomposo nombre de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Así lo manifestaron en una serie de entrevistas llevadas a cabo en el programa radial Barahona y Compañía, dirigido por el abogado Pablo Barahona Kruger. Resaltamos: “con sesgo regresivo”, afirma el rector Salom Echeverría; “es una indecencia”,indicó su colega Prieto Jiménez; “perjudicial para quienes efectivamente en este país son víctimas de un proceso de exclusión”, expresó el homólogo de ambos, Jensen Pennington
El 25 de junio del 2018, el Consejo Nacional de Rectores (Conare) se pronunció a favor de una reforma fiscal progresiva y racional que no afectara a los sectores vulnerables de la población ni disminuyera el bienestar social del país.
Sin embargo, coincidieron, durante las entrevistas que les hizo el destacado ciudadano don Pablo Barahona Kruger, en que la ahora de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, dista mucho de lo que se quería, es decir, una reforma fiscal que combatiera la elusión y evasión tributaria.
“Siendo autocritico, si bien hubo un posicionamiento ideológico o si se quiere teórico importante, creo que las universidades públicas no fuimos suficientemente militantes en el momento de hacer la transición de lo teórico a la lucha política. Y en esto, es mucho más fácil ser autocritico cuando los acontecimientos ya han pasado, pero viendo lo que sucedió hace apenas unos meses creo que una mayor presencia de Conare y sobre todo un énfasis político todavía mayor hubiese sido oportuno en esos instantes para poder, quizás, lograr que el texto que finalmente fue aprobado como ley no fuera tan perjudicial para quienes efectivamente en este país son víctimas de un proceso de exclusión que ya no es algo reducido a una pequeña masa de personas, sino más bien a un masa que se hace cada vez más grande”, dijo Henning Jensen, rector de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Por su parte, Alberto Salom, rector de la Universidad Nacional (UNA) justificó que “el sesgo hacia la regresividad” se debió a que el Gobierno se vio obligado a negociar y en ese intento se retrocedió.
“El Gobierno debió ceder con las fuerzas con las que pactó y que tiene dentro de su seno. Para nadie es un secreto que, para aprobar el plan fiscal, que tiene una serie de consecuencias regresivas para la población; hubo que contar con el beneplácito de Liberación Nacional, de un sector de Restauración, de la Unidad Social Cristiana y el propio PAC”, indicó Salom.
Marcelo Prieto, rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN), manifestó que, aunque que la reforma fiscal era necesaria para el país, la misma “no era la mejor, ni la salida suficiente para resolver el problema fiscal”.
“Mi crítica de manera muy sencilla: Todos nos hemos vistos obligados a hacer algún tipo de contribución como consecuencia de una reforma fiscal. Los trabajadores independientes van a tener que pagar más renta, los profesionales liberales, los trabajadores dependientes vamos a tener que pagar más renta, a todos se nos subió el tramo de renta; menos a las grandes empresas de Costa Rica”, dijo.
Además, agregó: “Eso me parece a mí que es una indecencia. Se está cumpliendo aquí aquello que decía Daniel Oduber de que en Costa Rica todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros. El pretexto es que las empresas tienen que pagar muchas cargas sociales, ¿y los profesionales independientes no pagamos cargas sociales? Y ¿los trabajadores independientes no tienen carga social, no tienen trabajadores con ellos? Yo tengo una crítica sustantiva sobre la reforma fiscal que se aprobó, nos falta muchísimo por hacer ya en términos de justicia tributaria en Costa Rica”.
De manera pública, la ANEP está solicitando ser recibida por el pleno del Consejo Nacional de Rectores (Conare), con la finalidad de solicitarles la apertura de un proceso de diálogo y apoyo hacia la multiplicidad de sectores sociales y económicos que está sufriendo ya las consecuencias de ese injusto paquete de impuestos; de forma tal que se pueda articular una propuesta al país con medidas de reactivación económicas y de real justicia tributaria que están urgiendo, desesperadamente.
ANEP celebra que los señores rectores de las universidades públicas (en este caso, la UCR, la UNA y la UTN), hayan asumido una autocrítica que puede ser histórica, dada las condiciones de polarización social en desarrollo (especialmente, en materia de distribución del crecimiento económico); en materia de credibilidad ciudadana en sus actuales gobernantes; y, en materia de confrontación social abierta, potenciándose ésta cada día más.
ANEP felicita al distinguido ciudadano Pablo Barahona Kruger por su atinada iniciativa de llevar a su prestigioso programa de opinión, Barahona y Compañía, a los no menos distinguidos ciudadanos rectores de las universidades públicas, en momentos en los cuales éstas están llamadas (y obligadas) a ejercer un papel activo de cara a los desafíos de una sociedad a la que le han impuesto la desigualdad como pauta central de su desarrollo económico.