Todo listo para la manifestación vehicular pacífica

Con respeto estricto a los protocolos sanitarios

Habrá caminantes con distanciamiento físico entre sí

Tal y como se había anunciado con bastante antelación, este lunes 27 de julio se desarrollará la Manifestación Vehicular Pacífica, con respecto estricto a los protocolos sanitarios, prevista para iniciarse a partir de las 9 de la mañana, en Sabana Norte, al costado este del histórico edificio central del ICE. Se recorrerán importantes vías capitalinas.

Se dará a conocer un manifiesto conteniendo las reivindicaciones puntuales de los grupos participantes, reunidos en el marco del Encuentro Social Multisectorial; puntuales planteamientos que se dan en el marco de la agudización de la crisis fiscal y de sus perversas repercusiones en los planos económico-social, amén de los graves efectos que para éstos está teniendo la pandemia del covid-19.

Particularmente, los contenidos del manifiesto toman en consideración el drama social de las familias desempleadas producto de la pandemia, la de quienes ya venían sufriendo el flagelo de la informalidad y de quienes ya estaban sin trabajo, la creciente angustia económica asfixiante para las micro-pequeñas y medianas empresas; así como el agobio y el ataque constante al empleo público; son parte de los contenidos que serán bien remarcados con esta actividad.

En el acongojante y doloroso escenario nacional que abrió el coronavirus, se entiende que la Manifestación Vehicular Pacífica de mañana lunes 27, se considera como una primera acción dado que serán necesarias otras, pues dada la soberbia y prepotencia de la gestión de Alvarado, de su Administración, y del equipo de élite del gran empresariado que le rodea, no ha sido posible un diálogo social, transparente y fructífero, como lo exigen las condiciones de vida de deterioro ascendente para la amplia mayoría de las familias trabajadoras costarricenses. Diálogo real en el que venimos insistiendo desde el año 2018, sin encontrar voluntad política de la élite gobernante, y en el cual insistimos en tiempos de covid-19.

La actividad, de contenido abierto, también desea hacer un llamado a la unidad social de amplia base que permita construir, entre todas las fuerzas y sectores con interés de participar, una agenda conjunta con la visión y contenidos de quienes nos sentimos ya excluidos o a punto de serlo por una política económica que no está destinada para favorecer a la mayoría.

Se solicita a caminantes distanciamiento físico entre sí, uso de caretas o mascarillas y demás protocolos sanitarios.

San José, domingo 26 de julio de 2020.

Rebaja salarial en el sector público: golpear más duro a la Caja

  • Movilizaciones obrero-sociales apoyaron su creación
  • Movilizaciones obrero-sociales deben defenderla

Para el año 2019, a pesar de que la fuerza laboral asalariada del sector Público apenas representó un 18 % de la Población Económicamente Activa (PEA), con empleo formal y con salario fijo, su aporte a las finanzas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), andaba por el orden del 45 % de los ingresos de tan vital institución para la salud de la población y para la vida democrática misma del país.

Durante los primeros seis meses del presente año 2020, en plena pandemia (aunque ésta nos llegó en marzo anterior), el conjunto del aporte obrero del personal asalariado del Estado para con las finanzas de la Caja ha crecido sustancialmente, si consideramos que la parte del aporte obrero privado ha mermado de manera significativa por la suspensión de contratos laborales, las reducciones de jornada, los despidos duros y abiertos.

Los datos provienen del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Incrementar las dificultades financieras de la Caja en estos durísimos momentos que muchos pensamos van a ser más dolorosos próximamente, mediando una rebaja salarial para el sector Público, viene a representar una especie de crimen social que ANEP condena enérgicamente.

La institución ya acumula enormes dificultades, no solamente por la acumulación de la deuda del Estado con ella sobre lo cual no se ve voluntad política alguna para empezar a saldarla como debe ser; sino que la han obligado a otorgar concesiones al empresariado con relación a las propias responsabilidades de éstos en cuanto patronos que parecen haber rebasado una lógica comprensible por las circunstancias, agravando más la reducción de ingresos que sufre.

Sin duda alguna, se están presentando diversas circunstancias que obligan a lanzar una alerta general a la población trabajadora del país, acerca de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), enfrenta el más severo ataque de toda su historia pues los enemigos de siempre, los que ansían apropiarse de los servicios públicos de salud para convertirlos en mercado de negocios, se han descarado a tal nivel que ya plantean, sin asco, su privatización abierta como lo impulsa el sindicato patronal-empresarial más agresivo del país en contra del Estado Social.

Nada raro sería que la primera rebaja salarial en contra del empleo público esté concatenada para golpear más duro a la Caja, más allá de las insostenibles justificaciones fiscales que se vienen esgrimiendo en contra de las personas asalariadas del sector público.

Hay que señalar con el dedo cívico-popular acusador a quienes, de manera farisea, se rasgan las vestiduras a propósito del amor que dicen tenerle a la Caja pero que, en la práctica, están haciendo todo lo contrario para estrangularla. 

Si grandes e importantes movilizaciones obrero-sociales hubo en los años 40 del siglo anterior para que tuviéramos Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS); tocará a la generación presente (joven, adulta y adulta mayor), salir a defender su existencia, también mediando importantes movilizaciones obrero-sociales.

San José, lunes 13 de julio de 2020.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP

Walter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto ANEP

Gobierno neoliberal de Alvarado se alista para nuevo ataque al empleo Público

  • Impulsará legislación para imponer las primeras rebajas salariales
  • ANEP rechaza radicalmente tan nefasta pretesión que, además, es golpe directo a la Caja
  • Es hora de demandar impuestos especiales solidarios a las grandes fortunas hasta ahora intocadas e intocables

Esta nueva y perversa intención de Alvarado y del grupo real de poder de su entorno más íntimo (en el cual figuran círculos empresauriales de cuestionado comportamiento tributario a lo largo de los últimos tiempos), habrá de generar una profundización más grave y desestabilizadora del deterioro de las finanzas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), ya muy golpeadas por la multimillonaria inversión en atención de la pandemia, por un lado, y, por otro, dadas las excesivas concesiones que se vienen dando para con las responsabilidades patronales, más allá de lo lógicamente comprensible.

En efecto, datos provenientes del prestigioso Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), de la también prestigiosa Universidad de Costa Rica (UCR), indicaron que para el año 2018 (obviamente, período pre-pandemia), aunque la Población Económicamente Activa (PEA), del sector Público representó apenas un 18 % del total de la misma, para la Caja los aportes provenientes de la misma significaron un 44 % de sus ingresos. Para el 2019, ya andábamos en el 45 %; es decir, casi la mitad de los ingresos de la Caja lo viene aportando la colectividad laboral estatal y, repetimos, en época de pre-pandemia.

Imaginemos y pensemos cómo estará esta relación para el primer semestre del presente año 2020, con tanta reducción de jornadas y de despidos en el sector Privado, lo cual hace más grave todavía en imponer reducciones salariales en el empleo público.

Si la intentona gobiernista para rebajar salariales fuese para aplicarlos a montos de un millón, o de un millón y medio de colones hacia arriba (aparte de dejar abierto el nefasto camino para reducciones salariales posteriores y a montos menores a los apuntados), incrementará el estrés financiero de la Caja en estos críticos momentos, amén de fortalecer las intentonas ya descaradas y abiertas para su privatización, tal y como lo plantean esos círculos empresauriales amigos de Alvarado.

Al continuar con esa lógica enfermiza en contra de las personas trabajadoras asalariadas que laboran para el sector Público, Carlos Alvarado Quesada y su gobierno, se aprestan para lanzar un nuevo ataque al mundo obrero estatal: presentar a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para imponer lo que serían las primeras rebajas salariales, duras y directas, a las remuneraciones del empleo público; una peligrosísima iniciativa que, de manera contundente y categórica, la ANEP rechaza dejando constando por esta vía nuestra oposición rotunda al respecto.

Luego de muchísimos meses de combatir la perversa tesis, hoy completamente derrotada, de que el déficit fiscal se debía a los salarios estatales, empezar a rebajar salarios en el empleo público es la más incorrecta, aparte de injusta e inútil, medida que se pueda tomar para enfrentar, de manera estructural, el problema del déficit fiscal que, reiteramos, no tiene origen salarial alguno. Solamente hará gran daño social y económico, deteriorando más la ya precaria paz social.

Aparte del grave daño financiero a la Caja, enormes impactos negativos tendrían las entidades del sector financiero-bancario y cooperativista considerando, como bien se sabe, el altísimo endeudamiento salarial de las personas trabajadoras; endeudamiento muy fuerte en el caso de quienes laboran para el sector Público. Los créditos personales, de vivienda, de estudio y hasta de micro-emprendimientos se verán en puertas de colapso, de impago, no descartándose remates de casas y casos de familias en la calle.

Por otra parte, en lo económico-social, las rebajas salariales en el sector Público serán devastadoras, también, para la sostenibilidad de la maltrecha actividad productivo-empresarial, en épocas en que la necesidad de circulante en manos de la gente es más que vital para evitar el derrumbe económico total que, lamentablemente, cada día parece estar más cercano.

La gente en movilización organizada y pacífica debe actuar con firmeza y determinación para detener esta nefasta intentona del grupo de Alvarado y sus apoyaturas mediáticas, de continuar castigando y hostigando a las personas trabajadoras asalariadas del sector Público, gran parte de las cuales están en la primera línea de fuego del combate a la pandemia, por una parte; y, por otra, el sector Público resultará vital para la reconstrucción económico-social en la post-pandemia.

Tal movimiento debe, entre otras acciones urgente, exigir a la Asamblea Legislativa que se apreste a apoyar iniciativas de ley que ya están en su seno, tendientes a exigir de parte de los sectores económicamente muy adinerados, los súper-ricos, aportes tributarios solidarios extraordinarios, considerando que deben existir en su seno culturas de evasión impositiva que, entre otros factores, les ha contribuido a acumular las incuantificables fortunas que ya atesoraban antes de la pandemia.

Esta gigantesca tarea que deben acometer las fuerzas sanas de los movimientos sociales y patrióticos, también tiene la misión histórica de acometer la transformación tributaria estructural cuya ausencia ha venido permitiendo el robo de impuestos de, al menos, 3 mil 800 millones de dólares anuales; cifra conservadora y baja que pudo haber acumulado en la última década, tal cantidad que ahora es muy cercana a la cifra de endeudamiento público que está estrangulando ya al país.

Esa transformación tributaria estructural debe incluir lo concerniente para hacer algo con las extraordinariamente gigantes cifras de dinero sucio circulante en el sistema financiero-económico del país, el lavado, que expertos estarían situando entre los 6 y los 22 puntos porcentuales de Producto Interno Bruto (PIB), ¡anuales!

Hacemos un llamado a todas las personas trabajadoras asalariadas del sector Público, así como a sus familias, para que se alisten a defenderse, desde las propias bases en sus respectivos centros laborales. Es un asunto de sobrevivencia, no de siglas sindicales.

San José, domingo 12 de julio de 2020.

Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
Wálter Quesada Fernández, Secretario General Adjunto ANEP

Recortismo presupuestario fanático y suicida

Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP

Una importante cantidad de las actuales personas legisladoras de los partidos políticos ideológicamente afines, aunque con nombres distintos, insisten en forzar un recorte presupuestario en las finanzas del Estado central que para nosotros es políticamente suicida; desde el punto de vista que no resuelve el problema estratégico de las finanzas públicas en sus dos principales vertientes. Por un lado, no se mueve ni la más mínima legislación en torno a las urgentísimas transformaciones tributarias estructurales hace ya largo tiempo plenamente definidas pero que nunca se materializaron. Por otro, un endeudamiento público sin fin al borde del default, con un insaciable e imposible de cubrir, cobro de intereses.

Empecemos por esto último. El recortismo suicida que están pidiendo, es para autorizarles al gobierno más endeudamiento, ante la desesperación de éste por la disminución de 3.3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) de ingresos fiscales previstos para el año en curso. Paradójicamente, el endeudamiento que se está pidiendo, el “salvavidas” que desesperadamente pide el gobierno, apenas es de dos tercios de ese faltante, con lo cual el recortismo exigido no va a alcanzar y en próximos días o meses nuevas exigencias de nuevos recortes aparecerán. Para empeorar la situación no existe en ese escenario legislativo ni la más mínima disposición para considerar las razones por las cuales, cada año se ha dejado de percibir 3.800 millones de dólares, como evasión impositiva en todas sus formas, lo cual nos dice que en la última década los estafadores tributarios habrían acumulado hasta unos 38.000 millones de dólares. ¿Lo anterior lo afirma un sindicalista?, ¡No! Fue Rodrigo Chaves Robles, funcionario por 25 años del Banco Mundial y que fue “expulsado” del cargo de Ministro de Hacienda, por sus propios errores, pero básicamente por haber afirmado lo anterior, como parte de varias herejías que se dejó decir en el seno de ese parlamento de tantas curules ideológicamente afines, por lo general, muy dóciles al pensamiento del accionariado mediático del periodismo del odio.

Insistimos en que este tipo de recortismo presupuestario es suicida porque, al no resolver el fraude estructural tributario, va a llegar un momento en que lo único que quedará es despedir maestros, despedir policías, y­/o reducir el Poder Judicial a una caricatura institucional, por ejemplo. Porque la esencia del recortismo es seguir pidiendo prestado y los nuevos préstamos, cada vez más difíciles de obtener, son para pagar los intereses de las deudas anteriores, ni siquiera para amortizar al principal de las mismas. Nos han metido en una espiral infernal de suicidio político colectivo.

Ese recortismo presupuestario es también, fanático. Poco antes de la llegada de la pandemia al país ya teníamos un endeudamiento atroz y el fanatismo ideológico imperante impedía considerar alternativas responsables que no nos metieran en esa espiral infernal. Tan solo pensar en esta asociación de datos nos da escalofríos: 10 años de robo de impuestos, a 3.800 millones de dólares como promedio anual, arroja unos 38.000 millones de dólares, como indicamos arriba. Por otro lado, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) según informe oficial en poder de la ANEP, indicaba que el sistema financiero costarricense tenía una cifra muy cercana a la indicada como “depósito del público en moneda extranjera” en un período relativamente similar (para arriba o para abajo), a una década de evasión tributaria incontrolada.

¿Cuál segmento de la población costarricense podría haber acumulado tal cantidad de dinero como para que fuera conceptuada como “depósito del público en moneda extranjera”? es más que obvio que no es la población trabajadora ni las clases medias. Ni el empresariado honesto. Esa acumulación de capital tan desenfrenada está en otro parte; al punto de que no es extraño afirmar que tiene que ver con el dinero sucio del narcotráfico y el crimen organizado, también indicado por el mencionado ciudadano exministro de Hacienda, no por un sindicalista aunque hace tiempo lo veníamos diciendo antes de que apareciera en escena el señor Chaves Robles.

Insistimos: esa política macroeconómica y fiscal nos lleva al precipicio. La pandemia está acelerando ese perverso tránsito hacia tan grande y dolorosa caída. ¡Dejen de gobernar para los grupos fanáticos de la acumulación de capital financiero-bancario, irresponsablemente insaciable! El incendio social por venir también los quemará.

Incertidumbre en Fuerza Pública ante incapacidades por Covid-19

La Seccional ANEP-Fuerza Pública nuevamente alza la voz en defensa de los derechos laborales de los funcionarios y funcionarias de la Fuerza Pública. En esta ocasión respecto a las incapacidades que están recibiendo los oficiales que ha tenido contacto laboralmente con un caso positivo de Covid 19.

Así lo manifestó Mainor Anchía, presidente de la Seccional ANEP-Fuerza Pública quien indicó que la administración está extendiendo incapacidades de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) cuando debería extenderse por la Póliza de Riesgos del Trabajo del Instituto Nacional de Seguros (INS).

Comunicado INS

“Hemos venido recibiendo reportes de casos de funcionarios de la Fuerza Pública, que son enviados a guardar cuarentena por haber estado laboralmente en contacto con un caso positivo de Covid 19 (compañero de trabajo y/o un particular) que, aunque no se tenga certeza de que puedan estar contagiados se les extiende una incapacidad de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Ahora bien, en los supuestos de que un contagio se dé dentro de la jornada laboral, el asunto es competencia absoluta del INS, lo cual viene a proteger daños futuros por riesgos del trabajo, algo que no sucede al extenderse una incapacidad por enfermedad de la CCSS”, detalló Anchía.

Lo anterior, a pesar de que el Instituto Nacional de Seguros (INS), confirmó que ante la sospecha razonable de que un trabajador fuera contagiado por el Coronavirus COVID-19, por causa o a consecuencia de su trabajo este sería atendido al amparo de la Póliza de Riesgos del Trabajo. Situación que también está contemplada en la legislación laboral costarricense en su artículo 197.

Artículo 197.- Se denomina enfermedad del trabajo a todo estado patológico, queresulte de la acción continuada de una causa, que tiene su origen o motivo en el propio trabajo o en el medio y condiciones en que el trabajador labora, y debe establecerse que éstos han sido la causa de la enfermedad.

Código de trabajo

Anchía indicó que esta situación también viene a generar una afectación económica a los funcionarios que son incapacitados por medio de la CCSS.

“La incapacidad, evidentemente provoca una disminución en el salario mensual de nuestros uniformados, o sea, una afectación o perjuicio por ser parte de la primera línea de respuesta de la pandemia ¡algo si se quiere irónico!. Por tanto, lo mínimo que se espera y que se procede a solicitar de manera respetuosa, pero vehemente, es que se proceda con una revisión del manejo que se viene dando de lo supra indicado, pudiendo ser que, en algunos casos, la génesis del problema se encuentre en la negativa de hacer el respectivo reporte de riesgo de trabajo”, cuestionó Anchía.

Entrevista de Mainor Anchía en el programa Políticamente Incorrecto

Documento presentado al MSP

Incertidumbre en Fuerza Pública ante incapacidades por Covid-19 by EugenioGuerrero on Scribd

ANEP presenta denuncia disciplinaria laboral contra juez Contravencional del Juzgado de Bribri

•  El juez indicó que no era de su competencia conocer los recursos de apelación por el caso de los trabajadores despedidos injustificadamente de la Municipalidad de Talamanca.
•  Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica concuerda con ANEP al considerar que le correspondía al Juzgado Contravencional de Bribri darle trámite a los expedientes.


La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) interpuso una denuncia en Inspección Judicial contra el juez Contravencional del Juzgado de Bribri, Víctor Orozco Zarate debido a que consideró que “dicho despacho era incompetente para conocer los recursos de apelación” que presentaron varios trabajadores por el despido injustificado realizado por el Alcalde de Talamanca, Rugeli Morales Rodríguez. 


De acuerdo con los hechos contemplados en la denuncia, el pasado 5 de junio, una trabajadora de apellido Selles, de la Municipalidad de Talamanca acudió al Juzgado Contravencional de Bribri a interponer el recurso de apelación contra la resolución administrativa de revocatoria del despido. Sin embargo, el Juzgado Contravencional de Bribri, declinó el conocimiento de este asunto al interpretar el artículo 159 del Código de Municipal y considerar que dicho despacho era incompetente para conocer este tipo de diligencias y ordenó remitir el asunto ante el Juzgado de Trabajo del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica. 

El actuar del juez Orozco Zarate fue el mismo ante los otros recursos de apelación de despido injustificado presentado por otros tres trabajadores de la Municipalidad de Talamanca, tramitados bajo los expedientes número 20-000044-1537-LA, 20-000043-1537-LA y 20-000042-1537-LA.


Por su parte, el Juzgado de Trabajo del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica, elevó el caso al Tribunal de Apelación Civil y Trabajo Zona Atlántica solicitando un proceso de jerarquía impropia, ya que de acuerdo con la Reforma Procesal Laboral son los Juzgados Contravencionales y de Menor Cuantía los que  conocerán en materia de trabajo (como Juzgados de Trabajo por Ministerio de Ley) de todos los asuntos, cualquiera sea su valor económico, correspondientes a su circunscripción territorial, excepto de los conflictos colectivos de carácter económico y social, siempre y cuando en su territorio no exista Juzgado de Trabajo. 

“Por lo que a criterio de la suscrita, contrario a lo considerado por el Juez Contravencional, ese despacho quedó facultado por ministerio de ley a conocer todos los asuntos con excepción de los conflictos colectivos de carácter económico y social, de ahí que no podría declararse incompetente para resolver un recurso de apelación por jerarquía impropia de su jurisdicción”, indicó la jueza del Primer Circuito Judicial Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica, Ana Naranjo Solano.


“Lo que nos preocupa es que los casos de los cuatro de los compañeros se encuentran prácticamente detenidos y es lamentable, por eso nosotros presentamos la denuncia ante la Inspección Judicial porque queda claro que el Juzgado Contravencional era el que debía de resolver. Lo que hace este juez es dilatar los procesos tan urgentes como es el recurso de apelación del despido injustificado”, explicó José Pablo Quirós, asesor legal de la ANEP.


Quirós agregó que la situación es preocupante, ya que este proceso puede durar años si no se revuelve con celeridad y la negativa del juez causa prejuicios graves a la parte más débil de la relación laboral, es decir, a los trabajadores quienes requieren volver a su puesto de trabajo lo más pronto posible. 


En la denuncia presentada ante Inspección Judicial, la ANEP incluyó varias pretensiones en contra del juez Víctor Orozco Zarate; entre las que se encuentran el traslado del Juzgado Contravencional de Bribri con el objetivo de evitar perjuicios a los pobladores de la zona de Talamanca, ante la incompetencia laboral del Juzgador denunciado. Además, que sea sancionado con la suspensión de su cargo por 20 días sin goce de salario por el incumplimiento de labores en la tramitación de los expedientes antes mencionados y que se le ordene tramitar sin dilataciones injustificadas, futuros procesos laborales o de otra naturaleza, que sean de su competencia. 

Seccional Municipalidad de Oreamuno se reunió con nueva alcaldía

La Seccional ANEP-Municipalidad de Oreamuno se reunió por primera vez con el nuevo alcalde del cantón Erick Jiménez Valverde, para tratar diversos temas de índole laboral en el seno del municipio. Temas que no recibieron el interés oportuno por el antiguo gobierno local.