Respuesta al comentario de Jorge Cornick publicado en el Periódico La Nación el 10 de junio de 2.003.

Estimado señor:
Le agradeceré brindarme el debido derecho de respuesta establecido en nuestro ordenamiento jurídico, dada la alusión directa a este servidor en la edición de La Nación de esta fecha, en el artículo de opinión del señor Jorge Cornick.

La “incómoda” sociedad civil

Don Jorge Cornick, un profesional de gran prestigio en materia tributaria que tiene el país, nos emplaza directamente haciéndonos el honor de que aparezcamos en las páginas de opinión de La Nación. Don Jorge, persona cuya calidad humana nos merece un gran respeto, nos ha ayudado muchísimo con su invaluable conocimiento, en varias oportunidades, con el proceso de la Tercera República y, específicamente, en el tema fiscal. Ya que nos da la oportunidad, le hacemos público nuestro reconocimiento y agradecimiento. La organización social de carácter sindical que nos honramos en presidir, ha venido, poco a poco, con la ayuda de muchísimas personas (entre ellas el Sr. Cornick), construyendo su visión de país desde la perspectiva laboral, como es lógico suponer. Dichosamente vivimos en una sociedad democrática y no es delito soñar con el país que quisiéramos ayudar a construir para las generaciones presentes y futuras.

Le hemos tomado la palabra a todos esos teóricos de las ciencias sociales y políticas que plantean el tema de la participación democrática de lo que se conceptúa como sociedad civil. Tenemos profunda claridad de cuál es la naturaleza de nuestro rol en las actuales circunstancias del país. La ANEP no está adscrita a ningún partido político, ni pretende transformarse en uno. Hemos logrado un alto nivel de respeto en los círculos inteligentes del país de casi todas las corrientes de pensamiento ideológico y político y hasta quienes adversan nuestras posiciones no pueden negar nuestra existencia.

Nada más absurdo que pretender arrogarse una representación que no se tiene. No pretendemos estar por encima de la institucionalidad que nos agrupa como sociedad. Ahora bien, lo real es que muchas de nuestras tesis, planteamientos, opiniones y propuestas cuentan con aceptación y respaldo más allá de nuestras fronteras sindicales y sabemos que esto molesta a algunos. Es el juego de la democracia que le permite a usted, Sr. Cornick, expresar sus propias simpatías electorales a favor del Dr. Arias Sánchez. Por el contrario, a nosotros, como parte de la sociedad civil, se nos permite pensar, fiscalizar y proponer aunque resulte “incómodo” para algunos. ¡Qué bonito!, antes, los sectores que nos adversan, descalificaban a los movimientos sociales porque “nunca” proponían nada y decían “no” a todo; ahora que nos pusimos a estudiar, que nos hemos asesorado calificadamente y que hemos demostrado capacidad de propuesta, tan bien nos descalifican. ¿Será que les incomoda que haya expresiones distintas a las suyas?… Don Jorge: esperamos seguir contando con su aporte valioso en aras de construir una sociedad en la que quepamos todos.

Respetuosamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General
—-
c.: Junta Directiva Nacional.
c.: Archivo.

¡Todos en Paro Nacional mañana miércoles 4!

Compañeros y compañeras; ciudadanos y ciudadanas:

Los sindicatos del país nos hemos unificado, dada la gravedad de las actuales circunstancias. Los educadores y los trabajadores del ICE han unificado sus huelgas. Mañana miércoles, nos uniremos nosotros, los empleados públicos.

Los sectores neoliberales que ya controlan, totalmente, el Gobierno Pacheco de la Espriella, están decididos a destruir el movimiento de los trabajadores del ICE. Ellos piensan que derrotando al ICE, nos derrotan a todos.

Por otra parte, ANEP tiene informes de confiables fuentes que nos indican que el problema de pago de salarios en el Magisterio Nacional, se trasladaría el resto de entidades del Gobierno Central (los ministerios del Poder Ejecutivo y las entidades adscritas). Debemos prevenir una catástrofe social de consecuencias insospechadas.

Mañana miércoles 4, luego del arranque del Paro Nacional en cada centro, nos concentraremos, a partir de las 9 de la mañana, en el Parque Central. Aquí se nos unirá la gente del ICE (que sale desde la Sabana) y los educadores, así como ciudadanos y ciudadanas, en general. Luego, todos juntos, iremos hacia San Pedro, encontrándonos con la gente de las universidades, en el Puente de la Hispanidad (Mall San Pedro). Desde aquí, en gran marcha y con gran unidad, vamos hacia la Casa Presidencial.

¡Importante!: Vea quiénes son “Ellos” y quiénes somos “Nosotros”.

Quiénes son
Qué quieren


  1. Un par de hermanos con gran influencia política en estos momentos;

  2. Pequeños pero poderosos grupos financieros;

  3. Cierta empresa de comunicación colectiva;

  4. Centros de generación de pensamiento neoliberal que han desarrollado mucha influencia en los últimos gobiernos;

  5. Ciertos líderes empresariales de renombre

  6. Políticos, incluso en cargos diputadiles, que están en contra del Estado Social de Derecho que hemos tenido en Costa Rica;


  1. Ya tienen el aeropuerto, la revisión técnica, las grandes concesiones de obra pública, el multimillonario negocio de la cogeneración eléctrica privada y casi el INCOP; pero quieren más.

  2. Ahora van por los grandes negocios que representan las empresas públicas de Costa Rica: ICE, INS, CCSS, banca estatal, A y A, etc.;

  3. el ingreso de las transnacionales (principalmente estadounidenses, en el marco del TLC), a brindar esos servicios;

  4. la ruina y desaparición del ya de por sí golpeado agricultor nacional;

  5. Acumular más plata de la que ya tienen, concentrando abusivamente la riqueza nacional;

  6. que no se cambie el injusto sistema tributario;

  7. la ruina del agricultor nacional;

  8. nuestra agua, nuestros bosques….

  9. Reducir el Sector Público a su mínima expresión, despidiéndonos a miles de nosotros..

NOSOTROS, LA GENTE.

Quiénes somos
Qué queremos


  1. La clase trabajadora, tanto la del Sector Privado como la del Público;

  2. la clase media;

  3. la micro, pequeña y mediana empresa nacional;

  4. ciertos empresarios bien ricos pero con responsabilidad y conciencia patriótica;

  5. las organizaciones sindicales;

  6. las organizaciones sociales (ecologistas, estudiantiles, comunales, de mujeres, de campesinos, de taxistas, economía informal, etc.);

  7. importantímos segmentos de la Iglesia Católica (varios obispos y las pastorales sociales, por ejemplo); así como otros grupos religiosos y ecuménicos;

  8. grupos cívicos y de académicos,

  9. ciertos medios de prensa de gran sensiblidad y vocación democrática;

  10. la gente, el pueblo…


  1. Preservar el legado de los costarricenses visionarios del pasado que nos heredaron un país muy especial:

  2. Principalmente, los aportes del Dr. Calderón Guardia, de Monseñor Víctor Manuel Sanabria; del Lic. Manuel Mora, de José Figueres (Don Pepe); de Carmen Lyra, Vicente Sáenz, Joaquín García Monge, Rodrigo Facio y otros ilustres ciudadanos, compatriotas nuestros.

  3. Queremos una sociedad de justicia social, con plenas oportunidades para todos, con movilidad social, con acceso a servicios públicos universales con calidad y oportunidad;

  4. un sistema tributario justo (que el rico pague como rico y el pobre como pobre);

  5. queremos seguir siendo dueños del patrimonio nacional representado en las más rentables de las empresas públicas costarricense;

  6. queremos eliminación de la pobreza, rescatar a los niños de la calle, devolverle la autoestima a tanto ciudadano en condición indigente;

  7. salarios justos y un nivel de calidad de vida digno para nuestras familias; etc., etc.

  8. Queremos seguir siendo Costa Rica, no Argentina y su dolor; no Perú y su dolor, por ejemplo.

Dos visiones, totalmente opuestas, de la Costa Rica que queremos.
Ellos han venido controlando los últimos gobiernos del bipartidismo
(incluido el actual); pero nosotros, somos la gente, somos la mayoría.

HAGAMOS USO DE LA DEMOCRACIA DE LA CALLE.

BREVE BALANCE DE UN MOVIMIENTO

La exitosa marcha del día de ayer, 4 de junio del 2003, ha revitalizado la acción de los movimientos sociales, particularmente la de los sindicatos; especialmente de aquellos que tienen más poder de convocatoria externa, más poder de paralización interna y mayor capacidad de incidencia, a partir del prestigio y la credibilidad que ostentan ante la ciudadanía.

La alianza intersindical forjada en la tarde del pasado viernes 30 de mayo, inédita para los últimos años; más el enlace crítico efectuado con otras representaciones sociales el lunes siguiente, 2 de junio, renovó la capacidad de articulación, la confianza interna y la disposición a coincidir en acciones unitarias a pesar de las naturales diferencias (tanto personales, como políticas); al tener claridad cuál es la composición del bloque opositor a los sectores sociales; bloque que integran entre otros, los neoliberales del Gobierno, el “ex SAMA” Gutiérrez del Banco Central, los hermanos Arias Sánchez, el Grupo Nación, UCCAEP, el Movimiento Libertario, ANFE y la Academia de Centroamérica.

Por primera vez, con mayor claridad desde los históricos sucesos del combo-ICE, la tesis de la construcción de un contrapoder social para contrarrestar la iniciativa neoliberal de los últimos gobiernos, va calando hondo en las dirigencia sociales de distinta naturaleza que, ahora más que nunca, ven la posibilidad de articulación en distintos órdenes mucho más cercana que antes.

La victoria de los y de las iceístas, después de 20 días de huelga; la amenaza de Huelga General, la negativa de la FETRAL de firmar un compromiso de marginarse del conflicto ICE pese a sus acuerdos con el Gobierno; la unidad magisterial luego del obligado cambio de posición política que dio su entidad gremial más grande; así como los enlaces organizativos de carácter comunal que ya habían quedado amarrados, a lo largo y a lo ancho del país, para la acción civil de carácter abierto; auguraban un enfrentamiento social de dimensiones insospechadas, lo cual hizo que este miércoles 4 fuera el día clave para evitarlo, pese a la continuación del Magisterio Nacional en el movimiento aunque bastante avanzado en otros puntos fuera de pensiones (el tema más álgido).

Como era de esperarse la noticia del día de hoy, jueves, se ha centrado en los conflictos particulares ICE y Magisterio, pero no se ha reparado lo suficiente en el acuerdo global que desactivó el llamado a huelga general. Este acuerdo contiene tres ejes fundamentales:

Una comisión política de alto nivel (con los ministerios de Presidencia y de Trabajo y Seguridad Social, mas los jerarcas que corresponda según tema), discutirán con los sectores sociales interesados la agenda social de carácter nacional que a éstos interesa; destacándose el asunto del TLC con Estados Unidos, así explícitamente indicado en el acuerdo.

La adopción de la propuesta de la “Tercera República” por parte del Gobierno de la República, de forma tal que según proceda sus planteamientos puedan convertirse en política pública; amén de que el Estado (en sus diversas instituciones), deberán analizar e involucrarse en dicha propuesta, facilitando recursos humanos, profesionales y logísticos según solicitud de los sectores involucrados.

El Gobierno aceptó la tesis sindical de que Costa Rica necesita un Diálogo Nacional entre los principales actores sociales (los sectores sociales y los de la acerca de enfrente empresarios, básicamente), pues resulta imposible que una visión de desarrollo solidaria, incluyente y fundamentada en el bien común sea la que se imponga en el país.

Sería irresponsable y prepotente sentirse triunfadores pero es real que aquí alguien perdió y no fuimos los sectores sociales precisamente. La furiosa campaña de cierta cúpula empresarial (Samuel Yankelewitz y Emilio Bruce, destacan por su virulencia); los campos pagados de varias cámaras; los ataques soeces de poca argumentación política de los “libertarios”; La Nación que atacó, varias veces, editorialmente y que se niega a dar el legítimo derecho de respuesta y que informó de la realización de la marcha hasta el mismo día en que ésta se iba a efectuar; los “neo” dentro y fuera del Gobierno; no pueden exhibir, precisamente, aires triunfantes. El esfuerzo de la asesoría Arias Sánchez por ignorar y desconocer a los movimiento sociales también sucumbió ante la realidad. La marcha y la alianza intersindical y social previa, lograron derrotar la estrategia de estos sectores, cual era la del aislamiento del movimiento de huelga del ICE, arrinconarlo, “ilegalizarlo” y recetarle represión policial abierta como lo pidió Emilio Bruce, cosa que siempre tendremos muy presente.

Sabemos que nuestros detractores, ya plenamente identificados, intentan descalificar intervenciones valiosas en el caso del conflicto del ICE, como la de don Ottón Solís y la fracción parlamentaria del PAC, acusando a los sindicatos de ser “influenciados” por ese partido, cosa que no nos preocupa porque tenemos excelentes relaciones con otros respetables legisladores y legisladoras de diferentes partidos (excepto uno que ya saben cuál es); quienes han venido valorando, con mucho cuidado y respeto, las preocupaciones y los planteamientos de los sectores sociales en diversos campos. No se puede ignorar que en este nivel de calificada intervención, está el papel jugado por el señor Defensor de los Habitantes de la República, Lic. José Manuel Echandi; y por Monseñor Hugo Barrantes, Arzobispo de Costa Rica, a ambos hay que agradecerles mucho.

Así las cosas, es claro una cuestión: hay dos visiones de desarrollo en colisión constante en muchísimos espacios y tan es así que, responsablemente, como Movimiento Sindical Costarricense, quedó plasmada nuestra propuesta de un Diálogo Nacional que el Gobierno aceptó debe darse, involucrado hasta los de la acera de enfrente.

Particularmente, para los sectores sociales, con urgencia, debe procederse a definir el temario nacional que nos interesa (ya quedó puntualizado, específicamente, lo del TLC) y designar una representación convergente que exprese la rica multiplicidad y diversidad que nos caracteriza y que es, precisamente, lo que hace posible la capacidad de movilización social que ya es posible exhibir y que, a no dudarlo, crecerá cualitativa y cuantitativamente para las jornadas por venir. Esta reunión deberá efectuarse entre lunes y martes próximo de lo cual avisaremos a los sectores sociales.

***
ACTA DE ACUERDO

Considerando que el Gobierno de Costa Rica valora profundamente el mantenimiento de la paz y de la institucionalidad, lo cual es un anhelo compartido por todos los costarricenses en sus distintas expresiones organizativas,

En esta fecha, 4 de junio del 2003, ante la manifestación social y la eventualidad de una profundización de un escenario confrontativo que a nadie beneficia;

El Gobierno de la República reconoce que como parte del proceso de desarrollo político de la democracia costarricense, las expresiones organizativas más allá de los sindicatos (sectores estudiantiles, ecologistas, campesinos, ecuménicos, pastorales, movimientos de mujeres, comunales, solidaristas, cooperativistas, entre otros), tienen planteadas reivindicaciones serias que no han sido debidamente atendidas en el marco del desafío de construcción de una sociedad inclusiva y en pro del bien común;

Por tanto, el Gobierno de la República y el Movimiento Sindical Costarricense acuerdan:

Establécese una Comisión de Alto Nivel del Gobierno de la República (representado por el Ministro de la Presidencia y el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, más el jerarca o jerarcas según corresponda); para el abordaje de los temas de agenda de interés nacional de los sectores sociales; entre ellos, el del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos); considerando la trascendencia del mismo. El Gobierno de la República se compromete a respetar este mecanismo de participación y de decisión conjunta, con la altura política que requiere, con sistematicidad y concertando una metodología que permita medir los resultados del proceso para la satisfacción de las partes. La comisión se instaurará a los ocho días hábiles siguientes a que los sectores involucrados presenten una agenda conjunta y oficialicen su representación.

El Gobierno de la República respaldará, mediante una directriz presidencial, la incorporación de todas las instituciones de gobierno, en la discusión y análisis del documento denominado “Tercera República”; de forma que se dé el abordaje de sus propuestas en el marco de políticas públicas según proceda y a partir de directrices políticas; aportando, además, el apoyo logístico y de recurso humano y profesional que los sectores involucrados puedan solicitar.

El Gobierno de la República considera necesario el establecimiento de un proceso de Diálogo Nacional, para propiciar una mesa de acuerdos que permitan avanzar hacia una sociedad inclusiva, de carácter solidario y fundamentada en el bien común; considerando que en este proceso, necesariamente, deberán involucrarse otros sectores más allá de los que se representan en este acuerdo.

El Gobierno de la República se compromete, en el acto, a dar solución, pronta y cumplida, a los conflictos del ICE y del Magisterio Nacional, con base en los procesos en desarrollo.

San José, miércoles 4 de junio 2003.

POR EL GOBIERNO DE COSTA RICA

Lic. Ricardo Toledo Carranza
Ministro de la Presidencia

Lic. Ovidio Pacheco Salazar
Ministro de Trabajo y Seguridad Social

POR EL MOVIMIENTO SINDICAL COSTARRICENSE

Albino Vargas Barrantes
ANEP

Floribeth López Ugalde
CTRN

Jorge Arguedas Mora
FIT-ICE

Rafael Mora Solano
FENTSEP

Gilberth Brown Young
FETRAL

Xiomara Rojas Sánchez
SITECO

Eduardo Rojas Carranza
ANDE

César Céspedes Marín
SNC

Xinia Viales Angulo
SINAPRO

Luis Serrano Estrada
UCEP

Gustavo Brade Salazar
ADEM

***
Acta de Acuerdo de No Represalias

El Gobierno de la República se compromete a que no habrá represalias de ningún tipo contra aquellos trabajadores y aquellas trabajadoras del Sector Público que participaron en la marcha social de esta fecha, miércoles 4 de junio de del 2003; para lo cual se comunicará con los respectivos jerarcas institucionales.

POR EL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA

Lic. Ricardo Toledo Carranza
Ministro de la Presidencia

Lic. Ovidio Pacheco Salazar
Ministro de Trabajo y Seguridad Social

Dado en la Casa Presidencial, a los cuatro días del mes de junio del año dos mil tres.

En clima de Huelga General:

Los trabajadores de la Municipalidad de San José realizarán, mañana lunes 2 de junio, un Paro de Labores a partir de las 6 de la mañana. Demandan el cumplimiento de obligaciones convencionales en cuanto e suministro adecuado de implementos para trabajador con dignidad y con protección de su salud. Los huelguistas se concentrarán en las instalaciones del principal plantel del municipio capitalino, ubicado en la Avenida. 10.

Dicho movimiento se inscribe dentro del clima general de agitación sociolaboral que se espera para la presente semana; luego de la unificación de las estrategias sindicales de lucha, empezando con la unión de los movimientos del ICE y del Magisterio Nacional.

Para el próximo miércoles 4, día oficial del arranque de la Huelga General, se espera una manifestación de, al menos, unas 50 mil personas, sino más, que marcharían hacia Casa Presidencial, para solicitarle al Gobierno atención pronta y solución efectiva para las demandas de la clase trabajadora.

Este miércoles 4, los huelguistas del ICE marcharán, a partir de las 9 a.m., saliendo del ICE La Sabana rumbo al Parque Central. En este lugar se concentrarán, a partir de esa hora, los educadores en huelga, los trabajadores de los demás gremios laborales de la Administración Pública que se sumarán al llamado de Huelga General ese día, así como ciudadanos y ciudadanas en general.

Estos tres grandes grupos se unirán a un cuarto: el de las universidades estatales que esperarán en las inmediaciones del Puente de La Hispanidad y del Mall San Pedro, para así, todos juntos, los cuatro grandes bloques, confluyan en uno sólo que desfilará hasta la Casa Presidencial.

Luego del miércoles, durante el jueves y viernes, habrá acontecimientos sorpresa, a lo largo y a lo ancho del país, lo que se hará público en los mismos momentos de los sucesos.

San José, 1 de junio del 2003.

Solicitud de ANEP de derecho de respuesta a raíz del editorial «Corrupción Institucional» publicado por del periódico «La Nación»

Estimado señor:

Respetuosamente le solicitamos el debido derecho de respuesta consagrado en nuestro ordenamiento jurídico.

El “pueblo” de La Nación

Con gran desconfianza acerca de la política ética del diario La Nación para la equidad informativa, lo que nos hace dudar acerca de que este comentario sea publicado íntegramente; hacemos alusión a su editorial del miércoles 28 de mayo del 2003, titulado, manipuladoramente como es lógico suponer en este medio periodístico, “Corrupción institucional”; refiriéndose a las últimas actuaciones de la dirigencia sindical nacional, en las actuales circunstancias nacionales de grave confrontación social. Como se aludió explícitamente a la ANEP, no dudamos de que la legalidad nos asiste para invocar el debido derecho de respuesta.

El Grupo Nación, cuya empresa emblema es el diario La Nación, está muy dolido porque uno de los suyos, a quien pusieron como Ministro de Hacienda, ha decido “renunciar” a su alto cargo, a propósito del conflicto ICE; alegando que esta institución nunca le suministró su información financiera, “seria, suficiente y transparente”. Este argumento se ha venido al suelo en varias ocasiones, sin embargo, “tirar piedras teniendo techo de vidrio” descalifica una argumentación que pretende ser sólida.

Por ejemplo, durante la discusión en el seno de la Comisión Mixta para el Pacto Fiscal, a propósito del proyecto, luego Ley de Contingencia Fiscal, fue claro y notorio que el jerarca saliente de la cartera de Hacienda, suministraba informaciones contradictorias, insuficientes, sumamente informales y cambiantes. Esto fue advertido y criticado reiteradamente por diputados y asesores de dicha comisión y así consta en las actas.

Por otra parte ese ministro tan transparente, junto a su homóloga de la Presidencia, hoy saliente también; estuvieron de acuerdo en modificar una ley vía decreto ejecutivo, a contrapelo del dictamen técnico de la propia Dirección General de Tributación; emitiendo un reglamento para variar la metodología legal del cálculo impositivo; con lo cual no solamente se influiría en un proceso judicial en curso que tiene el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), contra fábricas de cerveza y refrescos; sino que estas empresas podrían verse beneficiadas en una reducción de sus obligaciones impositivas de hasta los ¡20 mil millones de colones!.

La visión ideológica dominante en la conducción política del país, de la cual La Nación es su “buque insignia”, la lleva a arrogarse la representación del pueblo, al interpretar que cuando ella habla, habla la gente. Qué clase de pueblo es ese que La Nación cree representar, cuando editorializa sobre una conferencia de prensa de carácter sindical (la convocada por ANEP), que no quiso cubrir; sabiendo como sabe que a través de los sindicatos se expresa la opinión de la clase trabajadora y el sentir de una amplia mayoría ciudadana que ve con simpatía nuestras causas.

Una gran cantidad de pueblo trabajador no lee La Nación, dichosamente. Otra parte importante de la clase media, lo lee críticamente. Un amplio segmento de lo que denominan clase política detesta sus posiciones y nos lo externan muy a menudo, en privado, por supuesto.

Así que el “pueblo” de La Nación está formado por sectores económicos y financieros que ven sus intereses reflejados en el enfoque ideológico-informativo de sus publicaciones, editoriales y columnas; sectores que si bien tienen un gran poder, cuantitativamente hablando son minoritarios. No puede, entonces, La Nación hablar por el “pueblo”.

La perversidad del enfoque ideológico de La Nación contra los sindicatos es más que evidente, cuando hace el enlace malévolo del concepto “corrupción institucional” con los planteamientos sindicales. Es la única vía que han encontrado para descalificar la acción social de carácter cívico de las organizaciones laborales en defensa de una sociedad inclusiva, de solidaridad y de equidad distributiva, con transparencia y rendición de cuentas. Por cierto que este enfoque infamante, calumnioso y difamatorio podría abrir un debate jurídico-penal al que no renunciamos. La Nación tiene ya bastante experiencia en estas lides y, por cierto, no le ha ido muy bien.

Podríamos debatir sobre este tema y para establecer cuántos “corruptos” del sindicalismo están en el poder, el de verdad. Cuántos son los corruptos de la acera de enfrente que han utilizado los altos cargos para tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, favorecimiento personal, evasión impositiva, receptores de exenciones por productos fantasmas, etc., etc. Podemos garantizar que estas personas no proceden, en absoluto, de las filas del Movimiento Sindical Costarricense.

La Nación sabe perfectamente que su visión de país, con todo el derecho que tiene de ostentarla, no es la que posee la abrumadora mayoría de la población costarricense. La Nación “entiende” de negocios, de transacciones bursátiles, de politiquería; La Nación por el poder de incidencia que ostentó y que hoy está bastante disminuido, no entiende la nueva naturaleza del desarrollo de la democracia costarricense; dentro de la cual, algunas de las más importantes organizaciones sindicales, ¡oh herejía!, hemos tenido la capacidad de plantearnos un proyecto de país solidario y de sociedad inclusiva; hemos tenido la capacidad de generar alianzas sociales y multisectoriales impensadas y hemos tenido la capacidad de encontrar apoyos solidarios y comprometidos en las más altas esferas del poder político formal, como la propia Asamblea Legislativa.

Finalmente, nos resistiremos hasta el último aliento de nuestras fuerzas y de nuestras vidas, a someternos a la dictadura ideológica y política que La Nación quiere imponerle a este país. No descansaremos hasta lograr el desarrollo de una sociedad democrática, altamente participativa y de fuerte carácter inclusivo; una sociedad de alta tolerancia en la cual hasta La Nación tenga cabida, pese a su propia intolerancia.

Este sueño, este compromiso, este anhelo, esta esperanza es la de miles y miles de compatriotas; tantos y tantos que el “pueblo” de La Nación no puede igualar, pese a los miles y miles de millones de colones que acumulan las personas que se ven reflejadas en los intereses defendidos por este medio de comunicación colectiva. Si defender la Patria, la institucionalidad y el bien común es un acto “irresponsable”, pues bien, seguiremos siendo “irresponsables”.

Muy atentamente,

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto

—-
c.: Junta Directiva Nacional.
c.: Archivo.

Trabajadores de la Imprenta rechazan que se les culpabilice

La Imprenta Nacional brindó al citado legislador el mismo trato que se le da a cualquier solicitud de impresión de trabajos proveniente de las entidades públicas. En este caso, con mucha atención considerándose que la petición provenía en papel oficial de la propia Asamblea Legislativa, considerado el Primer Poder de la República.

La institución toma nota de que podría haber alguna irregularidad cuando al cancelarse el trabajo ordenado, se notó que la fuente de pago era una entidad privada. Nunca nadie advirtió a la Imprenta Nacional que la cancelación del tiraje del ya famoso calendario se haría de tal forma. Si así hubiese sido, si tal prevención hubiese sido conocida por los responsables administrativos, el trabajo se habría rechazado.

Por tanto ningún trabajador o trabajadora de la Imprenta Nacional puede ser sancionado, aunque se hayan abierto procesos para determinar “responsabilidades” mismas que no cabrían por cuanto nada ilegal se hizo.

Por el contrario, el personal de esta entidad pública pide, con contundente vehemencia, que no se le inmiscuya en el pleito de politiquería barata que se ha originado en torno al citado comentario; rechazando, de manera enfática, las pretensiones de los diputados del Movimiento Libertario para que sean ellos, los trabajadores, quienes paguen los platos rotos.

La clase trabajadora costarricense ya sabe muy bien que los denominados “libertarios” son los grandes defensores de los patronos y es lógico esperar de ellos ataques a los trabajadores.

San José, 27 de mayo del 2003.

¿REPUBLICA INDEPENDIENTE DEL BANCO CENTRAL?

Hace algunos meses, un ex subgerente de telecomunicaciones del ICE publicó en un medio escrito un artículo titulado “República independiente del ICE”, en el cual criticaba duramente el proyecto de ley de modernización y fortalecimiento de esa institución.

No pretendo en este espacio caer en un maniqueísmo de signo contrario, sino contribuir a la reflexión sobre un tema nacional de tanta envergadura que ha terminado enfrentando a dos de las instituciones más importantes del Estado costarricense: el Banco Central y el Instituto Costarricense de Electricidad.

A. AUTONOMIA. Llama la atención que los mismos personajes que claman por una autonomía e independencia a ultranza del Banco Central (políticos y empresarios conservadores, economistas liberales y neoliberales), sean quienes cuestionan la pretendida “independencia del ICE”.

Es una muestra del signo de los tiempos que todavía nos envuelve. Se exige autonomía para la institución que ciertamente tiene la mayor responsabilidad de velar por la estabilidad macroeconómica del país, pero se niega esa autonomía para la empresa pública que tiene el mayor impacto real y potencial en el curso del crecimiento económico del país, lo mismo que en la tan mentada competitividad.

B. INDEPENDENCIA POLITICA. Es claro que ninguna institución pública puede pretender independencia de las políticas estatales globales, menos aun si éstas son democráticamente consultadas y evaluadas (lo que por lo general no es el caso). Con respecto a la independencia del Banco Central, la misma no puede desatenderse ni ignorar los impactos de las políticas monetaria y cambiaria más allá de variables como la inflación y las tasas de interés. Por ello, una estricta coordinación del conjunto de las políticas públicas es una tarea irrenunciable.

Pero además, esta independencia (o el margen de autonomía necesaria), no debe verse sólo con respecto a los otros poderes públicos, sino también, y éste es hoy en día el verdadero meollo del asunto, independencia con respecto a los poderosos intereses privados. En particular, nunca se ha demostrado que el interés del sector financiero de la economía coincida armónicamente con el interés general de la sociedad.

Un aspecto particular de esta problemática se refiere a la idoneidad académica, a la ética profesional y a la contradicción de intereses entre los negocios particulares de los jerarcas de las instituciones y los objetivos institucionales y nacionales. Sin duda, la politización de las juntas directivas de las instituciones autónomas (Ley 4-3, Ley de presidencias ejecutivas) ha minado considerablemente esta independencia necesaria.

C. DÉFICIT FISCAL. El ICE no es parte del problema fiscal de Costa Rica, aunque si puede ser parte de la solución. El déficit financiero del sector público se explica en su totalidad por los déficit del Gobierno central y del Banco Central. El primero resulta de una insuficiencia de ingresos dada la regresiva estructura tributaria del país, así como por un serio problema de “calidad del gasto” gubernamental, resultado del marasmo institucional que se ha venido acrecentando.

Por su parte, el déficit del Banco Central se explica fundamentalmente por el alto costo de una política monetaria (énfasis excesivo en colocación de bonos) y cambiaria (minidevaluaciones), que ha favorecido claramente al sector financiero y al sector exportador, sin exigir a cambio compromisos que refuercen el Bien común. Y decimos que el ICE sí puede ser parte de la solución del problema fiscal, porque el proyecto de ley que se discute en la Comisión Mixta de la Asamblea Legislativa contempla el pago de un canon de la institución al Gobierno por el uso del espectro radioeléctrico y las concesiones de agua para propósitos de desarrollo hidroeléctrico.

D. CONTABILIDAD FISCAL. Es sencillamente absurdo imponer a una empresa pública como el ICE una contabilidad fiscal similar a la de un ministerio o cualquiera otra institución que se financie con impuestos o con transferencias del Gobierno central. Como empresa publica, el ICE debe responder a una triple lógica: a) la de entidad empresarial, b) la de instrumento de política gubernamental y, c) la de institución sujeta a evaluación pública.

La lógica de entidad empresarial exige, entre otros puntos, una contabilidad propia de empresa privada. La lógica de instrumento de política estatal exige una adecuada planificación y coordinación de sus acciones. La lógica de institución pública exige una rigurosa evaluación y rendición de cuentas. La insistencia del Ministerio de Hacienda en aplicar al ICE una contabilidad fiscal absurda, tiene un claro sesgo anti-empresa pública, ya que limita su nivel de inversiones y sobredimensiona sus eventuales déficit.

E. COSMÉTICA FISCAL. Aunque es usual sumar algebraicamente los déficit del Gobierno con los superávit de las instituciones autónomas para obtener un resultado global más favorable (a los ojos del FMI y de Standard & Poor´s), en gran parte este procedimiento es pura cosmética fiscal y, peor aun, un autoengaño. En el caso concreto del ICE, éste no se financia con impuestos ni recibe transferencias del Gobierno. Un “déficit” del ICE no es una carga para el Gobierno central, y no lo llegará a ser a menos que esta institución sea destruida por políticas insensatas de sus autoridades.

Desde el punto de vista financiero, un déficit del ICE (tres veces en los últimos doce años), es más bien similar a uno de cualquiera empresa privada. Pero a diferencia de una empresa privada, y como vimos en el punto anterior, el ICE ciertamente debe responder por su carácter de ente estatal y de institución pública.

F. EMISIÓN DE BONOS. Argumentando una sujeción casi absoluta al programa monetario para el 2003, el Banco Central se ha negado a que el ICE haga una colocación de bonos en el mercado nacional, a pesar de que es evidente que lo que falta en el mercado son “papeles” y no compradores, lo que contrarresta cualquier impacto en las tasas de interés. Esta colocación (38 000 millones), representa apenas cerca del 0,5% del PIB y sería una legítima y provechosa operación de intermediación financiera: retirar liquidez de agentes privados superavitarios y trasladarla a fines productivos, sin mayor impacto inflacionario.

Si esta misma operación la hace una empresa privada, todos en el Consejo Económico se felicitarían, pero como la hace una empresa pública, todos los espectros son convocados: el déficit, la inflación, las tasas de interés, la balanza de pagos. El único impacto negativo de esta colocación de bonos en el mercado interno podría darse sobre el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, pero ¿acaso no dispone el Banco Central de reservas suficientes? Y a la larga, ¿renunciar a las inversiones requeridas no implicaría quizás un problema mayor, si se llegase a la necesidad de importar electricidad de Panamá o de aumentar la dependencia de la generación térmica?

Si se demuestra la necesidad del financiamiento solicitado por el ICE, que es la primera duda por resolver (y no la convocatoria a los espectros), la estrategia del Banco Central y del Gobierno debió haber sido muy diferente: negociar entre todas las partes el plazo de la emisión, negociar la periodicidad de los cupones, negociar la moneda y negociar la tasa de interés. Esto, como debe ser, en un ambiente de cooperación y entendimiento. Pero al parecer se ha optado por otro camino: el enfrentamiento.

Equivocados o no, los sindicatos del ICE se han involucrado también en esta confrontación, pero recordemos que el no rotundo provino inicialmente (sin argumentos técnicos y con considerable retraso), del Banco Central. Aun así, el ICE ha flexibilizado su posición inicial al aceptar una emisión en dólares, no obstante el riesgo cambiario que ello le representa.

G. DEMAGOGIA POLÍTICA. Es frecuente escuchar, al mismo señor Presidente Pacheco, que los recursos que obtiene el ICE para financiar sus obras, son recursos que no llegan a otras instituciones, que con los recursos que pide el ICE por medio de la emisión de bonos, se podrían construir tantas escuelas o clínicas, o levantar tantos kilómetros de carreteras, o contratar tantos policías. ¿Puede haber una demagogia mayor? Los ingresos que obtiene el ICE no le restan un céntimo al PANI, al IMAS, al INVU o al MOPT.

Los préstamos que están en proceso de negociación son asumidos enteramente por la institución, sin más participación del Estado que su aval, una emisión de bonos como la propuesta implica un financiamiento con recursos de inversionistas privados, los ingresos corrientes que devenga el ICE provienen del suministro de servicios a los usuarios a precio de costo, tal como lo exige la Constitución. Si esta demagogia no es parte de una estrategia de estrangulamiento del ICE, como advierten los sindicatos, entonces es producto de la simple y llana ignorancia.

H. IMPACTO MACROECONÓMICO. Nadie niega la importancia del ICE en la economía del país. Su aporte al valor agregado es del 3% del PIB, y su impacto en la cuenta corriente de la balanza de pagos es necesariamente deficitario. Su mercado es el mercado interno, a la vez que requiere de cuantiosas importaciones en equipo y tecnología.

Lo sorprendente es que en sus análisis el Banco Central no parece tener en cuenta aspectos esenciales del papel del ICE en la economía nacional: lo extremadamente necesario de sus inversiones para la competitividad de las empresas, su aporte a la sustitución de hidrocarburos importados, su impacto en el empleo directo e indirecto, sus múltiples y profundos encadenamientos productivos, su significativo aporte fiscal en la recaudación de impuestos indirectos.

¿Cómo puede un presidente ejecutivo del Banco Central afirmar que su valoración del gasto del ICE sólo debe ser de naturaleza cuantitativa-financiera, qué la calidad del gasto no es de su incumbencia? ¿Acaso da lo mismo que el ICE invierta productivamente sus recursos para bien del país o que los despilfarre en “piñatas”, término que tanto gusta al señor Presidente Pacheco?

“Sirvan las anteriores reflexiones para hacer un llamado al debate serio y responsable. Y no olvidemos que lo que está en juego es mucho más que una simple emisión de bonos, lo que está realmente en juego es el “proyecto-país” que todos los costarricenses tenemos el derecho y el deber de construir. “

27 de mayo del 2003

Henry Mora Jiménez
Escuela de Economía, UNA
Reproducido por ANEP

Verdaderas razones para la
estrategia de estrangulamiento financiero
del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE);
por parte del equipo económico neoliberal,
de la Administración Pacheco de la Espriella.
(frase de ANEP)

Hace algunos meses, un ex subgerente de telecomunicaciones del ICE publicó en un medio escrito un artículo titulado “República independiente del ICE”, en el cual criticaba duramente el proyecto de ley de modernización y fortalecimiento de esa institución.

No pretendo en este espacio caer en un maniqueísmo de signo contrario, sino contribuir a la reflexión sobre un tema nacional de tanta envergadura que ha terminado enfrentando a dos de las instituciones más importantes del Estado costarricense: el Banco Central y el Instituto Costarricense de Electricidad.

A. AUTONOMIA. Llama la atención que los mismos personajes que claman por una autonomía e independencia a ultranza del Banco Central (políticos y empresarios conservadores, economistas liberales y neoliberales), sean quienes cuestionan la pretendida “independencia del ICE”.

Es una muestra del signo de los tiempos que todavía nos envuelve. Se exige autonomía para la institución que ciertamente tiene la mayor responsabilidad de velar por la estabilidad macroeconómica del país, pero se niega esa autonomía para la empresa pública que tiene el mayor impacto real y potencial en el curso del crecimiento económico del país, lo mismo que en la tan mentada competitividad.

B. INDEPENDENCIA POLITICA. Es claro que ninguna institución pública puede pretender independencia de las políticas estatales globales, menos aun si éstas son democráticamente consultadas y evaluadas (lo que por lo general no es el caso). Con respecto a la independencia del Banco Central, la misma no puede desatenderse ni ignorar los impactos de las políticas monetaria y cambiaria más allá de variables como la inflación y las tasas de interés. Por ello, una estricta coordinación del conjunto de las políticas públicas es una tarea irrenunciable.

Pero además, esta independencia (o el margen de autonomía necesaria), no debe verse sólo con respecto a los otros poderes públicos, sino también, y éste es hoy en día el verdadero meollo del asunto, independencia con respecto a los poderosos intereses privados. En particular, nunca se ha demostrado que el interés del sector financiero de la economía coincida armónicamente con el interés general de la sociedad.

Un aspecto particular de esta problemática se refiere a la idoneidad académica, a la ética profesional y a la contradicción de intereses entre los negocios particulares de los jerarcas de las instituciones y los objetivos institucionales y nacionales. Sin duda, la politización de las juntas directivas de las instituciones autónomas (Ley 4-3, Ley de presidencias ejecutivas) ha minado considerablemente esta independencia necesaria.

C. DÉFICIT FISCAL. El ICE no es parte del problema fiscal de Costa Rica, aunque si puede ser parte de la solución. El déficit financiero del sector público se explica en su totalidad por los déficit del Gobierno central y del Banco Central. El primero resulta de una insuficiencia de ingresos dada la regresiva estructura tributaria del país, así como por un serio problema de “calidad del gasto” gubernamental, resultado del marasmo institucional que se ha venido acrecentando.

Por su parte, el déficit del Banco Central se explica fundamentalmente por el alto costo de una política monetaria (énfasis excesivo en colocación de bonos) y cambiaria (minidevaluaciones), que ha favorecido claramente al sector financiero y al sector exportador, sin exigir a cambio compromisos que refuercen el Bien común. Y decimos que el ICE sí puede ser parte de la solución del problema fiscal, porque el proyecto de ley que se discute en la Comisión Mixta de la Asamblea Legislativa contempla el pago de un canon de la institución al Gobierno por el uso del espectro radioeléctrico y las concesiones de agua para propósitos de desarrollo hidroeléctrico.

D. CONTABILIDAD FISCAL. Es sencillamente absurdo imponer a una empresa pública como el ICE una contabilidad fiscal similar a la de un ministerio o cualquiera otra institución que se financie con impuestos o con transferencias del Gobierno central. Como empresa publica, el ICE debe responder a una triple lógica: a) la de entidad empresarial, b) la de instrumento de política gubernamental y, c) la de institución sujeta a evaluación pública.

La lógica de entidad empresarial exige, entre otros puntos, una contabilidad propia de empresa privada. La lógica de instrumento de política estatal exige una adecuada planificación y coordinación de sus acciones. La lógica de institución pública exige una rigurosa evaluación y rendición de cuentas. La insistencia del Ministerio de Hacienda en aplicar al ICE una contabilidad fiscal absurda, tiene un claro sesgo anti-empresa pública, ya que limita su nivel de inversiones y sobredimensiona sus eventuales déficit.

E. COSMÉTICA FISCAL. Aunque es usual sumar algebraicamente los déficit del Gobierno con los superávit de las instituciones autónomas para obtener un resultado global más favorable (a los ojos del FMI y de Standard & Poor´s), en gran parte este procedimiento es pura cosmética fiscal y, peor aun, un autoengaño. En el caso concreto del ICE, éste no se financia con impuestos ni recibe transferencias del Gobierno. Un “déficit” del ICE no es una carga para el Gobierno central, y no lo llegará a ser a menos que esta institución sea destruida por políticas insensatas de sus autoridades.

Desde el punto de vista financiero, un déficit del ICE (tres veces en los últimos doce años), es más bien similar a uno de cualquiera empresa privada. Pero a diferencia de una empresa privada, y como vimos en el punto anterior, el ICE ciertamente debe responder por su carácter de ente estatal y de institución pública.

F. EMISIÓN DE BONOS. Argumentando una sujeción casi absoluta al programa monetario para el 2003, el Banco Central se ha negado a que el ICE haga una colocación de bonos en el mercado nacional, a pesar de que es evidente que lo que falta en el mercado son “papeles” y no compradores, lo que contrarresta cualquier impacto en las tasas de interés. Esta colocación (38 000 millones), representa apenas cerca del 0,5% del PIB y sería una legítima y provechosa operación de intermediación financiera: retirar liquidez de agentes privados superavitarios y trasladarla a fines productivos, sin mayor impacto inflacionario.

Si esta misma operación la hace una empresa privada, todos en el Consejo Económico se felicitarían, pero como la hace una empresa pública, todos los espectros son convocados: el déficit, la inflación, las tasas de interés, la balanza de pagos. El único impacto negativo de esta colocación de bonos en el mercado interno podría darse sobre el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, pero ¿acaso no dispone el Banco Central de reservas suficientes? Y a la larga, ¿renunciar a las inversiones requeridas no implicaría quizás un problema mayor, si se llegase a la necesidad de importar electricidad de Panamá o de aumentar la dependencia de la generación térmica?

Si se demuestra la necesidad del financiamiento solicitado por el ICE, que es la primera duda por resolver (y no la convocatoria a los espectros), la estrategia del Banco Central y del Gobierno debió haber sido muy diferente: negociar entre todas las partes el plazo de la emisión, negociar la periodicidad de los cupones, negociar la moneda y negociar la tasa de interés. Esto, como debe ser, en un ambiente de cooperación y entendimiento. Pero al parecer se ha optado por otro camino: el enfrentamiento.

Equivocados o no, los sindicatos del ICE se han involucrado también en esta confrontación, pero recordemos que el no rotundo provino inicialmente (sin argumentos técnicos y con considerable retraso), del Banco Central. Aun así, el ICE ha flexibilizado su posición inicial al aceptar una emisión en dólares, no obstante el riesgo cambiario que ello le representa.

G. DEMAGOGIA POLÍTICA. Es frecuente escuchar, al mismo señor Presidente Pacheco, que los recursos que obtiene el ICE para financiar sus obras, son recursos que no llegan a otras instituciones, que con los recursos que pide el ICE por medio de la emisión de bonos, se podrían construir tantas escuelas o clínicas, o levantar tantos kilómetros de carreteras, o contratar tantos policías. ¿Puede haber una demagogia mayor? Los ingresos que obtiene el ICE no le restan un céntimo al PANI, al IMAS, al INVU o al MOPT.

Los préstamos que están en proceso de negociación son asumidos enteramente por la institución, sin más participación del Estado que su aval, una emisión de bonos como la propuesta implica un financiamiento con recursos de inversionistas privados, los ingresos corrientes que devenga el ICE provienen del suministro de servicios a los usuarios a precio de costo, tal como lo exige la Constitución. Si esta demagogia no es parte de una estrategia de estrangulamiento del ICE, como advierten los sindicatos, entonces es producto de la simple y llana ignorancia.

H. IMPACTO MACROECONÓMICO. Nadie niega la importancia del ICE en la economía del país. Su aporte al valor agregado es del 3% del PIB, y su impacto en la cuenta corriente de la balanza de pagos es necesariamente deficitario. Su mercado es el mercado interno, a la vez que requiere de cuantiosas importaciones en equipo y tecnología.

Lo sorprendente es que en sus análisis el Banco Central no parece tener en cuenta aspectos esenciales del papel del ICE en la economía nacional: lo extremadamente necesario de sus inversiones para la competitividad de las empresas, su aporte a la sustitución de hidrocarburos importados, su impacto en el empleo directo e indirecto, sus múltiples y profundos encadenamientos productivos, su significativo aporte fiscal en la recaudación de impuestos indirectos.

¿Cómo puede un presidente ejecutivo del Banco Central afirmar que su valoración del gasto del ICE sólo debe ser de naturaleza cuantitativa-financiera, qué la calidad del gasto no es de su incumbencia? ¿Acaso da lo mismo que el ICE invierta productivamente sus recursos para bien del país o que los despilfarre en “piñatas”, término que tanto gusta al señor Presidente Pacheco?

“Sirvan las anteriores reflexiones para hacer un llamado al debate serio y responsable. Y no olvidemos que lo que está en juego es mucho más que una simple emisión de bonos, lo que está realmente en juego es el “proyecto-país” que todos los costarricenses tenemos el derecho y el deber de construir. “

27 de mayo del 2003

Manifiesto al país

Considerando:

1.
Que la abrumadora mayoría del pueblo costarricense ha expresado en distintos momentos y en variadas circunstancias y por múltiples formas, su rechazo rotundo a la filosofía neoliberal como sistema de desarrollo para nuestro querido país.

2.
Que el Gobierno del Presidente Pacheco de la Espriella se ha entregado, completamente, a dicha filosofía, dándole el manejo de la economía a esa única visión, impregnada de fundamentalismo fiscalista y obsesividad macroeconómica con abusivas restricciones del gasto y de la inversión publicas. Esto está desatando peligrosos conflictos sociales de grave riesgo para la paz social y la institucionalidad democrática de Costa Rica; además, ha venido deteriorando seriamente su credibilidad, por su constante actitud de deshonrar la firma puesta en compromisos que, precisamente, debían apuntar a la consolidación de la estabilidad social del país (ICE, Magisterio Nacional, Provincia de Limón, convenios con OIT, entre otros). Que en el caso del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), lo que está en juego es mucho más que una simple emisión de bonos; pues en realidad, lo que se está jugando es el “proyecto-país” que todos los costarricenses tenemos el derecho y el deber de construir.

3.
Que el equipo económico neoliberal del Presidente Pacheco de la Espriella, en realidad, busca crear las condiciones necesarias para la entrega total del patrimonio nacional con ocasión de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), con los Estados Unidos de América; promoviendo el ingreso de las gigantescas transnacionales de energía, telecomunicaciones, seguro, banca, salud, agricultura, entre otras.

4.
Que dicho equipo económico responde a intereses sectoriales que si bien ostentan un desmedido y gigantesco poderío económico y financiero, son minoritarios; propiciando así una abusiva concentración de la riqueza y extendiendo la pobreza abarcando a los sectores medios, mayoritarios en la sociedad costarricense.

5.
Que el sector más antidemocrático y totalitario de la cúpula empresarial costarricense se ha lanzado en una multimillonaria campaña publicitaria de ataque visceral y manipulador contra las fuerzas sociales, especialmente las del ICE, atizando la hoguera de la confrontación social.

Por tanto:

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), hace pública su decisión para una convocatoria a Huelga General Nacional, lanzando esta iniciativa para la consideración de las otras fuerzas del Movimiento Sindical Costarricense; así como a los diferentes sectores sociales de mujeres, de estudiantes, ecologistas, pastorales, campesinos, académicos, comunales y otros; de manera que, conjuntamente, definamos la fecha de arranque con la urgencia que amerita la gravedad de la situación social que enfrentamos.

La ANEP propone la unificación de agendas sectoriales en un pliego único de forma tal que en un solo frente social podamos demandar soluciones claras, contundentes, precisas y oportunas a:

1.
La situación del ICE.

2.
La normalización plena del pago salarial al Magisterio Nacional.

3.
La atención a las justas demandas de la comunidad limonense.

4.
La apertura a las negociaciones salariales de los sectores Privado y Público.

5.
Las obligaciones pendientes con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

6.
La apertura de un real espacio de discusión y participación plena en el proceso del TLC.

7.
La reversión del reglamento que flexibilizó las obligaciones tributarias para con el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), “regalando” miles de millones de colones a firmas privadas de bebidas de distinto tipo.

8.
El fortalecimiento urgente de la Administración Tributaria cumpliendo ya, sin más dilación y con pleno respeto al espíritu del legislador, de lo que ordenó la Ley de Contingencia Fiscal.

9.
Reversión profunda del proceso licitatorio que pretende entregar el INCOP a las transnacionales.

10.
Renuncia a la privatización de la cárcel de Pococí.

11.
Fortalecimiento presupuestario inmediato de los sistemas de preservación de las áreas protegidas del patrimonio ecológico nacional.

12.
Profunda rendición de cuentas por parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con relación a sus obligaciones para el fortalecimiento del Régimen de Pensiones I.V.M, según se lo ordenó la Ley de Protección al Trabajador.

13.
Amplia revisión al sistema de concesión de obra pública con su respectiva rendición de cuentas.

14.
Una profunda auscultación e indagación sobre la composición de la deuda interna para determinar el grado de concentración de la misma; y por ende, el gigantesco negocio que representa, el proceso de concentración de la misma en reducidos grupos financieros del Sector Privado.

15.
Freno total a la abusiva contratación de consultorías en las entidades públicas, pasando a emplear, como corresponde, el calificado recurso humano, profesional y técnico, que existe en la Administración Pública; personal que a la fecha ha sido relegado, excluido, descalificado, discriminado y desmotivado.

Demandamos:

1.
Cambio drástico de la integración del equipo económico gubernamental.

2.
La conformación de un nuevo equipo con la inclusión de prestigiosos economistas comprometidos con los ideales de solidaridad, de justicia social, de equidad distributiva, de profundo contenido humanista y cristiano.

3.
La renuncia de la Ministra de la Presidencia, de Educación Pública y del Ministro de Hacienda, señora Rina Contreras, señora Astrid Fischel y señor Jorge Wálter Bolaños, respectivamente. En su lugar, deben designarse personas ajenas a los sectores económico-financieros de orientación neoliberal; personas que tenga mayor capacidad de entender el desafío nacional por una sociedad sin exclusiones, orientada al bien común.

4.
La apertura de una Mesa Nacional para la Solidaridad y por una Sociedad Inclusiva, con participación de las fuerzas sociales y productivas más representativas, pero que estén dispuestas a la construcción de una sociedad de paz, de equidad distributiva y de justicia social.

5.
Descartar todo tipo de acciones represivas, administrativas, legales y políticas contra los trabajadores y contra las trabajadoras en huelga, así como contra quienes se habrán de adherir a los nuevos movimientos por venir.

San José, 27 de mayo del 2003.

La Huelga del ICE No puede ser declarada ilegal

En cincuenta años de vigencia del Código de Trabajo, y a pesar de encontrarse declarado constitucionalmente el Derecho a la Huelga, existen sólo dos excepciones de muy antigua data, que fueron declaradas huelgas legales por los tribunales de justicia. Todas las demás son y han sido declaradas ilegales, fundamentalmente por las desproporcionadas exigencias que establece la ley.

Por una parte se exige un porcentaje de declaración de apoyo a la huelga que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es excesivo y desproporcionado (60 %); lo que impide el ejercicio del derecho de huelga. Adicionalmente, nuestra legislación exige que, de previo a ir a la huelga, se debe agotar un procedimiento judicial cuya duración promedio es de tres años.

En tercer lugar, se exige que no se trate de un servicio público. Sin embargo, la definición de servicio público que tiene nuestra legislación fue declarada inconstitucional desde 1998. Desgraciadamente, hasta el día de hoy, la definición sustituta no ha sido dada a conocer por la Sala Constitucional ya que aún no se ha hecho pública la sentencia que contiene la nueva definición.

Todo esto hace que en Costa Rica no se respete el Derecho Humano a la Huelga. Ante tal situación, ya desde el 1º de julio de 1999, se interpuso una acción de inconstitucionalidad en contra de los desproporcionados requisitos establecidos en el Código de Trabajo para la huelga legal.

Es decir, a la fecha de hoy, los requisitos para determinar si una huelga es legal o ilegal están cuestionados ante la Sala Cuarta, por lo que, conforme lo establece la Ley de Jurisdicción Constitucional, ningún Juzgado de Trabajo podría dictar una sentencia, declarando legal o ilegal un determinado movimiento de huelga; si antes nuestro máximo tribunal constitucional no resuelve la acción de inconstitucionalidad pendiente y, además, hace pública la sentencia que debe definir cómo debe entenderse el servicio público en nuestro país.

Pero además, una acción precipitada por parte del Gobierno de La República, ya no sólo pasaría por encima de la competencia de la Sala Constitucional, sino que engrosará su ya gran expediente negativo que deberá enfrentar en los próximos meses ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como país violador de la Libertad Sindical, la Negociación Colectiva y el Derecho Humano a la Huelga.

Así las cosas, afirmamos de manera contundente, la actual huelga del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la eventual huelga del Magisterio Nacional o cualesquiera otra, no puede ser declarada ilegal pues ningún juez de trabajo tiene atribuciones legales para que en este momento dicte una sentencia de declaratoria de ilegalidad de huelga.

San José, 19 de mayo del 2003.

Liquidación del INCOP debe ir a la Asamblea Legislativa

Lo anterior consta en el Oficio SD-069-2003, fechado 21 de abril de 2003, firmado por el Lic. José Luis Araya Alpízar, Subdirector General de la Dirección General de Presupuesto del Ministerio de Hacienda; el cual, “con instrucciones superiores”, así se lo comunica a la entidad contralora.

Recordemos que bajo las falsas argumentaciones de “cierre técnico” primero y “modernización”, después, el Gobierno pretendió transferir la suma de 3.280 millones de colones de fondos del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), para destinarlos a pagar indemnizaciones adicionales a los trabajadores del INCOP; como “premio” para que no se opusieran a la privatización de tan importante entidad portuaria, la principal fuente de empleo en la Provincia de Puntarenas.

Así se ha caído la maniobra gubernamental, básicamente promovida por el Ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Lic. Javier Chaves Bolaños, quien intentó, en todo momento, obviar el necesario debate nacional sobre el futuro del INCOP.

El Gobierno reconoce, en consecuencia, que tendrá que ser por medio de ley de la república, aprobada por la Asamblea Legislativa, la forma correcta para “deshacerse” del INCOP. Esto permitirá un gran debate político, con la participación de las fuerzas vivas puntarenenses, acerca de la oportunidad de privatizar una institución portuaria tan vital en el desarrollo del pacífico costarricense. Desde ya anunciamos una gran ofensiva cívica para preservar al INCOP como parte del patrimonio público del pueblo costarricense.

San José, 15 de mayo del 2003.