Manifiesto de Sectores Sociales

LAS PERSONAS, ORGANIZACIONES Y SECTORES ABAJO FIRMANTES, HACEMOS DE CONOCIMIENTO PÚBLICO

CONSIDERANDO:

PRIMERO. En el año de la conmemoración nacional del Bicentenario de la Independencia de la Patria, el 2021, la institucionalidad democrática costarricense está más vulnerable que nunca:

Cada vez más, miles de compatriotas sufren las consecuencias del desempleo, del aumento del costo de vida, de la reducción o congelamiento salarial, de la falta de oportunidades, de la exclusión de la economía, de la pobreza y de a desigualdad social.

Esta situación, que desde inicios del año anterior (2020), alcanzaba números preocupantes, se ha visto agravada llegando a cifras record alarmantes, ante la situación generada por “la llegada” del COVID-19 al país, por una parte; y por otra, la inoportuna respuesta del equipo económico del Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa, a la situación antes descrita.

SEGUNDO. Quienes deciden las políticas públicas, han visto en el doloroso momento nacional actual, una oportunidad para profundizar un modelo económico concentrador y excluyente:

Cada vez más, cientos de miles de compatriotas vemos con preocupación, indignación e impotencia, cómo a pesar de experiencias que vivió la sociedad costarricense el año anterior; el 2021 inicia con la insistencia desde Gobierno y desde la Asamblea Legislativa, en impulsar como respuesta a la crisis sanitaria, económica y social, decisiones cuyo rumbo y consecuencias no hacen sino convertir el difícil momento que atraviesa el país, en una oportunidad para profundizar la receta económica que concentra riqueza en pocas manos, la cual viene en marcha en nuestro país desde los últimos 30 años, descartando cada vez más compatriotas de la economía.

Ante la exclusión social y económica en ascenso, las decisiones económicas que se impulsan nos colocan, nuevamente, a la sociedad costarricense en un punto delicado de polarización relacionada con la distribución del ingreso. Un gobierno, cuya gestión genera el mayor rechazo ciudadano de la última década y cuya imagen continúa en caída libre; y un grupo de diputados que siguen perdiendo legitimidad política real por su excesiva y descarada inclinación a favorecer al gran capital; ni unos ni otros tienen la autoridad moral para seguir polarizando al país que requiere soluciones equilibradas.

TERCERO. Las medidas económicas que impulsan el Gobierno y sus partidos aliados en la Asamblea Legislativa golpean a sectores claves para dinamizar la economía:

Es de suma preocupación, considerando el actual mega-período de sesiones extraordinarias que le otorga al Gobierno ocho meses para “mover sus hilos” en la Asamblea Legislativa, que lo inicie con iniciativas que afectan a sectores que dinamizan el mercado interno, el comercio, la producción, y a la sociedad costarricense en su conjunto; pero sin respuesta efectiva a problemáticas sectoriales reiteradamente señaladas. A saber:

  1. Negociaciones de Gobierno de cara a convenio con el FMI: Costa Rica no necesita de convenio alguno con el Fondo Monetario Internacional. ¡Sobran alternativas! Como sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, vemos con enorme preocupación que se descarte la enorme cantidad de aportes, procedentes de diversas fuentes, que se han venido planteando a fin de que, desde lo nacional, nos aboquemos a construir las soluciones hacia la crisis fiscal del país, sin necesidad de que tengamos que atarnos a organismos financieros internacionales y, mucho menos, cuando se ha venido demostrando que hay recursos financieros internos para que, de modo, paulatino, diseñemos un camino costarricense de salida a esa crisis sin abruptos procesos de agudización del clima social nacional.

Las negociaciones con el FMI se darán en un momento totalmente inoportuno, de considerable potencial provocador a un desasosiego social más intenso y extendido que el del año anterior. Particularmente, la naturaleza del desafío tributario que tenemos por delante, con su marcado sesgo regresivo; nos involucra en cuanto las características de los sectores sociales que estamos representando, castigados por ese sesgo de injusticia impositiva; de modo tal que no podemos aceptar más impuestos de orden regresivo. Por el contrario, llegó la hora nacional de que nos aboquemos a las transformaciones tributarias profundas que tengan como eje central, la progresividad fiscal.

  • Impuestos regresivos: Rechazamos, con vehemencia absoluta, que se pretenda imponerle más impuestos, todos de un profundo carácter regresivo, al pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo, el que a duras penas subiste con emprendimientos micro-pequeños y/o de economía social); recargándole el peso abrumador de un sistema tributario perversamente injusto. Lo anterior no sólo aumenta la desigualdad social sin atender la evasión fiscal y las exenciones tributarias; sino que, además, encarece el costo de la vida al pueblo trabajador; a la vez que pone en grave aprieto las actividades económicas-productivas de las micro, pequeñas y medianas empresas, castigándolas con nuevas cargas tributarias.
  • Venta de activos del Estado: Integrantes del equipo económico del Gobierno han insistido en días anteriores que no han renunciado a la venta de FANAL. Desde las distintas expresiones organizadas de los sectores sociales hoy reunidas expresamos un NO rotundo a la venta de FANAL. Así mismo rechazamos con contundencia, las intenciones anunciadas en diferentes oportunidades por la fracción legislativa del PUSC y otros grupos políticos, sobre sus intenciones de impulsar venta de activos en Instituciones como activos como el Banco de Costa Rica (BCR), Instituto Nacional de Seguros (INS) y telecomunicaciones del ICE.
  • El proyecto de Ley de reducción de beneficios fiscales y ajustes de tarifas en rentas de Capital (expediente 22.369) que pretende elevar la renta, generar impuestos al trabajo y gravar los intereses sobre rendimientos del FCL y rentas de capital en cooperativas.Lo anterior afecta especialmente al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista con nuevos impuestos. Tal iniciativa debe desecharse, radicalmente,
  • El proyecto de ley Marco de Empleo Público (expediente 21.336) que concentra en manos del Poder Ejecutivo potestades excesivas, que perjudican los derechos de las personas trabajadoras estatales, poniendo en riesgo la calidad de los servicios públicos, para que el Gobierno de turno pueda manipular a su antojo el régimen de empleo del Estado costarricense. Iniciativa contraria a la institucionalidad democrática costarricense porque violenta la Constitución Política, los derechos humanos, laborales y sociales. Este proyecto junto a dos legislaciones ya aprobadas (conocidas como el combo fiscal (2018) y la ley anti-huelgas (2019), forma parte de la tríada de legislación que pretende la destrucción del modelo de Estado surgido a partir de 1949, con la denominada Segunda República.
  • Incumplimiento Gubernamental del artículo 19 de la Ley sobre Desarrollo de la Comunidad (Ley 3859). Por ley el Estado incluya en el Presupuesto Nacional, una partida equivalente al dos por ciento del estimado del impuesto Sobre la Renta de ese período, para girar las asociaciones de desarrollo de la comunidad debidamente constituidas. Lo anterior no se ha cumplido dada la reducción unilateral e inconsulta de recursos para el desarrollo comunal. Situación que atenta contra la reactivación económica en las barriadas, contra la seguridad de las comunidades y hasta contra la lucha en la atención de la pandemia, ya que estas organizaciones están involucradas en todo lo que tiene que ver con su comunidad.
  • Desinterés del Gobierno en dar solución a la condonación de deudas del sector agropecuario. En nuestro país un sector significativo de la producción agropecuaria nacional, prácticamente se encuentra en la quiebra por las altas deudas, impagables todas, de productores, a quienes la contracción adicional del mercado interno producto del Coronavirus-19 terminará de llevar a la banca rota, con su impacto negativo consecuente en la soberanía alimentaria nacional. Ante esta situación, el Gobierno no ha mostrado interés alguno, en impulsar el avance legislativo para aprobar el expediente No. 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario, y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria.
  • Falta de política integral para atender el comercio de la micro-pequeña empresa del mercado interno: El Gobierno sigue debiendo una estrategia de acompañamiento real al comercio, especialmente a la micro y pequeña empresa orientada al mercado interno; que garantice la no extinción de su actividad económica, que no le contraiga aún más el consumo afectando la capacidad adquisitiva de sectores que dinamizan su flujo de caja, o bien a través de disposiciones no dialogadas o arbitrarias sobre su actividad económica.
  1. Inexistente control político sobre el abuso en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado: A pesar que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene en estudio 1047 casos de empresas por supuesto abuso en reducción de jornadas y suspensión de contratos durante la pandemia del Covid-19; la Asamblea Legislativa aprobó en recientes días el expediente 22.265, que permite una ampliación de tres meses más al mecanismo que permite que a trabajadores del sector privado se les suspenda o reduzca jornada y salario. Lo anterior sin que exista control político alguno ni atención expedita a este tipo de irregularidades, por parte de quienes impulsan este tipo de iniciativas en el Congreso.

POR TANTO: Anunciamos al pueblo trabajador, a la opinión pública nacional, a la clase política de todo signo:

  1. Nuestra decisión de unir esfuerzos, para hacer frente de forma conjunta, a las recién mencionadas iniciativas de ley y problemáticas irresueltas orientadas a golpear aún más el ya afectado ingreso del pueblo trabajador en todas sus dimensiones (con empleo y salario fijo, el que está en la informalidad, el que sufre el dolor del desempleo); de la población productiva (micro y pequeña empresa y agricultura campesina), y de sectores sociales representativos de las diversas expresiones organizadas del pueblo costarricense, que a través de diversos encadenamientos productivos dan su aporte al consumo del mercado interno y la activación de la economía.
  2. Nuestra férrea oposición a: las negociaciones y el convenio que impulsa el Gobierno con el FMI, los impuestos regresivos con que pretenden cargar más la crisis sobre las espaldas de los sectores populares, al proyecto de ley 22.369 que afecta con nuevos impuestos al movimiento Cooperativo y al Movimiento Solidarista, al proyecto 21.336 ley marco de empleo público que violenta los derechos sociolaborales, y a la venta de activos del estado.
  3. Nuestra exhortación urgente al Gobierno y  a los diputados y diputadas de la República: aprueben el expediente 21.935 para condonación de deudas del sector agropecuario y el expediente No. 21.960 sobre texto sustitutivo en relación a la soberanía alimentaria. aprovechando además el sistema bancario nacional para el refinanciamiento de la agricultura campesina, trasladen al movimiento comunal los recursos que por ley le corresponde, necesarios para desarrollar proyectos en sus comunidades, implemente una política integral para atender el comercio de la micro y pequeña empresa del mercado interno, y atienda y regule abusos en reducción de jornadas y salarios o suspensión de contratos en el sector privado
  4. Nuestra convicción profunda que el país requiere que la clase gobernante implemente soluciones orientadas a la reestructuración de la deuda pública, la revisión del pago y de las tasas de interés que la misma ha venido demandando; así como a considerar los casi 15 mil millones de dólares que el Estado tiene en custodia en sus diversas modalidades institucionales para impulsar una solución nacional al manejo de la crisis fiscal con acción paralela en la reactivación de la economía y en la protección del empleo.

El robo de armas en la Academia Nacional de Policía, fue la crónica de una muerte anunciada

En la Seccional ANEP Fuerza Pública, hemos venido señalando el constate debilitamiento de la seguridad ciudadana, su desmejoramiento paulatino es evidente en todo el país. Paralelamente, la delincuencia ha perdido el poco respeto que le tenía a las fuerzas de policía, así se ha visto en diferentes eventos; pero nada parecido con lo sucedido en la Academia Nacional de Policía, una institución vital en donde se capacita a las personas que desean servir al país desde algún cuerpo policial.

Sobre el particular suceso, se habían venido señalando una serie de situaciones en lo interno de la Academia Nacional de Policía, sede Guápiles, de las cuales vamos a transcribir lo siguiente:

“Cabe destacar que en muchas escuadras se encuentra faltante de personal y cuando un oficial sale a vacaciones, el personal que queda es muy escaso para cubrir la seguridad de todas las hectáreas que conforman la ANP en Guápiles, dejando a los escasos funcionarios trabajando solos en áreas asignadas que no tienen un puesto donde poder hacer sus necesidades fisiológicas, dejar pertenencias o escampar las lluvias, además de cubrir puestos solos en un área amplia de día y de noche, cuando lo establecido y conocido dentro de nuestra labor policial es que “la unidad mínima de un grupo de policías es un binomio, para cumplir a cabalidad la labor policial”. El caso fue puesto en conocimiento de las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, mediante el traslado de documento anónimo.

En atención de que los funcionarios que por temor a represalias pidieron el anonimato, hicieron énfasis en temas de ambiente laboral, se pidió la atención del Departamento de Salud Ocupacional, al mismo tiempo que se le remitió copia al Viceministro de Seguridad Pública, designado por el ministro Michael Soto para atender las gestiones de nuestra organización. Valga decir, que el faltante de personal, no se relaciona con la salida de las personas en proceso de formación que citó el viceministro Castillo, dichas personas no forman parte de la seguridad interna de la ANP, están en un proceso de formación para integrar después alguno de los cuerpos policiales del país.  

En relación con el manejo de armerías del Estado, desde ANEP, hemos planteado en el pasado reciente, la debilidad que hemos detectado en la mayoría de delegaciones policiales, en las cuales se manejan armas al margen de lo estipulado en el Manual para el Manejo y Control de Armas Estatales, que cita:

Armería: Espacio físico destinado para el almacenamiento y custodia física del armamento, que es propio de Órgano o Ente Público o bien o asignado a través del Arsenal Nacional, para el ejercicio de funciones policiales o de seguridad. Dicho espacio ha de cumplir con los requerimientos estructurales, establecidos en el presente Manual para el Manejo y Control de Armerías Estatales. La negrita y el subrayado son nuestros.

“La Armería debe tener paredes, piso y contrapisos de concreto; en el caso de existir cielos suspendidos y estos tengan comunicación con otras áreas del inmueble, se deberá de clausurar dicha comunicación; no podrán estar separadas del edificio principal, salvo justificación técnica avalada por la Dirección General de Armamento, ni colindar con áreas de almacenamiento y/o utilización de sustancias inflamables, alimentos, comedores, baños, celdas, dormitorios y oficinas de atención al público”.

Eso no se cumple en la mayoría de delegaciones policiales del país, como tampoco se cumple que se debe dotar a las unidades del adecuado personal para la seguridad perimetral de las instalaciones vitales, lo cual se tiene que resolver de forma urgente. Así como de inmediato se debe fortalecer la capacitación policial; algo que también hemos venido planteando, pero que se han rehusado en atender, tanto el Ministro de Seguridad, como el Director de la Academia Nacional de Policía.

No es más seguro el país que más policías tiene, pero es indubitable que se requiere fortalecer nuestra Policía; con más personal, mejores instalaciones, mayor y mejor capacitación y mejor equipo, entre otras cosas. Indudablemente lo sucedido en la Academia Nacional de Policía, debe servir para que, de una vez por todas se hagan las cosas bien.

Municipalidad de Talamanca deja sin salario a trabajador reinstalado

La Unidad de Asesoría Jurídica de la ANEP, presentó un recurso de amparo a favor del trabajador de la Municipalidad de Talamanca, Cristian Rivera, quien fue reinstalado en su puesto en noviembre del año pasado y no ha recibido el pago de su salario.

¿Y si el FMI les dice no?

Albino Vargas Barrantes, Secretario General (ANEP)

Es ya conocido que la oposición a un eventual “convenio” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por parte de la amplia diversidad de sectores populares, es contundente.

En el caso del Sindicalismo, hasta los líderes afines al Gobierno, están en contra…. Al menos de la boca para afuera, lo cual es “peligroso”.

No obstante, el punto es éste: Dentro de la camarilla gobernante, la del real poder, la que tiene el control de los poderes Ejecutivo y Legislativo, hay personajes de influencia que abrigan la idea de que el FMI no acepte la propuesta que le va a entregar Alvarado Quesada a cambio de que se le “preste” al país los tan cacareados 1.750 millones de dólares.

Es decir que tales sectores dentro de las esferas de la hegemonía política reinante, preferirían que el FMI descalifique al país para que, ahogado éste en su frenesí de atender la deuda pública y su obsceno pago de intereses a cómo dé lugar; tenga que pedir un préstamo “rescate” al Fondo Monetario Internacional pero bajo los parámetros clásicos y fundamentalistas que ellos han acostumbrado; por ejemplo, las privatizaciones abiertas de empresas públicas, eufemísticamente llamadas “venta de activos”.

Que las tasas de interés se incrementen sustancialmente, por una parte; y por otra, que la inflación y la devaluación se disparen, es una carta que consideran los grupos más retrógrados y más inconscientes dentro del bloque que, repetimos, está controlando las decisiones de política y de macroeconomía determinantes.

Esto hace que venga a nuestra mente la posición que, en el período legislativo constitucional anterior, una legisladora (cuyo nombre ni siquiera vale la pena recordar), hizo pública; indicando que era preferible una catástrofe fiscal total para que, sobre las ruinas de la economía, se pudiera construir el “nuevo orden” de la sociedad costarricense, mismo que, por supuesto, es el de la exclusión social y económica radical.

Sin duda alguna, los momentos que estamos viviendo, precisamente en el año del Bicentenario de la independencia política con respecto a España, son sumamente delicados. Jugar con fuego podría ser devastador hasta para esos malos costarricenses que estarían prefiriendo la debacle generalizada en los ámbitos político, económico y social.

Quienes adversamos el “convenio” con el FMI lo hacemos porque estamos convencidos de que, a la tica, podríamos hallar soluciones al problema fiscal: negociadas, pausadas, equitativas y sostenibles. Además, existen personas y entidades de renombre, sumamente calificadas, que han venido expresando el sinnúmero de alternativas viables para atender el desafío fiscal nacional del momento sin los extremismos que albergan los sectores económico-financieros que impulsan una visión de la sociedad costarricense de gran distancia con respecto a las herencias acumuladas de nuestra idiosincrasia.

No podemos dejar de pensar que, por tanto, acudir al FMI sea una estrategia perversamente diseñada en los más oscuros intersticios del círculo del gobernante; con la premeditación funesta de que tal entidad descalifique la solicitud del préstamo de los 1.750 millones de dólares; y, sobrevenga, por tanto, la cascada maléfica de descalificación internacional para con las cifras fiscales del país y, por tanto, de par en par, quede abierta la operación rescate de las finanzas nacionales.

Albino Vargas Barrantes: «Acuerdo con el FMI, estafa y embuste de Carlos Alvarado»

El Secretario General de ANEP, Albino Vargas Barrantes estuvo en el programa horizontes donde nuevamente dejó en claro con los argumentos constantes que ha emitido la organización que no se necesita del acuerdo con el ente internacional.

Necesitamos proyectos serios, no los “mantequilla”

Posiblemente, muchos (as) recordaran aquella época en la que uno era parte de un grupo, en el cual, la mayoría eran de una edad superior, a los más pequeños nos decían, “usted juega, pero usted es mantequilla”.  Lo anterior, es traído a colación en razón del proyecto impulsado por la diputada Zoila Rosa Volio, para el uso del polígrafo en los cuerpos policiales; dicho proyecto me regresó a esa época, para los efectos le llamaremos “el proyecto mantequilla”.

En la Asamblea legislativa fue aprobado el proyecto 21490, disque para determinar la idoneidad de las personas que quieran ingresar a las fueras de policía e inclusive, para detectar posibles “filtraciones” al narcotráfico. En sus discursos, la diputada insistió en que la utilización del polígrafo serviría para identificar si algunos oficiales le pasan información al crimen organizado (cajita blanca), olvida la diputada que tal conducta la pueden desplegar otros funcionarios del sistema de justicia, que no fueron incluidos en el proyecto mantequilla. Además, la diputada Volio reitero en el programa siete días radio, que dicha herramienta no podría ser usada para sancionar o para excluir a futuros aspirantes de policía.

Efectivamente, cita textualmente la nueva legislación “Los resultados de dicha prueba no podrán ser utilizados como medio de coacción o reproche, como causal para sanciones o despido, ni como condicionante para obtener un puesto en alguna fuerza de policía. Tampoco podrán ser utilizados los resultados del polígrafo en procesos judiciales”.

¿Entonces cuáles serían los efectos de su aplicación? Indudablemente, la estigmatización, la exclusión y el reproche, pero, de la misma forma en que se dan en la actualidad, solapadamente al amparo del “régimen de excepción”, sobre el cual se basan para perjudicar a los funcionarios con un traslado que los aleja a cientos de kilómetros de sus hogares, cuando plantean alguna inconformidad o la defensa legitima de un derecho. Aunque la misma legislación “mantequilla” establece que la prueba de polígrafo es voluntaria, en el momento de que algún funcionario se rehúse en aplicarla, no solamente será estigmatizado, será señalado, acosado, perseguido, porque en el Ministerio de Seguridad Pública la presunción de inocencia se invierte, opera la presunción de culpabilidad, el acusado de haber cometido alguna falta, debe demostrar su inocencia. 

La promovente de dicho proyecto se dice afín a los policías, posiblemente lo sea, pero a los de la alta jerarquía, porque su iniciativa no viene a favorecer en nada el bienestar de la población policial, por el contrario, le aporta un insumo más al alto mando, para perseguir, acosar, estigmatizar y violentar los Derechos Humanos y laborales de las personas que integran los cuerpos policiales.

Lo que favorece al gremio policial no recibe el mismo apoyo. En la Asamblea Legislativa fue presentado el proyecto 20920, que vendría a dotar a nuestros policías de cobertura 24/7 mediante una póliza de vida y de riesgos profesionales, cuando en el ejercicio del cargo o como resultado del mismo, aun fuera de su jornada laboral sufren algún tipo de agresión ilegitima. Dicho proyecto no ha sido apoyado por las y los diputados, tampoco por el poder ejecutivo. Sobre el particular, podríamos citar un par de proyectos más, que además de justos, resultan necesarios, entre ellos, el uso de armas menos letales (taser) que permita neutralizar a una persona agresiva o violenta, de manera tal que se evite el forcejeo e inclusive, la pérdida de vidas humanas.

En uno de sus discursos en un medio de comunicación, la diputada Volio decía que, el polígrafo es usado en muchas policías e hizo mención de Colombia, pues bien, la policía de dicho país, cuenta con un régimen especial de pensión para los cuerpos policiales, que no solamente reconoce el desgaste que lleva implícito la función policial, sino que permite el relevo generacional oportuno, de forma tal que, los policías que se van a enfrentar a la criminalidad común u organizada, tengan las condiciones óptimas para tales efectos. No se ha entendido, que lo primordial debería ser dotar a nuestros cuerpos policiales de condiciones dignas, de delegaciones funcionales, de equipo, avituallamiento, vehículos, y de un mejor salario. Por ello, necesitamos de proyectos serios, que favorezcan el derecho de las personas que integran los cuerpos policiales y, por ende, la seguridad ciudadana, no más proyectos mantequilla.

Lic. Mainor Anchía Angulo

Abogado

Directivo Nacional de ANEP