Autor: ANEP
¿Es bibliotecólogo del MEP? Seccional de ANEP detalla resultados de reunión con Directora de Recursos Humanos
El pasado 14 de mayo, la Seccional ANEP-Bibliotecólogos y Afines del MEP tuvieron la primera reunión con la Directora de Recursos Humanos del Ministerio de Educación Pública (MEP), Yaxinia Díaz Mendoza en la expusieron varias de sus inquietudes laborales.
Algunos de los temas .abarcados fueron la actualización de funciones, trabajadores con títulos con enfoque en tecnologías y el enfoque a la docencia. Además, se sumó el horario de las labores.
¿Cuá fue la respuesta para cada una de esas inquietudes?
Actualización de funciones de los bibliotecólogos que laboran en el MEP: Se acordó realizar una propuestas de las funciones actualizadas, las cuales deberán presentar en un mes en una reunión junto con la directora de Recursos Humanos.
Bachillerato en Tecnologías de la Información y la Comunicación y Licenciatura en ciencias de la educación con énfasis en docencia para ejercer la enseñanza en el área de bibliotecología: Con respecto a este tema se estará enviando la consulta a la Unidad de Análisis Ocupacional.
Nombramientos en propiedad y por inopia: Para el próximo año habrá un concurso y con las inopias se irá solucionando con los puestos que se ofrecen en la página de Recursos Humanos y que se les envía a los correos del MEP.
Diferenciación entre Bibliotecólogo de Centro Educativo 1 y el Bibliotecólogo de Centro Educativo: Esta es una clasificación hecha por la Dirección General de Servicio Civil, el cual se ampara en su principio, de la Ley de Carrera Docente. Sin embargo, es importante presentar una propuesta a Servicio Civil para buscar una equiparación en ambas clases de puestos, por lo que será una lucha a futuro.
Horario laboral y el período de vacaciones: En torno a este tema se hará el planteamiento para que se incluya el tema de la jornada laboral de las 40 horas semanales en la Convención Colectiva próxima, ya que la actual vence en este mes.
En cuanto a las vacaciones, se puede presentar una reforma a la Ley de Carrera Docente, donde se nos agregue como docentes, sin embargo se perdería la dedicación exclusiva. Nuestro parecer y el de muchos, es contraproducente al profesional de bibliotecología. Por lo que por nuestra parte no se continuará con tal consulta.
Alerta clase trabajadora estatal: ANEP no ha negociado ningún proyecto de empleo público
¡Atención ciudadanía, que la seguridad es cosa de todos!
Jonathan Flores, Directivo ANEP
Aunque para la sociedad, la importancia de los Cuerpos Policiales debería estar presente, lo cierto es que, es producto de la difícil situación actual que se ha hecho conciencia de la relevancia con la que se revisten. A pesar de que la seguridad ciudadana se ubica siempre en el podio de tópicos que preocupan a la población, en realidad, la atención que le dedicamos es muy superficial.
Cuando se levanta la vista al accionar de la clase política queda en evidencia una casi absoluta desatención a los elementos técnicos que deben imperar en la toma de decisiones. Siendo los mismos reemplazados por acciones de corte populista, con los que se busca congeniar con la opinión de las masas.
Lamentablemente, para nuestro marco de convivencia diaria, los políticos tradicionales, y los no tanto, han sabido identificar esos aspectos que generan una buena acogida del público en general. Por eso, las noticias que escuchamos son siempre iguales, sin importar el gobierno de turno. Ejemplos claros son: “nos donaron tantas patrullas, o lanchas patrulleras; abrimos tantas causas, para limpiar de corrupción la institución; se han hecho tantos operativos; se dio un fuerte golpe al narcotráfico, con este decomiso” …entre muchas otras.
No debemos como costarricenses dejarnos engañar por información inflada, ni sucesos de importancia somera que no vienen a aportar nada, verdaderamente significativo, para la realidad a la que sobrevivimos. Le toca a esta generación, y las subsiguientes, permanecer mejor informadas y ser más enérgicas con la demanda de un servicio de seguridad ciudadana, que trabaje en los problemas diarios, con bases científicas, no revolviendo las cosas para lanzar cortinas de humo.
Cuestionémonos un segundo: ¿Si el camino tomado hasta ahora es correcto, porqué las calles se tiñen cada vez más de sangre, y siguen en aumento progresivo los delitos contra la propiedad?
Si me lo permiten, hago un ligero paréntesis aclaratorio, pues no faltará quien diga que hay más crímenes porque existen más dificultades económicas. Recordemos que el delito es una conducta de origen multifactorial, atribuir su existencia a esa razón no solo es un error titánico e ingenuo, sino también equivale a criminalizar la pobreza, lo que también es discriminatorio (sin mencionar todos los fallos técnicos que esta excusa conlleva).
Prosigo. Solo hace falta que le prestemos un poco más de atención al tema de seguridad, así como lo hacemos con la economía o el deporte. Porque debemos entender que esto es fundamental, el hampa se puede llevar no solo nuestras cosas, sino también nuestra vida, o la de nuestros seres queridos.
Hay que estar informado, para demandar que necesitamos de una vez por todas la aplicación de políticas de seguridad ciudadana preventivas (no andar por ahí reventando bunker o molestando a los indigentes). Tenemos la obligación como ciudadanos de conocer lo que está pasando con el crimen organizado, y no ser tan ingenuos de creer que el decomiso de una tonelada de cocaína es un “fuerte golpe al narco”, porque esas “pérdidas” ya están presupuestadas por estas estructuras (incluso a veces funcionan de carnada para pasar otros cargamentos más grandes).
Bajo esta óptica es que debemos ser vehementes con nuestros gobernantes, y exigir no solo que se nos informe sin mentiras o exageraciones, sino también que los intereses políticos se dejen de lado y se actúe con fundamento técnico.
Concordante con ello, debemos ser vigilantes con el dinero destinado a la seguridad ciudadana, en el que no se puede escatimar, pues es una inversión para proteger a las y los costarricenses. Observar noticias como las que han circulado días atrás, que aseguran que la Fuerza Pública está teniendo problemas presupuestarios, para mantener en circulación las patrullas, debe indignarnos a todos. Porque en un país que tiene claras las prioridades se buscaría primero resguardar la seguridad de la población, antes que malgastar el dinero pretendiendo ingresar a un club de países ricos, o un trencito nuevo (por solo dar dos ejemplos).
Si nuestras autoridades salen a la caza de donaciones a nivel internacional, sería bueno que comuniquen a los bien intencionados colaboradores, que las delegaciones policiales se están cayendo, plagadas de alimañas y en algunas ni siquiera se cuenta con servicios públicos. Costa Rica no necesita carros blindados, necesita infraestructura digna, capacitación de calidad, y, sobre todo, que le enseñen a tratar bien a sus servidores y servidoras policiales.
Estimada (o) lector (a) la única forma de detener este engaño en el que nos tienen enfrascados, en torno a la seguridad ciudadana, es prestarle más atención, e informarnos por diversas fuentes. Esto a su vez obligará a la clase política a estudiar con seriedad el tema, dejar de lado los estribillos populistas, y las gastadas promesas de: “ocupamos más policías y mejor equipados…” por ideas integrales, innovadoras y con verdadera proyección preventiva.
La batalla contra el narcotráfico la perdimos en esta generación, que la siguiente, y las que siguen no corran el mismo destino, depende de tener policías, políticos, y, sobre todo, una ciudadanía más comprometida. No permitamos que la inseguridad se cole en nuestros hogares, atente contra nuestras familias, ni derrame la sangre de nuestros hijos o nietos. Atención, costarricenses, la seguridad es cosa de todos, si no nos preocupamos y ocupamos ahora, después no valdrá de nada quejarse.
ANEP-Concesionarios PIMA-Cenada donan comestible a familias de la zona sur, migrantes y personas en condición de indigencia
Ante la dura situación que atraviesa el país por la emergencia sanitaria del COVID-19, los integrantes de la seccional ANEP-Concesionarios del PIMA Cenada decidieron unirse para realizar un acto solidario con las personas afectadas por la pandemia
Por lo que se dieron a la tarea de realizar una campaña de recolección de víveres y artículos de primera necesidad en todo el complejo del PIMA-Cenada, con la intención de distribuirlos a familia de la Zona Sur, migrantes y organizaciones sociales que ayudan a personas en condición de indigencia y a personas de barrios marginales del país.
Los primeros beneficiados con este gesto, fueron poco más de mil familias del cantón de Corredores
La voz sobre este gesto y la organización de la seccional ANEP-Concesionarios del PIMA Cenada corrió rápido a lo interno del mercado, por lo que cada vez son más los concesionarios que aportan diversos productos.
Esto también permitió llevar donaciones a personas migrantes del pacifico central costarricense
Otras organizaciones sociales, las cuales ayudan a niños, personas en condición de indigencia y población en zonas marginales, también se han visto beneficiadas con los donativos.
Si usted desea contribuir con la seccional ANEP-Concesionarios del PIMA CENADA, puede comunicarse a los teléfonos: 88716304 con Gilberth Duarte Badilla ó al 83244316 con Grettel Cedeño Castro
Covid-19: solidaridad y banqueros
Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
A partir de datos oficiales provenientes del Banco Central de Costa Rica (BCCR), información solicitada en su momento por la ANEP (oficio No. GER-0337-2018, fechado 14 de diciembre de 2018, firmado por el señor Eduardo Prado Zúñiga, Gerente del BCCR), sacamos la conclusión de que en el período comprendido que va del 1 de enero de 2011 al 30 de setiembre de 2018 (93 meses, en total), la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), creció, en promedio mensual, a razón de 160 millones 65 mil dólares (160.065.000).
¿Por qué afirmamos lo anterior? El BCCR nos indica que, al 31 de diciembre de 2010, los depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), estaban en 17.933 millones 900 mil dólares. Y, 93 meses después, al 30 de setiembre de 2018, la cantidad por tal rubro era de 32 mil 820 millones de dólares.
Esos 93 meses (31 diciembre 2010 – 30 setiembre 2018), siete años y nueve meses, representaron, por tanto, un aumento de 14 mil 886 millones 100 mil dólares (14.886.100.000), de más, en poder de las entidades públicas y privadas del sistema financiero-bancario del país.
Tal cantidad, 14 mil 886 millones 100 mil dólares, dividida entre esos 93 meses (siete años y nueve meses), nos da el promedio mensual de 160 millones 65 mil dólares (160.065.000)
Si lo pasamos a colones, en ese período de 93 meses (1 de enero de 2011 a 30 de setiembre de 2018), la cantidad se torna impresionantemente grande: 8 billones 485 mil 77 millones de colones (8.485.077.000.000).
Son números de locura. Si hablamos en moneda nacional, tenemos que cada uno de esos 93 meses representó un incremento, promedio, de 91 mil 237 millones de colones, cada (91.237.000.000), cada 30 días.
Sigamos y, de seguro, enredándonos más. Partamos del dato de que durante los 93 meses indicados (1 de enero 2010 – 30 de setiembre de 2018), el promedio de crecimiento de los depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), fue de 160 millones mil dólares (160.065.000), por mes.
Tomemos ese promedio,160.065.000 millones de dólares y multipliquémoslo por el número de meses comprendido entre el lapso de tiempo del 1 de octubre 2018 al 29 de febrero de 2020: un total de 17 meses. Entonces, 2 mil 721 millones, 105 mil dólares (2.721.205.000).
¿Por qué al 29 de febrero de 2020? Porque fue el cierre de mes antes de la llegada oficial de la pandemia del coronavirus covid-19 al país, señalada como el 6 de marzo siguiente.
¡Continuemos complicándonos! A los 32 mil 820 millones de dólares que había en depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), al 30 de setiembre de 2018 (informe oficial del BCCR dirigido a la ANEP); le agregamos 2 mil 721 millones, 105 mil dólares (2.721.205.000), del período que va del 1 de octubre del 2018 al 29 de febrero de 2020 (17 meses), para así tener un gran total de 35 mil 541 millones 105 mil dólares (35.541.105.000).
Ese gran total de 35 mil 541 millones 105 mil dólares (35.541.105.000), traducido a nuestra moneda nacional representa la inimaginable e incomprensible cantidad de 20 billones 258 mil 429 millones 850 mil colones; que sería la suma total de los depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados) al 29 de febrero de 2020.
El período explicado de tantos y tantos millones de dólares y de colones en poder de las entidades financieras del Sistema Bancario Nacional, arrancó, a partir del 31 de diciembre de 2010, con la suma de 17 mil 933 millones 900 mil dólares (10 billones 222 mil 323 millones de colones: 10.222.323.000.000); para transformarse en 35 mil 541 millones 105 mil dólares: 35.541.105.000 (20 billones 258 mil 429 millones 850 mil colones), al 29 de febrero de 2020, en un período de 110 meses (poco más de 9 años). Ese capital bancario, en consecuencia, aumentó en un 50.45% en ese período.
¿Cuáles son esos 110 meses?: 40 meses de la Administración Chinchilla Miranda, 48 meses de la de Solís Rivera y 22 de la actual Alvarado Quesada.
Esos 35.5 billones de colones que podrían constituir suma total de los depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), al 29 de febrero de 2020; alcanzaría para pagar la totalidad de la deuda del Gobierno con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), misma que anda en los 2 billones de colones. También alcanzaría para financiar el tren eléctrico cuyo costo actual es de unos 883 mil 500 millones de colones (que no es 1 billón de colones).
Tampoco habría necesidad de que se contrajesen créditos externos en condiciones desfavorables para el país, como los que se vienen mencionando para endeudarse con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y otras entidades financieras globales y continentales.
La deuda de los productores agrícolas y agropecuarios nacionales (cuya lucha merece el más grande apoyo ciudadano), con el sistema bancario-financiero del país, apenas está representando un 0.084 centésimas de los 35.5 billones de colones que habría a la llegada de la pandemia depositados en el mismo.
¿Y cómo fue que hemos llegado a esto? Es muy profundo y tiene que ver con la matriz político-ideológica fundamental del neoliberalismo, centrada en la reproducción del capital financiero-bancario a costa de lo que sea. Entender esto nos ayudará, muy apropiadamente, a comprender la naturaleza perversa del actual modelo económico que nos han impuesto a nivel-país por parte de los gobiernos del tripartidismo PLUSC-PAC.
Campaña Solidarios en Acción
Ante desempleo gremio de saloneros solicita donación de víveres para llevar comida a sus hogares.
Actualmente en el país existen unos 150 mil saloneros, de los cuales 110 mil se quedaron sin empleo por el cierre de restaurantes, bares y otros negocios gastronómicos debido a las medidas adoptadas para combatir el Covid 19. 45% de esos desempleados corresponde a mujeres jefas de hogar.
Empresaurios
Albino Vargas Barrantes, Secretario General ANEP
EMPRESAURIO: Se trata de un nuevo vocablo o palabra (neologismo) producto de la fusión (acronimia) de las palabras EMPRESARIO y DINOSAURIO. El concepto está en construcción:
Dícese de una persona empresaria (por lo general, del sexo masculino), sumamente adinerada, de negocios multimillonarios, con conexiones políticas al más alto nivel (a veces, son co-gobernantes, de facto), de dudosa reputación tributaria, declarante de “cero” ganancias y/o “pérdidas”. Evasor-elusor fiscal. Rabiosamente antisindical y de tendencia totalitaria. Usuario de paraísos fiscales. Hizo gran parte de su capital al amparo del Estado mediante exenciones-exoneraciones. No pocas veces es beneficiario de amnistías tributarias y de incentivos fiscales de diversa naturaleza, otorgados por el Estado que tanto odia, paradójicamente. También gana, repetidamente, licitaciones públicas nada despreciables en cuanto a rentabilidad corporativa. Disfruta y abusa del secreto bancario y de la figura jurídica de las sociedades anónimas. El empresaurio puede presentar o reunir todas estas características o algunas de ellas.
Gran parte de los intereses del empresauriado nacional está aglutinado en sindicatos patronales, conocidos como cámaras y hasta una unión de las mismas tienen.
El empresauriado tiene a su servicio un conjunto de personas para que escriban sobre la visión de mundo que tienen: la de la concentración de la riqueza, la de la desigualdad, la de la promoción del odio de clase, especialmente en contra de quienes trabajan en el sector público.
Somos conscientes de que el empresauriado (conjunto de empresaurios), no es representativo genuino de la clase empresarial del país. Si bien es cierto los empresaurios ejercen, lamentablemente, un gran poder en el seno de los últimos gobiernos cuyos presidentes les han tenido miedo (incluido el actual); lo real es que la clase empresarial del país ha estado compuesta por emprendimientos corporativos micro-pequeños y medianos, cumplidores cabales de sus responsabilidades patronales para con la Seguridad Social y atentos a observar las obligaciones tributarias que las leyes les han impuesto. Sin embargo, no tienen gran peso político.
Por otra parte, se tiene conocimiento de que existen corporaciones privadas, empresas, de tamaño económico relevante que honran, también, sus responsabilidades sociales, tributarias y fiscales.
Las generalizaciones son odiosas y conducen a que se cometan injusticias, muchas veces sumamente graves. Es necesario que en el análisis de la actual composición de fuerzas y de sectores en la sociedad costarricense, los sindicatos hagamos una consistente distinción cuando nos referimos al sector empresarial del país, remarcando la existencia del empresauriado.
Es mejor, por ejemplo, empezar a hablar del empresauriado evasor fiscal, del empresauriado que le roba a la Seguridad Social, del empresauriado que subdeclara y comete defraudación aduanera, del empresauriado que lleva dos contabilidades. Así les diferenciamos con relación al empresariado honesto.
Con ocasión de la lucha cívico-patriótica que el pueblo costarricense libró en contra del tratado de “libre” comercio (TLC) con Estados Unidos, dos prestigiosos intelectuales y académicos costarricenses, Mauricio Castro Méndez y Juliana Martínez Franzoni, elaboraron un estudio denominado El TLC y el empleo en Costa Rica, del cual se destacó el dato de que poco más del 90% del parque productivo nacional estaba constituido por micro-pequeñas y medianas empresas.
Al momento actual y a la llegada de la pandemia tal situación se mantenía. Lamentablemente, las micro-pequeñas y medianas empresas han sido muy golpeadas por el Covid-19 y es hacia las mismas que debe centrarse toda la política pública de emergencia y de salvamento económico-financiero para ellas; a pesar de que los grandes intereses del empresauriado lo ha venido impidiendo.
El Sistema Bancario-financiero del país está inundado de plata
Por: Albino Vargas Barrantes, Secretario General
DATO 1: 32 mil 820 millones de dólares (32.820.000.000), al 30 de setiembre de 2018, era la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares). En colones y al tipo de cambio actual (570.oo colones, más o menos). Equivale 18 billones 707 mil 400 millones (18.707.400.000.000).
DATO 2: Al 31 de diciembre de 2010, y por las mismas razones, las cifras eran: 17 mil 933 millones 900 mil dólares (17.933.900.000). En colones: 10 billones 222 mil 323 millones (10.222.323.000.000).
DATO 3: Información oficial suministrada por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), oficio No. GER-0337-2018, fechado 14 de diciembre de 2018, firmado por el señor Eduardo Prado Zúñiga, Gerente del BCCR, quien respondió solicitud oficial de la ANEP pidiendo la información contenida en los datos 1 y 2, entre otras cuestiones.
DATO 4: Del mes de enero de 2011 al mes de setiembre de 2018, transcurrieron 7 años y 9 meses (93 meses en total). En ese lapso, la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), pasó de 17 mil 933 millones 900 mil dólares (17.933.900.000), a 32 mil 820 millones de dólares (32.820.000.000). O sea, hubo un crecimiento bruto de 14 mil 886 millones 100 mil dólares, en esos 93 meses (7 años y 9 meses): ¡un 83%!
DATO 5: Ese crecimiento de 83% en el indicado lapso, pasado a colones nos indica lo siguiente: de 10 billones 222 mil 323 millones (10.222.323.000.000), a 18 billones 707 mil 400 millones (18.707.400.000.000); un salto de 8 billones 485 mil 77 millones de colones (8.485.077.000.000).
DATO 6: A partir de ahora, los datos son producción nuestra pues la información del BCCR indicaba, como máxima fecha, 30 de setiembre de 2018. Como el crecimiento de la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), creció del 31 de diciembre del 2010 al 30 de setiembre de 2018 (93 meses), en 14 mil 886 millones 100 mil dólares; podemos hablar de un promedio mensual de crecimiento de unos 160 millones 65 mil 591 dólares, por cada uno de esos 93 meses.
DATO 7: A partir del 1 de octubre de 2018 y hasta el 29 de febrero de 2020, transcurrieron 17 meses (recordemos que los datos oficiales del BCCR llegan hasta el 30 de setiembre de 2018); aplicando el promedio mensual de crecimiento en el indicado rubro, 160.065.591 millones de dólares (31 dic. 2010- 30 set. 2018), tendríamos que la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), habría crecido en esos 17 meses (1 oct. 2018-29 feb. 2020), en 2 mil 721 millones 115 mil 47 dólares (2.721.115.047).
DATO 8: Si esta cifra de crecimiento en el indicado período de 17 meses a partir del 1 de octubre de 2018 y hasta el 29 de febrero de 2020, de 2 mil 721 millones 115 mil 47 dólares, la agregamos al dato oficial que nos dio el BCCR, al 30 de setiembre de 2018 (32 mil 820 millones de dólares); tendríamos que decir que a la llegada al país de la pandemia del coronavirus covid-19, la cantidad de depósitos del público y tenencia de activos de los bancos comerciales del país (públicos y privados), en moneda extranjera (dólares), ascendía a 35 mil 541 millones 115 mil 47 dólares: 35.541.115.047.
DATO 9: Hablamos entonces, en moneda nacional, colones, de 20 billones 258 mil 435 millones 576 mil 790 colones: 20.258.435.576.790. Redondeemos: 20.5 BILLONES DE COLONES habría en estos momentos depositados en las instituciones financieras del Sistema Bancario Nacional (públicas y privadas).
DATO 10: La magnitud de estos números bancario financieros es tan impresionante que podemos calibrarla con estas dos informaciones. La deuda total del Gobierno con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), es de 2 billones de colones; o sea, apenas un 10% de la plata que tiene el sistema financiero-bancario del país. O sea, se podría pagar el 100% de dicha deuda. Y quedarían 18 billones de colones. Por supuesto que esto es una ficción que mencionamos para dimensionar de qué clase de acumulación de capital ha estado ocurriendo en el país; indicador indiscutible de la desigualdad que amenaza al mismo sistema democrático.





